Telecinco y la paranoia, mi columna de esta semana en Expansión

Mi columna de hoy en el diario Expansión se titula «Telecinco y la paranoia» (pdf), y  resume el estupor que me generó leer la nota de prensa difundida por la cadena como intento de justificar la querella que han interpuesto contra Pablo Herreros por el asunto «La Noria». En ella, la cadena pretende que un derecho absolutamente inalienable de los ciudadanos, como el de consumir o no consumir una marca determinada en función del criterio que estimen oportuno, constituye de alguna manera una «amenaza». Podría explicar de mil maneras cómo una convocatoria pública a no consumir una marca o a solicitar a unas empresas que no se anuncien en una cadena no puede bajo ningún concepto constituir un delito de amenazas, pero después de leer ayer a Bosco Algarra en su entrada titulada «A Telecinco se le han fundido los cables con Pablo Herreros. Cuatro pruebas irrefutables» creo que lo mejor que puedo hacer es directamente entrecomillarle:

Telecinco parece olvidar que el boicot es una herramienta de protesta en una sociedad democrática. ¿Acaso creen son los únicos? Un boicot se hace por cualquier cosa, con mayor o menor razón. Hay gente que no compra cava catalán. Otros no acuden a restaurantes que se niegan a celebrar bodas de homosexuales. Otros no quieren ver Cuatro TV porque en unos de sus programas cocinaron a un cristo. Hay ecologistas boicotean a las empresas que venden pieles; hay chinos que se niegan a entrar en negocios japoneses, incluso norteamericanos que han llegado a boicotear a las patatas fritas francesas… Señores de Telecinco: ¿en qué mundo viven? La gente hace lo que le da la gana, y está en su perfecto derecho. Incluso aunque no tenga razón. La misma sociedad que conecta con Terelu o que compra los productos que anuncian en sus programas, es la que se molestó por aquella entrevista tan repugnante de La Noria. No hay conspiraciones. ¿Tan difícil es de entender? Quizá les convenga reflexionar que detrás de su audiencia no sólo hay consumidores. También hay personas, con inteligencia y voluntad. Y libertad.»

Ayer por la tarde, con mi columna ya escrita y entregada a Expansión la noche anterior, acudí a Telecinco, convocado a una reunión por su director general corporativo y su directora de comunicación. En la reunión, la palabra «amenazas» estuvo presente todo el tiempo, y mis intentos por hacerles ver que ahí no había amenazas de ningún tipo fueron completamente inútiles: exigían que de alguna manera, Pablo Herreros «se disculpase» por presionar a sus anunciantes. Me vi con Pablo nada más salir de la reunión, pero como esperaba, su voluntad se mantiene completamente firme: no solo sabe que no ha hecho nada malo, sino que mantiene el mismo inquebrantable fin: que Telecinco se comprometa a no volver a pagar a delincuentes por acudir a un programa a contar sus delitos. Un extremo al que Telecinco, aparentemente, se niega.

La actitud de Telecinco es, según comentaron ayer, una defensa de su independencia y línea editorial. Mi opinión es que eso es tan solo una excusa para poder seguir haciendo lo que quieran con el fin de generar audiencia. En ningún caso se pretende atacar la línea editorial de Telecinco, ni abrir una vía para influenciar sus contenidos: se busca evitar un fenómeno repugnante con fortísimas connotaciones morales: que los delincuentes se dediquen a «hacer el paseíllo» tras sus fechorías para pagarse la indemnización o incluso enriquecerse si el postor sube la puja lo suficiente. Lo dicho: repugnante. E inaceptable.

Telecinco pretende comparar las presiones de «las redes sociales» con las que recibió por parte del poder político cuando sostuvo posturas polémicas contra el gobierno de turno, por ejemplo, en contra de la guerra de Irak o durante la catástrofe del Prestige. Pretenden que si hoy transigen con el caso de Pablo Herreros, mañana deberían transigir cuando una protesta similar les exija que cambien su línea editorial o se inclinen ideológicamente en un sentido determinado. Poco parecen observar el panorama mediático español, en el que cadenas completamente radicales en su tratamiento de la información no han sido nunca objeto de peticiones similares. No, las treinta mil firmas del caso «La Noria» y las más de ciento treinta mil que ahora defienden a Pablo Herreros no tienen NADA que ver con un ataque a la libertad de expresión. Son algo completamente distinto. La libertad de expresión no incluye, o no debería incluir, que los delincuentes se lucren dando cuenta de sus delitos ante una audiencia convocada en modo de buitres carroñeros. Aunque esa audiencia, de hecho, pueda existir como tal (que no olvidemos que no toda la respnsabilidad la tiene quien la emite, también quienes la consumen).

La solución no es, como muchos maximalistas comentan, dejar de ver Telecinco. A la cadena le trae completamente sin cuidado que dejes de ver sus contenidos, siempre y cuando no seas uno de los pocos que tienen instalado un audímetro. En su miopía, las cadenas de televisión se han acostumbrado a gestionarse según métricas incompletas, características del mundo unidireccional del siglo pasado: mientras el muestreo de los audímetros siga diciendo que el contenido funcionó y fueron líderes en una franja determinada, todo vale. Dejar de ver Telecinco no genera ningún tipo de presión palpable, ni contribuye a nada más que a consolarse con un gesto tan inútil como dar un puñetazo a una pared.

Perdón por decir obviedades, pero… los espectadores no somos clientes de las cadenas de televisión. Los espectadores somos simples pares de ojos que constituyen la materia prima que las cadenas comercializan a sus anunciantes. Por tanto, lo lógico es que las protestas se estructuren ante aquellos con los que puedes ejercer algún tipo de presión, en este caso las empresas de las que eres cliente, cuyos productos consumes. Eres completamente libre, por mucho que proteste y se querelle Telecinco, de consumir lo que te dé la gana, o de dejar de consumir en función de cualquier criterio que se te pase por la imaginación, válido o no. Es perfectamente lícito y democrático convocar a otros consumidores a que no consuman por las razones que quieras. Y si un juez va y dice que eso constituye de alguna manera un delito, se equivocará y tendrá que ser rectificado por instancias superiores. Tal posibilidad es sencillamente impensable.

