Amazon invierte en Anthropic: la algoritmia generativa y la toma de posiciones

IMAGE: E. Dans

Superpongo la característica «A» con doble barra del logo de Anthropic al logotipo de Amazon para reflejar la toma de posiciones del líder absoluto del comercio electrónico y de la computación en nube sobre la compañía de algoritmia generativa, que recibirá una inversión de hasta cuatro mil millones de dólares que le proporcionarán una posición minoritaria en el accionariado, cuando su valoración hasta la fecha se situaba en torno a los cinco mil millones.

Sobre Anthropic y su más conocido algoritmo, Claude, hablamos el pasado julio cuando, tras probarlo con cierta intensidad, me encontré un algoritmo generativo de uso francamente agradable, con menor tendencia a la alucinación que el ubicuo ChatGPT, y con mayor capacidad para ingerir textos externos, lo que facilitó que pudiese alimentarlo con una gran cantidad de mis propios artículos para hacer que generase nuevos textos o traducciones con mi propio estilo. Además, me llamó poderosamente la atención, en el contexto en el que se mueve la algoritmia generativa en estos momento, el compromiso con Constitutional AI, un modelo que trata de alinear los sistemas de inteligencia artificial con valores humanos universales y promover un impacto social positivo.

Ahora, Amazon, en su intento de tomar posiciones en el entorno de la algoritmia generativa, anuncia una inversión masiva en la compañía creadora de Claude, Anthropic: anticipar inversiones de cuatro mil millones de dólares en una compañía que, tras haber invertido unos 1,500 millones, tenía una valoración estimada en torno a los cinco mil millones en su última ronda de inversión (con Google y Spark Capital como referencia) supone prácticamente una toma de control. El co-fundador y CEO de la compañía, el italoamericano Dario Amodei, anunció tras la inversión de Google, que convertía a Claude en el socio preferente en la nube para la compañía de Mountain View, que «nada había cambiado»… pero la inversión de Amazon anunciada hoy supone un orden de magnitud más que la anterior y se aproxima al valor estimado de la compañía, lo que hace difícil pensar que pueda volver a decir lo mismo.

¿Qué supone para Anthropic el enorme interés de un socio como Amazon? En primer lugar, que la que se consideraba «una compañía respaldada por Google» pase a ser «una compañía respaldada por Amazon», con todo lo que ello pueda conllevar. En segundo, que los productos de pago ofrecidos por la compañía para sus usuarios más habituales, que se ofrecían por veinte dólares mensuales, pasen a formar parte de la gama de productos existentes en AWS Bedrock, la parte de la nube de Amazon dedicada a las prestaciones de algoritmia generativa ofrecidas como servicio, sobre cuyo desarrollo hablamos el pasado abril.

Indudablemente, la entrada de tanto dinero fresco en una compañía de algoritmia generativa podría ser una buena noticia, que potenciará sus ofertas y contribuirá a un mayor desarrollo de la industria como tal. Que esa entrada de capital se produzca en la que parecía, al menos estéticamente, la que mantenía un mayor compromiso ético y social, podría ser también algo interesante de cara al fortísimo proceso de reflexión existente con respecto al uso y a las aplicaciones de este tipo de herramientas en el presente y en el futuro.

Sin embargo, cabe preguntarnos: ¿puede una compañía fuertemente participada por Amazon ser capaz de mantener el compromiso ético y la promoción del impacto social positivo expresados en sus documentos fundacionales? ¿O pasa simplemente a ser una herramienta más, que procede a aparcar esas ideas para dejarlas en el capítulo de «extravagancias de juventud», como el famoso «don’t be evil« de Google y muchas otras más? ¿Es compatible pretender mantener una ética intachable cuando tu principal inversor de referencia es una gigantesca compañía cotizada que ha demostrado, a lo largo de su historia, tener una posición fundamentalmente ambivalente que no antepone ningún compromiso, ni medioambiental, ni con sus trabajadores, ni con absolutamente nada, al beneficio empresarial? ¿Es realista pensar que Anthropic va a negarse a hacer cualquier cosa que le pida Amazon cuando posee en ella semejante posición inversora?


This article is also available in English on my Medium page, «Amazon invests in Anthropic: a clash of principles

17 comentarios

  • #001
    Ernesto Cárdenas - 25 septiembre 2023 - 13:58

    Algo así tenía que ocurrir en lo que quedaba del año, pensaba que anunciarian un desarrollo propio en el próximo reinvent, pero han optado por una forma de adquisición, y es que no podían permitirse el único de las grandes nubes sin ofrecer un servicio de IA generativa de uso directo para el público.

    De todas formas esto me hace pensar si no tenían ya algún desarrollo interno en ese estilo pero que al final han tenido que dar prioridad a una desarrollo externo por la presión del mercado.

    Y si, toca a estar atentos a la gestión ética de Anthropic por parte de sus nuevos dueños oficios. Google hará algo con su parte?

