La burbuja que se enchufa: la inteligencia artificial se financia fuera de balance y se alimenta a base de turbinas

IMAGE: A futuristic data center powered by a jet-engine turbine, surrounded by glowing servers, thick power cables, smoke, and stacks of money, symbolizing the energy-hungry and financially inflated reality of artificial intelligence, infrastructure

Llevamos meses (años, en realidad) escuchando el mismo mantra: la inteligencia artificial lo cambiará todo. Y sí, probablemente algo cambiará. Pero lo que ya está cambiando, y esto es lo verdaderamente interesante, no es una supuesta «magia» algorítmica, sino la economía política que la sostiene: el modo en que se está construyendo su infraestructura, cómo se está pagando, y qué tipo de incentivos perversos se están activando en el camino.

Porque cuando una industria necesita cantidades absolutamente obscenas de electricidad y de capital para crecer, lo que aflora no es el futuro, sino el viejo manual de siempre: ingeniería financiera, externalidades ambientales, y una carrera regulatoria donde cada bloque geopolítico enseña sus cartas.

Empecemos por el enchufe. En el Financial Times cuentan algo que debería escandalizarnos mucho más de lo que parece estar escandalizando: ante retrasos de varios años para conectarse a la red eléctrica, algunos centros de datos están recurriendo a soluciones «rápidas» como turbinas aeroderivadas, básicamente, motores de avión adaptados, y generadores diésel o de gas para poder operar ya. Sí, como lo lees: un maldito motor de avión. Es decir: como no llegamos a tiempo con redes, planificación y renovables, improvisamos quemando ingentes cantidades de combustibles fósiles al lado del data center. Y, por supuesto, con la excusa de la urgencia y la competencia, empiezan también los guiños regulatorios para «flexibilizar» los límites de uso de esos generadores. La película se entiende sola: la inteligencia artificial se vende como «innovación», pero en la trastienda se está convirtiendo en presión directa sobre redes eléctricas, en costes para comunidades locales, y en un retroceso climático imposible de justificar.

En paralelo, y como suele ocurrir cuando el capex se dispara, aparece el segundo manual: el de esconder la deuda. Las grandes compañías tecnológicas y actores del ecosistema inteligencia artificial están desplazando más de 120,000 millones de dólares de financiación de centros de datos fuera de sus balances mediante vehículos especiales (SPVs), financiados por Wall Street y el mercado de crédito privado. Esto no es un tecnicismo contable: es una señal de burbuja en tiempo real. Cuando una industria necesita seguir creciendo para justificar su narrativa y, al mismo tiempo, necesita que los ratios financieros «parezcan» saludables, lo que hace es mover el problema a otra parte. Y el riesgo no desaparece: se redistribuye, se opaca y se concentra donde menos transparencia hay.

La tercera capa es la geopolítica del control. Mientras en Occidente seguimos atrapados entre el lobby y el tecno-optimismo de escaparate, China avanza por una vía distinta: el regulador cibernético ha publicado borradores de normas para servicios de inteligencia artificial diseñados para simular interacción humana y «personalidades», con obligaciones explícitas de advertir sobre uso excesivo y de intervenir ante dependencia extrema, angustia emocional o adicción.

Podemos (y debemos) discutir el marco de libertades y censura del modelo chino, pero hay una lectura incómoda: al menos están reconociendo, negro sobre blanco, que estos sistemas pueden generar dependencia psicológica y dinámicas de enganche y adicción. Y eso, en nuestras democracias, se sigue tratando como si fuera un asunto menor o, peor, como si el mercado lo fuese a «autorregular» mágicamente.

Si juntas las piezas, lo que emerge no es solo un debate tecnológico, sino un retrato bastante clásico de capitalismo de infraestructuras y de mecanismos de enriquecimiento rápido para algunos: una expansión acelerada empujada por expectativas enormes, financiada con mecanismos cada vez menos transparentes, y sostenida con soluciones energéticas que chocan frontalmente con una urgencia climática que algunos pretenden que «ya no existe». El frenesí inversor en centros de datos e inteligencia artificial se está extendiendo a India con promesas multimillonarias, pero también con preocupación por agua, energía, subsidios y empleo. Y con un movimiento revelador: Alphabet comprando por miles de millones una empresa especializada en energía para centros de datos, en plena carrera por asegurar suministro eléctrico para su expansión en inteligencia artificial. El mensaje es el mismo: la inteligencia artificial ya no es una app, es una infraestructura industrial con hambre de electricidad, terreno, agua y financiación. De la eficiencia, ya si eso, que se preocupen los chinos.

