Mi columna en Invertia de esta semana se titula «Anuncios en WhatsApp: hora de hacer las maletas» (pdf), y es un intento de explicar por qué debes abandonar WhatsApp ahora que va a empezar a martirizarte con publicidad.
La chispa que ha encendido este artículo fue la decisión de Meta de introducir anuncios en la pestaña Estados. A primera vista podría parecer una molestia menor: un par de banners de productos que nunca quisiste (y muchos de ellos seguramente estafas) intercalados entre las fotos de tu perro y los amaneceres de tus amistades. Pero el verdadero negocio no está en esos anuncios (que, tarde o temprano, terminarán llegando al resto de la aplicación), sino en la gigantesca colección de metadatos que la compañía extraerá de cada uno de tus movimientos.
Más que banners, lo que la compañía anhela es la mina de oro de los metadatos. Según la propia Meta, la segmentación inicial se basará en «señales básicas» como tu ciudad, tu idioma y los canales que sigues. Una descripción tan inocente como engañosa: combinando esas «señales» con la enorme cantidad de datos que ya obtienen de Facebook e Instagram, o con la que cedes al integrar tu cuenta en Account Center, la compañía perfila tus intereses con una precisión quirúrgica. No necesita leer el texto de tus mensajes; le basta con saber con quién hablas, cuándo, con qué frecuencia y desde dónde. Para convertirte en carne picada con la que fabrican las hamburguesas que venden a un montón de anunciantes irresponsables, que no dudan en alimentar a semejante basura de compañía.
Este tipo de información ha sido siempre la joya de la corona en la economía de la vigilancia. Y Meta no es precisamente tímida a la hora de explotarla: cuando una multa millonaria cae sobre sus arcas, la tratan como un simple «coste de hacer negocios» y siguen adelante. Si antes alegaban que «WhatsApp nunca tendría anuncios», ahora prometen que «jamás leerán tus mensajes». La pregunta obligada es cuánto vale hoy esa promesa. Spoiler: lo mismo que ayer.
Es una historia de promesas rotas y de rebeldías pasadas, una historia que se va a repetir. En 2013, un terremoto sacudió la app cuando intentó cobrar a los usuarios 0.89€ por su uso anual: la indignación fue tal que la empresa terminó retirando la idea. Poco después, Zuckerberg compró la compañía para reconvertirla en una máquina totalmente dedicada a la recopilación de datos. Una década después, el precio ya no son 0.89€, ya no es dinero, sino algo mucho más valioso y escaso: tu atención y tu privacidad. La única manera de rentabilizar la millonada que Zuckerberg pagó por WhatsApp es vendiéndote a ti.
Si entonces nos indignamos por menos de un euro, ¿seremos ahora igual de firmes cuando nos pongan anuncios delante de la cara y rastreen cada una de nuestras interacciones? Me encantaría ver otra rebelión, pero esta vez con un destino claro: Signal, o cualquier sistema de mensajería que de verdad sea respetuosa con la privacidad, como puerto de llegada. Una aplicación de mensajería no deberían nunca ser algo que tenemos que pagar con nuestra privacidad. La tecnología necesaria ya existe y, en muchos casos, es la misma que usa WhatsApp para cifrar sus mensajes. La única barrera real es el costoso (aunque temporal) efecto de red: mover a nuestros contactos.
Cada vez que abras los Estados y veas el enésimo anuncio de un producto que jamás necesitaste, recuerda que existe una alternativa sin banners, sin seguimiento y sin el asqueroso historial de promesas incumplidas de Meta. Y, sobre todo, recuerda que los efectos de red no son cadenas perpetuas: MySpace, Tuenti o MSN Messenger parecían inamovibles hasta que dejaron de serlo.
Cambiar de plataforma no requiere heroísmo tecnológico, sino sentido común: si una herramienta se degrada lo suficiente, se sustituye. El momento en que los usuarios perciban que su «buenos días» viene empaquetado con un anuncio mal segmentado, o peor aún, con la sospecha de que cada palabra que escriben o pronuncian deja un rastro para los anunciantes, será el momento en que la fuga comience. Entonces quizá comprobemos que la garantía más efectiva para la privacidad no es confiar en las promesas de una megacorporación como Meta , sino irse antes de que sea demasiado tarde.
