Se acaba el tiempo

IMAGE: Alexander Boden (CC BY SA)

Un estudio publicado recientemente en Nature, «Current fossil fuel infrastructure does not yet commit us to 1.5 °C warming«, está siendo ampliamente comentado por la relevancia de sus conclusiones: en las condiciones actuales, podríamos evitar el calentamiento del planeta por encima de la fatídica cifra de 1.5ºC fijada como crítica por el informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), si iniciásemos inmediatamente la retirada de la tecnología de los combustibles fósiles, es decir, si simplemente no renovásemos los aparatos que actualmente la utilizan, asumiendo una vida útil de 40 años para centrales de carbón y hornos de cementeras, de quince años para los automóviles y de 25 para aviones y barcos. Esas fuentes son conjuntamente responsables del 85% de las emisiones de gases que provocan el calentamiento global, lo que nos ofrecería una probabilidad del 64% de mantenernos por debajo de ese nivel de 1.5ºC. En caso de no comenzar esa fase de retirada de la tecnología de los combustibles fósiles hasta el año 2030, las probabilidades se reducen por debajo del 33%.

Todo indica que, diga lo que diga el informe, las posibilidades de lograr una retirada de esas tecnologías son prácticamente nulas. Una parte de la humanidad está demasiado ocupada ganando dinero como para que se planteen algo tan insignificante como salvar el planeta y la civilización humana. Mientras algunos intentan calcular el tiempo que nos queda, otros siguen empeñados en abrir centrales de carbón o en fabricar vehículos de gasoil y gasolina. De hecho, otro estudio, descrito por Joshua Goldstein en su reciente libro «A bright future«, afirma que esa retirada de los combustibles fósiles únicamente es posible si volvemos a abrazar la generación de energía mediante centrales nucleares, una posibilidad que genera un importante nivel de rechazo. Las centrales nucleares pueden ser muy eficientes, pero nadie quiere una cerca de su casa.

Otras posibilidades de cara a obtener ese objetivo apuntan a tecnologías dedicadas a la reducción de las emisiones en la fabricación de cementos y hormigones, a desarrollos en el ámbito del transporte aéreo mediante aviones eléctricos, a los éxitos cosechados por Tesla, la marca que más lealtad genera entre sus usuarios, que parecen estar impulsando ya a otras compañías de su industria a competir en el ámbito del vehículo eléctrico, o tecnologías que mejoran el rendimiento de la carga de las baterías para hacerla mucho más rápida.

Lo he comentado en numerosas ocasiones: la tecnología va a estar a la altura del que es, sin ninguna duda, el desafío más importante de la humanidad. Lo que no está a la altura son las personas, que se empeñan en minimizar ese riesgo y en insistir en no renunciar a determinados estándares de lo que consideran «bienestar». La respuesta a un planeta que amenaza con convertirse en inhabitable en pocas décadas no es prohibir los vehículos de combustibles fósiles «en el año 2040 ó 2050», porque eso es simplemente absurdo: en esas fechas, ya no quedará nada por salvar.

La respuesta lógica, y de hecho, la única respuesta, tendría que ser prohibir la fabricación de esos vehículos ya, de manera prácticamente inmediata, y obligar a todas las compañías que los fabrican a ser competitivos en la fabricación de automóviles eléctricos. Dar por amortizada la tecnología del motor de explosión, pasar página y seguir adelante. Mientras sigamos con la mentalidad de aplazar las medidas a varias décadas vista, seguiremos incumpliendo los plazos y condenándonos a un futuro que nadie debería vivir.


This post is also available in English in my Medium page, “Climate change: only the radical use of technology can save the planet«


10 comentarios

  • #001
    Jota - 18 enero 2019 - 18:21

    La sentencia de muerte está dictada desde la revolución industrial. El postcspitalismo solo la ha acelerado la llegada de su ejecución.
    Lo que venimos llamando «creación de riqueza» es, en su inmensa mayoría, depredación de recursos naturales (cuando no incluso humanos).
    Creer que la electricidad (costosísima de producir y ni hablemos de almacenar) va a remediar algo…

  • #002
    Hernando - 18 enero 2019 - 18:43

    Una medida inmediata sería que ninguna persona a hoy debe tener mas de un vehículo en casa para uso personal, a la par ningún vehículo nuevo circula sino ya no es eléctrico, la tercera es que disminuya el consumo de cosas y aumente el consumo de intangibles que no necesiten tanto combustible fósil por lo regular.

    • Isangi - 21 enero 2019 - 09:19

      «debe tener mas de un vehículo en casa para uso personal»

      Si, los vehículos parados en el garage contaminan mucho…

  • #004
    xaquin - 18 enero 2019 - 19:04

    Pensar que estamos en un punto análogo al de la revolución industrial me parece poco serio.

    Por un lado no se trata de cambiar un «motor vivo» (fuerza animal) por un motor a vapor (o incluso atómico). El cambio de tecnología es tremebundo. Usando mal la palabra, se puede decir que es casicuántico. Y como tal menos predecible y controlable por los seres humanos.

    Por otro lado se trata de competir con la naturaleza de una forma tan extrema, que podemos pasar alguna línea roja que otra. La naturaleza ha tenido poder y paciencia para favorecer una evolución más o menos controlada. El ser humano puede tener poder (e incluso una adicción por él), pero también la impaciencia que estropee el trabajo paciente de varios millones de unidades temporales.

