No digitalicemos el libro de texto

IMAGE: Balein - 123RFEl libro de texto es un error. Un vestigio de una forma de aprender que funcionaba cuando el conocimiento era un bien escaso, que era preciso encapsular en algo físico para poder acceder a él. El libro representaba «lo que había que saber» de un tema, el camino por el que el profesor debía guiarte, o en muchos casos, los textos que tenías que memorizar para luego poder copiarlas en un examen, en el que te evaluaban por tu capacidad de retener datos en la memoria.

A partir de la necesidad de encapsular el conocimiento para ofrecer al estudiante un acceso al mismo, surgieron infinidad de perversiones. Por un lado, un mercado compuesto por miles de estudiantes que compraban aquello que su colegio o institución les decía que tenían o-bli-ga-to-ria-men-te que comprar era demasiado goloso, y el libro de texto se convirtió en un negocio, Un negocio fantástico: el libro tenía que cambiar todos los años, el del año anterior no servía, y las decisiones de adopción del libro de una u otra editorial por parte de un profesor o de toda una institución se convertían poco menos que en negociaciones mafiosas, en auténticos sobornos y presiones de todo tipo. Por otro lado, la posibilidad de controlar de lo que llegaba a aparecer en el libro ofrecía a algunos la megalómana tentación de adoctrinar, de poder decidir qué era bueno y qué era malo, de dar forma a las mentes de los niños cuando estaban en su edad más dúctil y maleable. No hace falta que ponga ejemplos: todos los tenemos.

El libro de texto, a lo largo de su historia, pasó de ser herramienta necesaria de acceso a un conocimiento escaso, a convertirse en un negocio prácticamente rayano en lo inmoral, y en instrumento para el adoctrinamiento. Pero sobre todo, a partir de hace unos diez años, a partir del momento en que el uso de la red se generalizó y bajaron las barreras de entrada a su uso, pasó a ser directamente un fósil, una pesada losa puesta encima de lo que la educación debería ser. Bajo excusas tan impresentables como la obligatoriedad, o el que «los profesores no están preparados», estamos viviendo una prolongación de la vida útil de una herramienta que ya no solo perpetúa una forma de aprender inadecuada al tiempo que vivimos, sino que se convierte directamente en perjudicial, dañino, maléfico. Los padres responsables, en el momento en que vivimos, deberían preguntar en sus colegios si van a usar libro de texto… y en caso afirmativo, tratar de llevar a sus hijos a otro colegio que no lo haga. El libro de texto se ha convertido en la negación de la enseñanza, en el símbolo de que no estamos preparando a nuestros hijos para el mundo en el que van a vivir. «Apréndete de memoria lo que está en estas páginas para poder pasar de curso». Por favor…

Aprender hoy consiste, precisamente, en entender que el conocimiento no está encerrado en ningún libro. Aprender es aprender a buscar. Supone manejarse entre cantidades ilimitadas y crecientes de información, y ser capaz de identificarla, cualificarla, verificarla, descartarla cuando es mala, compartirla cuando es buena… supone aprender a consultar múltiples fuentes, y guiarse por sistemas en los que el profesor se convierte en un criterio más, en un nodo más de conocimiento, en alguien que, aunque quisiese transmitir algo erróneo, no podría hacerlo sin quedar cuestionado. No, el conocimiento no debe provenir de un libro que todos, desde instituciones de todo tipo hasta un gobierno, tienen interés por manipular. Pero tampoco puede ser dejado al solo criterio de un profesor que puede tener sus propios sesgos, su propia agenda o incluso sus propios monstruos. Ni al de los padres. La enseñanza debe asegurar que los niños entienden que un libro, un profesor, un periódico, un gobierno o unos padres no pueden nunca constituirse en fuente única del conocimiento, porque el conocimiento está ahí fuera, evoluciona, y hay que ir a buscarlo en cada momento. La enseñanza, cada día más, tiene que dejar de consistir en dar peces, y convertirse en enseñar a pescar.

Ahora, la última tendencia, «el último grito» es ir dejando los libros de texto al margen y tratar de pasarse al libro digital, a modo de «garantía de modernidad». Como si el acarrear una tableta y saber utilizarla fuese algún tipo de «bendición», de «carnet de acceso a la sociedad de la información». Nos ponen excusas como que el papel ya no es moderno, que los libros pesan mucho y perjudican las delicadas espaldas de nuestros tiernos infantes… y nos llevan a un entorno en el que, en lugar de pagar por un libro, ¡pagaremos por una licencia o suscripción! Más, claro, que para eso es un sistema «más moderno».