  • #002
    Benji - 25 septiembre 2023 - 14:24

    Toda compañía hace aquello que sus jefes económicos demandan. Aun debe de verse un directivo que se salga por compromiso ético. Son como uno que yo me sé que no miente, solo cambia de opinión. O que donde dijo digo digo diego.

    Tampoco es una novedad que todos quieran una parte del pastel de la algoritmia generativa. Meta con Llama, Microsoft con OpenAI (que de «open» no tiene nada), Google con Bard y otros y ahora Amazon con Anthropic.

    También puede ser que esto sea demasiado caro para ser rentable y al final queden solo los que algunas empresas se hagan a medida y no se ofrezca más al público.

    La propia Amazon está saturada y ha puesto a los chatgptescritores un límite de 3 libros/día como máximo. No sé si algunas cosas se nos están yendo de las manos por falta de cultura con estas novedades.

    Yo aun no estoy seguro de que la algoritmia generativa no vaya a ser el próximo Yahoo! Windows Phone o Facebook. Lo tengo ahi aun en duda

  • #003
    menestro - 25 septiembre 2023 - 14:56

    Los coches no atropellan a las personas, son los conductores. Los cerebros electrónicos, no son cerebros.

    La inteligencia artificial no existe.

    Es un término coloquial para referirse a decenas de tecnologías diferentes, que emulan una apariencia de comportamiento inteligente. Por dentro están huecas, como el turco. O como algún zoquete.

    El software y las aplicaciones que utilizan esas tecnologías, tan diferentes, lo usan personas, y no toman decisiones por sí mismos, ni tiene ningún componente que determine su uso en un sentido u otro.

    El juicio moral lo aplica el usuario que utiliza esas herramientas, como en el caso de un coche o el cuchillo del pan, no hay un componente moral Ex Machina.

    Hace dos días, se han reunido en Washington para ponerle grilletes a los enanos de jardín y hacer una legislación a la medida de esa fabula.

    California girl gets first-ever license to own a unicorn

    Pretender «regular» a los fabricantes de coches para evitar atropellos o infracciones de tráfico es absurdo.

    Cuando alguien crea un deepfake o usa Photoshop, asume la responsabilidad de esa creación, tanto moral como intelectualmente.

    La ley actual ya define y recoge los tipos penales, independientemente del medio usado, y es la ciencia jurídica la que determina el valor subjetivo y la graduación de esos delitos, si implica un agravante delictivo o no, por ejemplo.

    No hay ninguna ambiguedad en la ley respecto, ya que lo que se evalúa es el daño o la infracción, no el uso de un medio u otro, salvo para determinar el grado de perjuicio ocasionado (publicidad, ensañamiento, etc.)

    Los coches no son personas jurídicas, no tienen un componente moral o ético en su construcción que determine su uso.

    Y a la tecnología de aprendizaje automático, o los algoritmos, les pasa lo mismo. Son noticia.

    No se puede dotar de credo moral a un programa o algoritmo, porque no tienen ningún grado de consciencia, o voluntad. Es una forma de proyectar nuestros temores hacia su apariencia humana.

    HAL 9000, es el constructo de lo que creemos que es una maravillosa máquina con alma. Como con los duendes y las hadas de Conan Doyle, somos nosotros quienes imaginamos a las inteligencias artificiales.

    (Imaginad la extensión del bosque mágico en el que vivimos y todos sus senderos, aunque no creo que podáis.)

    No strings on me. Sesame street style for senate.

    • menestro - 25 septiembre 2023 - 23:03

      Disclaimer

      Sí, soy muy fan de James Spader. cachis.

    • Alnair - 27 septiembre 2023 - 13:01

      ¡Amén!
      El mayor peligro de las IA es que determinados poderes la usen para imponer «su» ética, sin intervención humana ni posibilidad de recurso.

  • #006
    Juan T. - 25 septiembre 2023 - 16:20

    Supongo que las últimas preguntas son retóricas visto lo que ha sucedido despues de los inicios supuestamente bienintencionados de las grandes compañias de tecnología.

    Lo que hay que preguntarse es quien pone el cascabel al gato de la regulación de las IAs cuando todas ellas se lo están pidiendo a gritos a los gobiernos visto que todas ellas son conscientes del peligro potencial que encierra la alocada carrera por la preeminencia y que ninguna de ellas se permite parar por su cuenta para que no se aproveche el resto de participantes.

    Y la mayoria de la gente de este pais aún se hace cruces con lo de los falsos desnudos de las chicas como si eso fuera lo mas terrible que pueda suceder.

    Lo de la maldición esa de que…» ¡ Ojalá que vivas tiempos interesantes ¡» se va a quedar corta.

