Coches autónomos: expectativas y realidades

IMAGE: Waymo

La evolución de los vehículos autónomos está sirviendo para poner de manifiesto hasta qué punto pueden muchas personas, incluyendo supuestos expertos en prospectiva tecnológica, no ser capaces de entender el ciclo de desarrollo de una tecnología y equivocarse hasta el límite del ridículo.

Haz clic en este enlace y lee la noticia, vídeo incluido. Es de diciembre de 2018, hace algo menos de un año, y es la crónica del primer viaje en Waymo One, el servicio de transporte en vehículos autónomos creado por la subsidiaria de Alphabet en Phoenix (Arizona), escrita por Andrew J. Hawkins, un periodista de The Verge. En este tipo de cuestiones, las crónicas de periodistas siempre son más recomendables que las notas de prensa y los vídeos creados por las compañías implicadas, que siempre pueden rodarse veinte veces hasta que una sale finalmente bien, y terminar mostrando versiones «idealizadas» de la realidad.

Ahora haz clic en este otro enlace, y de nuevo te encontrarás una crónica y un vídeo. En esta ocasión, la noticia es de tan solo hace tres días, está escrita por Ed Niedermeyer para TechCrunch, y te permitirá apreciar una «pequeña diferencia» frente a la anterior: el conductor de seguridad, que en el vídeo de 2018 permanecía tras el volante, aunque estuviese completamente inactivo, preparado para tomar el control en caso de necesidad, ha sido eliminado. De nuevo: la noticia está escrita y documentada por un experimentado periodista de TechCrunch, no es una nota de prensa idealizada, ni un anuncio destinado a impresionarnos. No tiene lugar en un circuito, sino en tráfico real, rodeado de vehículos conducidos por torpes humanos. Es tan real y tan creíble como un buen periodista puede recogerla.

Entre una noticia y la otra hay, lógicamente, muchos pasos intermedios. Primero, la compañía puso en marcha su servicio Waymo One en pruebas, y se dedicó a recoger incansablemente feedback y quejas de sus usuarios, incluyendo personas de la propia compañía especialmente instruidas para fijarse en cualquier pequeño detalle, por nimio que pudiera ser. La compañía, decidida a poner muchos más vehículos autónomos en las calles para así progresar más rápido en su curva de la experiencia, adquirió una planta en Michigan para construir sus propios vehículos, obtuvo una licencia para transportar pasajeros en coches autónomos en California, comenzó a mapear las calles de Los Angeles con el nivel de detalle necesario para posibilitar sus operaciones, para posteriormente anunciar que comenzaría a ofrecer ya viajes sin conductor de seguridad.

De nuevo, la experiencia de Niedermeyer no es un final, sino un comienzo: hay mucho que probar, mucho que evaluar, mucho feedback y muchas quejas que recibir. Los vehículos de la compañía ya no son atacados por trasnochados trastornados, como ocurría en 2018, del mismo modo que ya solo los más recalcitrantes anticuados mencionan el manoseadísimo «dilema del tranvía» cuando pretenden convencerte de que «eso de los coches que conducen solos no pasará mañana». No, en efecto, no pasará mañana. Está pasando hoy. Y sin que nadie tenga que plantearse si matamos al maldito bebé que está en medio de la carretera o al pasajero del vehículo. Una persona con cierto uso de razón debería tener la madurez suficiente como para diferenciar entre dilemas filosóficos teóricos y la toma de decisiones en contextos reales, y también para entender la importancia del cálculo de probabilidades.

El futuro es ahora el siguiente: Waymo buscará alianzas para cubrir el coste de mapear detalladamente cada vez más ciudades, y desplegará su plataforma en vehículos de otros fabricantes, como ha hecho ya con Renault para desplegar un servicio de vehículos autónomos en la región de París. Pronto, el que en tu ciudad haya o no vehículos autónomos dependerá de la velocidad de los legisladores locales a la hora de cambiar las leyes para hacerlos posibles, y de la disponibilidad de inversores o actores locales que vean el interés de poner un servicio así en marcha, fundamentalmente en función de la demanda prevista de cara a su explotación. Si vives en una ciudad grande y moderna, en la que resulte fácil cartografiar y cuadrar los números, seguramente verás este tipo de vehículos antes que si vives en una con diseño antiguo, con calles difíciles de recorrer, y más pequeña. Pero eso no querrá decir que los vehículos autónomos no sean una realidad, sino simplemente que aún no han llegado a donde tú vives.

