Tecnología y cuentos de viejas

electronic devices in planesDesde el comienzo de la popularización de la electrónica de consumo portátil, desde los inicios del walkman en 1984 y seguramente antes, nos hemos acostumbrado a una advertencia cada vez que viajábamos en avión: «por favor, apaguen todos sus dispositivos electrónicos durante despegue y aterrizaje».

La norma se basaba en unas supuestas interferencias con los equipos de vuelo que presuntamente podían poner en peligro las maniobras del avión, interferencias que jamás pudieron ser probadas ni reproducidas, ni en vuelo, ni siquiera en condiciones de laboratorio. En toda la historia de la aviación comercial, nunca un avión ha experimentado el más mínimo problema debido a los dispositivos electrónicos de sus pasajeros.

Con el tiempo y la proliferación de dispositivos, la norma fue pasando de la prudencia al ridículo. Miles de pasajeros olvidaban desconectar sus teléfonos móviles o directamente dejaban de hacerlo… y nunca pasaba nada. La furia desmedida de algunos auxiliares de vuelo contrastaba con la actitud tolerante y la vista gorda de algunos otros, mientras el porcentaje de pasajeros que te miraban con ojos de odio como si fueras un auténtico asesino en potencia cuando hacías caso omiso de la advertencia y seguías leyendo tu Kindle o tomabas una foto con tu teléfono por la ventanilla iba disminuyendo.

Aún así, persistían las actitudes agresivas de quienes aseguraban por todo tipo de razones y recurriendo a todo tipo de falacias que la prohibición tenía sentido. A grandes rasgos, podemos destacar las siguientes:

  • «Soy ingeniero, y tú cállate que no tienes ni idea de estas cosas…» «… y el modo común en los amplificadores diferenciales? ¿Y la saturación de los núcleos de ferrita…?» Ya, y el sursum corda. Pero NO. No pasa nada. A algunos ingenieros les puede gustar multiplicar por treinta los límites de seguridad como práctica habitual, pero eso no impide que algo sea absurdo y no tenga sentido.
  • «Yo conozco un caso en el que una vez un piloto tuvo que ponerse serio porque las molestias eran terribles… » Sí, se lo había contado un primo de un cuñado de su amigo, y NO era cierto.
  • «Es una norma, y las normas se cumplen… » NO, las normas tienen que tener sentido, y cuando no lo tienen, cambiarse.
  • «Es que no se pueden comprobar todos los dispositivos de todos los pasajeros para ver cuánto interfieren, y entonces es mejor obligar a apagar todos…» NO, lo que es mejor es hacer caso de las pruebas que demuestran que ningún dispositivo de consumo interfiere, y dejarse de ridiculeces.
  • «Es que la seguridad es lo primero…» Ya, pues por eso, preocúpense de la seguridad, y NO de tonterías que ya sabíamos desde hacía muchos años que no afectaban.
  • «Es que no pasa nada por prescindir del aparato durante un ratito…» NO, no pasa nada, pero es sencillamente estúpido, y las estupideces son eso, estupideces.
  • «¿Es que no has oído como suena un altavoz cuando le enciendes un móvil cerca?» Sí, suena. Pero NO tiene nada que ver. Sigue sin pasar nada en los aviones.
  • Etc., etc., etc. Puedes ver unas cuantas más revisando los comentarios de esta entrada, esta otra o esta otra.

Hoy, finalmente, la FAA norteamericana ha emitido una nota de prensa en la que anuncia que se permitirá el uso de aparatos electrónicos en todas las fases de los vuelos, una directiva que podría ser rápidamente seguida por sus contrapartidas europeas. Aún así, tardaremos bastante en poder utilizarlos: aún pasaremos por una absurdamente larga fase de supuestas pruebas de todos los modelos de avión y todos los de dispositivos, en cada país y en cada aerolínea, en la que podremos comprobar la rapidez de reacción de cada una de ellas y su sensibilidad al bienestar de sus pasajeros.

Pero lo importante no es que ahora podamos leer en nuestros Kindles, hacer fotos con nuestros móviles o revisar nuestros correos… lo importante es entender cuánto tiempo pueden tardar los cuentos de viejas, las supersticiones y los mitos tecnológicos en convertirse en eso: en cuantos de viejas, en supersticiones y en mitos. En este caso, han sido varias décadas de restricciones absurdas sin ningún tipo de sentido, de evidencias palmarias de que no ocurría nada, de inmovilismo derivado de un absurdo respeto a la una supuesta autoridad incuestionable. Las pruebas estaban ahí desde hacía muchos años:

“The hard truth is, that despite years of studies by both the British CAA and the United States NASA, no negative effect on airliner safety has ever been found as a result of the use of cell phones on an airliner, by passengers in the cabin.”