    La prepotencia humana es tal, que le da mayor valor al trabajo de un Silicon Valley, que a un conjunto de procesos, más o menos azarosos, que llevan hasta ahora la dirección de nuestra evolución (incluyendo en ella la de todo el planeta Tierra y el Universo que la contiene).

    Y hablo de los cerebritos humanos, ya no quiereo ni pensar en esa especie de ectoplasma humano llamado Trump (por ejemplo), que puede llevarnos a un auténtico holocausto terrestre.

  • #005
    LEON - 18 enero 2019 - 19:34

    Mas que intentar parar lo inevitable quizá debieramos pasar al plano de como prepararnos para ello.

    Que la especie humana tiene los dias contados es incuestionable, todas las especies que han existido han tenido un principio y un fin, el nuestro llegará con absoluta certeza.

    Si otras especies han evolucionado ¿por que no dirigimos nosotros nuestra propia evolución hácia un ser que sea capaz de sobrevivir en el ambiente al que se encamina la Tierra?.

    Que ese ser sea biológico o no carece de importancia, lo importante es el contenido.

  • #006
    ana - 19 enero 2019 - 13:03

    Felicidades por el artículo Enrique, es simplemente genial.

    Como no van a parar de fabricar coches de combustible fósil, lo único que podemos hacer es realizar pequeños gestos medioambientales a nivel individual. Comer menos carne, utilizar transporte público, ir en bicicleta, etc. Y si nos vamos a comprar un coche que sea eléctrico, si o si. De este modo con nuestro consumo aceleraremos la transición de combustión a eléctrico.

    A nivel normativo y educacional si se pueden hacer cosas de forma inmediata. Crear una LEY a nivel europeo que multe a las empresas que continuen utilizando las malas prácticas de obsolescencia programada. Con medios suficientes como para investigar y encontrar a los responsables.

    A nivel de las escuelas se debería inculcar los beneficios de alargar la vida de los objetos. Cambiarse de ordenador, lavadora, móvil no es guay, es un despilfarro. Los aparatos eléctricos deberían durar mucho más y deberían ser modulares para facilitar su reparación. Es lo que llaman economía circular.

    También estaría bien emplear los recursos en cosas útiles como el nuevo colisionador FCC por 10.000 millones. Y abstenerse de seguir caminos absurdos como el que están planteando en USA para enviar miles de misiles al espacio por 20.000 millones (hace gracia escuchar a Michael Griffin cuando dijo que «solo» cuesta 20.000 millones).

    Por cierto acaban de cerrrar la Central Térmica de Andorra (Teruel).

    • Enrique - 21 enero 2019 - 09:33

      Ciertamente estaba ya anunciado el cierre, y con él, la muerte de un par de comarcas más de Teruel (al menos Sierra de Arcos y Bajo Aragón) que se unen a otras tantas que ya estaban muertas.
      Ya tenemos 20.000 nuevos habitantes que necesariamente tendrán que ir a una gran ciudad, pero al menos podrán moverse en patinete.

  • #008
    Oswaldo - 19 enero 2019 - 16:43

    Los autos electrico no remediaran nada, a menos que cambien las fuentes de generacion actual por solar.

    La solucion esta en las costumbres de consumo. Mientras haya demanda, existira quien produzca y aplica para todo.

    Personalmente hace 10 años no tengo auto y me transporto en taxi, bicicleta, caminando. y me alimento lo necesario sin gulas o excesos.

  • #009
    Dedo-en-la-llaga - 20 enero 2019 - 14:12

    Totalmente de acuerdo, peeeero, hay veces que dejándonos llevar por la emoción, no valoramos cosas como estas, tipo patada a traición en el hígado:

    «Todos lo sabemos, aunque a veces nos cueste interiorizarlo: las cosas van bien hasta que algo se jode. Todo es maravilloso hasta que deja de funcionar. La tecnología es lo mejor de la Humanidad hasta que una pieza, una cualquiera, funciona de un modo distinto al esperado.

    Y lo mismo pasa con el coche eléctrico, por más que estemos a punto de leer en alguna parte que Elías fue arrebatado a los cielos en un coche eléctrico. Es pronto, pero demos tiempo al tiempo.

    La cuestión es que los partidarios del coche eléctrico, sus promotores y sus vendedores (si se diferencian en algo), parecen tener respuesta para todo: mejores baterías, carga más rápida, autonomía más amplia etc… Para todo, menos para las situaciones inesperadas… (Sigue leyendo…)

    https://ctxt.es/es/20190109/Firmas/23859/Javier-Perez-tribuna-coche-electrico-ideologia-transporte-ricos-pobres.htm

    En fin…, vamos mal…, muy mal….

  • #010
    Pedro Torres Asdrubal - 21 enero 2019 - 11:01

    Desde el existencialismo, da lo mismo que nuestra civilización dure 1000 años o un millón. La realidad carece de significado.

    Por eso es tan importante soñar y preferiría ser un nórdico que «juega» a ser sostenible, si bien entiendo que un indonesio rural sueñe con trabajar en una plantación de palma y acceder al mundo materialista.

    P.D. Los reyes son los padres versión adultos.

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