Pero vayamos más allá: ¿realmente tenía Telecinco algo que ganar con su querella a Pablo Herreros? La respuesta evidente es no. Ni ganándola, ni perdiéndola. Y lo que sí ha hecho Telecinco, de manera completamente previsible por cualquiera con dos dedos de frente es, de manera totalmente frívola, perjudicar a sus anunciantes, a esos a los que debería proteger por encima de todo, poniéndolos en la incómoda situación de volver a ser objeto de peticiones de sus clientes. Los clientes no amenazan a las marcas: simplemente les solicitan, y por lo general con corrección, que dejen de anunciarse en una cadena que va por el mundo ejerciendo de matón de barrio. Los clientes pedimos a las marcas que no se anuncien en Telecinco o que, sin persisten en hacerlo, dirigiremos nuestro consumo a marcas que no lo hagan. Es una opción completamente lícita, que las marcas deben valorar. Deben estimar si es adecuado mostrar una sensibilidad de cara a sus clientes finales, a los que se rascan el bolsillo para adquirir sus productos o servicios, o prefieren ponerse del lado del matón que frívolamente ha arrojado la pelota a su tejado. Para las marcas, Telecinco, con toda su indudable audiencia y su llegada al target, es, a día de hoy, una opción con la que solo pueden perder. Una alternativa perdedora. Para marcas como L’Oreal, Trivago, Ferrero, P&G, García Carrión, Carrefour, Orange, El Corte Inglés, Mattel, Nestlé España, Danone, Bimbo, Peugeot, Sony, Mutua Madrileña o Vodafone, la alternativa de llegar a su audiencia a través de Telecinco en este momento y mientras Telecinco no dé su brazo a torcer, es una propuesta envenenada, una forma de enfrentarse y despreciar a unos clientes que respetuosamente les piden que actúen como sus aliados. Y despreciar e ignorar a tus clientes nunca ha sido una estrategia competitiva sostenible, como por otro lado demuestra claramente la propia Telecinco. Las marcas no deberían sentirse atacadas, porque lo que se está haciendo es, lisa y llanamente, pedirles que ejerzan su compromiso con la responsabilidad social corporativa. Sí, me refiero a esa RSC que hay que llevar más allá de los gestos puntuales y los folletos corporativos. La decisión de dejar de anunciarse en Telecinco mientras no retire la querella contra Pablo Herreros no debería tomarla Marketing, ni siquiera Comunicación. Debería ser una cuestión de Responsabilidad Social Corporativa.

Mi columna de hoy no defiende a Pablo Herreros, por mucho que me parezca que es una persona cabal, que ha hecho muy bien, y que ojalá hubiese más ciudadanos como él. Mi columna defiende a la sociedad civil, defiende la libertad de los ciudadanos para manifestar su voluntad y para expresarla con sus actos. Defiende que pueda haber un Change.org que dé vehículo a esas expresiones.

A continuación, el texto completo de la columna:

 

Telecinco y la paranoia

Telecinco se querella por un importe millonario contra Pablo Herreros, un blogger que el año pasado solicitó a las empresas que se anunciaban en La Noria que dejasen de hacerlo, porque ese programa había pagado a la madre de un criminal. La petición, con el apoyo de más de treinta mil personas, desencadenó una tormenta que culminó, debido a la pésima gestión de la cadena, con la suspensión del programa.

¿Que alega Telecinco en su querella? En una nota de prensa, viene a decir que no está dispuesta a tolerar «amenazas a sus clientes». ¿Amenazas? ¿Qué entiende Telecinco por «amenazas»? ¿A qué nivel de paranoia corporativa se puede llegar para entender que una petición mayoritariamente respetuosa de una serie de consumidores a unas marcas que habitualmente consumen y a las que piden que no se anuncien en una cadena es algún tipo de «amenaza»? ¿Es que no entra en la libertad individual de un consumidor pedir a una marca que no se anuncie en una cadena? ¿Dónde está la «amenaza»?

Según la paranoica lógica de Telecinco, los clientes «amenazan» cuando dicen que van a dejar de comprar una marca. A ver: no comprar algo es un derecho inalienable de todo cliente, como lo es el manifestarlo públicamente. Las únicas «amenazas» y «conspiraciones» que existen en un movimiento ciudadano ampliamente respaldado y generado no por Pablo Herreros, sino por  las acciones de la propia Telecinco, están en la calenturienta imaginación de los ejecutivos de la cadena.

La querella contra Herreros generó en un solo día cien mil adhesiones a un grupo de rechazo creado en Change.org, una plataforma en la que la identidad se gestiona de una manera bastante robusta. Cien mil personas en veinticuatro horas, dispuestas a pedir a los anunciantes que abandonen Telecinco. No «amenazas», sino peticiones educadas y respetuosas. El problema de Telecinco no son las «amenazas», sino entender que la sociedad se ha convertido en bidireccional.

39 comentarios

  • #001
    TaxiOVIEDO 615980000 - 23 noviembre 2012 - 10:25

    Creo que las +130.000 firmas a favor de Pablo son para hacer reflexionar incluso a Berlusconi
    Pero creo que estaría bien, que además de recoger firmas, pedir directamente a las 4.625 familias que tienen audímetro en su casa que arranquen el botón de Telcirco, o que directamente devuelvan a Sofres el audímetro…
    Yo conozco a uno que lo tiene y le he pedido por favor que no de a la tecla de T5
    Quizá conocéis a otros que tienen audímetros …
    Es increíble!
    Les están pidiendo que den su opinión sobre basura …
    Yo habría tirado el audímetro al río hace años …

  • #002
    indignada - 23 noviembre 2012 - 10:26

    No sé por qué se queja tanto la gente de que Telecinco se querelle. Ahora, porque lo dice el rebaño, todos decís que NO a una televisión falta de ética, pero no olvidéis que esa televisión está ahí porque la gente la ve. ¿Por qué no protestáis por programas como MHYV? ¿O QQCCMH? O si tanto queréis una televisión de calidad, no sé por qué no protestáis todos los días porque se usen palabrotas y se use el sexo como herramienta para ganar audiencia en horario infantil!!!! y eso pasa en TODAS las cadenas. Así que si protestáis con un trasfondo social y por una sociedad mejor, hacedlo en todos los ámbitos, no sólo porque fulanito diga que hay que acabar con una cadena de televisión! Lo que falta en este país es raciocínio y reflexión, y no solo en cuanto a la tele.

