La huella asiática: cómo China está electrificando el Sur global

IMAGE: A green electric car next to a charging station, set against a red map of China with yellow stars, symbolizing China’s role in global electric mobility

El ascenso de la movilidad eléctrica en Latinoamérica, impulsado por marcas chinas en países como Perú, Chile o Brasil, no puede calificarse ya de fenómeno casual: más que eso, es el resultado de una estrategia inteligente por parte de China para proyectar su industria hacia los países en desarrollo, y al mismo tiempo, una lección muy incómoda para el mundo desarrollado.

Mientras las ventas de vehículos eléctricos en la región alcanzan cifras récord, como el 10.6% en Chile o el 9.4% en Brasil, muchas naciones ricas siguen atascadas en un discurso estereotipado, infantil y absurdo sobre la supuesta «falta de infraestructura» o las «limitaciones de autonomía».

La realidad, sin embargo, es muy distinta. Quienes se quejan de no poder cargar un coche eléctrico son, en su mayoría, los mismos que no han entendido todavía cómo se usa uno: el 95% de las cargas se hacen en casa, durante la noche, con electricidad barata y sin pérdida de tiempo, y si no tienes una plaza de garaje en la que instalar un cargador, en el ratito de tomar un café y una tostada un par de veces a la semana. El mito de las estaciones de carga como cuello de botella es una fantasía que la experiencia desmiente cada día. Y los problemas de autonomía solo existen para quienes no saben planificar un viaje, o pretenden convertir un trayecto excepcional en argumento estructural.

Mientras los países ricos siguen repitiendo ese estúpido mantra, los países en desarrollo, supuestamente menos sofisticados, están adoptando los vehículos eléctricos con una mentalidad mucho más racional: analizan costes, uso real, mantenimiento y, sobre todo, ahorro, y descubren que la ecuación es favorable. En una región donde el coste del combustible pesa más en la economía doméstica y donde los desplazamientos son previsibles, la movilidad eléctrica no es un capricho tecnológico: es puro sentido económico. Paradójicamente, los ciudadanos de menores rentas están demostrando una comprensión más madura del análisis coste-beneficio que muchos consumidores de países ricos, aún atrapados en una narrativa completamente trasnochada y obsoleta.

China ha sabido leer ese mapa con precisión. Tesla y los fabricantes tradicionales occidentales, con sus márgenes altos y sus estrategias premium, simplemente no pueden competir en precio ni en volumen en los mercados del Sur global. Las marcas chinas han entrado por donde el mercado estaba vacío: coches eléctricos más baratos, adaptados a realidades locales, con mantenimiento sencillo y creciente infraestructura de servicio.

Este movimiento tiene consecuencias que van mucho más allá del mercado. El transporte por carretera es uno de los grandes multiplicadores de emisiones globales, especialmente en países en desarrollo, donde el parque automovilístico crece a toda velocidad. Electrificar ese crecimiento no sólo evita un desastre climático a largo plazo, sino que transforma la naturaleza misma del desarrollo: si los países del Sur saltan directamente al coche eléctrico, se ahorran décadas de dependencia petrolera y de contaminación urbana completamente evitable, que no termina en los pulmones de sus ciudadanos.

En este escenario, la apuesta china por exportar electromovilidad asequible es tanto una jugada económica como una política ambiental global. Estudios del Banco Mundial y del CSIS destacan que la adopción de vehículos eléctricos en países de renta media puede reducir emisiones de transporte hasta en un 30% en apenas una década, incluso con infraestructuras limitadas, siempre que la electricidad proceda de fuentes razonablemente limpias.

Y mientras esto sucede, los países ricos continúan en un bucle de autocomplacencia y desinformación: ciudadanos que se quejan de los puntos de carga, fabricantes que sobredimensionan costes, medios que amplifican la idea de que la transición es «difícil» o «cara». Pero lo más irónico es que, en este mismo momento, millones de ciudadanos de países emergentes están comprando coches eléctricos, cargándolos en sus casas y moviéndose sin problemas, mientras los «expertos» del Norte siguen lamentándose absurdamente por problemas que no existen.