No, la digitalización del libro no soluciona absolutamente nada. Es aplicar la tecnología a repetir los mismos errores que se cometían antes de que existiese. Como el libro es malo, lo disfrazamos en un soporte tecnológico, pero sin solucionar ninguno de los problemas que hacían que fuese malo. El libro en la tableta sigue representando «lo que hay que aprenderse», aunque esté en un soporte «más mono» y «más moderno». Sigue permitiendo el adoctrinamiento. Y sigue forzando a alguien a pagar por algo que está ahí fuera, libre. Es exactamente el mismo error.

Enseñar en los tiempos que vivimos supone que un profesor gestione los tiempos y el paso por un temario determinado, y acompañe a los alumnos en su camino de búsqueda de información. Que los rete a encontrar información adecuada. Que la contraste, que la cuestione, que haga que desarrollen su sentido común y su capacidad de crítica, no su capacidad memorística. Que les desafíe a plasmar el conocimiento con sus propias herramientas, a compartirlo, y a aceptar las críticas o elogios que reciban. Que les enseñe a cuestionarse lo que encuentran, del mismo modo que deben cuestionarse lo que dice la prensa, lo que dice el gobierno, lo que dicen sus padres… y lo que dice el mismo profesor. Y eso, desde pequeñitos. E independientemente de que hablemos de historia, ciencias o matemáticas.

«No, los profesores que tenemos no sirven para eso». Es la excusa más patética que he visto. Los profesores pueden aprender, pueden convertirse en algo mucho más parecido a lo que un profesor representa en países como Finlandia, un auténtico referente en educación. Se puede educar a los profesores como se puede educar a los padres… aunque mucho se hayan acostumbrado a «delegar» hasta extremos increíbles – y completamente irresponsables. Es fundamental recuperar el papel de los padres en el control de la educación de sus hijos, pero de nuevo: no como «criterio único», sino como un criterio más.

Entiendo, por supuesto, que el salto al vacío de dejar de tener libros de texto genere un cierto vértigo. Es fácil de entender. Es el mismo miedo que tiene un directivo cuando va a una reunión sin papeles y sin bolígrafo, simplemente con las manos en el bolsillo y su smartphone para tomar notas. El mismo miedo que da a cualquiera dejar de tener apoyos conocidos, y pasar a apoyarse en la red. Pero no, no es un salto sin red. Es, precisamente, un salto a la red. Un salto muy necesario.

El libro de texto debe morir, cuanto antes mejor, sea en papel o en electrónico. Debemos matar el concepto, no su forma. Como sociedad, deberíamos considerar urgente que, en la era de la red, nuestros hijos supiesen aprender a extraer conocimiento de manera eficiente del lugar en el que se encuentra todo el conocimiento. No de un maldito sistema cerrado. No tienen que aprender lo que está en un libro por decisión de una editorial, de un gobierno o de un profesor. No tienen que tragarse los prejuicios de nadie, ni siquiera los de sus profesores o los de sus padres. Tienen que aprender otras cosas. Habilidades fundamentales para vivir en el tiempo en que les ha tocado vivir. Algo que un libro de texto NUNCA les va a enseñar.

 

NOTA: yo hoy no pensaba escribir sobre este tema. Fue el buen artículo de Antonio Ortiz en El Confidencial, «Suenan las campanas por el libro de texto» y su posterior discusión con Borja Adsuara en Twitter al respecto los que hicieron «saltar el resorte» de un tema que, conmigo, tiene ya una larga historia

 

This article is also available in English in my Medium page, “Digital textbooks? Don’t follow that path!«

76 comentarios

  • #001
    Manuel - 21 septiembre 2014 - 11:32

    El titular llama la atención: pensaba que sería una de las pocas veces que estaría en desacuerdo contigo. Pero luego de una lectura del artículo, no puedo estar más en sintonía.

  • #002
    Goomer - 21 septiembre 2014 - 11:45

    Pues puede ser la excusa más patética, pero el nivel actual del profesorado es el que es. Por supuesto que se puede cambiar, pero hay desmotivación por el fracaso educativo y por las sucesivas reformas, por la relajación de los padres, por el aumento de la burocracia, te dicen que si les recortan, no hacen cursos de formación, tienen una alfabetización informática que en muchos casos da auténtico miedo. No es que no sepan manejarse por internet, que no saben, creyendo en muchos casos en pseudociencias, compartiendo informaciones falsas, spam, etc. es que en muchos casos no saben ni utilizar el software ofimático para generar material de clase, y se manejan con fotocopias por eso. Yo hace unos diez años o así he visto docentes que no sabían ni manejar un ratón, con eso lo digo todo, año 2004.

    Por supuesto que esta situación, puede, y debe cambiar. Pero no es un cambio fácil, aunque algunos tengamos claro que es necesario.

