Netflix y el maldito isomorfismo

IMAGE: Dima Solomin - Unsplash

Desde la brutal caída del valor de su acción que comenzó el pasado noviembre debido a algunas cifras que parecían presagiar una saturación de su mercado, la dirección de Netflix ha estado meditando formas de revivir la tracción de la compañía, y han diseñado un plan para ello.

¿Cuál es el problema? Que como indicaba en mi artículo anterior sobre el tema, quienes toman las decisiones sobre el destino de Netflix no son quienes la fundaron y la convirtieron en lo que es, sino una dirección de segunda generación que además, para más preocupación, proviene de la industria tradicional, con el consiguiente choque cultural.

La evidencia es clara si echamos un ojo a las decisiones que la compañía parece estar tomando, y que se alejan radicalmente de sus elementos característicos: lucha más decidida contra la compartición de contraseñas , introducción de publicidad para usuarios del tramo de precio más bajo, contenidos en directo del tipo concursos, comedia en vivo y similares, y por supuesto, reducciones de plantilla. Medidas todas ellas que posiblemente tengan el respaldo de los números, pero que se alejan bastante de lo que definía a Netflix y de lo que su fundador hacía cuando la gestión estaba en sus manos.

¿Luchar contra la compartición de contraseñas? Que un porcentaje significativo de tus usuarios no estén pagando por el servicio sino utilizando las contraseñas de otros puede significar, en una compañía dedicada al streaming, un cierto drenaje de recursos, pero la visión habitual de Reed Hastings desde los orígenes del proyecto era que algo así no perjudicaba a la compañía en el largo plazo, sino que tendía a funcionar como una cantera de futuros usuarios de pago.

¿Publicidad? Si la limitan a un grupo de usuarios determinado que acepte pagar menos a cambio de ser interrumpidos por anuncios, puede que el impacto no sea muy elevado, pero sin duda alguna, se aleja de la tradicional cultura de respeto a los contenidos que imperaba en la Netflix original. Este tipo de cosas funcionan como una pendiente resbaladiza: se empieza con «solo para algunos usuarios» y «solo al principio de cada episodio», y se termina metiendo un corte en medio de la escena clave de una película de culto, o poniendo a un mono a darle al botón como hacen muchas cadenas de televisión tradicionales.

¿Livestreaming? Muy bien, pero de nuevo… la Netflix original afirmaba que ese no era su terreno, y enseñó a sus suscriptores a esperar otro tipo de contenidos, más cuidados, con más calidad, con otro enfoque. De hecho, la queja principal de los usuarios de Netflix hoy en día no es que haya incrementado sus precios, sino que lo ha hecho a cambio de peores contenidos, lo que indica claramente un cambio en la forma de decidir por qué contenidos se apuesta y por cuáles no.

¿Despidos y reducciones de plantilla? ¿Qué fue de la importancia de la cultura en Netflix y de la necesidad de tener unos trabajadores motivados a los que se trata con confianza, a los que se da muchísima libertad a cambio de que asuman mucha responsabilidad? ¿Qué queda de esa confianza cuando ves a ciento cincuenta de tus compañeros desfilar por la puerta con sus cajas de carton?

De nuevo, ¿dónde está el problema? Simplemente, que la estrategia de Netflix para salir de su crisis se parece sospechosamente mucho a lo que haría una cadena de televisión tradicional, y va a convertirla en algo muy parecido a una cadena de televisión tradicional. Pensémoslo: ¿qué llevó a millones de usuarios a entretenerse con Netflix y a pasar horas con Netflix delante de una pantalla, cuando antes recurrían a una cadena de televisión tradicional? Muy sencillo: que Netflix era diferente, muy diferente de las cadenas de televisión tradicionales. ¿Y por qué se parece ahora tanto la futura estrategia de Netflix a la de un canal de televisión tradicional? Muy sencillo: porque ha sido diseñada por quienes ahora gestionan la compañía, que provienen… adivinemos… ¡del negocio del entretenimiento tradicional!

Como en tantas otras ocasiones, isomorfismo: la mimetización progresiva de un competidor para parecerse cada vez más a su entorno normativo, en este caso, al resto de la industria del entretenimiento. Y eso resulta un problema, porque muchos de los suscriptores de Netflix lo éramos precisamente porque se diferenciaba mucho de la industria del entretenimiento tradicional, de cuya forma de hacer los cosas, además, llevábamos tiempo estando bastante hartos.