Este contraste deja en evidencia algo más profundo: una incapacidad cultural para entender la transición energética como un cambio de hábitos, no solo de tecnología. Los ciudadanos de muchos países ricos no fallan por falta de recursos, sino por exceso de prejuicios. Y mientras tanto, China no discute, actúa: construye fábricas, exporta baterías, instala cargadores, firma acuerdos bilaterales, y electrifica el planeta desde abajo hacia arriba.

El resultado es una paradoja fascinante: el futuro eléctrico del mundo puede estar fraguándose en las calles de Lima, São Paulo o Santiago, no en California ni en Berlín. Los países que antes imitaban ahora experimentan, y los que antes lideraban ahora… se dedican a quejarse. Los ciudadanos del Sur global están demostrando una inteligencia práctica que los del Norte parecen haber olvidado: si algo funciona, se adopta, y si además ahorra, se usa. Si además contamina muchísimo menos y nos lleva a vivir mejor, se impone.

Por eso, cuando dentro de unos años veamos que las ciudades de América Latina tienen un aire más respirable y un parque eléctrico más joven, barato y eficiente que muchas capitales europeas o estadounidenses, recordemos este momento. Será el día en que entendamos que la resistencia al cambio no era tecnológica, ni económica, ni energética: era pura y absurdamente psicológica. Y que mientras los países ricos discutían sobre enchufes y autonomías, China ya estaba electrificando el mundo.


This article is also available in English on Medium, «China’s EV strategy: winning hearts (and markets) in the Global South«

27 comentarios

  • #001
    Txema - 22 noviembre 2025 - 10:30

    «una incapacidad cultural para entender la transición … De los países ricos»
    Supongo que te refieres a los políticos que usan cualquier cosa como arma arrojadiza para mantenerse en el poder. La verdad o la realidad les importa poco.

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  • #002
    f3r - 22 noviembre 2025 - 10:44

    uff Enrique, se te va a llenar la sección de comentarios con lloriqueos…

    Keywords esperados: dictadura, sobrecapacidad, dumping…
    Key-ideas esperadas: el interés de los multimillonarios coincide con el de la masa asalariada, chino-malo; opcionales: sin nucleares no se puede estabilizar la red…

    PD: Quien se crea que la UE se rige de manera democrática, no ha prestado atención a la historia en estás décadas. Los lobbies del automóvil van a impedir que entren los coches eléctricos baratos que necesitamos, y nosotros, por nuestros huevos, no nos vamos a comprar eso tochos de metal ultra-caro. Así que esperemos un hundimiento a cámara lenta de varios países europeos, y con ello su radicalización nacionalista, y con ello su militarización y su boicot a una política común europea.

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    • Yomismo - 22 noviembre 2025 - 12:28

      Pensamiento simplista, como siempre. Lo que dice Enrique no es incompatible (al contrario) con que China está sobre produciendo y haciendo dumping a nuestras industrias, que para poder competir necesitan muchísimo (pero muchísimo) más dinero del que les damos. Porque China está invirtiendo paletadas brutales de dinero, que superan por mucho cualquiera de nuestras inversiones. Entonces, no invertimos más en la nuestra para intentar acercarnos?:

      https://www.20minutos.es/lainformacion/economia-y-finanzas/los-fabricantes-chinos-coches-electricos-recibieron-hasta-215-383-millones-ayudas-publicas-5523212/

      Y gente como tú no quiere entender eso. Ni quiere entender que China está haciendo esto con un coste ambiental brutal que aquí no queremos asumir, y un desprecio a los derechos laborales que espero que tampoco sean de tu agrado:

      https://www.xataka.com/materiales/esta-ciudad-china-epicentro-mundial-tierras-raras-problema-que-nadie-penso-sus-habitantes

      https://www.reuters.com/business/autos-transportation/chinas-auto-workers-bear-brunt-price-war-fallout-widens-2023-09-05/

      Y que la sobreproducción es brutal y que el dumping les afecta incluso a ellos como todos los anteriores, la propia dictadura está avisando e intentando controlarla (e igual que con las anteriores sobreproducciones, no lo consigue, va tapando una con otra):

      https://www.motorpasion.com/industria/china-no-quiere-coches-electricos-baratos-pekin-advierte-a-sus-fabricantes-que-frenen-guerra-precios-se-hunda-economia

      Quieres empobrecerte? No inviertas más en tu industria y permite a una dictadura que mediante dumping, sobreproducción, pasar de derechos laborales y de costes medioambientales venga a hundir una tuya completamente estratégica. Es un gran plan

      Responder
      • JM - 22 noviembre 2025 - 13:11

        Una búsqueda rápida me dice que sólo en España se han gastado 3.000 millones en los últimos 10 años en subvencionar la compra de automóviles y 5.000 en los últimos 15 años.