La pelota está en nuestro tejado: podemos normalizar que un servicio de mensajería convierta nuestras conversaciones en materia prima publicitaria, o podemos, sencillamente, cerrar la puerta y buscar un lugar más limpio. Ya muchos estuvieron a punto de hacerlo hace años por menos de un euro. Hacerlo ahora sería incluso más razonable.
You can also read this article in English on my Medium page, «Why it’s time to leave WhatsApp«
Por si alguien no lo sabe Telegram permite descargar de WhatsApp el historial de conversaciones para que no se note tanto el cambio entre plataformas.
De Signal lo desconozco.
¿Pero alguien usa Estados?
No veo tan descabellado que pueda caer, creo que la mayoría pide a Whatsapp ser una aplicación de mensajería, simple, y cuanta más mierda meten es otro clavo en el ataúd.
Con menos de 70 años, lo usa mucha gente
Como usuario, no me gusta que procesen mis datos con fines de marketing, ni que me muestren anuncios ni pagar licencias o suscripciones.
Pero, sin defender a Meta/Whatsapp, una mercantil que ofrece una plataforma con una estructura y costes no despreciables, si no puede cobrar por ella, ni mostrar anuncios ni tratar los datos de los usuarios, ¿cuál es el sentido de su existencia?
Pues que cierre, pero que no le robe los datos a la gente.
Doy gracias que mis contactos no
Esto iba para el comentario de arriba de J
Nunca entendí bien aquella reacción de 2013, ¿cómo 1€ al año pudo suponer tan extrema respuesta?. Supongo que el principal responsable fue que Internet en general creció como un concepto gratuito para los usuarios, solamente pagando la conexión ya podías tener acceso a todo.
Ayer precisamente me vi el primer capítulo de la última de Black Mirror, que hablaba a su manera del control que una empresa puede llegar a ejercer sobre tu vida.
Whatsapp es, como casi todo lo relacionado con Meta, un residuo que a mi parecer solo sigue ahí gracias a que nos acostumbramos y nos cuesta horrores los cambios.
Antes Telegram era la alternativa, yo lo tengo hace años, pero desde que detuvieron a Durov en Francia la app ha ido en picado en lo que a privacidad se refiere. si ya fue una hazaña convencer a algunas personas de que se pasaran a Telegram, hacer que usen Signal va a ser misión imposible.
¿Poner publicidad y vender los datos ¿No es lo mismo que lo que hace Google?
Eso no hace mejor a WhatsApp.
Ni peor
Cuando hablabas de anuncios incluso en el estado, creía que ibas a citar a la degrdación moral del ejército americano en Washington patrocinado por coinbase. !!!
Misma marcialidad que en el Desfile de la Derrota
«de banners de productos que nunca quisiste (y muchos de ellos seguramente estafas) intercalados entre las fotos de tu perro y los amaneceres de tus amistades.» (EDans).
La única lucha efectiva contra los filtros ajenos son los filtros propios, los elaborados durante la adolescencia y mejorados continuamente a lo largo de la adultez.
La banalidad de la publicidad solo es superada por la banalidad los usuarios de las redes sociales, ya que demuestran cotidianamente su mediocridad, como versión actual de homo sapiens… incluida su tendencia social a estafarnos, con las imágenes que comparten… y eso no se remedia más que con educación, que es una aplicación para IH, antagónica de la anquilosada domesticación educativa dominante, para ese mismo tipo de IH.
La semana pasada hice una experiencia con YT, normalmente no pierdo el tiempo en mirar lo que me ponen, pero como había una amplia gama de basura de buleros y afines, me dediqué a buscar durante 15 minutos (x 3 días consecutivos) que podía bloquear, y revisar suscripciones (17 en total, solo Alan Barroso de política, el resto a parte iguales IA, viajes, código)…
Boloquedos canales políticos buleros, videos de gatitos, chorradas, historias raras, shorts al mínimo
Resultado: No ha forma de controlar la mierda, siempre hay, menos pero siempre hay,…
Lo mejor es no fijarse en lo que ponen ( filtro mental) y buscar lo que te interese, eso si lo que te interese van a ir a por ti.