Estamos ante algo que hemos visto en numerosas ocasiones en compañías tecnológicas: cuando el fundador de la compañía «se retira», se dedica a otros temas y abandona la gestión del día a día, puede tener la tentación de dejarla en manos de una segunda generación de directivos, y cometer el terrible error de reclutarlos no entre sus propios directivos formados en la cultura fundacional, sino provenientes de la industria. ¿De qué industria? Precisamente de aquella en la que su compañía fue capaz de generar una disrupción. Como consecuencia, el componente disruptivo comienza a diluirse, y la compañía confluye cada vez más hacia la estructura tradicional, hasta parecerse al resto de competidores.

Un proceso que casi se lleva a Apple a la tumba con John Sculley, que convirtió a Yahoo! en una caricatura de sí misma con Terry Semel, o a Google en una empresa que perdió su lema y su identidad bajo Eric Schmidt, todos ellos directivos tradicionales de empresas «de toda la vida». Y ahora pongamos nombres y apellidos dentro de Netflix: ¿de dónde viene Ted Sarandos? De la industria del videoclub tradicional, la que Netflix, entre otros, aniquiló. ¿Y Bela Bajaria? De CBS, Warner Bros. y Universal. ¿Por qué se va a parecer cada vez más Netflix a esas compañías? No me parece que sea muy difícil de explicar. ¿De verdad nadie ve un problema en confiar la dirección de una compañía disruptiva a ese tipo de perfiles?

Desde el punto de vista de innovación, una auténtica desgracia. Ya veremos si Netflix es capaz de darse cuenta de algo así.


This article is also available in English on my Medium page, «Netflix and the terrible tendency toward isomorphism»

27 comentarios

  • #001
    Xaquín - 17 mayo 2022 - 15:13

    «confiar la dirección de una compañía disruptiva a ese tipo de perfiles» (EDans).

    Terrible, porque desencadena, entre otras cosas, el Síndrome del Directivo Acogotado por la Fama del Anterior Dispuesto a Demostar lo Equivocado que Estaba… y eso acaba por ser fatal para la empresa.

    Incluso siendo un artista en lo suyo (en el ecosistema anterior), siempre se dejará llevar por las peores tendencias de su pasado.

    A fin de cuentas viene a ser tu mantra : no es nada fácil digerir la disrupción. Y en alta tecnología mucho menos!

  • #002
    superagente 86 - 17 mayo 2022 - 16:13

    A ver creo que la explicación es más sencilla. Sin llegar a los extremos de gritar eso de

    «Es el mercado idiota. El mercado»

    Hagamos una reflexión, cuando en la práctica un sector se liberaliza ya sea porque hay una regulación a favor de obra, o que la tecnología avanza ( caso de Netflix) resulta que hay un mercado que se divide en ciertos trozos para pasar de ser un monopolio de facto a una competencia entre iguales (esta asunción del liberalismo es una cachondada, pero no es el tema) entonces resulta que para un número de posibles clientes a a ver un mercado de oferta y se asume que el sector es como una tarta de cumpleaños. Pero no está mamá para repartir los trozos de manera ecuánime sino que cada uno con su posición en ese mercado, se tiene que ganar su trozo del pastel.

    Entonces te puede pasar como en el caso de las comunicaciones, que el incumbente, es decir Telefónica, parte con ventaja. O te puede pasar como con las eléctricas, que los mamones son un cártel y ponen los precios que quieren, utilizando la influencia política y las puertas giratorias con los políticos, en ese caso… las empresas mantienen su status quo y el consumidor de facto obtiene una mierda de liberalización

    Luego están los «medios estilo TV» en el que hay sitio para el sector público (TVE y autonómicas) y el privado ( dos medios) y se acabó en abierto. Y supuestamente los «otros» que son los que se creen «que manejan el mecado» del streaming de calidad y claro está pagando que tienen que pagar el peaje de que el usuario tenga un buen acceso y además que su oferta sea diferenciadora y de alor añadido. Y claro hay unos cuantos operadores ofreciendo sus «miserias» y haciendo marketing de guerrilla (blogueros y demás) para que el tonto de turno pague un dineral por series de calidad B con un repertorio escaso y de producción que hacen bueno al spaguetti western de las producciones de los 70s

    Y la prueba del 9, es p.ej. el caso de la magnífica comedia de Antena3 «La casa de papel» que la compra esa multinacional infame y convierte en una serie de culto en una bazofia intragables, estirando el chicle, inventando temporadas que no aportan nada, y todo para que pagando un dineral la puedas ver en una tarde. Conclusión, la gente se borra de Netflix y disfruta de no tener que aguantar esa basura.