    Mi duda es, ¿es realista pensar que el 100% de los profesores, de diferentes generaciones, intereses y motivaciones, acostumbrados no solo a enseñar con un libro de texto, sino a creer que en la filosofía del libro, y que no saben ni buscar ni discriminar fuentes de información van a hacerlo? Será una excusa patética, pero a mi me parece una tarea necesaria, pero ciclópea. Ojalá me equivoque, pero no soy muy optimista al respecto. Aunque me parece claro que es el camino a seguir, demos al menos algún paso…

  • #003
    Gus V. - 21 septiembre 2014 - 11:47

    Un gran artículo que demuestra que las escuelas donde van nuestros hijos no son las escuelas a las que deben ir. Leido en el blog de un buen amigo con el que comparto vecindad aqui dijo «Esto no es solo un tema de contenidos, libros o formatos. Va de nuevos modos de evaluación y de nuevas materias o habilidades a examinar. No es tanto si se memoriza algo o se adquieren muchos contenidos, eso lo hace Google, se debe premiar la capacidad de trabajar esos contenidos en modelos colaborativos. Hoy en día la economía colaborativa está poniendo en jaque muchos modelos económicos. Algún día la educación socializada pondrá en la picota a la enseñanza tradicional [http://bit.ly/Y7DLfi]. A mi modo de ver es mas lo que dice Enrique Dans con respecto al modo y no tanto al que.

  • #004
    Txetxu - 21 septiembre 2014 - 12:22

    ¿No sería más correcto afirmar en vez de El libro de texto debe morir, cuanto antes mejor, sea en papel o en electrónico ‘Los prescriptores, recoemndadores y hacedores de libros de texto deben morir, cuanto antes mejor, sea en papel o en electrónico’ ya que son ellos los responsables de su existencia?

  • #005
    Víctor - 21 septiembre 2014 - 12:23

    Investiga sobre el cerebro de los niños, los beneficios de la memorización, la futilidad de otro tipo de ‘aprendizaje’ y blablabla. Desde el punto de vista de un adulto (para universidades, másters…) tendría todo el sentido. Para el de los niños hasta determinada edad, es cuestionable cuanto menos.

  • #006
    Gorki - 21 septiembre 2014 - 12:25

    Estando de acuerdo contigo en niveles de bachillerato superior y universitarios, no estoy completamente seguro que sea aplicable lo mismo a los niveles de primariay bachillerato elemental. Por ejemplo las cartillas de lectura y escritura, creo que son una herramienta muy adecuada para aprender a leer y escribir, aunque existan también otros métodos.

    Por ejemplo un logopeda utilizo con uno de mis hijos, que tenía dificultad para aprender a leer un sistema de fichas con palabras y sílabas y conseguimos enseñarle el mecanismo de la lectura con su método en unos 20 días.

    Lo que es absolutamente cierto es que el libro de texto ha sido un negocio comercial rallando en lo mafioso, con el que no estoy en absoluto de acuerdo y de adoctrinamiento, con el que estoy de acuerdo o no, dependiendo quien lo ejerza, pues considero que formar a un niño no es solo darle ciencia, sino también imbuirle unos principios morales.

  • #007
    Antonio Castro - 21 septiembre 2014 - 12:28

    Lo que debe cambiar es el concepto de libro de texto. Puede incluso ser bueno denominarlo de otra forma.

    Para empezar, debe de ser un contenido que se ajuste un programa, pero aquí nace el peligro de adoctrinamiento. Un libro te texto, o como queramos llamarlo, debe incluir enlaces a una gran diversidad de fuentes donde los profesores puedan elegir. Se pueden hacer recomendaciones sobre contenidos, pero no imponerlos.

    Por encima de todo hay que hacer mucho énfasis para que el propio alumno, los padres y toda la sociedad, distinga entre información y doctrina, entre hechos contrastables y opiniones, entre un amplio catálogo de tipos de falacias y la ciencia. Toda la sociedad debería saber en que consiste el método científico y todos los mecanismos de autoengaño que nos llevan a convertirnos en meros borregos.

    Los críos están siendo continuamente adoctrinados desde todas partes, incluso desde el seno de muchas familias, no digamos ya desde el poder político o desde la Iglesia.

    El libro de texto como negocio es asqueroso. Los ciudadanos pagamos para que luego nos cobren los contenidos con los cuales nos obligan a intoxicar a nuestros hijos. Decir que el sistema no es perfecto sería quedarse demasiado corto.

    Gran parte de los problemas de esta sociedad nacen precisamente en la educación.

