GM, una de las compañías de automoción más grandes del mundo, acaba de anunciar su decisión de dejar de financiar el proyecto de desarrollo de taxis autónomos Cruise en el que llevaba más de ocho mil millones de dólares, para centrarse en el desarrollo de vehículos autónomos para la movilidad personal, es decir, para la venta a usuarios finales.
Los empleados de Cruise están absolutamente ojipláticos ante un giro inesperado que supone un cambio tan importante en la estrategia de la compañía, y que podría transformar la visión de las ciudades y del transporte hacia un modelo claramente menos avanzado, con implicaciones posiblemente muy negativas de cara al futuro.
¿De qué estamos hablando? Desde el primer momento, ...