    Lo dicho, no hay pastel para tantos niños, y una vez pasada la novedad, el futuro de Netflix es calcado al de Blockbuster, Sayonara baby !!!

  • #003
    Dedo-en-la-llaga - 17 mayo 2022 - 17:16

    Nunca, jamás, entendí el «éxito» de Netflix cuando hoy por hoy, lo más disruptivo es hacerse, como yo, su propio «Netflix» en su propio salón de casa a mi propio gusto (y también disgusto): mi propio canal, mis propios contenidos, mi propio horario, mi propio «todo»… ;-)

    • PS - 18 mayo 2022 - 11:02

      Cómo lo haces?

  • #005
    R. - 17 mayo 2022 - 17:43

    A netflix lo auparon financieras como ARK Investment, que compraba empresas con escasos resultados pero que tuvieran muchos suscriptores. Resultado, las series las vieron casi de gratis y a mí me costó tres millones de pesetas metidas en ARK.

  • #006
    Matt - 17 mayo 2022 - 17:58

    Con lo de la publicidad parece que tengan más interes en liquidar la compañia que en salvarla.

  • #007
    javier bilbao - 17 mayo 2022 - 17:58

    No se si tendrá esto algo que ver, pero en los mentideros de la villa se describe como «panfleto progre».

    Si esto fuera verdad, una identificación política a derecha o izquierda es un error, mosquea a una parte de la audiencia y puede que muchos reaccionen.

    En el cole de los niños la mayoría de los padres han cancelado su suscripción por estas cosillas.

    Veo difícil darle la vuelta a esa imagen de marca.

    https://www.youtube.com/watch?v=E6i4e9y98Mw&ab_channel=UnaAlienada

    • Lua - 17 mayo 2022 - 19:28

      Las risas que me ha sacado el video de marras… XDDD

    • Matt - 18 mayo 2022 - 13:56

      Pero hombre, en esos mentideros de la villa se describe como panfleto progre hasta el cambio climatico.

  • #010
    Gorki - 17 mayo 2022 - 18:59

    Hay algo muy difícil de admitir, que una copia digital no vale absolutamente nada, por mucho que valga hacer el original, No importa si es, la copia de del NFT del primer twitter emitido, un corto de TicToc, la copia de Michael Jackson bailando moonwalk, la copia de «Los pilares de la Tierra», o de «Lo que el viento se llevó»

    Todos tenemos en nuestra casa amplios medios para duplicar «ad infinitum» las copias digitales y discos duros donde alojarlas. Por tanto, cualquier negocio que se base en vender copias digitales, lo tiene muy difícil, por mas que la Ley en principio persiga el «pirateo».

    Como consecuencia siempre Netflix siempre parecerá caro para lo que da y solo tendrá un precio aceptable para cierto público, si cobra tan poco, como para que no nos molestemos en piratear una película o una canción y repartirla a todos nuestros conocidos.

    Por otra parte, Netflix es una empresa capitalista que padece la enfermedad de cualquier empresa capitalista, la necesidad de aumentar sus beneficios, trimestre tras trimestre para poder así contentar a sus accionistas, cuando todos sabemos, que el crecimiento continuo es imposible porque pronto chocas con los límites imposibles de traspasar, como es alcanzar la totalidad de tu mercado.

    Con dirigente «trogloditas», o dirigentes «modernos», Netflix tiene dos problemas, es muy difícil aumentar las cuotas sin provocar la espantada de los abonados, (y mas en una época de crisis inflacionaria, donde todo miramos de donde ahorrar), pues sus abonados tiene fácil pasarse al «pirateo», y no puede aumentar mucho el número de abonados, porque ya todos los «comodones» que potencialmente podía ser clientes, lo son.