        Eso sin contar diversas ayudas directas e indirectas a los fabricantes que podrían duplicar esa cantidad.

        Si esto lo multiplicamos digamos que por 10 para toda Europa la cifra no queda muy lejos de los 215.000 millones chinos.

        Pero mientras que China ha desarrollado coches y construido industrias en Europa el dinero lo han distribuido los fabricantes en dividendos y «bonus» para los directivos.

        Así nos va. Pero claro esto es el capitalismo estilo Reagan y escuela de Chicago.

        Responder
        • JM - 22 noviembre 2025 - 13:13

          Ahora esos mismos fabricantes europeos quieren más dinero para competir. Supongo que han bajado los «bonus» y necesitan dinero para más.

          Y lo de competir ya si eso…

          Responder
        • Yomismo - 22 noviembre 2025 - 13:29

          Cómo has hecho ese cálculo? Incluso sumando esas dos cifras y multiplicando por 10 te da 80 mil millones, está lejísimos de llegar siquiera a la mitad de dinero. Y ese cálculo sobre China es muy, muy conservador, según los propios autores

          Por cierto, los bonus para directivos no son nada, absolutamente nada dentro de esas cifras, las más elevadas a lo mejor llegan a un 1% dentro del 30% de beneficio de la parte de los fondos dedicados

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          • JM - 22 noviembre 2025 - 14:08

            Igual no me he explicado bien.

            No es tan importante si tu cifra de 215.000 millones en China es más o menos ni si mi cifra de 80.000 millones en Europa es más o menos (aunque sigue siendo mucho).

            Lo que quiero decir es que en Europa el dinero se ha dedicado a lo de siempre mientras que el China lo han dedicado a crear algo nuevo.

            Responder
            • Yomismo - 22 noviembre 2025 - 14:55

              Hombre, que hayan invertido casi el triple importando un pimiento los costes laborales y el deterioro medioambiental algo seguro que influye. Porque ese triple, descontando esas cifras se puede convertir tranquilamente en seis veces más dinero. Así no puedes competir en condiciones

              Finalmente es enormemente complejo cambiar toda una industria de décadas en poco tiempo, mucho más que construir una de cero, y más cuando tienes más del triple de dinero del estado para hacerlo y cuando al estado le importa un pimiento que lo uses para hacer dumping y todo tipo de competencias desleales. Y ojo, que hay mucho (muchísimo) que criticar a nuestra industria, pero no podemos obviar esa realidad

      • Guillermo - 22 noviembre 2025 - 14:38

        China es el resultado de darle zumos al primo…. que luego sale un primo tipo zumosol.
        Pero tranquilo, que se está buscando opciones en otros países más baratos y donde no importa lo que contaminan con tal de poder seguir viviendo en un mundo consumista…

        Responder
      • Joan - 24 noviembre 2025 - 07:23

        ¿En serio que la industria europea o española es «nuestra» o «tuya»?. Por favor…. Un argumento basado en esa idea ni siquiera necesita contrarguemento. ¡Que flipada!

        Responder
    • Alqvimista - 22 noviembre 2025 - 12:56

      Algunos europeos ya lo están haciendo bien, unos -Citroën- mejor que otros -Renault-. VW parece que empieza a entender que los eléctricos no son un lujo, pero van lentos.
      Otras marcas ya implantadas en Europa como Hyundai tiene algunos modelos magníficos.
      Así que más les vale espabilar porque japoneses, surcoreanos y, sobretodo, chinos se los van a comer vivos. Pero de momento siguen patrocinando revistas del motor que glorifican los cilindros y condenan los electrones.

