Educación y monitorización: anticipando futuros distópicos

CCTV classroom¿Cómo van a ser las escuelas e instituciones educativas del futuro? Si hacemos caso a las tendencias que están surgiendo tanto en los Estados Unidos como en China, es posible que sean entornos bastante alejados de lo que muchos imaginan. De hecho, todo indica que podrían plantearse como escenarios de permanente monitorización, en los que los estudiantes estarán sometidos constantemente a vigilancia por parte de cámaras, algoritmos y todo tipo de tecnologías diseñadas para obtener información de manera constante a partir de todos los aspectos de su comportamiento.

Si hace no demasiado tiempo hablábamos del uso de la tecnología de reconocimiento facial en escuelas norteamericanas para prevenir episodios de violencia, y de la opinión contraria de las asociaciones de derechos civiles, que las consideraban inaceptables en un entorno escolar, ahora encontramos ya desarrollos de inteligencia artificial que monitorizan todo lo que los estudiantes teclean en sus ordenadores y tabletas con el fin de descubrir pautas de posibles episodios de violencia, bullying, suicidios u otros problemas.

En los Estados Unidos, este tipo de escenarios deriva de la aplicación de la Children’s Internet Protection Act (CIPA), que obliga a toda escuela que reciba fondos federales a mantener una política de seguridad para el uso de internet por parte de los alumnos, y que incluye la instalación de herramientas de monitorización en todos los equipos, tales como tabletas, ordenadores o Chromebooks, que las instituciones faciliten a sus estudiantes. Mientras algunas escuelas se limitan a la instalación de filtros para contenidos considerados inadecuados, otras prefieren recurrir a paquetes especializados como Gaggle, GoGuardian o Securly para tratar de descubrir escenarios potencialmente conflictivos a partir de toda la información suministrada por el usuario, tanto los sitios que visita y el uso general que hace del equipo, como incluso los contenidos que teclea. Otros compañías, como Hoonuit o Microsoft, han desarrollado algoritmos predictivos para analizar la probabilidad individual de abandono de los estudios, llevados por políticas que amparan la recolección prácticamente ilimitada de datos de los estudiantes desde los niveles educativos más elementales. 

Pero este tipo de tecnologías no están solas en el desarrollo de espacios sensorizados o monitorizados en el ámbito educativo: de cara al curso que viene, la Universidad de Saint Louis está llenando todos sus espacios comunes con dispositivos Echo Dot de Amazon, que permitirán a los estudiantes hacerles preguntas en cualquier momento, y contarán con repositorios para cuestiones relacionadas, por ejemplo, con instalaciones, horarios y otras preguntas habituales en el entorno universitario. Los dispositivos se ubicarán en zonas comunes, como aulas de trabajo, pero también en las habitaciones de los estudiantes que utilicen las residencias y apartamentos ofrecidos por la universidad, en lo que supone uno de los despliegues más grandes que se han diseñado para este tipo de dispositivos. Y, para muchos, un escenario de posible amenaza a la privacidad.

Microsoft ha adquirido y convertido en gratuita una herramienta, Flipgrid, para la creación de escenarios de discusión utilizando vídeo, siguiendo una tendencia que lleva a cada vez más institutos y universidades a posibilitar el uso de plataformas online como vehículo educativo que permitan un análisis más detallado y riguroso de todo el proceso participativo. Los comentarios que antes se quedaban en una discusión en clase, ahora serán almacenados y procesados individualmente, lo cual no tendría que ser necesariamente malo, pero podría también contribuir al desarrollo de ese entorno de monitorización y control permanente en lo que todo lo que el estudiante hace, dice o piensa pasa a formar parte de un archivo permanente que lo caracteriza.

En China, algunos institutos están empezando a utilizar la monitorización facial de los alumnos en clase ya no para obtener su identidad, sino para detectar sus actitudes en cada momento. En una escuela en Hangzhou, por ejemplo, tres cámaras en la clase escanean las caras de los estudiantes cada 30 segundos para tratar de detectar su estado de ánimo, clasificarlo entre sorpresa, tristeza, antipatía, enojo, felicidad, temor o neutro, registrarlo y promediarlo durante cada clase. Además, el crecimiento en el uso de herramientas de machine learning para la corrección de exámenes permite obtener de manera automática datos sobre el desempeño, e incluso, detectar cuándo los estudiantes copian. En algún momento, podríamos incluso pensar en la adopción por parte de las instituciones educativas de herramientas de monitorización de la actividad cerebral, ya en uso en el ejército y en algunas compañías chinas.