    En otras partes del mundo grabar un baile que es un canto a la felicidad te condena a recibir 91 latigazos en público y seis meses de privación de libertad y la única forma de que una sociedad llegue a funcionar de esa forma es mediante una educación retrógrada mamada desde la más tierna infancia.

    En ningún país se educa a las personas para ser críticas con el sistema que les gobierna. Se las educa para que sean borregos tontitos, manejables y pacíficos, y la religión ayuda mucho a ese objetivo. Se enseña a las personas a que amen doctrinas, a que defiendan ideologías, y se les imparte la educación científica de la forma lo más aburrida posible para que la odien.

  • #008
    Sergio - 21 septiembre 2014 - 12:37

    Como casi siempre, estoy de acuerdo con el autor del artículo. Solo un pero, he echado en falta enlaces para ampliar información o contrastar. Alguien sabe de proyectos educativos alternativos como el que esboza Enrique Dans? Me encantaría poder ampliar sobre este tema

  • #009
    sergio - 21 septiembre 2014 - 13:34

    Yo voy a ser políticamente incorrecto y a buen seguro un poco injusto, pero creo que debo decirlo: Hay profesores de la enseñanza pública que les cuesta adaptarse a las nuevas tecnologías, cierto; Hay profesores bastante desmotivados, cierto; PERO, lo cierto es que también hay un gran número de profesores que acabaron en la enseñanza pública de rebote como medio para ganarse la vida. Interinos que llevan así décadas y que nunca han aprobado un examen de oposición. Profesionales poco profesionales que cumplen a rajatabla la ley del mínimo esfuerzo y que no sólo están opuestos a cualquier cambio, sino que además no están dispuestos a dedicar ni un minuto más de su jornada oficial en beneficio de sus alumnos, ya sea echando una mano en la fiesta anual del colegio (en el mío NUNCA ha acudio un solo profesor), formándose en nuevas tecnologías o discurriendo la mejor forma de dinamizar su enseñanza diaria.
    ¿hay que acusarles con el dedo? Pues seguramente no, hay que acusar a un sistema de enseñanza pública (el español) donde el director del centro no tienen apenas capacidad para configurar su equipo de docentes y donde tienen todos los incentivos negativos si quiere intentar cambiar algo…
    Pero eso sí,profesores/as que de docentes sólo tienen el nombre, haberlos los hay, y seguramente demasiados…

  • #010
    César - 21 septiembre 2014 - 13:42

    Totalmente de acuerdo con la entrada. La industria editorial, los ministerios, los sucesivos gobiernos y hasta las propias familias son reacias a cambiar TODO EL SISTEMA educativo, en aras de lograr una formación más abierta, más libre, con mayor ausencia de prejuicios morales, políticos e ideológicos. Cada día estoy más a favor de una formación autónoma, en casa o donde sea, utilizando todo aquel recurso que esté a nuestro alcance. Una educación algo más libertaria y autodidacta.

    Como complemento al texto de Enrique, me permito compartir este artículo que he leído en el diario digital «InfoLibre» y firmado por Elena Herrera («¿Por qué no despega el libro de texto digital?») http://bit.ly/1BZLCtF

  • #011
    Armando - 21 septiembre 2014 - 14:18

    Entiendo y comparto el diagnóstico, no así la propuesta para combatir el problema. No puedo estar más de acuerdo en la perversión de la industria editorial del libro de texto, sin embargo, sugieres la búsqueda de contenidos en la red y ni siquiera mencionas los libros —no de texto y en el soporte que prefieras— como posible fuente de conocimiento, lo cual me parece una omisión inaceptable para cualquiera que teorice sobre educación. Además, olvidas algo básico; un libro de texto sigue siendo un libro. Y los profesores deben utilizar los libros —de texto— de la misma forma que tú propones utilizar la red, es decir, animando a los estudiantes a cuestionar y contrastar su contenido, no ignorándolos. Un libro de texto es un libro, pero con garantías de que su contenido ha sido elaborado por académicos. Naturalmente, con la carga subjetiva de cualquier autor, incluidos los de la red, los profesores o los padres, como bien dices. Un libro de texto no es, o no debería ser, otra cosa que una guía de contenidos, no la Biblia. De hecho, existen muchos profesores que los utilizan adecuadamente, añadiendo trabajo de búsqueda, cuestionamiento y discernimiento de los alumnos. En mi opinión, «prohibir» los libros de texto —como parece ser tu deseo según se desprende del artículo— es tan peligroso como quien los usa en exclusiva y a modo de catecismo. Así pues, el problema es mucho más simple y no son los libros de texto, sino su industrialización y el mal uso que le dan algunos centros y profesores.

