Mi columna de esta semana en Invertia se titula «La nueva guerra no es por los clics: es por nuestra atención más profunda» (pdf), y trata sobre cómo la economía de la atención está entrando en una fase distinta, impulsada por las interfaces conversacionales y la inteligencia artificial generativa, hasta el punto en que las compañías dedicadas a explotar miserablemente nuestra atención ya no compiten por los clics, sino por las conversaciones que nos retienen, y que les proporcionan una información mucho más jugosa.
Durante años, la funcionalidad de muchas plataformas digitales estuvo orientada a medir segundos de exposición, desplazamientos de pantalla y repeticiones de clics. Esa fue la lógica dominante de la atención fragmentada: ...