La reacción airada de algunos artistas consagrados frente al avance de la inteligencia artificial generativa no es otra cosa que la manifestación de una resistencia miope, proteccionista y oportunista.
Que nombres como Elton John, Dua Lipa o Chris Martin se alineen para firmar una carta abierta y tratar de presionar al gobierno británico no debería sorprender a nadie: los viejos modelos de negocio, los que se enriquecieron en un entorno de control férreo sobre la copia y la distribución, no están dispuestos a ceder un milímetro de su rentabilidad. Pero su enfado no tiene base tecnológica ni lógica legal alguna: simplemente quieren seguir cobrando peajes por innovaciones que no alcanzan a entender.
Lo que la inteligencia artificial hace ...