  • #012
    Txema - 21 septiembre 2014 - 14:20

    Hola Enrique, He venido desde twitter alarmado por el título de tu artículo porque creía que estaba relacionado con un tema que no estoy de acuerdo contigo, y no es otra que la desaparición del papel que tu proclamas a los cuatro vientos. Curiosamente ayer te mencioné en un tuit intentando, creo que no lo conseguí, que leyeras el artículo de hace dos semanas donde defendía la defensa del papel como medio publicitario y utilizaba los 200 millones de catálogos impresos e todo el mundo por IKEA, http://txemarketing.com/catalogo-ikea-2015/
    Según iba leyendo el texto tengo que darte la razón y no porque hayas dicho que el libro digital sea la misma aberración que el de papel, sino simplemente porque es un retroceso en la educación de una mente cada vez más agil y más cómoda de los más pequeños. Totalmente de acuerdo contigo en este asunto.
    Permíteme añadir que también debemos hacer un esfuerzo por inculcar a los niños desde edad muy temprana el espíritu emprendedor con la realización de proyectos de micro-empresas de forma colaborativa y que ayudan a reforzar todos aquellos conocimientos que van adquiriendo de una manera real. Os recomiendo que veáis lo que hace la Fundación Créate en este sentido http://www.fundacioncreate.org/

  • #013
    Gorki - 21 septiembre 2014 - 14:48

    #006 Antonio Castro
    En ningún país se educa a las personas para ser críticas con el sistema que les gobierna.

    Es evidente que así es en la enseñanza pública, pero educarle en esos principios, seria tratar de adoctrinarlos exactamente igual, que educándolos en los contrarios.

    Considero que hemos de «adoctrinar» a nuestro hijos en unos principios o en otros, según sean nuestras propias creencias, es una obligación de los padres imbuir algún principio moral en sus hijo, razón por la cual creo en el derecho de libertad de elección de los padres del colegio para tus hijos de acuerdo con tu forma de pensar.

  • #014
    Victor Schnidrig - 21 septiembre 2014 - 15:15

    Totalmente de acuerdo con las opiniones del autor. Felicitaciones. Necesitamos leer estos artículos

  • #015
    Garepubaro - 21 septiembre 2014 - 15:33

    Pues cuando era chico una profesora decia;»el dia que haya presupuesto las clases se daran con video», luego el video bajó totalmente de precio y lo compraron de adorno mas o menos. En las universidades lo que se ve es la pizarra de siempre, diapositivas … ni la television ni internet, ni una pantalla llena de menus y enlaces sirve para aprender, porque

    … el medio se come el aprendizaje que lo anula lo despista …

    vamos cualquiera que haya ido a algun curso estos ultimos años sabe que el maestro lo primero que hace es desconectar internet de los ordenadores porque sino no hay manera que la gente atienda y centre, ¿como sabe uno que esta avanzando en el aprendizaje del ajedrez? porque duele la cabeza y la frente se arruga ante la resolucion de la jugada, ¿como sabe uno que esta mejorando su interpretacion a piano de la partitura? por el esfuerzo de llegar cada vez con mayor velocidad y precision a cada nota, y acaba cansado, sino acaba cansado es que no esta mejorando. Ya lo dice Goleman que la atencion que se gasta en internet es la dispersa, esa que es la mismo tipo de los videojuegos, la que no requiere esfuerzo y no produce avance

  • #016
    Vival Galanternik - 21 septiembre 2014 - 15:52

    Enrique, te equivocas en parte. Para un nivel Universitario estaría excelente, para un nivel de Bachillerato un modelo mixto, pero para elementary, NO.
    E incluso en la Universidad, aunque busques de fuentes online siempre es bueno consultar la ultima edición de una Editora Conocida, por ejemplo en Medicina necesitas Harrison, es literalmente la Biblia.

  • #017
    Enrique Dans - 21 septiembre 2014 - 16:11

    #016: Te equivocas tú si piensas que ataco al libro. No tengo ningún problema con el libro. Lo tengo con el libro DE TEXTO. Mi problema no es que haya libros, bienvenidos sean, cuántos más, mejor. Mi problema está en tomar un libro como base única del aprendizaje y definir que lo que viene en ese libro es «lo que hay que saber». El Harrison es un muy buen libro, pero hay más, más especializados, y muy complementarios de ese. Usa el Harrison como bibliografía, no lo uses de forma reduccionista como «lo que hay que saber», y ten en cuenta que pronto habrá recursos en la red mucho mejores y más completos…

  • #018
    Manuel - 21 septiembre 2014 - 16:17

    Hola. Creo que el planteamiento del artículo es correcto, pero se acaba extrapolando incorrectamente a otra cosa.