El futuro no se lee en bolas de cristal: se predice haciendo números y analizando tendencias. Con un coste operativo sensiblemente inferior al de un vehículo con conductor (algunos calculan entre un 44% y un 61% menos para trayectos de entre 10 y 20 km), la llegada a ciudades y carreteras de servicios de transporte basados en la conducción autónoma es tan solo una cuestión de tiempo, ya no de disponibilidad. Algo que cambiará la fisonomía de nuestras ciudades, que será fundamental en nuestra decisión de no adquirir un automóvil, que influenciará las normas de aparcamiento y circulación en muchas zonas urbanas, y que posibilitará, sin duda, un avance fundamental con respecto a la dañina «era del automóvil». En treinta o cuarenta años, los nacidos en esa época verán aquel pasado en el que «todo el mundo tenía uno o varios vehículos propios y los conducía él mismo echando humo venenoso como si no hubiese un mañana» como una aberración incomprensible, como algo demencial.

Estamos a finales de 2019, y los vehículos autónomos ya están aquí. La tecnología ya está disponible. Aún no en todas partes – es preciso un importante trabajo de cartografía previo – y aún no completamente desplegados, pero la tecnología ya está aquí, lista para superar la inspección de cualquier avezado periodista. Que la adoptemos más rápido, con todas sus indudables ventajas, o que sigamos agarrados a nuestros viejos hábitos es una cuestión que ya no depende de la tecnología ni de su desarrollo, la tecnología ha estado a la altura de las necesidades: ahora, depende de nosotros.


This article was also published in English on Forbes, «How reality has exceeded our expectations about self-driving vehicles«


12 comentarios

  • #001
    Gorki - 3 noviembre 2019 - 13:37

    Llevo lo menos dos años retrasando la compra del coche, porque aun no puedo comprar un coche eléctrico que me convenza, a un precio razonable. Si comienzo a retrasar la compra, por si llega el coche autónomo, mucho me temo que nunca voy a sustituir el superamortizado coche que tengo.

    Así que de momento, no cambio de planes, cuando aparezca un eléctrico que se ajuste a mis deseos y sea razonablemente económico, lo compro. Si no llega, me compro un coche de segunda mano con unos 7 años unos 80.000 km y buen estado, para tirar con él entre cuatro y cinco años mas.

    Yo el coche lo utilizo actualmente un 50% para recorridos de Parking a Parking, (Mi casa Hipermercados, Centros comerciales, barrios periféricos…), rarisimamente para ir al centro, (uso autobuses o taxis), y el otro 50% para viajes de por carretera, (acabo de venir de Valencia y me voy a Cáceres)

    De momento el coche autónomo, lo considero aun dentro del capítulo de ciencia ficción. Como tenga que esperar a que cartografíen las carreteras que llevan a las playas de Llanes… ¡¡¡ Largo me lo fían !!! y a mi, el que cartografíen Los Angeles y Paris, me vale de poco.

  • #002
    Carlos J. - 3 noviembre 2019 - 14:19

    Gorki, el coche autónomo planteado como en este artículo no es para que te lo compres, es para que lo uses.

    Si viajas tanto en carretera, seguramente te merezca la pena comprar un coche eléctrico con bastante autonomía, aunque sea el último coche que compres (el autónomo se impondrá primero en las ciudades y luego en todas partes).

    Encontrarás varias calculadoras online que según los quilómetros que hagas, te ahorrarás o no, a parte de otros posibles beneficios del coche eléctrico. Entre lo que ya hay en el mercado y lo que hay por venir el año que viene, al menos que tengas problemas crediticios, es fácil que te salga rentable un eléctrico.

    Lo que le espanta a la gente es que el coste incicial es mayor, pero a menudo, el coste durante todo el ciclo de vida es inferior. Anímate, que cada vez se va a potenciar más este tipo de coche y comprar un gasolina va a ser un muerto. Si tienes parking en casa o lugar fácil de recarga, merece mucho la pena.

