La formación de los líderes del futuro

La edición argentina de Forbes publicó el pasado octubre un artículo, titulado «Cómo entrenar hoy a los managers del futuro» (pdf) en el que cita varios comentarios míos, para el que me entrevistaron en mi despacho hace ya algunos meses, pero que no tenía permiso para publicar hasta ahora.

Hablamos sobre la necesidad de que los directivos entiendan el entorno en el que toman decisiones, incluyendo la interacción con máquinas y algoritmos y, sobre todo, sus posibilidades. Llevo años intentando que los directivos aprendan a programar, al menos hasta un cierto nivel básico, y por mucho que algunos titulares hablen de la posibilidad de que las máquinas se programen solas o puedan llevar a cabo las tareas más pesadas y rutinarias de la programación, sigo pensando que la enseñanza de la programación aporta al directivo mucho más que la posibilidad de llegar en algún momento a programar. Por otro lado, aunque resulte interesante introducir ese tipo de contenidos a día de hoy en la enseñanza directiva, resulta también evidente que en el futuro no será necesario debido a su introducción progresiva en entornos de educación cada vez más elementales.

Hablamos también sobre la importancia de adaptar la cultura de las compañías al entorno, y posibilitar que trabajar en ellas pueda ser visto como algo estimulante y motivador. La capacidad de atraer y retener talento siempre ha resultado fundamental para las compañías, y cada vez más, se evidencia una desconexión entre los valores – o falta de ellos – de muchas empresas, y los demandados por las generaciones más jóvenes, así como con las características de los entornos de trabajo que son capaces de generar. Culturas mucho más abiertas, en las que los elementos más importantes de la estrategia de la compañía son analizados e influenciados por las acciones de los empleados, y en las que son necesarios niveles de confianza mucho más elevados y condiciones más adecuadas para trabajar de manera independiente al tiempo y al espacio, facilitando elementos como la conciliación pero también las particularidades o preferencias de cada persona a la hora de enfrentarse a tareas productivas. Mala época para directivos amantes del control y la supervisión agobiante.

Finalmente, dedicamos un rato a hablar sobre la necesaria transformación digital de la formación, en busca de una variable dependiente que tenga más sentido que unas calificaciones que, en realidad, han demostrado carecer de correlación alguna con el desempeño profesional. La formación tiene necesariamente que pasar a reflejar el dinamismo del entorno y convertirse en algo cuya meta no es la obtención de un título, sino la necesidad de mantenerse actualizado en disciplinas que evolucionan constantemente. Además, volví a insistir en la importancia de las disciplinas humanísticas en la formación, fundamentales a la hora de entender muchas de las dimensiones e implicaciones del futuro y de la interfaz entre personas y tecnología.

Queda mucho por hacer… pero estamos en ello!


8 comentarios

  • #001
    Luis Hernández - 1 enero 2019 - 19:37

    Hace muchos años, cerca de 20, y tras haber empezado a programar en BASIC, busqué la manera de iniciarme en la programación para Windows. Encontré un software llamado NeoBook, con un lenguaje de programación extremadamente sencillo, pero muy bien pensado, que me sirvió, no solo como catapulta para aprender después otros lenguajes, sino como herramienta de trabajo desde entonces.
    No podría enumerar la cantidad de pequeños y grandes proyectos que he llevado a cabo, para mi y para mis clientes gracias a ese «sencillo» lenguaje de programación llamado NeoScript al que estoy tan agradecido.
    El caso es que, hace unos meses, el autor del software, con quien he mantenido siempre muy buena relación online, me comentó que quería abandonar el proyecto ya que se sentía mayor y cansado para continuar con él. Para mi sorpresa, me propuso hacerme cargo del mismo.
    Hace apenas unos días, tras no pocos esfuerzos, hemos lanzado la primera versión, rebautizada como VisualNEO, ahora ya capaz de generar aplicaciones web, de la que soy responsable.
    Me gustaría invitaros a que le echarais un vistazo. Honestamente creo que es una herramienta ideal para empezar a programar y muy útil incluso para aquellos que ya son expertos.

  • #002
    javier march - 1 enero 2019 - 22:19

    Desde luego cuanto más sabe un ejecutivo mejor. Pero más que saber programar, yo creo que lo que debe saber es cómo plantear a su departamento de informática las cuestiones que pretende resolver y que sean ellos los que le planteen soluciones.
    Un ejecutivo, cómo enseñaba aquel libro de formación en dirección de empresas, tiene que salir cada día a «matar elefantes» no a «pisar hormigas». E insisto en que ese conocimiento puede ser importante, pero el tiempo y los recursos a que obliga llegar a resultados no debe ser la labor de alguien bajo cuya responsabilidad están los resultados y la viabilidad de proyectos o empresas. Siempre se dice que hay que saber delegar, y ésta es una de esas cosas en la que es mejor que lo haga alguien que ha hecho de ello su profesión y sea un especialista.

