Trabajo, isomorfismo y semana de cuatro días

IMAGE: Mae M. - Pixabay

El mayor experimento de la historia sobre la posibilidad de establecer una semana laboral de cuatro días, llevado a cabo en el Reino Unido, en el que setenta y tres compañías ofrecieron a sus empleados la posibilidad de trabajar únicamente el 80% del tiempo a cambio del 100% de su sueldo, ha concluido con un resultado aplastantemente positivo: el 95% de las compañías afirmó que su productividad se mantuvo igual o se incrementó durante el período evaluado, y que el bienestar de sus trabajadores se había visto incrementado. De hecho, el 83% de las compañías afirmaron que, dado el resultado, procederían a consolidar el cambio en el futuro para hacerlo permanente.

La encuesta, llevada a cabo por un consorcio denominado 4 Day Week Global, contrasta con el piloto evaluado por una compañía española, Telefonica, que ofreció a 150 de sus trabajadores la posibilidad de trabajar cuatro días a la semana, pero sacrificando el porcentaje correspondiente de sueldo, un 16%. En este caso, el experimento no funcionó, y tan solo el 1% de los trabajadores estuvieron de acuerdo en aceptar la oferta.

La cuestión parece clara y evidente: tratar las horas de trabajo de manera mercantilista, tasando cada una de ellas y pagándola como tal, fracasa frente a opciones basadas en menos control y más libertad: dada una productividad determinada, los trabajadores parecen estar perfectamente dispuestos a incrementarla para llevar a cabo su trabajo en menos tiempo, siempre y cuando su salario, el nivel económico al que están acostumbrados y que consideran su línea base, no se vea afectado. En la sociedad actual, las reducciones de salario, claramente, son un requisito inaceptable. Sin embargo, la idea de trabajar cinco días a la semana, consolidada socialmente durante muchísimo tiempo, se considera simplemente un producto del isomorfismo, una convención perfectamente revisable y que, de hecho, muchos están dispuestos a cambiar.

¿Por qué hacemos cosas como trabajar con horarios de 9 a 5 o similares, o hacerlo cinco días a la semana de lunes a viernes? Se trata, simplemente de convenciones establecidas a lo largo del tiempo, consolidadas a partir de usos y costumbres basados, generalmente, en los talleres de la revolución industrial y en la evolución que los derechos de los trabajadores fue experimentando desde entonces. La negociación que ha resultado en la situación actual se llevó a cabo, por lo general, de manera estrictamente mercantilista: tantas horas por tanto sueldo, y se convirtió en una práctica común. Ahora, tras muchísimos cambios en el concepto de trabajo y, sobre todo, tras una pandemia que probó que podíamos trabajar de formas mucho más flexibles y ser igual de productivos, cuando no más, estamos en el momento adecuado para pensar en cambios a esas convenciones.

La combinación de trabajo distribuido, semana de cuatro días o, en general, los incrementos en la flexibilidad de las relaciones laborales tienen, en este momento, más sentido que nunca, y las compañías que los implementen se verán recompensadas no solo con mayor satisfacción y productividad, sino sobre todo, con mayores posibilidades a la hora de atraer y retener talento. Se trata, básicamente, de reenfocar la relación laboral de una manera menos mercantilista, menos primaria en términos de «tantas horas por tanto dinero», y más en términos de objetivos, de proyectos o de desarrollo de determinadas tareas. A partir de ahí, la relación gana en libertad, el micromanagement se convierte en absurdo o anacrónico, y pasamos a una siguiente fase en la que, para muchísimos trabajos, la relación cobra mucho más sentido. A estas alturas, plantearse únicamente «la vuelta a la normalidad pre-pandémica» de trabajar en la oficina «como siempre» solo revela falta de flexibilidad, cortedad de miras y una visión claramente limitada.

Ante resultados como el de la encuesta británica, ¿serán las compañías y el entorno regulatorio suficientemente flexibles como para acomodar este tipo de demandas y cambios?


This article is also available in English on my Medium page, «Work, old habits and the promise a four-day week offers»

20 comentarios

  • #001
    Benji - 22 septiembre 2022 - 10:07

    Después del teletrabajo este es el próximo caballo de batalla.

    Pero lo veo difícil. La semana Lunes-Viernes no es arbitraria, sino que es una convención que tiene en cuenta el fin de semana cristiano (S-D), el musulmán (V-S) y el Sabbath judío.

    Recuerdo que la URSS intentó una semana de 5 días con 4 de trabajo y uno libre y fue un fracaso total.