En este caso, después de todo, podríamos hablar de atenuantes a tenor de la importancia de un posible error: los auxiliares de vuelo no hacían más que cumplir normas (y su irritación en ocasiones podía entenderse en función de las actitudes de algunos pasajeros), y ninguna autoridad de aviación civil quería asumir la posibilidad de que, aunque jamás hubiese pasado nada ni se hubiese apreciado posibilidad de que podía pasar… finalmente pasase.

En tecnología, dada su rápida evolución, es muy importante aprender a contar con la flexibilidad mental suficiente como para poner los cuentos de viejas a un lado, dejar de justificar lo injustificable y ponerse del lado de la ciencia. A menudo ocurre, como bien decía Arthur C. Clarke en su tercera ley, que cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia. Para cada nuevo desarrollo tecnológico, siempre hay viejas con sus cuentos que advierten de los terribles efectos que tendrá su adopción: las horribles y dolorosísimas muertes que el tren provocará en los pasajeros debidos al desplazamiento de los órganos internos por la velocidad, las devastadoras explosiones en las gasolineras por utilizar el teléfono móvil, los aterradores tumores que la WiFi generará en nuestros bebés, o las espantosas generaciones de descerebrados que alumbraremos debido a la dependencia de la red…

Aprender a reconocer a las viejas y a sus argumentos es una práctica muy, muy recomendable.

 

ACTUALIZACIÓN (27/08/2014): Ya está hecho. Y no pasa nada. NA-DA. Pero algunos aún seguirán discutiendo :-)

 

(This post is also available in English in my Medium page, “Technology and old wives’ tales«)

23 comentarios

  • #001
    Antonio Castro - 31 octubre 2013 - 19:33

    Las incomodidades de los viajeros por un exceso de celo en la seguridad seguramente no aumentan en nada la seguridad, pero tampoco van a causar indemnizaciones millonarias a la compañía. Yo dudo que el exceso de celo en seguridad repercuta negativamente en sus negocios. Los miedos no tienen lógica y un pasajero que no entienda demasiado de tecnología podría interpretar el exceso de celo como algo positivo.

  • #002
    Carolus - 31 octubre 2013 - 19:54

    Con las compañías aéreas me conformaría con:

    – que el mantenimiento de aeronaves fuera eficaz y de fiar
    – que los pilotos estuvieran descansados y no medio dormidos
    – que fueran puntuales (cosa que parece imposible a día de hoy)
    – que no nos estafaran con el overbooking
    – y que se rompiera el paradigma de tardar tanto tiempo en subir y bajar del avión (facturar equipaje, control de pasajeros, controles de «seguridad», etc)

    Si el AVE es capaz de ser puntual y no causar molestias al embarcar y desembarcar, no veo por qué las líneas aéreas no son capaces de hacerlo.

    Es una tomadura de pelo, todo en su conjunto.

    Saludos
    http://www.elartedelaestrategia.com/

  • #003
    Gorki - 31 octubre 2013 - 21:14

    Considero mucho más peligroso que usar el movil, cambiar controladores aereos expertos, por (menos) controladores mileuristas sin experiencia, como se está haciendo y a pesar de todo, las ni las compañías aéreas ni los pasajeros, ni las asociaciones de consumidores, se han quejado, aunque se han dado casos tan palmarios de inexperiencia, como cerrar el Aeropuerto de Valencia al tráfico, porque los controladores, no sabian simultanear el vuelo comercial con el despegue de unos cuantos aviones apagaincendios. ¿Qué pasará cuando por circunstancias metereológicas se cierre el aeropuerto de Barcelona y haya que desviar su tráfico a Valencia?.

  • #004
    BocaRana - 31 octubre 2013 - 21:20

    Yo he oído a alguien, en primera persona, que a él no le había dejado usar su cámara de fotos… un vieja Leica de los años 50

    La estupidez es alarmante.

  • #005
    Luis - 1 noviembre 2013 - 00:19

    Una posibilidad es que este argumento (las interferencias) ahora ya no es más que una excusa para no tener que decir una verdad que asusta: que intersa que durante el despegue y el aterrizaje, que son los momentos en los que la probabilidad de accidente es más alta, los pasajeros no estén distraídos con sus cacharritos, y realicen una evacuación ordenada.