      Hace años que digo que, teniendo en cuenta el predicamento de VW y Mercedes en Suramérica, bien como empresas bien como país -Alemania- deberían haber invertido en Bolivia para crear una industria local de extracción y refinado de litio y fabricación de baterías. A cambio, un trato de favor en la venta de dichas baterías y en la compra de VE alemanes. Y de ahí a toda Suramérica.
      Pero no, se han atascado aquí y han perdido sus mercados exteriores. Gran éxito alemán y europeo.

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      • Yomismo - 22 noviembre 2025 - 13:04

        De hecho Alemania lo intentó, pero Evo Morales canceló el acuerdo en 2019:

        https://www.mining.com/bolivia-walks-away-from-lithium-project-with-german-company

        Y con el cambio político Alemania lo está intentando otra vez:

        https://balkangreenenergynews.com/germany-seeks-bolivias-lithium-as-project-jadar-in-serbia-stalls/

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  • #013
    Martin - 22 noviembre 2025 - 11:19

    Comprarse un coche eléctrico ha sido en mi caso ganar dinero. Gastaba 600 eur/mes de diesel y la cuota de mi nuevo Tesla es de 400€/mes. Eso sin contar costes de mantenimientos o averías.

    Cuando pruebas un eléctrico se acabó el térmico para siempre, al menos así ha sido en todos lo que conozco.

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    • Konamiman - 22 noviembre 2025 - 20:01

      Cuando pruebas un eléctrico se acabó el térmico para siempre

      Qué gran verdad. A mí me bastó probar no ya un eléctrico, sino simplemente un híbrido, para decidir que mi próximo coche sería eléctrico sí o sí… y así ha sido. (Y además de las razones que mencionas, qué delicia conducir sin ruidos ni vibraciones)

      Responder
      • MARTIN - 24 noviembre 2025 - 21:37

        Jajaja. En mi caso, también fue así. Primero un renting a 1 año de un híbrido, experimentas el silencio y que no vas a la gasolinera, y ya tienes claro que tu próximo coche será eléctrico.

        Responder
        • Guillermo - 25 noviembre 2025 - 01:33

          Amén a los 3…

          Gasolinera… qué es eso? para que sirve? ;)

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  • #017
    Xaquín - 22 noviembre 2025 - 15:52

    «incapacidad cultural para entender la transición energética como un cambio de hábitos,» (EDans).

    Estás hablando de un cáncer que retrasa la evolución del ser humano, y su correspondiente abandono de su querida mediocridad…

    Cuando hablamos de tradición pensamos inmediatamente en sacrificios humanos o animales irracionales (como los toros), pero es que la tradición es algo mucho más serio y general… por ejemplo, la tradición de consumir energía ene en exceso o sustancias químicas como aditivos de los alimentos… Ese tipo de tradiciones «modernas» son mucho más graves, para el futuro que las «tradicionales»…

    Somos un animal que desprecia usar la inteligencia que nos dio la naturaleza, porque nos sentimos (emocionalmente, instintivamente) mucho mejor haciendo lo que hicimos siempre. (incluso cuando no es cierto)…

    Es el Síndrome del Comedor de Filetes, el que prefiere comerlos, aunque sean virtuales, a comer la comida normal en forma de grumo poco sabroso. Ese que tan bien describía Matrix. Y que resume el problema del que hablamos : no esforzarse en buscar una sustancia que mejore el sabor del grumo.

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  • #018
    Mauricio - 22 noviembre 2025 - 17:07

    Enrique, diría que este tema hay que entenderlo en un contexto más amplio. En los países latinoamericanos, en general, las marcas de autos que más presencia empezaron a tener desde hace como cinco décadas son las japonesas quienes ofrecían, entre otros, modelos que las marcas europeas y norteamericanas sencillamente no tenían, específicamente camionetas no demasiado grandes (pickups), pero con una capacidad de carga de alrededor de una tonelada (o aun más como la célebre Toyota Stout) y con motores confiables, fáciles de reparar y de bajo consumo de combustible.

    Algunas de estas camionetas se vendían incluso como si fueran norteamericanas, como la Ford Courier (que era Mazda) o la Chevrolet Luv (que era Isuzu), algo que sigue ocurriendo hasta ahora con varios vehículos de todo tipo que se venden en Latinoamérica bajo la marca Chevrolet, incluso ahora con marcas chinas, como ocurre con el Chevrolet Groove, que en realidad es un Baojun 510. Adicionalmente, hay que entender que la popularidad de las camionetas estaba ligada al hecho de que podían ser utilizadas como vehículo de trabajo y que la laxitud de las leyes de tránsito permitía incluso que en la parte trasera pudieran ir varias personas, algo que en muchas zonas rurales era de vital importancia.

