El Paris Motor Show de la semana pasada se puede considerar, o al menos así parecen querer creerlo los analistas de la industria, como una prueba de que las compañías tradicionales de automoción están dispuestas a dar la batalla a China en el segmento inferior del vehículo eléctrico, con varios modelos presentados por múltiples marcas en niveles de precios inferiores a los habituales.
El número de modelos nuevos eléctricos en exhibición ha crecido, y muchos de esos nuevos lanzamientos son más asequibles y más pequeños. Esto es exactamente lo que parece ser necesario para el mercado masivo, y aquí también es donde la competencia de los chinos es más dura.
Varios modelos lanzados por compañías como Peugeot, Renault o Citröen tratan de ofrecer alternativas ...