En Francia, más conocida en este momento por la prohibición de llevar smartphones al colegio que entrará en vigor en este curso, hay al menos un instituto privado católico en París que ha decidido obligar a sus estudiantes a llevar un dispositivo Bluetooth para controlar su presencia y evitar que falten a clase, so pena de ser multados con diez euros cada vez que lo olviden en casa o lo pierdan.

¿Qué tipo de escenarios podemos esperar para la educación en el futuro? ¿Tecnologías pensadas para maximizar el aprendizaje y crear entornos agradables, o un adelanto de distopía que prepare a los jóvenes para una sociedad de monitorización constante y permanente en la que se encontrarán, gracias a su educación, como peces en el agua? Podemos justificarlo como forma de mejorar el rendimiento académico, como intentos de mejorar la seguridad y de intentar evitar determinados peligros, como una manera de preparar a los alumnos para los entornos profesionales en los que van a desempeñar su futuro profesional, o de muchas otras formas, pero el caso es que este tipo de noticias están proliferando, y están cambiando de manera muy rápida la imagen de la educación en países tan diferentes como los Estados Unidos, China o Francia. Soy un convencido del poder de la analítica de cara a la mejora de los procesos educativos, pero creo que sería importante tener una discusión informada acerca de su uso e implicaciones de cara a cuestiones como la privacidad, la seguridad o la disciplina, si queremos evitar que muchas decisiones que se disponen a condicionar el futuro de la sociedad sean tomadas de facto, sin un proceso de reflexión adecuado.

 

 

 

This article was also published in English on Forbes, “Surveillance in schools: where is this taking us?«

 

13 comentarios

  • #001
    Iñigo Pons - 22 agosto 2018 - 10:55

    «¿o un adelanto de distopía que prepare a los jóvenes para una sociedad de monitorización constante y permanente en la que se encontrarán, gracias a su educación, como peces en el agua? »

    Más bien como peces en una pecera diría yo…

  • #002
    Sr. Goomer - 22 agosto 2018 - 12:20

    El que tengas a un individuo bajo monitorización no implica que esté aprendiendo más o mejor. De hecho es una nueva versión de «la letra con sangre entra». La teoría imagino que apoya este despliegue de medios es el que el feedback sobre falta de atención sea instántaneo. Las medidas expuestas conseguirán éficazmente que los individuos sometidos a vigilancia aprendan a no ser sorprendidos, al igual que sucede en un campo de concentración o en la propia mili que aprendes a pasar desapercibido. Tengo infinidad de compañeros que aplican la misma teoría del profesor «que odia corregir exámenes» aplicar la ley del mínimo esfuerzo que como es conocida en neurología es algo que está en nuestro genes con el fin de estar atentos a «situaciones de peligro» y las que consideramos mortales por aburrimiento las obviamos. Nada veo de novedad en promover la motivación y el aprender haciendo … quizás por eso se esté registrando un que disminuye el cociente intelectual medio según afirma Bernt Bratsberg en la moderna Noruega. (efecto Flynn regresivo). Entre otras hipótesis se estiman como coadyudantes

    a) Nuevos sistemas académicos
    b) Uso masivo de TV y otros medios
    c) Falta de valoración en la educación

    Desde que abrío sus puertas la universidad de Salamanca hasta hace unos 20 años el método de enseñanza era básicamente el mismo, y en el SXX se observó un aumento del CI posiblemente motivado por una mayor educación poblacional, mejoras en las condiciones de vida en general, acceso a información (TV, medios, ordenadores,…) pero sin abusar en su uso.

    En mi opinión el abuso de estos medios (TV, internet, RRSS,…) disminuye el número y la calidad de las horas dedicadas al estudio y por tanto aumenta el fracaso escolar, disminuye la interacción familiar positiva en la educación y al final se está observando en los tests.

    Particularmente no creo que los libros de texto p.ej. de Matematicas «antiguos» sean peores que los modernos, de hecho libros de Análisis Matemáticos como los de Rey Pastor (1960), son similares al Calculus de Apostol (1998) o alguno más reciente (de calidad).
    Ahora si hay herramientas excelentes de apoyo como Wolfram Mathematica , Octave,… etc que pueden ayudar significativamente al estudio de las Matemáticas, o el acceso masivo p.ej. en PDF a multitud de materiales de apoyo, que se pueden consultar sin ir a una Biblioteca desde tu casa.

    ¿Pero que ayuda al aprendizaje?