  • #003
    Enrique - 23 noviembre 2012 - 10:32

    Yo creo que aquí hay dos cosas:

    1. El boicot de los anunciantes es perfectamente lícito. Explotar económicamente la comisión de delitos es repugnante. Favorecer esa explotación por parte de una cadena es asqueroso… pero bueno, todo eso es obvio.

    2. Los anunciantes son unos grandísimos hipócritas. No se unen al boicot por integridad moral o por las peticiones de sus clientes; lo hacen porque consiguen visibilidad metiéndose en el jaleo mediático del boicot, en el lado «bueno», claro. Los que se siguen anunciando, están metidos en el jaleo, pero en el lado «malo».

    De algunas de esas marcas hay sobrados ejemplos de abusos a sus clientes. Que ahora vengan con la parida de la integridad, o en plan «es que yo escucho mis clientes»… me da tanto asco como lo de Telecinco.

  • #004
    Manuel - 23 noviembre 2012 - 10:50

    Los audiencias son la penúltima trampa que las cadenas de televisión se hacen jugando al solitario.
    La última trampa son los trending topics en Twitter. Sé a ciencia cierta que se pueden comprar.

  • #005
    AAlbertoAA - 23 noviembre 2012 - 11:33

    Desde mi punto de vista estás en un error. Si la presión la generárais hacia dejar de ver Telecinco, éstos se verán obligados a reducir sus tarifas publicitarias. Si el enemigo es Telecinco, luchad contra él no boicoteando a quienes se anuncian.

    De verdad que no habéis medido el daño que podéis provocar a los trabajadores de esas empresas anunciantes que lo único que hacen es intentar vender sus productos utilizando medios con audiencia.

    Una cosa es pedir que retiren la publicidad del programa que paga a madres de asesinos, y otra distinta boicotear a empresas que nada tienen que ver con los contenidos de Telecinco y que únicamente invierten en ella por su audiencia.

    Estáis equivocando el tiro.

    Ya sé que sólo recibiré críticas a este comentario. Lo tengo asumido. La ira y cólera es lo que tiene asociado: ceguera.

    Un saludo.

  • #006
    Enrique Dans - 23 noviembre 2012 - 11:39

    #005: Es que no es un problema de ver o no ver Telecinco. Eso no cambia nada. El efecto que pretendes de bajada de tarifas no existe, como mucho existiría si pasase muchísimo tiempo, pero en el corto plazo, que es cuando se pretende situar la presión, no afecta. Las audiencias no se ven afectadas por estas cosas, y las reacciones de los precios son de todo menos líquidas. A las empresas no se las boicotea. A las empresas se les pide que no se anuncien en Telecinco, y se les da la oportunidad de exhibir su compromiso con la responsabilidad social corporativa haciéndose eco del tema con un gesto que todos sabemos que va a ser puntual. Si las marcas se empeñan en no escuchar, es cuando se puede llegar a un boicot. Pero es que eso entra dentro de lo normal: si no estoy de acuerdo con lo que una marca hace,y además pasa de mí y de mis peces de colores… qué menos que no comprarle, ¿no?

    La pelota está dode está, en el tejado de las marcas. Y allí la lanzó Telecinco con su querella, no los consumidores.

  • #007
    Anónimo - 23 noviembre 2012 - 12:40

    A este tipo de individuos sólo les duele en la cartera y es con lo que hay que votar.

    Ya va siendo hora de que hagamos lo necesario para que no lleguen a ser directivos de nada ni de nadie y esos puesto sean ocupados por personas que se lo piensen muy mucho antes de dejar que se cometan abusos de semejante calibre, en lugar de promoverlos con ese cinismo ciego que demuestran.

    Y no, no esto no es paranoia está bien documentado científicamente y la pruebas las vemos todos los días. Corporate psychopathy: Talking the walk.

  • #008
    Al - 23 noviembre 2012 - 12:49

    Primer párrafo, «convocatoria PÚBICA»
    Me apunto! ;-)

  • #009
    top - 23 noviembre 2012 - 12:55

    Yo después de tu articulo sobre la cámaras de control para pillar a los irresponsables que saltan los semáforos en rojo por Madrid, te tengo boicoteado y no te leo. He llegado aquí a través de un blog que sigo y no puedo por menos de recordar semejante cinismo.

  • #010
    Enrique Dans - 23 noviembre 2012 - 12:59

    #008: JAJAJAJAJAJA, no me negarás que ese ha sido de mis mejores typos, con mucho!!!

    #009: Tú mismo. De hecho, me animas… hacía tiempo que nadie me decía eso de «y ahora no te leo más», y habitualmente, cuanta más gente me lo dice, mejor van mis estadísticas :-) Nunca he escrito para gustar a todo el mundo, lo siento, es lo que hay. Tú al menos no me llevas a los tribunales como hacen otros.

  • #011
    Jose - 23 noviembre 2012 - 14:19

    #8 y #10 Iros a un hotel.

    Dejar de ver Telecinco no genera ningún tipo de presión palpable

    ¿Seguro que no? Me gustaría ver cuántos de esos 130.000 que han firmado están tan comprometidos con la causa que son capaces de borrar esa cadena de su TV para siempre. Y si lo hicieran sólo 20.000 y se dieran cuenta de que nada malo va a pasar en sus vidas por hacerlo, ya hablaríamos de si genera presión o no.

  • #012
    AAlbertoAA - 23 noviembre 2012 - 14:26

    Enrique,

    Telecinco ha presentado una demanda, alocada e injusta a mi modo de ver, contra Pablo Herreros. No ha lanzado la pelota a las marcas.