    • Lua - 25 septiembre 2023 - 18:07

      A esas ultimas preguntas respondo con un «NO» mientras me aguanto la risa…

      etica dice… XDD

  • #008
    Enrique Castro - 25 septiembre 2023 - 20:20

    Una buena noticia. Habrá que estar atentos a la evolución.

    Solo una pequeña enmienda al post Tocayo. Yo el Slash Symbol lo habría puesto asi: /
    ¿Motivo? Básicamente por que el que pones (\) es el de MS-DOS para generar rutas de archivos. Mientras que en C o en Linux se utiliza para carácteres especiales. Y por lo que he visto…y admiro de AWS, es que sus servicios (esté supongo que será uno más en el futuro próximo) corren bajo sistemas Linux.

    Saludos.

    • Enrique Dans - 25 septiembre 2023 - 20:28

      No enmiendas mi artículo, enmiendas el logo de Anthropic, que es que es así, para ese lado… :-)

      • Lua - 25 septiembre 2023 - 21:27

        Pero en la «I»… XDDD

  • #012
    Enrique Castro - 25 septiembre 2023 - 22:46

    Tocayo:
    estoy personalmente persuadido de que tus fuentes son mucho más fiables y rigurosas que las mias…y a priori estoy más que convencido de que el logo es como dices que es. Vamos…que no quiero polemizar, pero si aportar en positivo.

    No obstante…la nota de prensa oficial de Anthropic es esta: https://www.anthropic.com/index/anthropic-amazon
    Si te fijas al hacer scroll en la web, en la parte superior derecha de la pantalla (desktop) el logo se transforma en lo que dices…pero a riesgo de equivocarme, no es el logo de AWS, pero si el de Anthropic.

    • Enrique - 25 septiembre 2023 - 22:49

      Perdón: parte superior izquierda de la pantalla (desktop)
      Disculpas

    • Enrique Dans - 25 septiembre 2023 - 23:18

      No, es que el logo de Anthropic siempre ha tenido dos versiones: una larga con la barra sustituyendo a la «i», y otra corta en la que aparece únicamente la «A» y la barra se pone inmediatamente a su lado en paralelo, que es la versión que he usado yo. Si buscas «Anthropic logo» en Google Images verás ejemplos de las dos versiones, la larga y la corta. Quien ha invertido en Anthropic es Amazon, no AWS (que no tiene personalidad jurídica propia), de ahí mi alegoría juntando los dos logos. Pero vamos, que es todo una paja mental de diseño, no tiene ninguna importancia…

      • Niker - 25 septiembre 2023 - 23:48

        Es interesante Enrique, y sugiere a ambas compañías, más Amazon por supuesto que es logo más conocido

      • c3po - 26 septiembre 2023 - 11:06

        «La A»
        Homenaje a Eugenio

        Curioso como se discute entre el ASCII 47(slash) y el ASCII 92(backslash).

        -Oye, como se llama aquella montaña?
        -Cual?
        -Y la otra?

  • #017
    Xaquín - 26 septiembre 2023 - 12:00

    Lo mismo que los colonos camino del Far West, o de alguna profundidad selvática en el extremo asiático, llevaban unas «como gafas virtuales», donde aparecía el mágico metal : oro, oro y más oro. O en su versión oriental : opio, opio y más opio.

    Y así empezó el premegasiliconado Google, anunciando la Buena Nueva Californiana… luego llegaron los forofos del juego y del dinero atrapa poderes varios. Y tal cosa se fue jodiendo, con ese mantra del mercado libre y la invasión de la privacidad. Nada supera la luminosidad del oro.

    Como si los pobres tuvieran alguna privacidad posible. O derecho a ser iluminados. Que se lo pregunten a los plebeyos romanos, que seguro aún quedan descendientes casi directos, repartidos por este planeta tan tan solidario.

    Y es muy curioso, como se echan pestes de la llamada IA (made in HS, con mucha o poca IH), mientras se va comprobando en las redes sociales, como el nivel expresivo, no en calidad argumentativa (esa es otra historia), va aumentado gracias al uso de algún que otro algoritmo (generativo, como gusta de decir al Dans). Aunque solo sea «de bolsillo».

    Bien venida sea la IA, si consigue devolver el nivel de interacción expresiva a tiempos de los romanos (los Cicerón, Séneca, Marco Aurelio…) Sin olvidar a los filósofos griegos anteriores, aunque estos, especialmente postsocráticos siguen algo sobrevalorados.

    Y por lo anterior, precisamente, es tan tan difícil que la IA pueda aprender a argumentar «con xeito». ¿Quién le va a dar para leer buena literatura?

    Y sí, como buenas capitalistas, las grandes tecnológicas son todas del lobby gay (en el mal sentido), ya que nunca tendrán prevista otra cosa que darnos bien por el culo. Por lo menos mientras las controle el llamado libre mercado (bolsa, fondos buitres, con perdón de los buitres… y diversos gurús económicos, con el mantra de que «el beneficio de unos pocos, ante todo»).

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