El trabajo tal y como lo conocíamos se está disolviendo. La oficina física, el puesto en la fábrica, el horario, incluso la jerarquía, empiezan a ser vestigios de un modelo que la inteligencia artificial está haciendo cada vez más innecesario. La inercia hará que muchas compañías tarden en entenderlo, pero hace unos meses ya comentaba cómo la inteligencia artificial no solo sustituye tareas, sino que empieza a ocupar el papel del jefe, dictando lo que hay que hacer y evaluando cómo lo hacemos. Pero mientras el escritorio desaparece, el algoritmo se consolida: omnipresente, impersonal y, por ahora, prácticamente sin supervisión.
Ahí surge el problema: si el algoritmo manda cada vez más, ¿quién controla al algoritmo? Y en ese contexto, lo que está ocurriendo en Estados Unidos y en Europa parece ofrecer dos respuestas contrapuestas a esa misma pregunta. En California, el gobernador ha promulgado una supuesta «ley de transparencia» en inteligencia artificial, la Transparency in Frontier Artificial Intelligence Act, que obliga a las grandes compañías a publicar protocolos de seguridad y reportes de incidentes. Sobre el papel no suena mal… pero en la práctica carece de mecanismos de auditoría, y deja un margen amplísimo a la autorregulación. Dicho de otro modo: es una ley que promete una cierta vigilancia, pero que en realidad lo que hace es blindar y dar libertad prácticamente ilimitada a las grandes tecnológicas.
Mientras tanto, la Unión Europea intenta avanzar con normas que obligan a los desarrolladores a explicar sus decisiones algorítmicas, sus datos de entrenamiento y los sesgos de sus modelos, así como a asumir otras responsabilidades sobre cuestiones como el uso de los datos o la carga que los crawlers de inteligencia artificial suponen para las páginas que crean contenido. No es una legislación perfecta (ninguna lo es en un campo que evoluciona tan rápidamente como este), pero introduce un principio fundamental: si un sistema tiene impacto social, debe rendir cuentas. Y por supuesto, las Big Tech se oponen y tratan con todas sus fuerzas de evitarla o de amenazar con que su presidente amenace con todos los males del infierno a Europa si la convierte en ley en agosto de 2026.
En Estados Unidos, sin embargo, el movimiento parece ir justo en la dirección contraria. Un grupo de legisladores ha intentado incluir en los presupuestos federales una moratoria de diez años para cualquier regulación estatal sobre IA, es decir, prohibir regular durante una década. Y por si fuera poco, el senador Ted Cruz ha propuesto que los estados que se atrevan a legislar pierdan el acceso a fondos públicos de conectividad y digitalización. Una estrategia que, con el pretexto de fomentar la innovación, en realidad blinda completamente la impunidad de las grandes compañías.
El contraste es brutal: mientras en Europa se intenta «domesticar a la bestia», en Estados Unidos se le abre la puerta y se le sirve la merienda. Mientras tanto, CEOs como Dario Amodei, de Anthropic, advierten que el escenario es tan volátil que dentro de una década «todo será posible», para bien o para mal. Y mientras, los mismos gobiernos que supuestamente deberían velar por el interés público, parecen en realidad más preocupados por no incomodar a los gigantes de Silicon Valley.
La paradoja es clara: la inteligencia artificial está desmantelando la oficina y el empleo tradicional, y al mismo tiempo desbordando completamente el marco legal que supuestamente debería contenerla. El trabajador desaparece como figura física, el contrato se convierte en algoritmo y el jefe es un modelo entrenado en la nube. Pero mientras el escritorio se esfuma, el poder se va concentrando, y sin regulación efectiva, esa concentración se vuelve absoluta. Es uno de los escenarios más habituales en ciencia-ficción: el de las grandes corporaciones tecnológicas que alcanzan más poder que los propios estados.
A lo mejor, el futuro del trabajo ya no consiste en adaptarse a la inteligencia artificial, sino en exigir que ella se adapte a nosotros. La pregunta ya no es si desaparecerá la oficina o la fábrica, sino si cuando todo dependa de algoritmos, tendremos algún modo de reclamar justicia cuando el «jefe», un ente digital sin cara ni ojos, decida despedirnos, degradarnos o simplemente ignorarnos. Porque el escritorio ya no existe, pero el algoritmo sí. Y se está quedando con todo el poder.
You can read this article in English on my Medium page, «The vanishing desk and the rise of AI power«


En los libros de Asimov los robots inteligentes son prohibidos en toda la segunda ola de colonización por los males que trajeron a la primera ola de 50 planetas colonizados con robots. La segunda ola (la humana 100%) acaba abarcando toda la galaxia.