    Puedes decir, si quieres, que las marcas son un daño colateral, lo que quieras, pero asignarles el papel de verdugo siendo víctimas me parece mear fuera del tiesto. Y ojo, que mi único interés cuando hablo de las marcas, son los trabajadores de las mismas que van a ir a la calle por un absurdo boicot (y sí, hablo de boicot o amenaza, legítima si quieres, pero llamemos a las cosas por su nombre, porque lo que tú denominas «pedir educadamente» es en realidad un «o quitas la publicidad o cambio de marca»)

    Un saludo.

  • #013
    Enrique Dans - 23 noviembre 2012 - 14:39

    #012: No dramatices: aquí no se va a la calle NADIE. Repito: NADIE. Ese argumento «tremendista» es basura. Ningún anunciante echa a nadie de ningún departamento porque no vaya a programar publicidad en Telecinco. Ni Telecinco echa a ningún vendedor porque venda menos, salvo que sea una actitud continuada durante mucho tiempo. Ni las agencias echan a nadie porque no vayan a pautar publicidad en un canal determinado. Vamos a dejarnos de chorradas y de tremendismos, por dios, que somos mayorcitos todos: la única posibilidad de que se fuese gente a la calle sería que Telecinco se enrocase durante meses y se emitiese sin publicidad, cosa que obviamente no va a suceder. Digo yo.

    Telecinco ha sido completamente irresponsable: sabía perfectamente cuáles iban a ser los efectos de la querella, sabía que iban a recaer sobre las marcas, y aún así decidió hacerlo. Ahora que las marcas decidan donde quieren estar. La pelota la lanza quien revive un tema que ya estaba completamente agotado mediante una querella absurda. Telecinco ha actuado como un mono con una granada.

    ¿Absurdo boicot? Ah, vale… como según tú es «absurdo», resulta que los ciudadanos no pueden tener un medio de presión y expresión tan lícito e inalienable como el comprar o no comprar. ¿Qué crees que somos? ¿Borreguitos? ¿Tenemos que tragar con todo sin protestar, y seguir comprando? ¿O como parece pensar Telecinco, si decimos que no vamos a comprar una marca determinada, se nos puede plantar una querella?

    Hombre, por favor…

  • #014
    AAlbertoAA - 23 noviembre 2012 - 14:42

    Pero bueno, esto supongo que es como todo. Hay gente que se fija un objetivo y no le importa el cómo llegar a él.

    Otros ponen esfuerzo también en las formas.

    A mí, sinceramente me parece mucho más elegante y fructífera la opción que he propuesto. Pero claro, la elegancia conlleva un sacrificio y un esfuerzo que pocos están dispuestos a asumir.

    Puedes matar una mosca con un matamoscas y cargarte sólo tu objetivo, o con un cañonazo, sin importar cepillarte todo lo que haya alrededor del insecto.

    Utilizad la que consideréis oportuno, faltaría más, pero no me hagáis comulgar con ruedas de molino y hacerme creer que es la única vía factible.

    Un saludo.

  • #015
    AAlbertoAA - 23 noviembre 2012 - 14:49

    Enrique,

    te ruego que mantengas conmigo las formas como yo estoy haciendo contigo y no descalifiques mis argumentos. Podrás estar a favor o en contra de ellos, pero respétalos como yo hago con los tuyos.

    Y ahora, permíteme detallar mejor el razonamiento que has malinterpretado o no he sabido explicar. Lo que sí te ruego es que no pongas en mi boca palabras que yo no he dicho. Me fastidia bastante, como supongo que te fastidia a ti también.

    Yo no he dicho que vaya a ir un trabajador a la calle porque no se vaya a programar la publicidad en Telecinco.

    Lo que he dicho, es que existirá un daño colateral a las empresas a las que se les hace «boicot» porque ante una bajada en las ventas, se puede dar el caso de que haya previsión de pérdidas. Esto, como sabes, ya es argumento suficiente para aplicar un ERE.

    Lo de «absurdo boicot» es una opinión personal, que creo que igual que antes, aunque no la compartas, deberías respetar.

    Los ciudadanos tienen todo el derecho del mundo a comprar o no comprar, faltaría más. Y los ciudadanos tienen todo el derecho del mundo a decidir si siguen prestando su confianza a las empresas en función de sus actos, faltaría más.

    Mi punto de desavenencia viene en que la pelota en el tejado de las marcas, no la ha puesto Telecinco con su «absurda» (¿ves como soy ecuánime?) demanda a Pablo Herreros. La pelota en el tejado de las marcas la ha puesto quien considera que «amenazando a las marcas con dejar de comprar sus productos» a cambio de retirar la publicidad de Telecinco es la única forma viable de atacar al que realmente consideran enemigo, Telecinco. Y si para ello hay que cargarse al que pillen por delante, lo hacen.

    Un saludo.

  • #016
    AAlbertoAA - 23 noviembre 2012 - 15:09

    Enrique,

    insisto, llamemos a las cosas por su nombre:

    Esto es lo que hacen los clientes a las marcas cuando les exigen que dejen de publicitarse en Telecinco o dejarán de comprar sus productos:

    Chantaje / Extorsión:

    2. f. Presión que, mediante amenazas, se ejerce sobre alguien para obligarle a obrar en determinado sentido.

    Ojo. ¿Es ilegal? ¿He dicho yo que lo sea? No y no. ¿Tienen derecho a hacerlo? Pues mira, aquí se tiene el derecho a hacer lo que a cada uno le venga en gana siempre y cuando no esté penado o recogido como delito o falta en el código civil. Pero es una extorsión o chantaje. No hay más.

    Ahora bien. ¿Cuál es el detonante para que los clientes chantajeen a las marcas anunciantes? Creo que ambos estamos de acuerdo en dónde está el origen de todo. Si lees mis anteriores posts, no te quedará ninguna duda. En cualquier caso, lo repito: A mi modo de ver, la demanda de Telecinco contra Pablo Herreros.