  • #006
    majarete.com - 1 noviembre 2013 - 00:28

    Todavía la FAA está siendo muy tímida al aplicar la medida, pues parece que será gradualmente. Pero todo está colgando de un hilo, pues si abiertamente autorizan el uso de los dispositivos y se cae un avión, quizás revertían la medida. Al parecer la FAA siente más temor hacia el uso de la tecnología en pleno vuelo, que usar controladores nuevos y sin experiencia y con muchas horas de trabajo.

  • #007
    Santiago - 1 noviembre 2013 - 01:39

    Y yo me pregunto: ¿quién será la persona concreta que ha tomado la iniciativa en la FAA de cambiar esa norma absurda? Habría que felicitarle públicamente por pensar fuera de lo establecido. A quien también debemos agradecérselo, seguro, es al iPhone que ha hecho que toda persona lleve un móvil en el bolsillo a todas horas y además tenga ganas de usarlo.

    Siempre pensé que si fuera realmente peligroso, no nos habrían dejado ni subir el móvil a bordo, ¿o es que iban a correr el riesgo de que de repente se levantaran diez terroristas amenazando con hacer una llamada con su móvil para derribar el avión? :-)

  • #008
    mercadder - 1 noviembre 2013 - 09:03

    En Norwegian Airlines ya se pueden usar, de hecho tienen WIFI gratis en los vuelos. Brithish Airlines creo que ya lo tiene tambien…

  • #009
    garbanzo - 1 noviembre 2013 - 11:32

    “Es una norma, y las normas se cumplen… ” NO, las normas tienen que tener sentido, y cuando no lo tienen, cambiarse.

    Señor Dans, las normas hay que cumplirlas, aunque no tengan sentido. ¿se imagina que cualquiera de nosotros incumpliese las normas que considerase sin sentido?. Algunos irían a 200 Km/h por autopista, otros irían en pelotas por la calle o mearían en la puerta de su casa, otros no pagarían impuestos, etc. Las normas en una sociedad civilizada hay que acatarlas y, por supuesto, discutirlas y replanteárselas pero siguiendo los foros y cauces adecuados, nunca con el incumplimiento sistemático.

    Por cierto, soy ingeniero de Teleco y desde mi punto de vista las interferencias de estos dispositivos no pueden afectar a la navegación, pero acato las normas que conozco antes de subir al avión y apagado el móvil. También me parece una estupidez que la maleta no pueda pasar de 10 kilos y yo pese 100, pero acepto estas condiciones, vuelo y expongo mi queja a AENA y a la compañía.

  • #010
    Enrique Dans - 1 noviembre 2013 - 11:52

    #009: No seas absurdo, y no hagas la trampa de introducir la subjetividad en el razonamiento. No se trata de que «alguien» considere una norma absurda y no la cumpla, sino de que una norma sea objetivamente absurda, la midas por el parámetro que la midas. Si lo es, debe ser revisada.

  • #011
    garbanzo - 1 noviembre 2013 - 11:59

    Totalmente de acuerdo: debe ser revisada. Y mientras se revisa debe cumplirse.

  • #012
    echeva - 1 noviembre 2013 - 12:38

    Enrique, creo que esta entrada es interesante, sobre todo por el mensaje o moraleja que transmite, pero tampoco hay que irse a los extremos. Recuerdo de cuando estaba en la universidad, hace diecitantos años, un número de la revista Spectrum del IEEE en la que se analizaban todos los elementos susceptibles de ser interferidos en un avión. Daba miedo. Recuerdo otro número de la misma revista en que se describía EXACTAMENTE (localizaciones incluídas), lo que años más tarde pasaría en Nueva Orleans con el Katrina (no sólo los recuerdo, los tengo si te interesan, aunque me costaría algunas horas encontrarlos).

    Quizá AHORA la norma sea «objetivamente» absurda pero qué miedo me da la gente que sabe objetivamente lo que es objetivo y lo que es absurdo. Después de todo, hace no tanto, era obvio, objetivo y de sentido común, que la tierra es plana y el sol gira alrededor de ella. Y recuerdo de tiempos de cuando era alumno tuyo en el IE, que me decían que el sentido común era el menos común de los sentidos. Incluso a nivel colectivo, lo que es objetivo, depende mucho del tiempo. A toro pasado, es fácil hablar.