Varias cosas que pienso de este artículo:
– Es muy tecno-early adopter pensar que la IA va a funcionar tanto, tan bien y en tantos lugares. Aun no he visto en España un solo coche autónomo sin volante cuando se suponía que hace años que deberíamos tener flotas de Waymos operativos.
– La IA aun no es capaz de escribir bien códigos simples. Mejorará, pero no tan rápido como se cree
– Un error de un humano se asume «errare humanum est» pero no seremos tan perdonadores de un fallo de una IA «errare machina est» no está en nuestro ADN. Cuando un piloto se estrella con 200 pasajeros decimos «algo habrá pasado». Si lo hace el piloto automático: «no es seguro. Necesitamos pilotos humanos». Los últimos errores de Boeing estrellando aviones por errores de sus sensores no han ayudado tampoco.
– La línea 6 de metro se va a automatizar en Madrid. Muchos conductores al paro. Sería interesante ver si funciona bien. Un autómata no es una IA, pero ya le agregarán funciones. Ahí si lo veo. Pero la reacción social como uno solo de esos trenes atropelle a alguien (algo que los humanos también hacen, suicidas son suicidas) también será interesante de observar.
– No hay dinero para pensiones. Si encima quitamos masa salarial a la sociedad al quitar cuellos blancos, el resultado puede ser muy feo. Nadie se atreve a legislar contra el mayor colectivo de votantes del país.
– China nos marcará el camino. Es el país más automatizado, que más invierte y que más rápido permite desplegar sus innovaciones. Si allí va bien, todo OK. Si allí las masas de trabajadores sustituidos por «dark factories» acaban liándola parda en una Tiannamen II, entonces «si ves las barbas de tu vecino afeitar…»
Todo es muy incierto todavía, como en cualquier transición
La automatización de la línea 6 de Metro no va a llevar a nadie al paro. El perfil de maquinista sigue vigente en el resto de líneas y hay que compensar las jubilaciones. Y es más, si nos limitamos a la mano de obra presente en la propia línea 6, no habrá disminución, solo reconversión.
Las líneas automáticas tienen muy poco de magia, de IA y de algoritmos y mucho de seguridad y señalización ferroviaria. No son trenes autónomos, solo son automáticos.
El Pato Trump es una IH y piensa con los pies… dudo que lo haga peor cualquier IA futura.
El poder es tan adictivo para un ser humano, que dudo mucho existan seres humanos capaces de no querer controlar a las IAs.
Y por que te crees que Trump se opone a toda regulacion de la IA que ponga en peligro la preeminencia que tiene USA con la IA.
Se trata de ponerla a su servicio para seguir con su Proyecto 2025.
Bueno mas biena l servicio de Peter Thiel, Musk y compañia, por que quien está detras de Trump solo le utiliza como disruptor del sistema ,pero obviamente Thiel es infinitamente mas inteligente que Trump, así que en cuanto no les sea necesario que se de por finiquitado.
Una falacia en la que muchos
caencaemos es creer que USA tiene el liderazgo global de la IA. Lo que, según mi saber y entender sucede, es que la realidad suele ser más compleja de lo que solemos asumir.Sí. la banda conformada por Peter Thiel, Musk y compañia hacen ruido, en forma muchas veces de anuncios, avances y cuando no, de silenciosos retrocesos.
Y mucho de ese «ruido» es para que el bobo presidencial escuche la música que le dice a la banda que toque. Obviamente, la banda no tocaría esa música si no ganara dinero en ese proceso. Así que en esas estamos acá.
Pero lo que sucede, es que no estamos viendo el panorma de lo que realmente está ocurriendo en China. China tiene más patentes sobre IA que el resto del mundo, por lejos:
11 Jul 2025:
• China tops the world in artificial intelligence publications, database analysis reveals
• Jul 4 2024 China leads the patents race for generative AI, with Tencent and Baidu topping the list
Nassim Taleb, en varios de sus libros denominó esta situación de la que muchos fuimos víctimas como «la trampa de Lucrecio:»
Y lo aclara en un pasaje de Antifragil, uno de sus libros:
«Creemos que el objeto más grande del que hemos visto u oído hablar es lo más grande que puede existir.»
Entonces la pregunta es obvia ¿qué montaña estamos viendo?
no creo que podamos imaginar la magnitud,
Vesmos, Trump es incapaz de controlar el mando de la tele… y vive del rebufo que han hecho otros presidentes USA.