Y aquí es donde conviene enlazar con lo que escribí hace apenas unos días sobre la decisión de la administración Trump de paralizar la eólica offshore en Estados Unidos bajo excusas absurdas de «seguridad nacional». En realidad, pocas cosas ilustran mejor la estupidez estratégica contemporánea: por un lado, se alimenta el relato de supremacía tecnológica y de liderazgo en inteligencia artificial, pero por otro, se sabotean fuentes limpias y escalables de energía justo cuando más falta van a hacer. Es la misma incoherencia de siempre, pero magnificada: queremos data centers por todas partes, pero no queremos planificar red, renovables ni almacenamiento. Queremos «ganar» la carrera tecnológica, pero sin aceptar la disciplina industrial que eso exige. Queremos innovación, pero sin asumir costes ni límites.

Lo preocupante no es que haya inversión, lo preocupante es la lógica de esa inversión. Cuando el discurso dominante se convierte en «hay que construir lo que sea, como sea, y ya veremos después», el resultado suele ser una combinación de sobrecapacidad, externalidades y rescates encubiertos. En el mejor de los casos, acabas con una resaca de infraestructuras infrautilizadas y deuda mal asignada. En el peor, con un sistema energético tensionado, con comunidades locales pagando la factura y con una industria que, cuando deje de crecer al ritmo prometido, dejará un rastro de riesgo financiero empaquetado en productos que nadie querría mirar de cerca.

Y sí, por supuesto que la inteligencia artificial tiene usos valiosos y está aquí para quedarse. Eso no lo duda nadie. Pero si de verdad queremos separar el grano de la paja, hay que mirar menos las demos y más los contadores: ¿cuánta energía consume esto y de dónde sale? ¿Qué incentivos financieros lo sostienen y qué riesgos oculta? ¿Qué regulación protege a usuarios y a la sociedad cuando los modelos se diseñan para maximizar tiempo de uso y dependencia? Lo irónico es que, si la inteligencia artificial acaba siendo transformadora, será todavía más importante construirla sobre bases sostenibles y transparentes. Lo contrario, financiarla fuera de balance y alimentarla con turbinas a reacción al lado del rack, no es futuro. Es exactamente el pasado, pero con GPUs.

15 comentarios

  • #001
    Juan Carlos Blanco - 28 diciembre 2025 - 11:41

    Interesantísimo esto que cuentas. Me barrunto que este debate sobre los costes de la IA sí que puede ir entrando de forma más acusada en el debate público en estos próximos meses. Hasta ahora, si hablabas de burbuja de la IA, podías pensar más en que había demasiados competidores ofreciendo nuevos productos y que el tiempo cribaría a los mediocres. Hoy, ya vemos que no es sólo cuestión de exceso de oferta, sino de a cambio de qué vamos a tener esta oferta. ¿A costa de sobrecalentar aún más el planeta? ¿Metiendo en el mercado nuevas bombas financieras que revienten el sistema? Es importante que estos debates vayan calando en la opinión pública y asumamos el coste real de su llegada. A ver si este nuevo vellocino de oro esconde algunos peligros que desconocíamos. Saludos. .

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  • #002
    JM - 28 diciembre 2025 - 11:43

    No pasa nada.

    Al final los ricachones serán rescatados con centenares de miles de millones aportados por los gobiernos.

    Y los mismos ricachones y sus representantes se quejarán del dinero que se gasta en necesidades básicas como sanidad, educación y pensiones para el «populacho».

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  • #003
    Juan T. - 28 diciembre 2025 - 11:47

    No puedo evitarlo, cada vez me gustan mas los chinos.

    Y para los que critican el tema de la libertad me gustaria saber como gestinarían un pais con 1.400 millones de chinos, sobre todo mirando la alternativa norteamericana: 4 veces menos de gente y el desastre total.