Es mejor buscar desde otro navegador sin darse de alta,
Los anuncios una pesadilla, cuando te cascan el bloqueador, que de vez en cuando lo hacen…
Asi que estoy con Gorki, son perros con el mismo collar de FB, viven de eso…
Yo a pesar de todo, sigo viendo videos sin anuncios. Para evitarlos me funcionan dos opciones, no busqué más que seguro las habrá, y cada una tiene su momento y su utilidad:
• Usar Brave, o…
• en Firefox (no probé con otros navegadores pero no debe ser muy diferente) es solo un overlay que se quita bien fácil, lo explico aquí con imágenes, que toma menos tiempo que escribirlo:
• Paso 1
• Paso 2
• Paso 3
• Paso 4
Por cierto, brutal lo de Coinbase como anunciante del desfile.
Ahora mismo con Ublock Origin me están respetando. El problema es cuando usas a la vez el bloqueador de Opera( que lo tienes que quitar, venía por defecto)… y ese si le detectan
Sorprendentemente, en YouTube puedes encontrar contenido de cierta cálidad si lo buscas y te suscribes a los sitios adecuados
La virulenta oposición a aquel pago por el uso del Whatsapp (obviamente bajo la «garantía» de no acabar convertida en lo que ahora es), fue el pistoletazo de salida a la mayor competición por ser el merluzo y meapilas más idiota, que jamás antes se había celebrado en la historia de la humanidad.
Resultado de semejante oposición: no cabe un idiota más a pesar de que sigue habiendo todos los días hostias por llegar mucho más lejos que el idiota anterior.
En su día creo que lo puse aquí, pero ahora ya no está en línea, el magnífico video que subieron, pero sí su versión unplugged por los mismos que la tocaron y compusieron, y que yo los vi interpretar en directo:
https://www.youtube.com/shorts/yIWrgQjSR5I?feature=share
PD: Como he dicho siempre, al final, LA CULPA es de quien permite según qué delincuencia, con multitas de mierda que ya están descontadas en la forma de hacer negocio. Si aquí, en esta mierda de país, el código penal PERMITE MULTAS DE HASTA 600.000 EUROS A UN PARTICULAR, eso, ya lo dice todo, pero TODO. Ojo, 600 mil, imagínate que te llega esa put*** multa.
la Ley de Seguridad Ciudadana, pueden imponer multas de hasta 600.000 euros por infracciones graves, especialmente durante estados de alarma. ¡¡¡Decidme si esto NO es para mandar todo a la put**** mierda, jod***r!!!
Y si vives en Madrid, eres universitario, y te manifiestas contra Ayuso, proyectito que igual cuaja
sien_mil_leuros !!!
Y luego se quejan de los chinos,
¡¡ Por favor un 155 en Madriz YA !!
Estando de acuerdo, el problema se multiplica cuando además tienes varios hijos de distintas edades y te relacionas en varios grupos.
Los canales habituales de ellos son Instagram y WhatsApp, mis suegros FB y WhatsApp, yo por empresa canales propios, los clientes algunos incluso solo WhatsApp (algunos no cogen ni el tlf cuando les llamas), y cuando hablas de Telegram (llevo años entrando y saliendo), y ni te cuento Signal (que creo que ni lo he intentado ya que no conozco a nadie que lo use), pareces el loco del cucurucho de aluminio en la cabeza.
Y ya no entro en grupos de actividades varias, vecinos, colegio, …..
El éxito de WhatsApp ha sido su ubicuidad, y a día de hoy no veo a NINGUNA otra plataforma capaz de igualar eso (excepto Instagram en chavales).
Y si, Meta ni en la sopa, pero que el resto no se queda atrás y ahí estamos. Que gracias a qué tenemos a un bocachanclas, y a otros narcisista de manual, del resto no se habla, pero son todos iguales porque el modelo de negocio es así.