    La confiabilidad de las marcas japonesas abrió poco a poco las puertas a las coreanas. Al inicio la gente desconfiaba, pero con el tiempo fueron ganando el favor del público, especialmente Hyundai y luego Kia. La desaparecida Daewoo también tuvo su buen momento y en ciudades como Lima el Daewoo Tico fue la punta de lanza del taxismo informal en los tiempos de la célebre desregulación del transporte público de los años 90.

    El proceso con las marcas chinas en los últimos años ha sido similar. Primero desconfianza y luego un progresivo acercamiento del público a unos vehículos que, al igual que ocurría con los japoneses y coreanos, ofrecen una buena relación calidad-precio. Es necesario entender que la gran mayoría de automóviles chinos que se venden actualmente en América Latina son a gasolina y que, si bien, las ventas de automóviles eléctricos están aumentando, todavía se ubican en alrededor del 10% del total de vehículos ligeros vendidos.

    En cuanto a las marcas europeas, algunas como Volkswagen han tenido bastante presencia, especialmente en México y Brasil. Renault, por ejemplo, ha sido muy importante en Colombia desde hace muchos años. El problema es que estas marcas a veces no han sabido manejar adecuadamente ciertas transiciones. El Volkswagen Escarabajo, por ejemplo, siempre fue muy apreciado, pero nunca tuvo un claro sucesor con una similar relación calidad-precio-encanto (esto último era claramente lo más difícil). Quienes conocimos el Amazon/Gol/Parati sabemos de sus problemas. Algo similar pasó con Renault cuando dio el salto en Colombia desde el célebre Renault 4 al Twingo que eran modelos completamente diferentes, pues el primero era un vehículo que se había vuelto familiar y el segundo uno juvenil. Los autos rusos, especialmente los Lada, tuvieron también su momento de gloria, pero aunque su precio era conveniente, su calidad no era muy alta y dejaron de ser adquiridos.

    Es necesario entender, además, que en el mercado latinoamericano no hay mucho espacio para vehículos demasiado caros, pero que al mismo tiempo la gente aspira a tener un vehículo bonito. Actualmente, si quieres un vehículo europeo no demasiado caro puedes comprarte por ejemplo, entre otros, un Volkswagen Polo o un T-Cross o un Dacia disfrazado de Renault, pero los chinos están ofreciendo una mayor variedad de posibilidades, con un mayor nivel de equipamiento y a precio más bajos que los japoneses y coreanos.

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  • #019
    Morath - 22 noviembre 2025 - 23:34

    Creo que algunos de los que no dan el salto al vehículo eléctrico no están tan ciegos como describes, sino que, al contrario, se rasgan las vestiduras por las dificultades para poder dar ese salto.
    En Almería, si no tienes una casa en la que puedas instalar el punto de recarga, es una locura pensar en un eléctrico si necesitas viajar con asiduidad.

    Responder
  • #020
    Fran - 23 noviembre 2025 - 07:48

    Enrique, como siempre, brillante en forma… pero esta vez preocupantemente ingenuo en fondo.

    Tu artículo sobre la electrificación del Sur global por parte de China es una oda entusiasta a una estrategia que, si se observa con lupa, presenta más sombras que luces. Y no hablo de prejuicios del Norte rico, sino de hechos tangibles que has obviado —quizás por exceso de fe en el discurso de eficiencia oriental.

    1. ¿Electrificación o colonización industrial?
    China no está electrificando por altruismo ni inteligencia cultural superior. Está exportando su sobrecapacidad industrial, desplazando fabricantes locales, imponiendo dependencia tecnológica y asegurando mercados cautivos para sus baterías, cargadores, software y mantenimiento. Lo llaman soft power, pero a veces es dumping estratégico. ¿Eso es “progreso”?

    2. ¿Vehículos limpios? Sólo si la energía lo es
    La electrificación sólo es ambientalmente positiva si se basa en generación limpia. Pero muchos países del Sur global (incluidos Brasil y Perú que mencionas) siguen dependiendo en gran medida de hidrocarburos o de redes inestables. Vehículos eléctricos enchufados a carbón o diésel no son revolución verde. Son maquillaje.