    * Una herramienta donde se ven en una pantalla los alumnos. Eso lo tenia desde pequeño en la clase que nos veiamos todos. No aporta nada al estudiante ( es una chorrada)
    * Una pizarra electrónica. Salvo el molesto polvo de la tiza, era lo mismo que teniamos.
    * La vigilancia de una máquina si estás atendiendo o no,…¿Que aporta? que salga el rebelde que todos tenemos dentro cuando nos sentimos vigilados ???

    En fin me decepciona por donde van los tiros, y que no haya INTELIGENCIA natural o artificial en apoyar al estudiante a aprender.

  • #003
    Gorki - 22 agosto 2018 - 14:04

    Me parece que a la escuela se va para que los alumnos aprendan de los maestros , no para que los maestros aprendan de los alumnos.

    Si hay un mundo distópico en la escuela. parece mas razonable, que vigilen y persigan hasta el catre los alumnos a los maestros, que a los maestros a los alumnos.

    • Pedro Torres Asdrubal - 22 agosto 2018 - 16:29

      El maestro no puede aprender por el alumno, ni el alumno va a aprender «del» maestro.

      Si alguna vez preparas a alguien para un examen, no caigas en el error de pensar que su nota depende de ti, que eso solo se cumple si logras que haga el trabajo necesario.

      Motivar y «enseñar» no son lo mismo.

      • Gorki - 22 agosto 2018 - 17:38

        En esta vida he hecho de todo, y entre otras cosas dar clases. De estudiante di clases particulares a alumnos de bachillerato, también di clase de Matemáticas, a grupos de universitarios que querían estudiar Económicas y procedían del Bachillerato de Letras. Entonces el coco en Económicas se llamaba Castañeda y daba un curso en en 1º de Económicas. Por último he dado cursillos de formación interna a compañeros, tanto de lenguajes de programación, como técnicas de Análisis, incluso de hacer presentaciones en público.

        Lo mas duro, es dar clases a gente sin interés de estudiar, las clases particulares a niños de bachillerato es terrible, de las cosas mas duras que he hecho en mi vida, porque, a ver que inventas para enseñar a sumar quebrados, a un niño que está absolutamente desmotivado y no encuentra razón para desear sumar quebrados.

        Por contra, lo mas sencillo, fue enseñar matemáticas a los que venia de letras y necesitaba apreder un mínimo de calculo infinitesimal, y de curvas, para llegar a entender las dos docenas de explicaciones, que en el tocho de Castañeda, precisaban conocimiento de matemáticas.

        Admiro la labor de los profesores de colegios, aunque mi experiencia particular es que sólo tuve un buen profesor en todo el bachillerato, me dio biología hacia 6º de Bachillerato y estuvo a un tris de hacerme biólogo. Por suerte, que para entonces me había quedado huérfano y necesitaba una carrera, en la que hubiera trabajo al finalizarla.

  • #006
    Pedro Torres Asdrubal - 22 agosto 2018 - 16:25

    Los colegios tienen una muralla china con los padres: ellos no saben lo que ocurre en el colegio, y el colegio no sabe lo que ocurre en casa.

    Los móviles se prohíben justo para respetar esa barrera a la información y que no salgan imágenes de los colegios que pueden amargar la vida a maestros y profesores.

    Ojos que no ven, corazón que no siente.

    Otro tema clave son los grupos de padres en FB o WhatsApp donde insultan a los maestros lo que degenera en acoso. Mi madre llamaba a la policía y creo recordar que los chapaban.

    • Gorki - 22 agosto 2018 - 17:12

      Off topic

      jajaja, lo de los grupos de padres, me ha recordado un hilo de Twitts magnifico, Va del follón que se organiza en el WahtsApp de un grupo de padres, al cruzarse los diálogos entre varios de ellos y la confusión que se produce con la nueva incorporación de padres al grupo. Es tan genial que una Editorial ha pedido un libro al autor de la historia.

      https://twitter.com/N0ESP0RPRESUMIR/status/1024045376570109953

  • #008
    Edgar Ch. - 22 agosto 2018 - 17:23

    Seré breve.
    Hoy, al tercer día de que iniciará el ciclo escolar, y tras haber confirmado que el tráfico citadino se ha incrementado hasta en un 100% en algunas zonas, lo que conlleva tiempos de traslado de hasta un 50% más, estoy convencido que el futuro de la educación es el #HomeSchooling.

  • #009
    xaquin - 22 agosto 2018 - 18:12

    Buena parte de los avances tecnológicos se hacen invitados por el Pentágono y similares. Sería muy triste que los avances en educación se deban a problemas de mejorar la seguridad.