    • Enrique Dans - 3 noviembre 2019 - 14:30

      Esa fue mi reflexión. Yo no soy una «car person», los coches me han traído siempre bastante sin cuidado, he sido fundamentalmente funcional. Nunca me había gastado en un coche lo que me he gastado en este último. Pero a medida que veo pasar gasolineras sin plantearme parar en ellas para nada más que para un lavado ocasional, que veo avanzar el cuentakilómetros sin pensar en una revisión o que me planteo que, salvo que tenga un accidente grave, es el último coche que voy a comprar en mi vida, me convenzo de que fue una compra fantástica y llena de lógica. Además, no podía seguir escribiendo las cosas que escribía y seguir conduciendo un vehículo de gasolina, uno, dentro de sus posibilidades, tiene que ser razonablemente consecuente con lo que escribe…

    • Gorki - 3 noviembre 2019 - 16:43

      A mi me hace el efecto, que el coche autónomo se plantea de momento, solo para taxi y dentro de determinadas ciudades, No he visto a nadie que esté pensando hacer un coche para ir de una ciudad a otra, pero si, para dar servicio dentro de una ciudad y mas como taxi de uso público, que para uso privado.

      Por lo tanto, ni me planteo seriamente comprar un coche autónomo, y en su momento me platearé el utilizarlo, aunque supongo, que para entonces quien lo utilice, no será una cobaya humana, como lo es ahora.

      Otra cosa es el coche eléctrico, al que veo varias pegas actualmente, un precio elevado. una red de puntos de recargas escasisima, y una autonomía corta.

      En el precio de adquisición se está pagando la novedad, pues no hay razón para pagar por un electrónica, no muy compleja y una mecánica muy simple, lo que se paga, Estoy seguro que cuando empiece la competencia real caerán los precios en picado.

      La autonomía no se puede conseguir a base de cargar continuamente con 1000 kg de baterías, Yo estoy seguro que con el tiempo el coche tendrá una batería de autonomía muy reducida y para largos viajes se buscará otras soluciones, como puede ser arrastrar baterías extra o lo mas probable un generador a gasolina.

      En cualquier caso, la red de recarga se multiplicará a medida de que aumente el parque y solo basta saber si lo habitual sera encontrar punto de recarga libre u ocupado cuando nos acerquemos a recargar.

      Lo que seguro que se estropea es el precio, pues cuando se generalice traspasaran a la electricidad todos los impuestos que hoy pagan los combustibles,

      Eso ya lo viví yo con el gasóil, Tuve una especie de Camper hecha con una furgoneta Mercedes y entonces el gasoil valía 2/3 de la gasolina, pero cuando se generalizó el coche a gasoil, subieron los impuestos y hoy sale al precio de la gasolina, Con la electricidad pasará lo mismo

      He leído el relato de un viaje Madrid/Cadiz en coche eléctrico, y pese a que el autor es favorable a este tipo de coches, toda la planificación necesaria para el viaje me parece una pesadez, Es lo que ya dije, es sacar de viaje al gusto del coche, tu vas donde el coche está cómodo y no al revés, que es lo lógico
      https://www.elespanol.com/reportajes/20191103/viaje-electrico-madrid-cadiz-desmontando-dgt-ii/441456339_0.html

      Aun me parece prematuro el adquirir un coche eléctrico, pero estoy con vosotros que en un año puede cambiar la cosa, porque se solucionen los problemas pendientes de una forma u otra. Respecto del coche autónomo, estoy con Dans, no se harán para su uso privado y veremos si se hacen para andar por carreteras o solo para sustituir a los taxistas, (y quizá el coche privado), en las grandes ciudades

      • Javier - 4 noviembre 2019 - 13:43

        «Lo que seguro que se estropea es el precio, pues cuando se generalice traspasaran a la electricidad todos los impuestos que hoy pagan los combustibles»

        Lo que no me queda claro es si esos impuestos los repercurirán en el recibo «de casa» o habrá que dar de alta un nuevo contrato para la toma. Porque si no logran discriminar el consumo nos va a tocar pagar esos impuestos a todos los abonados tengamos coche electrico o no. Y la verdad es que no me mola nada. Creoq ue todavía no lo tiene claro y por eso la falta de puntos de carga.

  • #006
    Xaquín - 3 noviembre 2019 - 16:31

    Por algo las curvas más difíciles de entender, de forma «analógica» (no matemática), son la curvas exponenciales. Y la tecnología usa una de ellas…

    Para bien o para mal, los avances tecnológicos interaccionan entre ellos cada vez más rápido.