    Dicho esto, yo los viernes ya solo trabajo medio día. Preferiría en vez de tener 4 días de trabajo (32 horas) distribuir las 32 horas en 5 días y trabajar de 8:30 a 15:00 y a casa.

    Todas las tardes libres se me antoja más atractivo que 3 días libres consecutivos

    • Carlos Jerez - 22 septiembre 2022 - 10:15

      Lo mismo que yo decía, yo quiero dejar a mi hijo en el cole, trabajar con mi pausa para la comida (media hora basta, me he «anglosajonado») y acabar antes de tener que ir a recogerlo.

    • JM - 22 septiembre 2022 - 11:18

      Idem

  • #004
    Carlos Jerez - 22 septiembre 2022 - 10:13

    Un tema super importante, como siempre has dicho es el trabajo que haces no el tiempo que estés trabajando.

    Mi apunte va que la por el lado de que la reducción de jornada no se tiene que centrar solo en los 4 días, sino por ejemplo a muchos padres de niños pequeños como yo no nos importaría trabajar 5 días pero en jornadas un poco más cortas que se adaptaran mejor a la jornada escolar.

    Como anécdota personal mi madre dejó un trabajo que le encantaba por otro más cercano y con una jornada más reducida pars cuidarme mejor. Yo tenía 8 años y al mes la llamó mi profesora que clavó el día que mi madre había cambiado de trabajo porque notó una mejoría enorme en mi. A día de hoy yo he rechazado un trabajo que me hubiera encantado por la misma razón de jornadas extra largas.

    La conciliación familiar es la gran ganancia de este tipo de cambios y sin duda resultan en un trabajador más feliz con su trabajo.

  • #005
    Dedo-en-la-llaga - 22 septiembre 2022 - 11:19

    Uhm, y por qué no una de 3 (tres) días…

    Saludos.

  • #006
    JM - 22 septiembre 2022 - 12:06

    Creo que al final la discusión no es tanto de trabajo presencial va trabajo remoto ni semanas de 5 días vs semanas de 4 días sino que lo que se haga tenga sentido.

    Es decir, que si un día hay que tardar una hora para ir a la oficina sea por un motivo justificable, ya sea hacer equipo o reunirse, pero no para estar solo y reunirse por teams. Y que se pueda compatibilizar la jornada de trabajo con la vida diaria ya sea con jornada de mañana, de 4 días, etc.

  • #007
    Xaquín - 22 septiembre 2022 - 12:30

    Hay una fábula donde se cuenta como los urbanitas originales (burgueses) fueron avanzando en sus derechos sociales, mientras que los «agrícolas», seguían con jornadas de sol a sol y atendiendo a sus animales, que no pueden esperar en la cola del super.

    De hecho hubo una revolución burguesa, donde los campesinos quedaron a verlas venir, igualmente que los urbanitas parisinos «de baja estofa».

    Me resulta muy curioso como se habla del aumento de la productividad semanal (cuatro o cinco días), cuando está medianamente demostrado, que la productividad media del trabajador (ya no digamos funcionario) deja mucho que desear. Seguro que un estudio en cualquier ministerio, supera los parámetros del estudio británico. Y hablamos claro de eficiencia, no de calentar sillas y ventanillas,

    Y sí, la fábula fue escrita (dicen) por un empresario chino, que tenía a sus empleados durmiendo en sótanos con ínfima calidad de vida (o no, puede que fuera alguien que conoce el entramado operativo del «trabajador subvencionado» por encima de su eficiencia laboral). Y sí, también reconocía que había «esclavismo laboral» (que el suyo no era).

    Por eso resulta curioso que, siendo tan antiempresa privada, últimamente me toque joder (en simples comentarios de internet) a la empresa pública y al trabajador medio, que se ha subido al carro del cochazo y a cenar de fin de semana en restaurante (con picos de sustancias químicas o no). Naturalmente van incluidos los trabajadores de mono y los de corbata o pajarita.

    Ah, también van incluídos los «trabajadores» de la política. Aunque usen ropa informal muy arrugada (y mismo parcialmente rota).

