Un mundo fotocopiable

StructureSensor

Hace aproximadamente un año, dediqué una entrada al primer escáner tridimensional que empezaba a aproximarse al rango de producto de consumo: aunque aún resultaba relativamente caro, el Go!Scan 3D permitía entrever un futuro en el que resultase relativamente sencillo tomar cualquier objeto y ser capaz de convertirlo en un diseño expresado sobre una pantalla, o directamente replicado en plástico termofusible u otros materiales.

Poco tiempo después, dos proyectos lanzados en las dos plataformas más populares de crowdfunding prometían un empujón aún más fuerte para la tecnología del escáner tridimensional: en Indiegogo, un proyecto llamado Matterform salía en busca de $81.000, y cerraba su campaña treinta y cinco días después habiendo obtenido casi medio millón para fabricar escáneres tridimensionales por $440. Dos meses después y en Kickstarter, otro proyecto, Fuel3D, pulverizaba su objetivo de $75.000 el primer día y cerraba treinta y dos días después una campaña que prometía un escáner tridimensional por menos de mil dólares. Los precios estaban ya en un rango que permitía a cualquier aficionado ponerse a pensar en replicar cualquier objeto con total facilidad. En el Reino Unido, un informe solicitaba al gobierno que desarrollase una política de propiedad intelectual flexible que siguiese el ritmo de desarrollo de la tecnología de impresión 3D, preservase los incentivos para inversores y diseñadores, y regulase de alguna manera los productos generados, porque «la manufactura, la industria que sufriría la disrupción provocada por la impresión tridimensional, es mucho más importante que la industria de la música, y los riesgos son potencialmente mucho más graves».

Pero la tecnología seguía su imparable desarrollo: Makerbot, un nombre ya muy conocido y con experiencia en este entorno, lanzaba su Digitizer: por $1400, un aparato dotado de un escáner y una plataforma giratoria que permitía obtener el diseño de cualquier objeto inferior a veinte centímetros y tres kilos de peso. Presentado en marzo, las primeras unidades llegarán a manos de los clientes en octubre. Y para completar el panorama, un escalón de simplificación más: un nuevo proyecto en Kickstarter solicita cien mil dólares para fabricar Structure, un pequeño sensor acoplable a un iPad y con una tecnología similar a la del Kinect de Microsoft (con la participación, de hecho, de algunos de los ingenieros de PrimeSense que lo crearon), que tres días después ya ha superado ampliamente su objetivo.

 

 

Un proyecto en el que destaca especialmente su filosofía abierta: códigos fuente y diseños disponibles, un SDK abierto a todas las plataformas y que ofrece acceso completo a bajo nivel, integración con otros dispositivos, posibilidad de crear apps independientes basadas en el dispositivo… lo importante no es ya el dispositivo en sí, sino lo que los desarrolladores serán capaces de diseñar con él, desde juegos de todo tipo que sean sensibles al escenario que tienes ante tus ojos, hasta aplicaciones industriales.

Las barreras de entrada pasan a ser ridículamente bajas cuando con un simple iPad y un pequeño sensor de trescientos cincuenta dólares puedes recorrer el mundo y «fotocopiar» cualquier cosa que tengas delante: un objeto, un diseño, un relieve, una habitación, una cara… De la realidad, a tu programa de diseño en pantalla con todas sus dimensiones y formas, en lo que tardas en tomar una imagen. Un dispositivo tan ubicuo como un tablet, capaz no ya de tomar una imagen, sino de «entender el mundo y su estructura» y reproducirlo inmediatamente en tres dimensiones. Literalmente, un mundo fotocopiable.

 

(This post is also available in English in my Medium page, “We now live in a photocopiable world«, and was selected for the «Editor’s Picks» collection)

10 comentarios

  • #001
    Jesús Hurtado - 18 septiembre 2013 - 09:33

    Todo un reto para las leyes de propiedad intelectual!

  • #002
    Viper - 18 septiembre 2013 - 09:34

    Con el potencial que tiene esta tecnología de escáner + impresora 3D ya veras tu lo poco que tardar los «talibanes» de la propiedad intelectual en ponerles un canon, pedir licencia para comprarlos, penas de cárcel y tortura para las web donde se puedan descargar los planos, etc…

  • #003
    Rex - 18 septiembre 2013 - 10:46

    Y qué van a hacer cuando las barreras de entrada son tan bajas que puedes escanear cualquier cosa usando materiales que mucha gente puede tener en su casa?