    Efectivamente el libro de texto, como objeto de papel donde se recogen unos contenidos es algo que ya no es útil. Pero esos contenidos deben mantenerse y obligar a la gente a que lo conozca.

    Aprender no es aprender a buscar. Primero porque se asume interés, persistencia y práctica en aquel que aprende…. Y estamos hablando de niños de 10-15 años. Cuando no son demasiado pequeños son bombas hormonales pensando en ya sabemos qué.

    Segundo porque eso no garantiza que sepa todo lo que le va a resultar necesario para la vida actual. Cada vez la gente necesita saber más y más cosas. Si «pierde» el tiempo buscando, no está aprendiendo. No digo «empollando»; pero sí aprehendiendo (sic) en su cabeza ideas, esquemas y razonamientos. Y además haciéndolo de la manera correcta. El tiempo es finito, y hay muchas cosas que deben ser sabidas por el individuo, para teniendo ya como base ese conocimiento, formarse una opinión. Hacer búsquedas por internet no me hace conocer nada. Cierto es que los libros de texto en muchos casos son manipulados, pero peor es la situación en la red, donde el descontrol es mucho mayor, y los alumnos carecen por completo de criterio para asignar «fiabilidad» a una página.

    Tercero, porque tener criterio, filtrar información, ser objetivo, sí debe formar parte del aprendizaje, pero no tiene que ver con los libros de texto. Eso tiene que ver con el desarrollo mental e intelectual del individuo.

    Por otro lado,

    y al hilo de un comentario anterior, no leemos igual en internet (en pantalla), que en un libro. ¿alguno ha puesto el dedo en la pantalla mientras lee? Es mucho más difícil enfocar las ideas y conocer un texto en profundidad en una pantalla que sobre el papel. Ignoro la razón, pero sé que yo( al igual que muchos conocidos que, trabajamos leyendo delante de una pantalla 6-8 horas diarias ) si tengo que leer un documento importante, lo imprimo. Siempre.

    Un saludo y gracias.

  • #019
    María Jesús Casado - 21 septiembre 2014 - 16:21

    El concepto de libro de texto hace tiempo que ha cambiado, pero muchas personas no conocen el alcance total de este cambio.
    El libro de texto como guía de aprendizaje e insertado en una plataforma virtual permite que el profesor incorpore actividades, enlaces, vídeos, etc; que modifique el orden en que aparecen los contenidos, que los cambie o que los elimine. Permite que el alumno intercambie información con el profesor desde su casa y viceversa a través de la plataforma, y que se guarden las consultas realizadas y los resultados obtenidos en las tareas. También los padres tienen acceso a esta información y pueden hacerlo desde cualquier dispositivo conectado a la red, como puede ser su teléfono móvil.
    Los libros digitales abren un mundo de posibilidades pero también requieren una preparación para utilizarlos, no solo de los profesores sino también de las familias, sobre todo cuando los niños son pequeños y necesitan estar conectados para poder utilizarlos. No es pasar del papel al ordenador/tablet, sino de un mundo cerrado, previsible y confiable, a un mundo abierto que precisa de la vigilancia de un adulto, de un dispositivo con el software adecuado y, si queremos sacarle el máximo partido, de conexión a internet. No hablamos de libro digitalizado sino de libro en la red.
    ¿Estamos dispuestos a aceptar este reto?

  • #020
    Jesús Nieto - 21 septiembre 2014 - 16:50

    Por poner un ejemplo fascinante de lo absurdo que puede llegar a ser el libro de texto o-bli-ga-to-rio, tengo en mis manos un volumen titulado «Informática Windows 4º ESO» de la editorial McGraw-Hill. Hemos estado mi hijo y yo hojeando el libro y echando unas risas a su costa… Básicamente es una introducción…¡¡ al Windows XP!! con temas tan rabiosamente actuales como personalizar el escritorio o ¿qué es internet? Solo en las tres o cuatro últimas páginas menciona, muy por encima, GNU, Linux, Creative Commons…
    En descargo del profesor, tengo que decir que él mismo ya le ha mencionado a los alumnos (que en su mayoría usan Windows actualizados, Linux o Android) que la asignatura debería llamarse «Historia de la Informática» :)

  • #021
    Ivonne Ovalle - 21 septiembre 2014 - 17:05

    Hay puntos del artículo con los que estoy totalmente de acuerdo, sin embargo una de las cosas que pueden ser preocupante en términos de educación básica es la cantidad de información que existe en la red que no esta verificada o subida por expertos reales en algún tema en específico. El escribir un libro cualquiera sea su tema requiere un trabajo serio de investigación y sustento de fuentes, que aun en muchos sitios de la red no esta regulado.