    Dicho esto, mi punto de vista es que hay que mirar más allá. ¿Cuál es el objetivo? ¿Telecinco? Bien. Conciencia a la gente a dejar de ver esa cadena, no extorsiones a las marcas para que dejen de anunciarse en ella.

    Ah bueno… si damos por sentado, como dices, que el que una cadena no tenga audiencia no supone ningún perjuicio para la misma, pues apaga y vámonos.

    Un saludo.

  • #017
    AAlbertoAA - 23 noviembre 2012 - 15:30

    Acabo de releer mis dos últimos posts y me gustaría aclarar algo que tal vez no ha quedado suficientemente claro.

    1. El detonante de todo esto está claro que es la demanda de Telecinco contra Pablo Herreros que, como bien dices, se podía haber ahorrado después de más de un año de el episodio de «La Noria».

    2. Esta demanda no pone la pelota en el tejado de las marcas. Es el detonante. Quienes arengan a los consumidores a que exijan / chantajeen / extorsionen a las marcas a que retiren su publicidad son los que, junto a los consumidores que lo hacen de «motu proprio» ponen la pelota en el tejado de las marcas.

    Un saludo y buen fin de semana.

  • #018
    Giorgio Grappa - 23 noviembre 2012 - 15:36

    «La solución no es, como muchos maximalistas comentan, dejar de ver Telecinco.»

    Tienes razón, Enrique: la solución es dejar de ver la tele ;-)

  • #019
    AAlbertoAA - 23 noviembre 2012 - 16:39

    Bonito sentido irónico, Giorgio Grappa. ;-)

  • #020
    Alonso - 23 noviembre 2012 - 16:46

    Enrique:
    A Telecinco le importa poco ganar el pleito, ése no es su objetivo, le da igual que su demanda esté bien o mal fundamentada jurídicamente. Lo que realmente quiere es amedrentar a quien en el futuro pretenda boicotear sus programas o presionar a sus anunciantes con un eventual juicio. El mensaje que se quiere enviar es que si se te ocurre hacer campaña contra Telecinco (esté o no justificada) te tendrás que ver con ellos en los Tribunales, con el lógico coste de abogado, procurador y tasas judiciales de por medio; ellos pueden pagar a sus abogados pero no todos los ciudadanos están dispuestos a asumir dicho coste.
    Telecinco lo único que hace es seguir la misma estrategia que las entidades de gestión de derechos y eso es algo que tú, Enrique, conoces en primera persona (caso Promusicae).

  • #021
    Alcaoli - 23 noviembre 2012 - 17:27

    Pues a mí la sensación que me da es que tú, Tascón y alguno que otro estáis aprovechando el marrón de este Herreros para haceros vuestra propia campañita, acrecentar vuestra reputación online y notoriedad y rentabilizarlo en pasta en el futuro. Siempre he desconfiado de los adalides de masas como vosotros. Porque tú sabes que a Pablo se le fue la olla amenazando a las marcas en su carta de Actuable. Sí, lo hizo, como tú dices, con mucho respeto, pero lo hizo al decirles que promovería un boicot a sus productos si lo le hacían caso. Tanto es así que tardó cero coma en dar marcha atras en cuanto se dio cuenta de la cagada. Tú sabes esto, pero nunca lo vas a admitir porque mola más capitanear el rebaño. Porque si lo haces se acabaría este magnífico filón. Y claro…

  • #022
    Rafael - 23 noviembre 2012 - 18:33

    Buenas tardes:
    Es curioso exigir a las marca que retiren la publicidad de Telecinco.¿Si las marcas no la retiran que harán todas las personas que han firmado? No consumir esas marcas? Esta semana he estado siguiendo esa iniciativa a través de Twitter . Muchos de los tuiteros que la apoyan han adquirido un IPad Mini hoy (Apple marca que se anuncia en Telecinco) .¿restringirán el contrato ( llamadas , internet..) que tienen con las teleco (Movistar,Orange,vodafone también son anunciantes en Telecinco? ¿Dejarán de repostar el coche en ciertas estaciones de servicios por ser anunciantes de Telecinco? Y un largo etc …

  • #023
    Anónimo - 23 noviembre 2012 - 19:14

    #15 AAlbertoAA: te ruego que mantengas conmigo las formas como yo estoy haciendo contigo

    Hmmm, ¿Le pides al bloguero en cuyo blog vienes a publicar comentarios con un avatar provocativo e insultante no sólo para él sino para todos sus lectores que mantenga las formas cuando además te responde respetuosamente pese a ser vehemente?

    Yo a ti te cuento hasta ahora 6 veces que nos haces la señal del pajarito. ¿Y dices que tú mantienes las formas? Sí, sí, a ver si cuela el victimismo.

  • #024
    AAlbertoAA - 23 noviembre 2012 - 20:13

    Hola «Anónimo». En primer lugar pedirte disculpas si te resulta ofensivo mi avatar, pero de verdad, no es mi problema si te das por aludido. En cualquier caso, ya te digo que «el pajarito» no va dirigido ni a ti ni a ninguno de los lectores de este blog ni mucho menos a Enrique Dans, con el que estoy manteniendo un intercambio de opiniones que, por lo menos en mi caso, me resulta constructiva e interesante.

    En segundo lugar, este blog tiene un moderador y unas normas de publicación y, si el propietario de este blog ha decidido publicar mis comentarios es porque:

    – No contienen descalificaciones personales.
    – No contienen comentarios maleducados.
    – No contienen ataques directos o ridiculizaciones personales ni calificativos insultantes de cualquier tipo, dirigidos al autor o a cualquier otro comentarista.

    Lo que no es coherente es que el límite de la falta de respeto lo puedas poner tú sobre mi avatar, cuando no va dirigido a ti, y yo no pueda hacerlo con unas palabras que sí van dirigidas a mí.

    También pone en las normas que no utilices el anonimato para decirle a las personas cosas que no les dirías en caso de tenerlas delante, y no soy yo el anónimo en este caso.

    Un saludo y buen fin de semana.