    3. Rarezas y silencios
    Nada dices del impacto extractivo brutal del litio, el cobalto o el níquel necesarios para esas baterías baratas chinas. ¿Y la esclavitud infantil en el Congo? ¿Y las condiciones ambientales de los salar en el altiplano andino? ¿Y el monopolio de China en tierras raras? Electrificar no es sólo poner enchufes: es cargar otras geografías con costes ocultos.

    4. La narrativa “pobres inteligentes vs. ricos llorones” es simplista
    Tu argumento de que el Sur adopta por racionalidad y el Norte por prejuicio es casi caricaturesco. En muchos países donde se adopta el VE es porque gobiernos han sido capturados por acuerdos opacos con fabricantes chinos, porque no hay reguladores fuertes, y porque se subvenciona con deuda externa o con fondos verdes sin control.

    5. Ignoras las fallas estructurales del modelo chino
    No mencionas los altísimos niveles de endeudamiento de los fabricantes chinos, ni la sobreproducción que ahora exportan forzadamente, ni el hecho de que gran parte de sus tecnologías están infladas en prestaciones y devaluadas en durabilidad. Esto lo denuncian incluso países africanos que han cancelado acuerdos de flotas de buses eléctricos en solo 2 años.

    6. La transición no es solo cargar un coche mientras tomas un café
    Esa visión banaliza la infraestructura, el urbanismo, la logística, la estandarización del software y la gestión del residuo de baterías. Transición energética no es solo “comprar un coche chino”: es rediseñar ciudades, redes, normas, y hábitos productivos. Y eso no se improvisa con cifras de ventas.

    Bajo mi punto de vista, tu entusiasmo por la electrificación te hace repetir la propaganda oficial china —la misma que muchos autócratas repiten. Pero el hecho de que la alternativa occidental sea ineficiente no convierte automáticamente a Pekín en faro moral del planeta. El Sur global merece sí una transición… pero no otra dependencia.

    Aprecio tu labor divulgativa. Pero conviene aplicar bisturí, no pancarta, cuando hablamos del futuro energético y geopolítico de 3.000 millones de personas.

    Atentamente,
    Un lector (y te sigo desde hace tres lustros y nos conocemos personalmente) que no se deja enchufar cualquier relato.

    Responder
    • Enrique Dans - 23 noviembre 2025 - 09:41

      Tus puntos 1, 2 y 3 no solo son falsos, sino que son topicazos absurdos.

      1. Cuando llegó Xi Jinping, lo dijo claramente: «el mundo necesita más China». En esa frase se encierra lo que va a ocurrir ahora que China ya es la primera potencia mundial. Nada de destrucción de fabricantes locales, que no los había, era puro colonialismo de compañías americanas, japonesas, coreanas y europeas: se trata de desplazarlas y sustituir con vehículos menos contaminantes, punto.

      2. Lo de que los vehículos eléctricos no son limpios, lo siento, lee y documéntate. El peor vehícul eléctrico alimentado con la energía más sucia que se te ocurra es infinitamente más limpio que un vehículo de combustión de última generación. Lo siento, es lo que hay, y tu narrativa, además de ser mentira, solo sirve para perpetuar el petróleo absurdamente y para que tus hijos o nietos sigan siendo sistemáticamente envenenados. Lo siento, pero es lo que hay: deja de repetir clichés y mentiras, y fíate más de los que estudiamos estas cosas desde hace años.

      3. La minería siempre ha sido una industria con malas prácticas, con el carbón, con el petróleo, con todos los metales… rasgarse ahora las vestiduras por «los pobres niños del Congo» es pura hipocresía elevada a la enésima potencia, porque eso ocurre con los diamantes, con el oro y con un montón de cosas más. Pero ahora, «el litio, el cobalto» porque patatas. Pues mira, no. El litio se extrae en muchos casos de agua, y es inofensivo. Se extrae en otros casos con minería agresiva a cielo abierto… como todo! Y el cobalto se usa cada vez menos. La industria de las baterías ha ido reduciendo la mayoría de los componentes nocivos, y se dirige hacia el sodio, que lo hay por todas partes. Dejémonos de hipocresía y de falsa moral, y tratemos las cosas como lo que son. No te he visto protestar por la minería de diamantes ni por el oro, deja al litio tranquilo.