  • #022
    Gorki - 21 septiembre 2014 - 17:22

    #018 Manuel
    si tengo que leer un documento importante, lo imprimo

    Otros cuando nos viene un documento importante en papel lo scaneamos y le pasamos el OCR, por eso preferimos recibir la correspondencia en digital. Pues es para nosotros la forma más eficaz de poderlo archivar y recuperar un documento cuando lo necesitemos y poder responder haciendo copy/paste por párrafos.

    Sin el menor ánimo peyorativo, lo que indica es que aun perteneces a la Galaxia Gutemberg, en la que casi todos los adultos nos hemos educado.

    Por supuesto nada tiene que ver con la calidad del trabajo que se haga, sino que cada cual utiliza un método diferente de trabajo, que de alguna forma condiciona la forma de pensar, aunque el resultado final no difiera en exceso del sistema utilizado.

    Unos estructuran en la cabeza lo que piensan y una vez ordenadas las ideas, sueltan todo lo que han pensado de una forma continua y definitiva. Otros vamos escribiendo de forma provisional en pantalla, las diferentes ideas en párrafos inconexos, los reelaboramos, organizamos y estructuramos, cambiando constantemente el texto y el orden de los párrafos y no damos como definitivo un parrafo, hasta que demos por finalizado el escrito.

  • #023
    Manuel - 21 septiembre 2014 - 17:32

    Sinceramente, creo que no tenemos el mismo concepto de «documento importante». Lo digo porque me indicas:

    «Otros cuando nos viene un documento importante en papel lo scaneamos y le pasamos el OCR, por eso preferimos recibir la correspondencia en digital. »

    No hablo de correspondencia. Hablo, por ejemplo, de un informe de un arquitecto, un presupuesto de muchas páginas, una demanda judicial… Escritos de cierta amplitud y complejidad, a los que debes dedicar una atención exhaustiva porque de lo que en ellos se recoge se deducen consecuencias muy importantes. Ahí el papel gana siempre.

  • #024
    Armando - 21 septiembre 2014 - 18:20

    #17: Sí, atacas el libro, porque el «el libro de texto» es un libro. Hay mejores y peores libros, igual que libros de texto, revistas científicas o enciclopedias… Pero el libro de texto, por el simple hecho de serlo, no es demoníaco, sino el mal uso que se le dé. Eso es lo que no entiendes, querido Enrique.

  • #025
    Enrique Dans - 21 septiembre 2014 - 18:29

    #024: Armando, creo que no te has enterado de nada del artículo que he escrito. Léelo otra vez, por favor. NO TENGO NINGÚN PROBLEMA CON LOS LIBROS. Repito: NINGUNO. Me encantan, tengo muchísimos, y aunque los prefiera en electrónico porque me son más cómodos, compro muchísimos, constantemente.

    El problema está con el LIBRO DE TEXTO. Que no es un libro, sino una basura en la que se supone que alguien ha puesto TODO lo que hay que saberse para aprobar una asignatura. Ese es el concepto que me resulta aberrante: que pretendan decirnos que alguien, con vete tú a saber qué intereses, nos diga que «esto es el conocimiento, no hay más, apréndetelo y ya está, aprobado». Esa idea es anti-todo, es una basura intragable, es solo un pretexto para negocios corruptos, para el adoctrinamiento y para los malos profesores. Ese es mi problema. Así que no me acuses de atacar lo que no ataco, porque con ese nivel de discusión no vamos a ningún sitio, por favor.

  • #026
    Antonio Castro - 21 septiembre 2014 - 18:54

    #013 Gorki, dices … «Es evidente que así es en la enseñanza pública, pero educarle en esos principios, seria tratar de adoctrinarlos exactamente igual, que educándolos en los contrarios.»

    No lo has pilado.

    En ningún país se educa a las personas para ser críticas con el sistema que les gobierna SEA CUAL SEA.

    Incentivar la autocrítica y el escepticimo, huir de los dogmas y de las ideas preconcebidas, todo ello es lo contrario de adoctrinar. Todos los poderoso adoctrinan sin excepcion. La ausencia de doctrina no es una doctrina, la ausencia de credo no es otro credo.

    Ideología es comprar un paquetito de ideas y hacerlo tuyo. Las ideas que vienen empaquetadas, pierden su valor intrínseco para convertirse en una mera parte de un paquete. Los paquetes de ideas son basura, solo sirven para etiquetar a las personas para saber a que rebaño pertenecen.

  • #027
    Julio2 - 21 septiembre 2014 - 18:58

    O sea, que el libro de texto debe morir para que viva Google. Primero delegamos la educación de nuestros hijos en los maestros, que para ello se ayudaban de libros. Y ahora debemos delegar la educación de nuestros hijos en Google. Al final todo desemboca en lo mismo.