  • #025
    Gorki - 23 noviembre 2012 - 20:32

    Da gusto ver como actúan y se esfuerzan los Community Manager de Tele5, pena que su esfuerzo sea por defender una causa perdida de antemano. No veo mas solución que que coloquen de patitas en la calle a quien tomó la decisión de querellarse con Herreros, y pedir disculpas por lo ocurrido, cad día que atrasen la medida . más dinero van a dejar de facturar,

  • #026
    Asmpredator - 23 noviembre 2012 - 21:43

    El problema de base , a mi modo de ver, es que el morbo vende, si el morbo vende las cadenas de televisión harán programas con morbo.
    Gran Hermano es un ejemplo del morbo que vende , es solo eso morbo, no hay contenidos interesantes, no hay valor cultural, son solo unos personajes seleccionados por psicólogos para que den espectaculo puestos a vivir y retozar juntos, cuanto mas morboso y decadente mejor.
    La Noria seguía ese camino , como el Sálvame o culaquier otro programa que se dedica a la prensa rosa y el famoseo de «friquis» horteras.
    Lo que pasó es que llegaron un paso mas allá, pagaron por explicar la historia de un repugnante asesino que no merece ninguna promoción de ningún tipo, solo merece su eliminación de la sociedad del modo que sea.
    Pero lo hicieron porque sabían que alguien al otro lado escucharía esa historia y les daría rentabilidad al programa y la audiencia de ese tipo de programas no ha descendido ni un apice, solo han habido mas voces criticas del resto de ciudadanos y edl bloguero que esta demandado sobre la moralidad o ética al permitir según que tipo de promoción a según que personajes.
    Este tipo de programas nunca desaparecerá mientras haya un sector numeroso de publico que siga este tipo de espectaculos macabros y descerebrados que no comportan ningún valor mas que el puro morbo y la decadencia.

  • #027
    Fredy Garcia - 23 noviembre 2012 - 22:25

    Pues de momento parece ser que Trivago cambiará su política de publicidad con TV 5….

  • #028
    Javier - 23 noviembre 2012 - 23:18

    A mí aparte de que todo este tema sirve para ponerle un poco las pilas a Telecinco (que ya hacía tiempo que se lo merecía), me parece que hay también un segundo beneficio en todo esto y es algo que Enrique ha dejado muy claro: ha puesto encima del tapete el concepto de «Responsabilidad social corporativa». Mucha gente que no había oído hablar del tema ha empezado a interesarse por él gracias a la cabezonería de Telecinco. Espero que el tema se haga extensivo a otras muchas empresas más con prácticas socialmente reprobables e irresponsables. Porque no es solo Telecinco

  • #029
    Pedro Amador - 24 noviembre 2012 - 01:24

    Como comento en mi http://bit.ly/TfuvwF parece que Telecinco vería honesto hacer Gran Hermano en la cárcel. Si la historia va a ser simplemente ganar audiencia a cualquier precio, por mi parte, me alegro mucho de no ver esta cadena.

  • #030
    Oscar - 24 noviembre 2012 - 01:31

    Das palo Enrique, das palo

  • #031
    Anónimo - 24 noviembre 2012 - 07:49

    024 AAlbertoAA: También pone en las normas que no utilices el anonimato para decirle a las personas cosas que no les dirías en caso de tenerlas delante, y no soy yo el anónimo en este caso.

    ¿Mande?

    Pues de veras me alegro y me parece muy bien que el diálogo te resulte constructivo y que no seas anónimo para aprovechar el tirón mediático de Enrique y conseguir publicidad para tu ¿blog?. Ni idea de quién eres ni me interesa lo más mínimo, sin ánimo de ofender, para mí como si eres el Pato Donald.

    Por si se te ha pasado, los mismos argumentos que usas para defender que el bitacorero publique tus comentarios y descalificar el mío se aplican a ambos, así que sobra que los pongas de relleno. Que escriba como «anónimo» no significa que si hace falta no me puedan encontrar en 5 minutos, sino que la «fama» ni me motiva ni me preocupa ni me importa.

    A mi lo que me chirría es que entre tus argumentos estén:
    – el pretender hacerte la víctima y pedir respeto cuando te han respondido educadamente.
    – resulta eres tú el que descaradamente entra ofendiendo a todos y mira, eres el ofendido.
    – y encima respondes cínicamente que «no es tu problema» y «si te das por aludido».

    Y que te sigas haciendo la víctima porque educada y respetuosamente te responda como anónimo -como siempre y a todos, no importa el mensajero sino el mensaje constructivo-, me parece una pataleta infantil ante la falta de otros argumentos sólidos. Yo no vengo aquí a trolear ni a buscar fama como otros.

    Si te tuviera cara a cara, como me imagino que haría cualquier persona educada, te diría exactamente lo mismo: que no nos interesa saber lo que haces con dedo y empieza respetando a los demás antes de pedir respeto.

    No sé tú, ¿cuando hablas con la gente cara a cara es mientras les haces un gesto obsceno con el dedo? ¿Y los recriminas por poner mala cara? ¿Y les dices que si se dan por aludidos no es tu problema? ¿y esperas que se aguanten?

    Me parece que no.

    A mi me gustaría que:
    – dejaras el victimismo mientras deliberadamente ofendes a todos.
    – dejaras de calificar como ofensivos los argumentos de los demás que no ofenden a nadie y respetuosamente te señalan las verdades -anónimos o no- mientras nos ofendes a todos.
    – dejaras de usar argumentos de Perogrullo como relleno y que no vienen al caso.

    Con eso creo que ya no se puede decir más ni tiene sentido seguir una discusión fuera del tema de la entrada. Espero que no sigas en tus trece para intentar darte visibilidad. Como anónimo esa no es una de mis motivaciones.

  • #032
    Hiperion - 24 noviembre 2012 - 10:44

    Hola a todos.

    Si me permitís, aunque creo que llego tarde, creo que estamos olvidando (tanto telecinco, como las marcas, como nosotros en los comentarios) el motivo del «boicot» (que de momento no se ha dado).

    Como he visto que me ha quedado excesivamente largo, lo parto y «desordeno» para los que no les apetezca leerme entero.