    ¿Qué puede hacer?. Lo que hace, reducir los costos de producción, (menos calidad en el producto), y en la medida que pueda, buscar otras fuentes adicionales de ingreso, (publicidad).

    Dans lo achaca a una dirección «troglodita» y puede que lo sea, pero no indica ninguna solución a conseguir mas ingresos para Netflix y ahí está la «madre del cordero».

    Un problema de crecimiento desmesurado y rápido que antes se han encontrado todas la empresas que digitales cubren el mercado internacional, Amazon, Google, Facebook, Microsoft, Intel. … y en su momento Yahoo y pronto Aplle.

    , .

    • Enrique - 17 mayo 2022 - 19:54

      Estoy muy de acuerdo con la crítica al crecimiento infinito de las empresas, pero no en este caso, Netflix tiene 220 millones de usuarios y hay 5.000 millones de personas que tienen acceso a Internet.

      Vamos, que si el crecimiento se ha estancado no es precisamente porque se hayan acabado los usuarios potenciales.

      • Gorki - 17 mayo 2022 - 22:37

        Se han acabado los usuarios que les resulta menos doloroso pagar que piratear.

        Hay mucho Bueno Gratuito, Legal y de Calidad, pero aun hay mucho mas que es solo es Bueno Gratuito y de Calidad, solo que hay que buscarlo.lo cual supone algo de incomodidad

        • Javier Cuchí - 18 mayo 2022 - 08:46

          Bueno, esa es una opción legítima. Hace ya muchos años, cuando empezamos la guerra contra la $GAE, desde este mismo blog -y desde muchísimos otros- se dijo y se repitió ad nauseam que cuando al público se le diera el producto en la forma que quisiera y a un precio que el propio consumidor juzgara razonable, la piratería se acabaría, en el sentido de que pasaría de ser masiva a marginal. Y así ha sido. Exactamente así.

          Con diez euros mensuales se paga una entrada a una sala de cine y muy poco más (quizá los cacahuetes); o bien un mes en Netflix (et alter) y muchos prefieren -preferimos- pagar eso antes que perder montones de horas buscando y descargando los contenidos que nos gustan.

          ¿Que Netflix decae? Bueno, ya vendrá otro con más cara y ojos. Y vendrá porque alguien hará que venga, porque si el modelo Netflix ciertamente decae sin ser sustituido por otro igualmente aceptable, no sólo se volverá a la descarga masiva -aunque yo eso lo veo ya como una entelequia- sino que, encima, se perderá el enorme saco de millones que ha salvado al sector de la ruina absoluta una vez agotó el modelo de exhibición en salas o de venta de soportes físicos.

          • michel Henric-Coll - 18 mayo 2022 - 18:35

            Me parece una buena reflexión y una buena opinión también.

  • #015
    Chipiron - 17 mayo 2022 - 19:50

    A lo que dice Enrique en el artículo, hay que añadir la aparición de una dura competencia, cómo HBOmax, AppleTV+, Amazon Video y, sobre todo, Disney, que con su irrupción en el mundo del streaming ha destrozado record tras record.

    Sin tener números en la mano, creo haber leído que las acciones de la compañía han subido lmuchísimo con su exitosa entrada en el negocio del streaming (que curiosamente, los viejos del lugar, soliamos denominar VOD, o servicios «de video bajo demanda», el holly grail de las comunicaciones en su momento).

    Y hablando de Disney, lanzo una pregunta al aire para ver que opinais: Con las adquisiciones de franquicias como Pixar, Star Wars, y Marvel, no se podría empezar a considerar a Disney como un monopolio de contenido infantil y/ fantastico? Que pensais?

    • Lua - 17 mayo 2022 - 20:16

      Monopolio…. XDDDD

      • Chipiron - 17 mayo 2022 - 20:20

        Eso es un si o un no…??

  • #018
    Pit - 17 mayo 2022 - 20:20

    Pues para mí el declive de Netflix tiene dos causas: la competencia y, sobre todo, el empobrecimiento de susñ catálogo.
    Hace años podías ver casi todos los éxitos del cine comercial reciente, ahora apenas tienen cine que no sea producción propia.

  • #019
    Chipiron - 17 mayo 2022 - 20:25

    Muy cierto.

    Pero fijate que la segunda razón que das también está ligada a la primera: cuando no había más plataformas en streaming, el resto de productoras «alquilaban» sus catálogos a Netflix.