    • La Coz o el martillo - 22 septiembre 2022 - 16:26

      les congés payés, y la jornada de 40h no fueron GRATIS

      Los burgueses eran los sherifs en esta película, los explotadores

      No fue hasta el gobierno del 36 en Francia que los indios(explotados) no tuvieron unas vacaciones pagadas y una jornada de 40h

      El autor de tal hazaña, fue el frente popular francés de León Blum que firmó con los sindicatos los Acuerdos Martignon

      https://es.frwiki.wiki/wiki/Semaine_de_40_heures

      ¿Cómo se consiguió? A hostias? No., Votando al FP en vez de a los nazis de aquella época, el partido popular francés PPF, el VOX de la época

      Lo siento por ser explícito

      https://www.wikiwand.com/es/Partido_Popular_Franc%C3%A9s

  • #010
    Chipiron - 22 septiembre 2022 - 12:37

    No puedo estar más de acuerdo con lo que he leído y se ha comentado.

    Sólo veo, en algunos casos concretos, un problema práctico:

    ¿ Cómo medimos la productividad?

    Los esquemas anquilosados basados en tiempo (o dicho de forma humorística «horas de calienta sillas») tenían (y en algunos casos siguen teniendo) una razón de ser: la facilidad de la medida.

    Es decir, es más fácil decir/pactar/contratar con la frase «ganas x trabajando 5 dias a la semana, 8 horas al día», frente a decir «ganas x con una productividad y».

    A pesar de que cada día son menos, todavía hay trabajos en los que el horario es su razón de existir: vigilantes de seguridad, dependientes en tiendas…

    Curiosamente, estos trabajos y activi dades, a mi parecer, son aquellos más vulnerables a la tecnología y evolución socioeconómica, ya que se valorarán cada vez menos o directamente desaparecerán…

  • #011
    Gorki - 22 septiembre 2022 - 12:43

    Uno de los aumentos de la productividad es la reducción de horas de trabajo. Las horas que trabajaba mi padre, no las he trabajado yo, (viviendo con mas desahogo), ni probablemente mis hijos tengan que trabajar tanto como yo he trabajado.

    El problema es como administrar el tiempo de trabajo. Por supuesto no me refiero a trabajadores con un trabajo presencia, y no teletrabajadores, porque lo lógico es que a los teletrabajadores se les paqgue por sacar adelante un trabajo y que ellos lo realicen en turnos que les parezca conveniente,

    Pero a los trabajadores presenciales, digamos pintores de brocha gorda, ¿Cuatro días de trabajo y tres días libres a la semana? – Puede, pero ¿Por qué no, trabajar cinco días a la semana y el día extra sumarlo a los tiempos de vacaciones o por el contrario, trabajar 12 horas tres días y el resto de la semana de vacaciones?.

    Mi propuesta por ejemplo es trabajar cinco horas seis días a la semana medio día, (30 horas) y que otro turno trabaje el otro medio día, porque entiendo, que los trabajadores precisamos descanso, pero los inmuebles y las máquinas que utilizamos, con un día libre para mantenimiento tienen suficiente descanso.

    Yo creo que definidas y de acuerdo con las horas anuales de trabajo a realizar, la elección de los horarios de trabajo es un tema a discutir/dialogar, (sin demagogias), entre la patronal y los sindicatos, pues supongo que hay tantas posibles soluciones como personas que piensen sobre ello.

  • #013
    Mauricio - 22 septiembre 2022 - 23:56

    La verdad es que el ecuatoriano promedio trabaja más que el alemán promedio, tanto en intensidad como en número de horas. Y esto no lo digo en un arranque de exaltación patriótica ni tampoco de manera irónica sino que se trata de algo constatable, acerca de lo cual he pensado desde hace mucho tiempo.

    ¿Por qué, entonces, Alemania es una potencia económica y Ecuador está muy lejos de serlo? Sencillamente, entre otras cosas, porque en Alemania las labores están mucho más organizadas que en Ecuador, los objetivos y los tiempos de ejecución están bien planteados, se planifica con varias semanas o meses de anticipación, están claramente delimitadas las tareas de cada uno y no suele darse el efecto «borrón y cuenta nueva» donde cada nuevo presidente, ministro, alcalde, rector o director deja de lado completamente lo que hicieron sus antecesores y quiere empezar todo nuevamente desde cero.

    Una planificación realista de las actividades laborales que tenga claridad de objetivos a corto, mediano y largo plazo es lo que permite que cada hora de trabajo sea verdaderamente productiva. Si todo está bien organizado es claro que es posible hacer en 30 horas lo que otros harían en al menos 40 horas. Por otro lado, para los que somos padres, un horario de 6 horas diarias de lunes a viernes que tenga concordancia con la jornada escolar sería preferible a una semana laboral de 4 días.