    Conclusión

    Telecinco tiene derecho a hacer lo que guste, pero tendrá que encontrar a los anunciantes (que los habrá, seguro) que esten dispuestos a que se les asocie con sus contenidos y su marca en general.

    Las marcas deben estudiar con quien contratan la publicidad, y con que imagen quiere que se les asocie.

    Las marcas deben asumir que se les va a asociar con aquellos contenidos que patrocinan, y que si estos contenidos dan grima a sus consumidores, estos les harán boicot, activo y pasivo.

    Desarrollo que conduce a la conclusión

    Telecinco (en este caso) es perfectamente capaz de poner la programación que crea adecuada, dentro de lo permitido por la ley, por muy desagradable, obsceno, o inmoral que sea.

    Sin embargo, existe una cosa llamada «segmentación», de la cual Enrrique sería capaz de explicarlo (y lo ha hecho en incontables posts) bastante mejor que yo. Es decir, telecinco tiene una audiencia de (las cifras son imaginarias… y deberían incluir las franjas) 25%, en el que de esos el 35% son mujeres jubiladas, un 30% son varones jubilados, etc…

    La labor de los directores de marketing es conseguir maximizar las ventas, para ello deben conseguir la imagen de marca deseada, y lograr que su público objetivo vea su publicidad.

    Una vez dicho lo dicho, telecinco da sus estadísticas (las de Sofres), y estas marcas deben analizar DONDE quieren poner su publicidad para lograr sus objetivos.

    El problema es que los anunciantes no verán telecinco (quizás como muchos, vean algunos programas concretos y puntuales, y darán por supuesto que el resto no será muy diferente a lo que ellos ven). Así pues, los anunciantes se fian en las muy incompletas estadisticas de audiencia, puesto que es el único dato que disponen.

    Es una realidad que las marcas se ven influenciadas por el entorno en el que se anuncian, y eso no es algo que digan los canales de televisión (porque no lo saben, pero no creo que informasen de ello aunque lo supiesen).

    Lo que hacemos los consumidores (bueno, no en mi caso: no tengo sintonizado telecinco, y no puedo hacer boicot a las compañías que se anuncian ahí, porque no se las que se anuncian), ya que tenemos fé en que esas marcas actuan correctamente, es «avisar» a las marcas de que tengan ojo donde se anuncian.

    Sin embargo, si no nos hacen caso, y siguen promocionando indirectamente lo que en nuestra opinión es corrupcion y delincuencia, estamos en nuestro derecho de perder esa fé, no comprar sus productos, y hablar mal de ellos cada vez que veamos un producto suyo (o lo que es lo mismo, lo que de toda la vida se ha conocido como boicot), recordando que ellos son parte del problema de nuestro pais.

    Respecto a esta denuncia concreta, el problema es que Telecinco esta diciendo a gritos que quieren seguir emitiendo programas «inmorales» (no soy yo quien para juzgarles, pero hay a quien si que les parece inmoral) para conseguir la mayor cuota posible. También estan dando de que o bien son unos hipócritas, o bien que no quieren aprender de sus errores (si retiraron el programa fue porque admitieron que les pareción «fuera de tono»… ¿o sólo lo simularon para engañar a la gente?). Los anunciantes también debieran tener en cuenta que telecinco esta diciendo que NO va a ser sincero con los anunciantes (es decir, despues de que una cosa se hiciese viral en Internet, que menos que avisar a sus anunciantes con anterioridad de que llevaría este tema ante los tribunales).

    Telecinco puede poner (o hacer) lo que le venga en gana. Sin embargo, debe (o debiera) tener en cuenta que los anunciantes tienen el deber de proteger y promocionar sus respectivas marcas.

    Por poner un ejemplo extremo, si yo fuese anunciante de una marca de coches caros, no querría aparecer en medio de una serie televisiva centrada en que medidas tomar para protegernos de un ficticio grupo de delincuentes que se esta expandiendo por Europa que se dedican a seguir a los propietarios de los coches de lujo, y asaltar sus casas de la gente que no siguió los consejos de seguridad, y mostrase con gran detalle el sadismos de estos delincuentes para con los propietarios y sus familias. Si que querría aparecer en ese programa si vendiese alarmas de seguridad.

  • #033
    AAlbertoAA - 24 noviembre 2012 - 16:30

    Anónimo, dedícate a la conversación si te parece bien. Y si no, también. No creo que el propietario de este blog necesite a nadie que le defienda.

    Y en cuanto a lo del dedo, insisto, si te das por aludido, es tu problema no el mío, pero ya he dejado claro que no va dirigido ni a ti ni a ningún lector. Y además, he pedido disculpas por si hubiera ofendido a nadie.

    En cualquier caso, retiro las disculpas que te he pedido a ti porque con tus exabruptos creo que ni te los mereces.

    Un saludo, campeón.

  • #034
    Rafael - 24 noviembre 2012 - 19:22

    Buenas tardes Sr. Enrique:
    Una curiosidad si El Mundo no retira su publicidad de Telecinco.¿Usted dejará de escribir en Expasión ya que pertenece al El Mundo?

  • #035
    Diego - 24 noviembre 2012 - 19:33

    Enrique,
    conozco bien a Vasile y a muchos profesionales de Tele5. Creo que no son tontos y que ni mucho menos se están pegando un tiro en el pie sin darse cuenta. Creo que si queremos comprender lo que está ocurriendo no podemos seguir pensando que los de Tele5 han perdido la cabeza y no saben de comunicación. Creo que han elegido perfectamente el momento y que saben muy bien la batalla que quieren librar y por qué la quieren librar. Me explico:
    Como tú mismo dices que te han comentado, yo creo que la sensación de que unos cuantos internautas pueden hacerles tomar decisiones que no querían tomar (cerrar la Noria) les resulta insoportable. Y creo que han elegido el momento y el cómo plantear una batalla para dejar claro que ellos mandan y no van a ceder ante 30.000 ni ante 200.000 firmas. Mientras estemos en periodo pre-navideño, con todas las campañas contratadas y pagadas no creo que muchos anunciantes vayan a retirar la publicidad de un soporte que representa casi la mitad de la audiencia alcanzable (en RTVE no hay pub). Ellos saben que frente a 200.000 e incluso 300.000 firmas, las audiencias como las de la Voz, con casi 5 millones de espectadores son un argumento irresistible para los anunciantes, aunque reciban presiones. Y si resisten y la «movida» en las redes no consigue que los anunciantes pierdan ventas de forma notable o que Tele5 pierda audiencia de forma notable, habrán ganado.
    Mi más sincero apoyo a Pablo y a todos los que le apoyan, pero creo que no será tan fácil hundir Tele5 como cerrar la Noria y creo que están dispuestos a demostrar que son los más fuertes y que internet no puede con ellos. Tensmos que darnos cuenta de que esta es la pelea que ellos han buscado, en el momento en el que ellos la han buscado y saben bien cómo la quieren ganar. Mientras, nosotros organizándonos y pensando que son idiotas…