      5. China igual a mala calidad, ¿no? Otro intento de perpetuar mitos que, a día de hoy, son MENTIRA, así de simple. Pero claro, como hace décadas China era la cuna de la fabricación barata, se intenta que cuele. Mira, no. De nuevo: lee más y no perpetúes mitos que hace tiempo que no son ciertos.

      Lo siento, pero tu «no me dejo enchifar cualquier relato» cuando quien te lo cuenta es alguien bien informado y que lleva siguiendo el tema durante años es el equivalente de «es que he visto cuatro vídeos de mierda en YouTube y por eso creo que sé». Espero más de quienes me siguen desde hace tiempo, francamente…

      Responder
  • #022
    GZ - 23 noviembre 2025 - 10:23

    Lo primero que se ve al entrar en el artículo es que el mapa de China que se muestra en la imagen incluye a Taiwán. Sinceramente, a mí me parece poco serio.

    Responder
  • #023
    Gorki - 23 noviembre 2025 - 11:33

    Hace falta el equivalente en coste actualizado y prestaciones similares a las de un de 600. 4×4, 4L, Wolkswagen pero en eléctricos. Pensar en electrificar el mundo con Teslas es una aberración..

    De todas formas según este blog el futuro es el robotaxi en carsharing y no em propiedad. Por lo que lo sensato es aguantar con el coche actual, hasta que el futuro se haga presente.

    Responder
  • #024
    Ignacio - 24 noviembre 2025 - 16:51

    Enrique por favor, no seas de ultraderecha, nuestro líderes de la comisión han hecho un plan quinquenal brillante.

    Menos quejarte de las políticas de la UE y más criticar a los Chinos que han multiplicado por 3 sus emisiones en el periodo de aplicación de Kioto, usando todo tipo de fuentes de energía a su alcance.

    ¿O acaso crees que sabes más que nuestros líderes? Eso es preocupante Enrique…

    ¿Qué pretendes que quitemos los aranceles a China y haya coches eléctricos disponibles a 8.000 euros? Por favor! Que será lo siguiente ¿establecer impuestos máximos para evitar la fiscalidad excesiva? ¿reducir burocracia? ¿resucitar a Hitler?

    Deja criticar a nuestros líderes ¿no hay algún ente administrativo que pueda cerrar este blog con esta desinformación? A ver si montan ya el ministerio de la verdad y empiezan a censurar estas ideas subversivas…

    Otra cosa es que propongas intervenir los recursos de los ciudadanos y obligarlos a comprar coches eléctricos, con el euro digital por ejemplo, eso si sería una idea del gusto de nuestros amados líderes, pero estas criticas que sueltas tan alegremente… Da gracias que no han implantado aun el crédito social…

    Responder
  • #025
    Luis - 24 noviembre 2025 - 20:37

    Creo que no hay duda de que en Europa y USA estamos de capa caída y de que China crece e impone cada vez más su hegemonía económica y estratégica en el mundo. Es una tendencia inegable; quien no lo quiere ver es el forofo del «todo lo mio bueno y lo del otro todo malo». Claro que China tiene sus claroscuros pero, por dios, nos estan ganando por goleada, con el coche eléctrico también. En latinoamerica nos decían que un coche europeo es para 10 años y que un japonés para 20. No hay más que ir, ver, contar y comprobarlo.

    Responder
  • #026
    Naudot - 26 noviembre 2025 - 13:23

    https://www.rtve.es/play/videos/el-escarabajo-verde/cambio-marcha/16760070/ Recarga de coche eléctrico, minutos 20 a 24: Dificultades, sobre todo me sorprende las apps

    Responder
  • #027
    Tom - 29 noviembre 2025 - 13:16

    En Chile, el transporte público de Santiago tiene ya una flota de casi 3 mil buses eléctricos. Eso es alrededor de la mitad de la flota. Para el próximo año aumentará a 4 mil 500 vehículos. Son silenciosos, no emiten gases y puedes ver donde vienen desde google maps. No hay vuelta atrás, funciona

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