    Y sobre todo que pregunten al chino medio a ver si prefiere que su gobierno lo gestionen como en USA, incluida su supuesta «libertad».

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  • #004
    Javier - 28 diciembre 2025 - 11:57

    Mientras el peor y más salvaje régimen chino expansionista, criminal y genocida que el mundo haya visto jamás en toda la historia de la humanidad, se dedica a cuidar a su población (…seguramente para tener más gente a la que poder cultivar criar para matarlos por diversión más facilmente en el futuro…ya sabemos como son estos chinos de malvados…) en occidente, donde los datos y los gobiernos dicen que gozamos de las mayores libertades, los residentes de una comunidad negra de bajos recursos, se están ahogando (li-te-ral-men-te) a causa del uso de turbinas de gas para alimentar el datacenter de un drogadicto supremacista, y la compañía ya tiene planes para una segunda instalación en la misma ciudad… y no pasa nada …baia…baia…

    DISCLAIMER: Ahora ya saben lo que CAUSAN todos aquellos que decidan usar Grok. Duerman tranquilos

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    • Buzzword - 28 diciembre 2025 - 14:42

      +1000

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  • #006
    Dedo-en-la-llaga - 28 diciembre 2025 - 12:06

    El post se podía decir más alto, pero imposible decirlo más claro.

    Dicho lo cual, digamos lo que no se dice en el post, pero que rezuma por los cuatro costados, y es el «conceto» que ya introduje en el post anterior: «Narcosistema».

    Ahora, decir eso no es decir nada, si no se estudia cómo funcionan las narcoeconomías. Narcoeconomías que, oh, qué casualidad, ¡¡¡las crea, las promociona y se nutre de ellas, la economía llamada «normal», la que nos venden como la buena, la legal, la del buen ciudadano, trabajador y/o empresario!!! Y por eso ya nada escandaliza nada, y por eso mañana no me extrañaría nada que General Electric, Pratt & Whitne, etc., ya estén planeando a todo meter narcoturbinas del tamaño de un portaaviones para vender a las narcocoorporaciones de la IA, sin las complicaciones que tienen las narcoturbinas para los narcoaviones.

    Así que, además de mucho más grandes, serán proporcionalmente mucho más baratas, ¡¡¡y con el narcosello de narcolecológicas 100%!!!

    ¡¡¡Compren, señores, compren, que nos las quitan de las manos!!!

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  • #007
    Lua - 28 diciembre 2025 - 12:26

    Sinceramente, creo que va siendo el momento de “parar un instante” y darle un par de vueltas a todo. Esta frenética carrera nos acabara llevando al colapso mas pronto que tarde.

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    • f3r - 28 diciembre 2025 - 12:42

      Por lo visto en el último siglo la única manera que tiene el humano de «parar un instante» es cuando se han perdido millones de vidas, las ciudades son un erial de escombros y las economías están en ese punto donde ya ni alimentar a la mayoría. Por algún motivo no somos capaces de parar antes.
      ¿Alguien espera otro resultado en el futuro inmediato?

      Y ni aun así. En el siglo pasado lo que se tenía que discutir era la distribución de la riqueza en la economía industrial (¿todo para el industrialista, nada para la mayoría de esclavos-robot-proletarios? ¿O todo a pachas?). Con la destrucción de los países y de las economías, nos «entró algo de razón» en los cebollos y tuvimos algunas décadas buenas donde el reparto era más racional. Unas décadas más adelante, cierta escuela económica y algunos tarados de gran altura decidieron que todo eso que habíamos aprendido era erróneo y que había que volver a la ultrapolarización de la riqueza. Y aquí estamos, de vuelta en la casilla de salida.