    Por ejemplo: http://www.david-3d.com/

  • #004
    Cristina - 18 septiembre 2013 - 15:31

    «…Preservar los incentivos para inversores y diseñadores..» y lo que no se valora es que se crean nuevos incentivos. Lo que has escaneado, lo puedes readaptar, mejorar, optimizar e imprimir/fabricar mas rápido. Si, también se puede replicar/falsificar. Pero tendrá algún sentido, replicar, cuando cada uno lo pueda mandar crear?

  • #005
    Cristina - 18 septiembre 2013 - 15:50

    Mirar lo que acabo de leer…..sobre competencia y la reforma de propiedad intelectual
    http://ow.ly/oYs9H

  • #006
    Candreu - 18 septiembre 2013 - 16:30

    Los escáneres 3D son utilizados por los artistas falleros para poder poner cualquier figura en una falla. Cogen por ejemplo un muñequito pequeño de una juguetería y lo escanean, para después hacerlo de varios metros de altura con una máquina que, conectada al ordenador, corta piezas de corcho. Esto ha supuesto un gran avance para la construcción de fallas, pero también que los «refritos» sean aún más frecuentes porque una vez el escaneado se realiza, la figura puede repetirse indefinidamente.

  • #007
    Mesosoma - 18 septiembre 2013 - 21:50

    Siempre sigo todo lo relacionado con la impresión 3D, espero que esta revolución desplace a la fabricación en masa y traiga de vuelta traerá de vuelta los puestos de trabajo a los países desarrollados; un ingeniero o taller (que pueden ser particular o Pymes, a la par que Boeing y Ford Motor con sus acuerdos con Makerbot) ya no tendrá que encargar a China piezas y objetos, sino que lo imprimirá directamente con sus materiales adecuados.

    También tiene otros posibles usos. Imagina que tienes un aparato cuya pieza de plástico se ha roto y lo ha dejado inservible, fabricante lo declaró obsoleto sin soporte. Ahora imagina que alguien ha colgado los planos en mega.co.nz, te los descargas, imprimes esa pieza, y ese aparato vuelve a estar operativo

  • #008
    Mauricio - 19 septiembre 2013 - 00:55

    En medio del optimismo por la posible presencia de las impresoras tridimensionales en nuestros hogares en un futuro próximo, no es una mala idea dar un vistazo a la serie de imágenes publicadas por la BBC el pasado 23 de agosto que se titulaba En fotos: los fracasos de las impresoras 3D. Sin duda, todavía hay mucho trabajo por delante.

  • #009
    asmpredator - 19 septiembre 2013 - 07:00

    Aunque es todavía pronto para que estas tecnologías desplieguen todo su potencial, se puede intuir que será realmente impactante, cualquier fabricante o particular podrá, por sus propios medios, fabricar sus piezas.
    Como también será previsible la enorme cantidad de trabas, canones, impuestos y demás que intentarán poner los obsesos del copyright para impedir que se popularice esta tecnología a nivel domestico o de pequeñas empresas.

  • #010
    Iñaki Larraya - 19 septiembre 2013 - 10:43

    Yo matizaría el concepto de «un mundo fotocopiable» y me explico:
    hacer prototipos funcionales es una tarea compleja que requiere de unas competencias concretas que no todo el mundo tiene. Es necesario saber manejar las geometrías 3D que generan los escáneres para «coser» las discontinuidades que siempre se generan, conectar partes o pulir con precisión las zonas que van a encajar con otras piezas.
    Por otro lado la precisión de las impresoras 3D y los materiales con los que se puede imprimir no siempre son los más adecuados para asegurar, por un lado que se consiguen las tolerancias que hacen que las piezas sean montables, y por el otro que los objetos impresos pueden aguantar los esfuerzos y la fatiga requeridos para asegurar un mínimo de funcionalidad.
    Por ello, creo que las opciones de un «nivel usuario» se limitan a poder reproducir geometrías de un determinado tamaño y calidad, lo cual no deja de ser un campo muy interesante pero dista mucho de poder fotocopiar objetos funcionales.

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