    Cuando han visto que podían añadirse al mercado sin intermediarios, lógicamente no han permitido a Netflix que use sus títulos, con lo que Netflix ha tenido que empezar a producir a saco sus propios contenidos.

  • #020
    Juan T. - 17 mayo 2022 - 20:49

    Pues como no permita compartir contraseñas, meta publicidad, etc, yo sé de uno que se borra.

    Solución : darse solo un mes de alta saltando de plataforma en plataforma, ver las mejores producciones de cada una en ese mes, mientras reponen contenidos en el resto, por que el problema no es que pagues mensualmente mas dinero si no compartes contraseña si no que no meten contenido interesante al ritmo suficiente y al final ves cosas que no te gustan demasiado por que no encuentras nada mejor.

  • #021
    KOLDO SARRIA - 18 mayo 2022 - 01:24

    Tengo mis dudas sobre el peso concedido al isomorfismo a la hora de explicar la caída de (en este caso) Netflix.

    De la misma forma que el “neomorfismo“ por sí solo no es garantía de ningún éxito, el isomorfismo por sí solo tampoco es garantía de fracaso. A mi modo de ver es simplemente un factor más, entre los muchos a considerar en el análisis, y creo que en el artículo de hoy se le concede un peso excesivo.

    Sobran ejemplos de casos de éxito aplicando el isomorfismo, y de casos de fracaso aplicando el “neomorfismo“, porque hay muchos otros factores a considerar que acaban haciendo decantar la balanza hacia un lado u otro.

    Por cierto, me cuento entre los que opinan que la calidad de Netflix ha caído de manera más que apreciable.

  • #022
    Deckard - 18 mayo 2022 - 07:06

    Netflix tendrá millones de suscriptores, pero ya está muerto. El Netflix al que me suscribí el día 1 de su apertura en España y del que me borré hace una temporada, asqueado por su política de cancelación de series, ya no existe. Está muerto, solo que aun no se ha dado cuenta. .

  • #023
    Daniel Terán - 18 mayo 2022 - 08:59

    ¿A que no sabéis qué ha hecho también como una compañía tradicional?

    Exacto, despedir gente !!

    https://elpais.com/economia/2022-05-18/netflix-despide-a-150-empleados-tras-el-batacazo-de-suscriptores.html

  • #024
    Gabriel - 18 mayo 2022 - 10:16

    Una cosa que no entiendo de Netflix es su insistencia en que cuando acabas de ver un contenido, automáticamente te abra otro (sin dejarte ver ni los créditos y música final) ¿Qué interés tiene una plataforma de subscripción mensual para que veas más contenidos de un tirón? Si consumes rápido todos los contenidos que te gustan, ¿no pensarás al mes siguiente que ya no hay contenidos buenos y empezarás a pensar que pagas por nada? Entiendo que te publiciten otros contenidos para que conozcas los que existen, ¿pero que te fuercen a consumirlos cuando no ganan nada con ello, si no más bien pierden? Otras plataformas no lo hacen.

  • #025
    Fernando - 18 mayo 2022 - 10:30

    Y que extraño que no digas nada de Spotify. Porque me parece que va por el mismo camino. No han cambiado directivos, pero si algunas particularidades respecto a los usuarios.

  • #026
    michel Henric-Coll - 18 mayo 2022 - 18:47

    Que no sirva de precedente, pero por una vez comparto totalmente la opinión de un artículo de Enrique Dans.

    Trogloditos cavernícolas que no son capaces de entender que «times, they are a-changin'». Que no ven – como dice Paul Watzlawick – que su solución constituye el problema.

    Cierto que hay otros factores agravantes (como comentan otros ut supra).

    Pero cuando los directivos ponen los beneficios como principal prioridad y no como consecuencia de gustar a los clientes, el futuro de la empresa está muy comprometido.

  • #027
    Guido - 20 mayo 2022 - 10:29

    El mejor artículo con el análisis más exacto a mi parecer que he leído sobre el tema Netflix. Incluso en las referencias a lo ocurrido en otras compañías. Es una pena en lo que ha terminado por convertirse. Aún estaría a tiempo de dar un cambio de rumbo. De volver a la esencia original que les hizo grandes. A querer ser una tech más que otra network. No pasará.

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