    Pero cuando se publicó aquel artículo del IEEE, la norma no era tan absurda. Y creo que una sóla vida humana es tan valiosa, que merece la pena recoger suficientes muestras de «inocuidad». Decir «¿ves? yo tenía razón, a años vista, es sencillo». Para mí esto es como con cualquier otra tecnología, la médica, por ejemplo. Piensa cuántas pruebas, escenarios y años se suelen emplear antes de comercializar un medicamento y, aún así, a veces se producen horribles efectos secundarios no detectados antes, que obligan a retirarlos. Y, mientras no se demuestre que no hay riesgo, sólo ante una hipótesis, creo que lo razonable es la profilaxis. Desde aquel artículo del IEEE la tecnología en los aviones y en los dispositivos que llevas encima ha evolucionado mucho. A lo mejor, por aquel entonces, la norma no era tan absurda, y el error ha sido no revisarla antes. Siento que te hayan hecho apagar el iPad al despegar y aterrizar, pero yo no veo que sea para tanto. Dentro de 100, 200, 500 años, se recordará que hubo un una década en la historia de la aviación en que se prohibió el uso de móviles hasta que se demostró (con la tecnología de finales, no de principios, de esa década) que eran inocuos.

    Pero lo que no me parece absurdo en absoluto es la postura de garbanzo: acatar unas normas dentro de una sociedad y si pensamos que son incorrectas, replantearlas y cambiarlas. La diferencia de matiz es tan pequeña con lo que tú propones (tú propones incumplir y cambiar, él cumplir y cambiar) que no veo la necesidad de la descalificación.

    Un abrazo.

  • #013
    Antonio Moreno Martin - 1 noviembre 2013 - 13:12

    Enrique,

    estoy de acuerdo en que las normas, como las leyes, deben obedecer a un motivo razonado. A lo que me niego rotundamente es a asumir que todos aquellos que se han pasado la norma (absurda o no) por el arco del triunfo hasta ahora, tuviesen la certeza y evidencia científica de que no afectaba a la seguridad.

    Los pasajeros que, en el avión, apagaban la pantalla cuando se acerca la azafata, y la vuelven a activar cuando no les vigilan, son legión.

    El incumplimiento de la norma del que estas personas hacen gala no tiene nada que ver con el hecho de que los moviles/Kindles/ipads/cámaras afecten a la electrónica del avión. Eso tiene que ver con la profunda falta de respeto a las normas: La inmensísima mayoría de los que se saltaban la norma lo hacían «porque sí», y no porque tuvieran certeza de que no afectara a los instrumentos de navegación. Para esta inmensísima mayoría, en el mejor de los casos, su máxima (entiendo que) era la de: «hace la torta que no se estrella un avión, y nunca se ha demostrado que cualquier accidente haya venido motivado por un whatsapp desde el aire». No venia motivado por conocimientos técnicos, ni por haber siquiera escuchado a algun experto que les dijera que, en efecto, no afecta.

    A día de hoy, parece arbitraria la restricción que, hasta ahora, se ha impuesto sobre el uso de los móviles. Lleva usted razón. Pero hasta que no ha habido evidencia de lo contrario, lo arbitrario ha sido saltarse la norma. Sobre todo por aquellos que, como digo antes, se lo saltan «porque sí».

    Desconozco si la norma anterior era preventiva (por mitigar algún riesgo difícil de valorar) o responde a aviesas intenciones pero, sin refutar los motivos alegados, no veo por qué habría de ser incumplida. Las normas están para revisarse y armonizarlas con las evidencias existentes, por supuesto. La prueba palpable es que esta norma se ha modificado.

    A mi me parece que tener que hinchar el chaleco salvavidas por un tubito rojo mientras el avión desciende en caída libre desde los 30.000 pies sobre los Alpes es una tontería (llámeme escéptico…). Pero no por ello nos carcajeamos de la azafata cuando hace el «teatrillo» previo al despegue, ni saboteamos los tubos o los chalecos. No sé de ningún siniestro en donde los supervivientes hayan dado gracias a Dios a los tubitos del chaleco. Disculpe el sarcasmo: sé que exagero, pero también sé que entiendes lo que quiero explicar.

    Me parece mucho peor tener que hacer un transoceánico con las rodillas gangrenadas porque el viajero de delante haya decidido poner su asiento como en la consulta del dentista. Te parecerá que reclinar un asiento no tiene que ver con tu blog. Pero ya que hablas de cuentos de viejas, ¿qué mayor cuentos de viejas y qué mayor hipocresía puede haber que el supuesto confort que aportan los asientos reclinables en las «nanocabinas» de un avión?