    ¿Cuándo nos meteremos en la cabeza que la mejora en seguridad (como la incorporación «a medias» de material y personal) no hace mejorar al alumnado como personas educadas (con destrezas varias y conocimientos diversos)?

    El mundo no mejora con Pentagónos y Cias y no mejorará la educación con intervención paramilitar en centros escolares ( o quizás sea mejor decir, a partir de ahora, en sitios de escolaridad). La interacción entre profesorado humano y algorítmico es lo que tiene que mejorar seguir mejorando. Y para eso no se necesitan pistolas, sino mejorar el «tu a tu»; sin olvidar en ningún momento, que un «tu» es adolescente (o infantil, casi adulto…) y el otro «tu» (adulto) debe tener lo que se debería entender como autoridad democrática (participativa, en función de las circunstancias personales y ambientales de ambos «tus»).

    Un ente algorítmico no interactivo sigue siendo el clásico policia. Y hablamos de clásico, pensando en el primer prehistórico que decidió por su cuenta limitar los pasos de sus coetáneos.

    La opresión de sus semejantes, fue aprendida por el ser humano, cuando decidió no aprovechar las ventajas genéticas que lo diferenciaban del resto de animales. Y ninguna tecnología, de por si, desde el invento de la rueda, pude librar al ser humano de esa pesada carga : la del poder artificial. Tiene que dar el paso él, como ser humano.

    • Sr. Goomer - 22 agosto 2018 - 19:27

      Xaquin: +10

      El problema principal es socializar al niño, y no meterle en una burbuja de escuela privada a x km. Alejado de su entorno natural. Como mucho la escuela debe estar a 10min andando.

      Los niños suelen ser un calco de sus padres, si el padre/madre es del género gilipollitas como quieres que salga el niño…. En fin

      Si encima va a un privado que en cuanto se mosquea un niño, profesor a la callporque le hace estudiar, y luego nos extraña que les regalen masters…

      El problema no es que usen el móvil o el ipad, o que no se aplique la tecnologia, es de base. Ni homeschooling, ni vainas

      • Gorki - 23 agosto 2018 - 00:57

        Los maestros suelen ser un calco de los padres de sus alumnos, si el maestro/maestra es del género gilipollitas, como quieres que salgan los niños…. En fin

        Si encima son de un colegio público y tienen la plaza para toda la vida, no se les puede echar a la calle cuando los niños no aprenden, y luego nos extraña que haya que regalar masters…

        • Sr. Goomer - 23 agosto 2018 - 12:06

          No sé que tipo de escuelas ha tenido que ir. En las que conozco el maestro es un adulto que tiene su personalidad formada por lo que dificilmente va a ser calcos de padres, salvo que tengan vida afectuosa extra de la jornada laboral. ¿es ese el caso? Parece que se refiere a que van a ser unos «lameculos» de los padres para conservar su puesto laboral, entiendo que eso se da estadísticamente más en la privada, ya que como Vd. afirma tienen plaza fija y no creo que les haga falta someterse a perversiones paterno-filiales de tipo sadomaso.

          En cuanto a que los niños aprenden o no, independientemente del tipo de colegio, entonces la razón que se daba antes es que el niño no valía para estudiar, y el profesor le decía al padre que le mandara a labrar la tierra… pero delante no detrás del arado… que le voy a contar a un aficionado a la agricultura que no sepa sobre arar.

          En lo que está errado (sin h) es que te regalen un master no significa que el niño rico haya aprendido algo, simplemente que tiene una cartulina con su nombre puesto, que luego enseña, a los papás de otros niños como él, y le cogen por aquello del sentimiento tribal y que les asegura que el niño es un enchufado de la misma especie arbórea ymerecedor de unos cacahuetes, que defenderán sus mismos intereses gregarios. ¿Pero realmente sabra lo que es una IA? ¿O sabrá sólo generalidades? Incluso alguno hará un doctorado sobre interfaces cerebrales, doctorado que nunca se hará público…. ni trabajará en nada relacionado con el doctorado, ni na de na, salvo decir simplicidades y defender la mediocridad y no que en España se haga algo parecido de lejos a la innovación.

          Cuando dejemos de defender a los sinvergüenzas sean azul clarito o rojo clarete, nos irá a todos mejor.

  • #013
    Camino a Gaia - 24 agosto 2018 - 22:35

    Poner todo el énfasis en como se enseña o como se aprende sirve para evitar lo mas importante ¿qué es lo que se enseña?

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