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      • Javier - 28 diciembre 2025 - 13:10

        …cierta escuela económica y algunos tarados de gran altura decidieron que todo eso que habíamos aprendido era erróneo…

        y una masa aborregada, embrutecida, seguidista, semi-analfabeta, fácilmente manipulable, junto con una justicia igual de corrupta que el gobierno al que (…se supone…) debe sopesar y contrarrestar (…supuestamente…) para que los legítimos intereses de esa masa no se vean perjudicados por las decisiones de esos políticos corruptos…

        Estamos encerrados en lo que se conoce como una Trampa 22

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        • f3r - 28 diciembre 2025 - 13:51

          más que un bucle lógico contradictorio como esa trampa 22, me da la sensación de que la democracia (o en general el estado social armonioso) se basa en un consenso mayoritario de «hacer lo correcto» y de responsabilizarse del bien común (res publica). En las cabezas españolas te aseguro que cuando yo era niño, eso existía, y ahora no. Ahora todo el mundo está pensando en sus derechos individuales, y no en sus responsabilidades para que esta paz social, en la que vivimos tan bien, se mantenga. Puede que por olvido generacional del terrorífico «antes».
          Para mí, ese egoísmo generalizado (una verdadera pandemia) es el motor de todo esto que vemos, y que, dejado a su albur, nos está llevando al precipicio.

          PD: a lo mejor la trampa 22 es temporal en el sentido típico generacional.

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  • #011
    Xaquín - 28 diciembre 2025 - 13:25

    «tratando como si fuera un asunto menor o, peor, como si el mercado lo fuese a «autorregular» mágicamente.»
    «lo preocupante es la lógica de esa inversión» (Edans).

    De lo primero podemos sacar la idea, tan atacada en su tiempo, de que el mercado ni regula ni es libre, porque, si la regla principal es primar el beneficio empresarial, no hay ni mercado libre ni empresa que no chupe del estado (sea burgués o soviético).

    Lo segundo nos indica como de necesario es recuperar el pensamiento filosófico, el de antes de que las universidades se pasaran al «otro» universo. Y prostituyeran las palabras hasta límites incomunicadores. Llamar lógico a lo que es básicamente ilógico, por ejemplo.

    Y así pasó, al introducir la pedagogía, cuando aún no estaba aclarada la diferencia entre domesticación y educación (en humanos). Se destrozó todo el trabajo reflexivo de maestras, que vivían directamente el problema educativo (con infantes), por sugerencias llenas de siliconada efervescencia universitaria… unas auténticas pajas mentales de insondable procedencia… por parte de gente, para más inri, que sufrió una mala educación, porque, realmente, fueron domesticados, sin sacar las consecuentes enseñanzas.

    Y, ya de paso, hacer notar como el lenguaje técnico del programador, explicándose, se convierte en más o menos panfletario, cuando trata de reflejar una situación sociopolítica excesivamente polarizada. Algo muy típico de los llamados científicos, en general… y, como digo, agravado en épocas con alto nivel de radicalización. El franquismo original fue una de ellas.

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  • #012
    f3r - 28 diciembre 2025 - 13:58

    Viendo la ilustración de este artículo (que por cierto, su estilo me hace la sensación de estar ya en una distopía profunda, sin ánimo de ofender) me ha recordado…¿no hay una peli en la que llega alguien, se «chupa» un sol entero y devasta varios planetas densamente poblados?
    Me imagino a un economista explicándome por qué, en última instancia, eso es bueno para el conjunto de mundos habitados, ya que recorta «planetas poco eficientes» o alguna mandanga tipo «solo se rescató a las cajas por culpa de los políticos, los bancos no tuvieron culpa» (ese gran fetiche).

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  • #013
    Guillermo - 28 diciembre 2025 - 14:14

    La importa una m, que va a pasar con el trabajo y por lo tanto el cambio social que se avecina y les va a importar el consumo de electricidad.
    Lo importante es la supremacía tecnologíca y política a costa de lo que haga falta.
    Menos población menos problemas.

    Responder
  • #014
    Lua - 28 diciembre 2025 - 14:16

    OFFTOPIC (o no)

    y mientras tanto…

    Is AI Creating Incompetent Experts?

    (si, publicado en IE University Insights…) XDD

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    • Buzzword - 28 diciembre 2025 - 14:51

      Ya está todo dicho. Feliz día de los Inocentes !!!

      Por cierto que Herodes el Grande murió el año 4 A.C. Pero para eso están los buleros ultra para arreglar la historía a su conveniencia, y estirar lo de la matanza de inocentes…

      PS: Nada nuevo bajo el triunfante Sol !!

      https://es.wikipedia.org/wiki/Herodes_I_el_Grande

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