    Dicho lo cual, me alegro de que se haya modificado la norma.

    Un saludo.

  • #014
    Carmen Fernandes - 1 noviembre 2013 - 13:56

    Muy interesante la informacion de Enrique Dans,lo tendre en cuenta si alguna vez viajo,muchas gracias…

  • #015
    Cristina - 1 noviembre 2013 - 14:21

    :-)) pero a veces, seguir la norma a rajatabla, es contraproducente. A veces por que quien la impone, obedece a intereses comerciales, otras veces porque no es estrictamente practico. Si muchos aparatos electrónicos interfieren, deberían hacerlo todo el tiempo de duración del vuelo. Habría que hacer la prueba en una avioneta….

  • #016
    mercadder - 1 noviembre 2013 - 14:30

    #009 «me parece una estupidez que la maleta no pueda pasar de 10 kilos y yo pese 100»

    En la cabina de pasajeros hay un peso estimado de total de pasajeros. Y en la maleta otro.

    Las maletas son colocadas de una manera balanceada en la cabina de equipaje. Los pasajeros no.

    Las maletas se pesan, los pasajeros no. Las maletas se ubican convenientemente por peso, los pasajeros no. De hecho, cualquier diferencia en el balance del avión es compensado con el equipaje.

    Algun dia las de bajo coste pesaran a los pasajeros, como a los cerdos o las vacas.

  • #017
    Pedro Amador - 3 noviembre 2013 - 03:20

    La realidad es que cuando un avión aterriza con niebla utiliza un sistema de referencia (tipo sonar) que puede estar mínimamente interferido si todos los móviles del avión se ponen a la par a mandar ondas como locos.

    De eso a la locura abismal que tenía la gente… ¡un abismo como indicas! Y lo dice un ingeniero :D

  • #018
    Jose M - 3 noviembre 2013 - 13:38

    …Como el asunto de la prohibición de utilizar el móvil en las gasolineras. No hay ningúna prueba que avale que puedan producir incendio o explosión (hay incluso un episodio de Myt Busters al respecto) Una prohibición pues que se ha fundado en una Leyenda Urbana.

  • #019
    Fernando - 3 noviembre 2013 - 23:25

    Soy estudiante de Ingenería de Telecomunicaciones, según nos explicó un profesor de electrónica relacionado con el mundo de la aeronáutica; el problema viene por un sistema de balizas utilizado en el aterrizaje instrumental de los aviones.

    El sistema DME (Distance Measuring Equipment) utiliza frecuencias comprendidas entre los 962-1213MHz. En el plan de asignación de frecuencias, en gran parte del mundo, las bandas asignadas para comunicaciones móviles terrestres son 850 , 900 y 1800MHz.
    Luego, la interferencia es patente y no es para nada despreciable en dichos sistemas al utilizar la mismas frecuencias. Y más aún si pensamos en comunicaciones 2G, que al no utilizar DSSS(Espectro expandido) como en UMTS, los receptores del avión se verían más afectados.
    Otra cosa es que los sistema de aviónica sean muy resistentes a interferencias y la probabilidad sea fallo sea mínima… pero ya sabemos que un error en un despegue o aterrizaje de un avión es catastrófico. Luego, si podemos bajar esa probabilidad de error, ¿por qué no hacerlo?

  • #020
    Santiago - 4 noviembre 2013 - 15:03

    Hombre, Fernando, la banda 900 llega hasta los 960 MHz: http://wiki.bandaancha.st/Frecuencias_telefon%C3%ADa_m%C3%B3vil#Banda_900 y la del sistema que comentas, DME, empieza en 962 MHz.

    Parece cerca, pero hay margen de sobra, y en la práctica se ha visto que no ha llegado a afectar, ¿no? Como la seguridad de un avión dependiera de que los usuarios no olviden apagar el móvil…

  • #021
    Gorki - 4 noviembre 2013 - 19:32

    Sin palabras, pero fijarse en los galones de la camisa de uno los viajeros en primer plano.

  • #022
    Gorki - 4 noviembre 2013 - 19:32

    https://pbs.twimg.com/media/BYBIeIUCAAAenUG.jpg

  • #023
    Laura Gómez - 14 noviembre 2013 - 11:13

    No creo que sea tan grave apagar nuestros dispositivos electrónicos durante unos minutos, por lo general en cuanto el vuelo ya está estabilizado puedes volver a usar tu tablet, ipod o el móvil en modo vuelo.

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