  • #036
    David - 24 noviembre 2012 - 21:10

    Me permito añadir un elemento que creo que no se ha tenido en cuenta. Estoy a favor de la petición a favor de Pablo, pero me parece que en las decisiones de las empresas para quitar la publicidad puede pesar más el acoso en las redes sociales, que la firma de 150.000 personas. En concreto, en el mismo Twitter de Pablo, se enlaza una noticia titulada «Trivago dejará de anunciarse en Telecinco tras el ‘acoso’ sufrido en las redes sociales por el caso». Si no hubiera sufrido este acoso, ¿habría dejado de anunciarse?

    Desarrollo más este tema en una entrada: http://elpoderdemuchos.crearblog.com/?p=14

    Saludos,
    David.

  • #037
    Hiperion - 24 noviembre 2012 - 21:47

    #35 Diego

    Pues sinceramente…. no se si han escogido el momento bien o no, pero consideraqndo lo lento que funciona la justicia en España, me resulta «chocante» (salvo que hayan comprado que la justicia vaya más rápido, pero quiero tener un poco de fé en la justicia, por lo que prefiero no tenerlo en cuneta), y aún así el jucio no será hasta dentro de medio año (como poco).

    Si fuese el caso, y tienen unos abogados hachas que han sido capaces de predecir el momento exacto (que hayan hecho la denuncia hace un mes, en el juzgado X que tiene poco plazo de espera, calculando que saldría ahora), aún tienen dos apuestas pendientes. Que las marcas anunciantes decidan o digan que no pueden hacer nada, y que dejen se conformen como estan (o puede ser que se comprometan a no volver a poner publicidad más alla de la contratada hasta que telecinco cumpla X, Y, y Z). La segunda apuesta que hacen, es que el público sea voluble, y que para Enero no recuerden nada, y no sigan haciendo presión.

    Hace sólo 10 años, creo que telecinco habría ganado ambas apuestas. A día de hoy, creo que perderán ambas (he visto como estos años han surgido capañas de seguimiento a través de internet, y también he visto como determinados perfiles abandonan la televisión, sustituyendola por Internet, y las marcas, son conscientes de ese detalle).

    Además, esta el hecho de que si el jucio llega a término, si lo pierden (y creo sinceramente que no tienen ninguna posibilidad de ganarlo), tanto si apelan como si no, que empiece una campaña aún más dura contra telecinco, debido a que quedaría «demostrado» todo lo malo que Pablo quiera decir sobre telecinco.

    Y es más, aún en el caso de que telecinco ganase todas estas «apuestas», sería una victoria pírrica, ya que la gente que esta muy presente en Internet, se sentirá directamente atacada, y radicalizará aún más las posiciones… y harán más loby para que la gente abandone la televisión a favor de Internet. Vamos, que acelerarían su muerte aún más.

    O dicho de otra manera, no tienne nada que ganar, por lo que si pierden malo, y si ganan, peor. ¿Realmente les merece la pena?

  • #038
    Diego - 26 noviembre 2012 - 11:06

    #37
    Hiperion
    Aquí el problema no es el resultado del juicio ni cuando se celebre, todo esto acabará mucho antes de que haya juicio. Aquí se trata de que Tele5 quiere demostrar que es capaz de aguantar el tirón, de tener a buena parte de los internautas en contra, y de que miles de personas firmen contra ella en las redes sin que sus audiencias se resientan , sin que sus anunciantes se retiren y sin que tengan que cambiar su programación. Y si en un mes o mes y medio que queda para que acabe la campaña de Navidad y Reyes ni baja su audiencia ni se van sus anunciantes habrán ganado y la protesta se irá olvidando. Uqe luego pierden el juicio, pues bueno, realmente no creo que piensen que pueden ganarlo ni que lo hayan puesto para eso.
    Y esa es la apuesta. Por eso creo que la han planteado ahora (claro que saben cuándo poner la denuncia y cuándo filtrar la noticia a El País para que esto ocurra en pèriodo pre-navideño) y que han conseguido la reacción que esperaban, un ataque frontal a toda la cadena, donde se sienten muy fuertes, y no un ataque a uno o dos programas concretos, que podrían volver a perder como ocurrió con La Noria.

    «Reía porque sus enemigos no podían alcanzarlo, ignoraba que ejercitaban para errar el tiro.» Bertolt Brecht

  • #039
    Carlos Victor Costa - 26 noviembre 2012 - 16:12

    Decía el viejo Vanderbilt (EEUU, siglo XIX): «The public be damned». En España, siglo XXI, no comprendo cómo no hay sensibilidad social – pero sobra ganas de pelear – para seguir con esta querella, a la Vanderbilt. La emisora se arriesga tan solo a deslegitimizarse, entre otros efectos dañinos en su reputación. Por cierto, los anunciantes, ¿también serán llevados a juicio porque estuvieron de acuerdo con Herreros cuando quitaron la publicidad? No, simplemente, tuvieron la sensibilidad social para evitar la asociación con algo indeseable. Mi análisis de este caso bajo la perspectiva de la legitimización social y sus impactos en la reputación corporativa están en mi blog http://bit.ly/UnHzDc

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