  • #007
    Matt - 3 noviembre 2019 - 20:56

    Sigo sin tener claro eso de que la gente no tendrá los vehiculos autonomos en propiedad y que todos iremos en robotaxis.

    • Gorki - 4 noviembre 2019 - 12:04

      ¿Te comprarías un coche muy caro que solo te valiera para andar por dentro de Madrid? – De momento no hace nadie coches autónomos para ir de Madrid a Zaragoza, y puede que alguna vez los hagan ,para andar por las grandes ciudades y las autopistas que las unen. Pero ¿Te comprarías un coche que no te vale para ir a la playa?

  • #009
    Javier Abascal - 4 noviembre 2019 - 11:51

    Parece un poco pronto para evaluar la seguridad de un coche autónomo. Los vídeos mostrados en barrios residenciales con calles de varios carriles, casi sin tráfico, como los mostrados me parecen un buen comienzo, está claro que estas muestras no se van a hacer en ciudades con tráfico caótico, de noche, con lluvia o con niebla.

    Accidentes como los de Arizona en el que un Waymo es embestido, tienen la ventaja de las imágenes del propio coche que demuestran que no tuvo nada que evitar. En otros casos más dudosos, como cuando un Waymo embiste un autobús sorprendentemente no hay imágenes del coche. Y sabemos lo que pasó por que el bus tenía cámaras. También hay vídeos de Waymo haciendo giros difíciles para una persona que luego analizados se ve como hay un conductor dentro del supuesto autónomo.

    No me cabe ninguna, tal como nos cuenta Enrique, que las excelencias y pocas pegas que se ven en los vídeos propuestos de TheCrunch y TheVerge serán la plataforma publicitaria hecha sin pudor a través de supuestos periodistas y opinadores imparciales.

    Se podrían sacar más conclusiones de la vulnerabilidad de estos coches en circunstancias de tráfico real, como por ejemplo, señales de tráfico vandalizadas que no son legibles para una AI, semáforos rotos, hackeo de estos coches para robar a los pasajeros, algo tan sencillo como una señal de STOP simulando un paso de niños, etc etc

    Lo dicho estamos en los primeros pasos, y darán más que hablar para lo bueno y lo malo

  • #010
    Javier - 4 noviembre 2019 - 13:56

    A mí lo que siempre me ha extrañado es que no se apliquen ya estas tecnologías en la aviación o en el tren antes que en los coches y desde hace tiempo.. En la aviación ya hace tiempo que existen los pilotos automáticos y sistemas automatizados anticolisiones. Además en determinados aeropuertos existen sistemas de aproximación y aterrizaje en condiciones de niebla. Quizás sea (pienso yo) que ningún pasajero quisiera subirse a un avión sabiendo que no hay una «persona al mando». En cuanto al ferrocarril aún lo veo mas sencilla su aplicación ya que funcionan sobre «railes» por lo que no veo porqué no se aplica ahí antes de en los coches.

    • Javier Molleda - 6 noviembre 2019 - 11:58

      Sencillo: el coste del piloto, entre 200 pasajeros de un avión, es directamente irrelevante.

      El coste del taxista, o el coste de oportunidad del conductor (poder estar trabajando, leyendo, etc), en un vehículo hecho para (la mayor parte de las veces), una persona, es tan enorme que sí incentiva el piloto automático.

  • #012
    jose luis portela - 5 noviembre 2019 - 00:21

    Estando de acuerdo contigo que si que llegará el coche autónomo y será una de las mayores revoluciones, yo incluso a pesar de ver el video que mencionas, tengo mis dudas que sea real, porque conozco la enorme complejidad de llevarla a cabo, ya que conozco bien el caso de los aviones.

    Con esto no quiero decir que te equivocas o que el video no se real, solo que me cuesta creerlo. Ya he visto en otras muchas ocasiones otros videos que parecen muy reales y que luego el tiempo me indica que no eran tan ciertos

    Por poner un ejemplo todos vimos como el google assistant llamaba a hacer una reserva en una peluquería, y a dia de hoy, al menos en los dispositivos móviles está muy lejos de esa realidad, o como hace más de 5 años todos vimos el video en el que amazon aseguraba que enviaría productos con drones.

    El tiempo dirá cuando y cuales se harán realidad.

Dejar un Comentario

Los comentarios están cerrados