    Otra cuestión es que sea un ejecutivo «Juan Palomo», dónde no haya a quién acudir…..

  • #003
    Marcelo - 2 enero 2019 - 10:19

    Sin saber programar también se puede crear la empresa tercnológica más grande y exitosa de la historia… y dirigiendo la empresa con demenciales modos dictatoriales propios de un psicópata.

  • #004
    unodelmonton - 2 enero 2019 - 10:29

    Pues sobre el tema de que los directivos aprendan a programar, la verdad es que no lo veo. Una cosa es que dentro de su formación anterior a llegar a esos puestos directivos hayan estado implicados en proyectos relacionados con Sistemas, y que entiendan bien la importancia de alinear «Personas-Procesos-Sistemas», y otra que por el mero hecho de saber hacer una aplicación en Python o «Programar una página web» ya se crean que lo saben todo (algo desgraciadamente frecuente entre directivos de un cierto nivel).

    Para mi el que sepan programar a nivel básico y eso les sirva para gestionar mejor sus empresas es el equivalente a ganar en una partida de minigolf, y pensar que por eso puedes hacerte un campo de 18 hoyos de golf en el par.

    En mi vida profesional he tenido que ver a «iluminados» que pretendían montar un CRM en 3 meses, porque en la universidad habían programado un videojuego y «de eso ellos sabían mucho». (Duración real del proyecto 2 años).

    Así, que la importancia de que «aprendan a programar», la colocaría bastante abajo en la lista de prioridades de lo que tiene que aprender un directivo

  • #005
    Gorki - 2 enero 2019 - 12:50

    Considero que lo que es fundamental en cualquier directivo, es tener experiencia en ventas. Sin tener la capacidad de «ponerse en la piel» del cliente, es difícil que acierte en sus políticas empresariales.

    Sin embargo yo, que he programado no poco, creo que saber programación, ayuda a analizar un problema y saber a dividir algo complejo y que no abarcas al detalle,fácilmente, como es la dirección de una empresa, en tareas mas sencillas, realizadas, secuencial o simultáneamente, con el fin de alcanzar lo mejor posible un objetivo. Pero lo mismo puedes conseguir si aprende a manejar los Diagramas de Gantt.

    Al menos a mi, que comencé de forma autodidacta en el mundo de la programación, me fue de mucha utilidad, aplicar al análisis de mis programas, la técnica de los Diagramas de Gantt, que había utilizado en la mejora de los procesos logísticos.

  • #006
    Pedro Torres Asdrubal - 2 enero 2019 - 13:40

    ¿Qué los directivos aprendan? ¿Y por qué no poner de directivos a quienes tienen los conocimientos?

    ¿Casi todos hombres porque las mujeres no valen?

    ¿Formarse para aparentar? ¿La hipocresía de presumir de lo que uno carece, el mérito?

    ¿Si somos seres sociales porque lo directivos dicen que el mérito es suyo? ¿Y por qué cuando la empresa va mal la responsabilidad es la productividad de los trabajadores?

    Privatizar las ganancias y sociabilizar las perdidas 2.0.

  • #007
    ruizdequerol - 2 enero 2019 - 17:28

    Hay algo que no encaja entre un titular sobre «los líderes» del futuro y un artículo sobre los «managers» del futuro. No todos los líderes necesitan ser managers. Muchos managers no dan la talla como líderes. Distinguir entre una y otra cosa es cada vez más importante.

  • #008
    Jordi Pijolero - 2 enero 2019 - 18:58

    El ser un buen profesional no garantiza que sea un buen lider. Por ejemplo: un buen cirujano puede ser un pésimo gestor para un hospital. Son habilidades distintas. El problema es que hay muchos que solamente ven la gestión como forma de aumentar de salario… se favorecen los trepas o se sube al experto a su máximo nivel de incompetencia

    Principio de Peter, que es real como la vida misma. Y la derivada inversa es la de Enrique, como va a ser un programador nefasto, que estudie programación para hacerle subir a otro nivel que moleste menos lo antes posible y asi llegará a lider en el futuro… agriar la nata lo antes posible…

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