  • #014
    Gabriel - 23 septiembre 2022 - 08:48

    Igual soy un poco cabeza cuadrada. Pero si en una empresa, sus trabajadores pasan de trabajar 5 a 4 días y producen lo mismo, la conclusión más evidente es que tenían una falta de productividad enorme. Es decir, si se organizaban y motivan mejor eran capaces de producir un 25% más.

  • #015
    Gabriel - 23 septiembre 2022 - 08:55

    Yo creo que el trabajo debe ser por objetivos. Pero esos objetivos habrá que dimensionarlos para que la persona los consiga en un tiempo x de trabajo. Esa X pueden ser 40 horas semanales como ahora u otras, pero serán eso, unas horas dedicadas al trabajo. Esas horas podrán hacerse en el horario que sea, pero tendrán que hacerse. Otro sistema ¿a dónde nos llevaría? ¿Objetivos que nos ocupen 60 horas o 20 horas? El actual sistema de un sueldo en función de los objetivos que seas capaz de lograr en 40 horas semanales en el horario que te convenga, parece un método equilibrado de remuneración. El que quiera 32 horas, cobrará por los objetivos que saque en ese tiempo de dedicación a su trabajo.

  • #016
    Roberto - 23 septiembre 2022 - 10:05

    Hola Enrique,

    Aquí discrepo.

    Aunque sí que soy fiel seguidor de una doctrina del trabajo basada en la responsabilidad y dando plena libertad en que cada uno se distribuya las jornadas laborales como mejor le convenga, no todos somos iguales. Así de sencillo.

    Simplemente, hay personas que no son responsables. O directamente, no les gusta tener esta libertad y se les debe marcar cierto horario fijo, con determinadas tareas. Quizás mi opinión está sesgada, pero me baso en mi experiencia personal con compañeros de diferente índole.

    De hecho, para muchos es más complicado organizarse de la manera que comentas. Para algunos, tener más libertad y responsabilidad, es más incómodo.

    Buen fin de semana.

  • #017
    Michel Henric-Coll - 23 septiembre 2022 - 11:02

    «el 95% de las compañías afirmó que su productividad se mantuvo igual o se incrementó *** durante el período evaluado ***».

    Efecto Hawthorne, muy probablemente.

    • Pepelu2 - 23 septiembre 2022 - 11:42

      Esta claro que habia un interes por los «sujetos del estudio» en que el resultado fuese el mas beneficioso para ellos. Luego si se convierte en lo habitual , ya veremos si sigo siendo igual de productivo.
      Otra cosa que me encanta es el «ombliguismo» de estos estudios que piensan que todo el mundo trabaja por proyectos o objetivos y se puede medir todo asi.
      No creo que llegue ni al 10% de los trabajadores los que tendrian esa posibilidad.

  • #019
    Luis Hernández - 23 septiembre 2022 - 13:18

    ¿Cuál es la razón por la que una empresa ofrece un sueldo a un empleado? ¿Por estar ocupando una silla un cierto número de horas o por producir un trabajo que a la empresa le resulta rentable?

    Imaginemos que desarrollo un software o construyo un robot que hace el 95% de mi trabajo, sin errores y aumentando la productividad que tenía previamente, de modo que apenas necesita un poco de supervisión por mi parte.

    ¿Debería quedarme trabajando hasta completar mi número de horas? ¿Tendría que asumir nuevas tareas que no realizaba hasta ahora? ¿Deberían subirme el sueldo por aumentar mi productividad? ¿Hubiera sido mejor inhibirme y no desarrollar el software?

    En realidad esto está pasando cada vez que adoptamos una nueva tecnología, independientemente de que la hayamos desarrollado nosotros mismos o no. ¿Es el empresario quien debe obtener todos los beneficios de estas mejoras o debe repartirlos con los empleados? Pues eso…

    • JM - 24 septiembre 2022 - 10:52

      Yo he trabajado en programación y mi productividad era bastante desigual a lo largo del día.

      Por de pronto era bastante más productivo por las tardes que por las mañanas, lo cual es poco compatible con el horario de oficina.

      Había días en que entre reunión y reunión no tenía tiempo suficiente para centrarme y llevar a cabo un trabajo productivo.

      Otros días tenía que dedicarlos a estudiar un problema hasta encontrar una forma de solucionarlo y mi productividad medible hubiera sido 0. En esos momentos de darle vueltas a un problema hubierado dado igual que estuviera en la oficina o haciendo la compra.

      Lo que quiero decir es que si el horario se adapta al trabajador se puede producir lo mismo en mucho menos tiempo.

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