La elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos con un margen amplio y, además, con el control del Congreso y el Senado es una de esas cuestiones que hacen que me preocupe muy seriamente, y no solo por los Estados Unidos, país en el que he vivido y que amo, sino por toda la humanidad.
No lo digo yo: lo dice el MIT, que califica la victoria como «una trágica pérdida» para la lucha contra la emergencia climática, que da lugar a un retraso que, simplemente, el mundo no se puede permitir. Que el segundo país más contaminante del mundo caiga ahora en manos de un negacionista de la emergencia climática, que se ha comprometido a autorizar a las empresas petroleras a que hagan todo tipo de exploraciones adicionales y extraigan todo lo que ...