Otra cosa es que pueda (sepa???, porque no es lo mismo)interactuar positivamente con un algoritmo medianamente inteligente… estoy seguro que un follto de Ikea se tiene que interpretar un asesor (que tampoco será gran cosa).
Porque tener poder no es sinónimo de ser inteligente… Alejandro Medio es un gran paradigma… muy tirado para delante, pero de Aristóteles no aprendió ni un diez por ciento!!!
Y teniendo relación con líderes natos de pandas jueniles ya se notan bien sus insuficiencias.
Así que Trump solo sabe controlar el relato (no sabe, puede)… como ha hecho con su Plan de Paz medio fariseo y medio macabeo!!!
Un simple Putin lo llevó al huerto cuanto quiso…
No deberia ser OT…
Manual de defensa algorítmica
Yo tenía un profesor de Ingenería Industrial que decía que nadie de 70 años habla acerca de su trabajo de oficina, pero la gente que hace cualquier trabajo manual ya sean pegando vigas de aceros con soldadura en lo alto de un rascacielos hasta el tipo que pega los paneles de aluminio para aviones hablarán de su trabajo toda su vida.
La «muerte del escritorio» significa que las personas ahora tendrá que hacer trabajo de ingenería, porque I.A. y Fanuc (las grúas naranjas de la foto) no surgen de la nada, miles de personas tuvieron que fabricarlos y darles mantenimiento, alguien tiene que conectarlos a la corriente, pagar la factura de la electricidad, cambiarle el aceite, actualizar el Windows, etc.
Los slogans son muy claros: America First. No es Americans First. Make America Great Again, no Make Americans Great Again Son sinceros y directos. Importa el fin, no los medios. Se engaña quien quiere. Si la IA o la multinacional es americana todo vale.
Me encuentro viendo en mis muy escasos momentos libres (incluso para entrar aquí), la serie “El señor bates contra el servicio postal”, que narra la historia verdadera de cómo un fallo en el software Horizon se llevó por delante cientos de negocios y arruinó vidas. No diré más por si alguien quiere buscarlo, pero que esto sucediera… hace pensar que podría volver a suceder.
Como también sucedería el hecho en el que hubiera gente que defendiera el sistema a capa y espada con tal de no lazarse al barro. Como también sucedió en este caso real.
Alguien ha mencionado a Asimov. Hace décadas que leí Fundación pero (y me sorprende apenas recordarlo) ¿no se formaba una especie de culto por la energía atómica como algo místico o casi?
Me sugiere que llegaríamos al punto en el que se viviera la IA casi como una pseudo religión en la que confiar de manera automática y sin atisbo de duda… ejemplos de ese comportamiento hay ya en otros muchos ámbitos, la verdad.
Eso es lo que me parece peligroso.
No tengo la menor duda que al final la automatización, (Robótica), y la IA, (algot ritmos), van a eliminar tantos puestos de trabajo que eso se notará por la disminución del número de asalariados, tanto de cuello azul como blanco.
Pero nos topamos con una realidad , que al menos en España, el número de asalariados bate réecords históricos un mes tras otro, por lo que alguien pudiera opinar que por algún desconocido sistema la mecanización/automatización, que tiene muchos años de historia, (desaparecieron los faroleros, los telegrafistas, las secretarias, los porteros,…) . debe generar por caminos indirectos mas puestos que los que reduce.
¿Alguien se atreve a dar una fecha en la que las estadíisticas indiquen un menor número de puestos de trabajo?
La afiliación a la Seguridad Social alcanza un nuevo récord con más de 21,9 millones de cotizantes
Yo intenté utilizar Perplexity para una cosa que a priori no debería ser muy complicada: hacerme el menú semanal. La única particularidad es que le pido que se ciña a un excel que le paso con 2 columnas: Una columna para la receta y otra donde indico si la comida es para la cena o para el mediodía (no quiero hacerme un asado de conejo para la cena), pues yo no sé como funcionan internamente esos LLMs pero macho, el índice de aciertos es del 50% a lo sumo, es decir se equivoca constantemente metiéndome recetas que son pensadas para la cena en el mediodía y viceversa. Al final me cansé y me hice un apaño en el propio excel con un generador de números aleatorios para hacerme el menú.
No soy un usuario experto ni mucho menos, pero creo que aún le falta mucho recorrido
Es curioso cómo cierra el artículo con la idea de que el empleado puede ser despedido, degradado o sobre explotado ahora por la IA, pero si el rol del “jefe” evoluciona y es remplazado por esta tecnología, por que el rol del empleado no? Y se presenta ese futuro sombrío donde están las cosas igual pero ahora siguiendo órdenes de una IA y no dándole nosotros órdenes a ella.