Ya dejamos para otro día lo de los anuncios hiper segmentados de FB y Google, llamados con el bonito eufemismo de «leads», qué por mucho que cueste creer no solo es que funcionen, es que determinados clientes los exigen para trabajar contigo, y que, además, puedes hacer llegar a rentabilizar y que «se paguen solos».
Todo lo que dices es cierto, pero inviable. Luego, estamos jodidos… O puede haber otra solución?
NO se puede dejar de usar WApp en Argentina. Porque lo usa el soporte técnico de la compañía de teléfonos, porque lo usa la municipalidad (ayuntamiento), porque en el edificio en el que vivo los propietarios tenemos un grupo, porque en el colegio los padres tenemos otro grupo, etc etc etc.
Por otro lado, aquí el uso de Telegram es marginal.
Es INVIABLE no usar WApp.
Busquemos otra estrategia.
La solución, en mi opinión, pasa por RCS. Cuando haya un standar con las mismas funcionalidades que proporcionan las compañías de mensajería, la gente empezara a utilizar las app de mensajería nativas del teléfono. Google lo hace con Google Messages, Apple con iMessages, basta con que se pusieran de acuerdo para que las generaciones venideras no tuvieran la necesidad de usar ninguna tipo de app de terceros ya que podrían mandar mensajes de forma nativa. Espero que eso sea una realidad con la implantación del RCS 3.0.
Muy de acuerdo. Esperemos que la adopción de RCS 3.0 traiga pronto la encriptación de extremo a extremo entre iOS 26 y Android y podamos dejar de depender de plataformas de terceros para usar RCS, un servicio con menos intermediarios.
No, no va a haber la misma rebelión porque el ciudadano medio es muy simple e incapaz de pensar, relacionar consecuencias y ver más alla.
Que te cobren un euro al año es una cantidad ridícula pero es algo concreto, tangible, tienes que pagar ese euro. Que acaben con tu privacidad, te espíen y vendan todos tus datos es algo de lo que en ese momento no ves las consecuencias, no te cuesta nada, no es algo tangible como el euro que tienes que pagar.
Matt, es que NO era ni un euro, ¡¡¡al año!!! ¡¡¡Por los clavos sangrantes!!! Lo que he dicho más arriba, no cabe un idiota más.
Signal es la aplicación del gobierno de los EE. UU. Por favor, investígalo para creerme y así no la recomendarás. Nuestra alternativa como europeos es Threema, Wire o Session.
Más info: https://josecurity.es/signal-threema-briar-app-mensajeria-segura/
He pinchado el enlace a tu blog que me llevó al análisis comparativo sobre estas aplicaciones, y para mi ha sido todo un descubrimiento, por lo que te felicito.
Desde ya para mi eres la referencia informativa para estos asuntos que me preocupan mucho.
Gracias a ello, me voy a replantear de nuevo lo que debo hacer para proteger mejor mi privacidad y no ser víctima de los abusos.
Por las actuaciones de estas empresas que no tienen límites, el mundo se parece cada vez mas al concepto de Gran Hermano que Goerge Orwell popularizo en su novela 1984.
Nuestras sociedades cada vez se parecen mas a la sociedad orwelliana descrita por el autor, una sociedad donde se recopila y se manipula la información, a la vez que se practica la vigilancia masiva y global y la subsiguiente represión política y social.
Puede que la sociedad no haya llegado aún a estar infectada por esa invasión digital con consecuencias a este nivel, pero vamos camino de ella sin ninguna duda, y no me gusta, entre otras razones porque no se como puedo defenderme de esos peligros.
Enhorabuena de nuevo por los tres artículos que sobre este asunto he leído en tu blog junto con el enlace que tu proporcionaste:
https://josecurity.es/desconfia-whatsapp-aprende-securizar-la-aplicacion/
https://josecurity.es/mensajeria-instantanea-metadatos-sin-privacidad/
Se me ocurre la siguiente alternativa de acción: demandar a las compañías anunciantes cada vez que nos lleguen anuncios no solicitados explícitamente. Imagino que miles de demandas a diario mediante, Meta se quedaría sin anunciantes que quieran hundirse moral y monetariamente.