    El conocimiento fragmentario que se puede obtener a través de Google no puede sustituir al que se obtiene con un buen libro, que en principio sirve de punto de apoyo al profesor y no para adoctrinar a los niños. La capacidad crítica se obtiene leyendo libros y discutiéndolos en clase, no buscando tonterías en Google y tomando la Wikipedia como verdad revelada. Queréis convertir a los niños en zombis de Google.

  • #028
    jose luis portela - 21 septiembre 2014 - 19:03

    De lo mejor que le leído tuyo, y eso que puedo presumir de haber leído todos tus post desde que comenzaste

    Lo que comentas sobre la necesidad de enseñar a saber buscar la información es muy profundo. Yo siempre digo en mis clases «que un directivo es alguien que transforma información en acción» y que por lo tanto es crítico conocer cuales son sus fuentes de conocimiento. Yo aquí lanzo tres puntos que dan para mucho

    1. Identificar fuentes de información buenas y realmente independientes.
    2. El fenómeno que no me canso de observar que muchísimas creencias y cosas que aparecen no solo en libros, sino incluso en Internet, son creencias falsas.
    3. Probabilidad de acertar. Existen tres verdades, la mía, la tuya y la que realmente es. Por lo tanto solo existe un 33% de probabilidad de conocer la verdad, así que tenemos siempre que tener la mente muy abierta para buscarla

  • #029
    Julio - 21 septiembre 2014 - 19:35

    Esto del libro de texto es una de las consecuencias de la propiedad intelectual que tenemos y uno de sus muchos efectos perversos.

    Más que cambiar al niño de colegio porque en ese colegio se obligue a usar libros de texto (restrictivos), deberíamos de intentar cambiar el modelo que impone las limitaciones de la propiedad intelectual y apostar por el dominio público en los colegios y que los colegios tuvieran escritos y obras para el apoyo a la enseñanza sin restricciones legales (dominio público).

  • #030
    Krigan - 21 septiembre 2014 - 19:51

    ¿Cómo se aprende mejor Biología Evolutiva? ¿Leyendo un libro de texto o leyendo «El gen egoísta»?

    ¿Y si lo que se enseña son Matemáticas de Primaria?

    ¿Son realmente necesarios los exámenes?

  • #031
    ReyVindiko - 21 septiembre 2014 - 21:32

    Parece que alguno hay con la imagen del profesor que da la película Manolito gafotas. Creo que antes de señalar a los culpables habría que ver hasta qué punto el problema no solo tiene sus raíces en la docencia (y que conste que soy profesor y llevo mucho tiempo dándole vueltas al tema). Mis objeciones a lo expuesto son las siguientes:
    -En algunas comunidades como Andalucía los libros de texto son gratis y eso significa, por ejemplo, que en 4º de ESO llevamos con el mismo manual siete años y sin visos de cambiarlo. Convence a los padres de que vamos a utilizar otro sistema que puede que le suponga un gasto adicional, porque ¿quién pone el dinero para el acceso a internet, la Junta, el colegio, los padres, …?
    -El problema mayor que nos encontramos los profesores es que a la hora de educar no nos enfrentamos solo a la ignorancia del alumno, sino a la de los padres. Y en lo digital y la vida conectada la gran mayoría viene muy maleducada (cosa sobre la que ya has escrito): si los sacas del Whatsapp, el Instagram y el Twitter, ya no saben qué hacer. La mayoría no saben lo que es la geolocalización o cómo se configura la privacidad de esas aplicaciones. Y estas cosas ya deberían venir aprendidas desde casa.

    -Los contenidos de muchas asignaturas no han evolucionado ni evolucionarán: las matemáticas, los idiomas, la lengua, la historia, dependen mucho del método y no del contenido. Como algunos ya han comentado, lo del artículo es más aplicable a enseñanzas superiores.

    -En mi comunidad y en la mayoría de España, la educación está atada política, doctrinal y burocráticamente. Y esto crea profesores frustrados. Todos los años viene un grupo de finlandeses a mi centro, con dos profesoras. Cuando hablo con ellas me echo a llorar. Creo que la enseñanza es un derecho, no una obligación.

    -Digitalizar los libros es un paso. No es la panacea, pero se abren puertas. Es mucho más fácil crear material propio en digital que en papel por eso de las barreras de entrada.

    De cualquier modo, por algún sitio hay que empezar para darle la vuelta a todo esto. La educación debería ser tan intocable para un político como la constitución. Ahora es arma política.

  • #032
    otro - 21 septiembre 2014 - 21:37

    Me gustaría ver a tanto bocazas dando clase de química en cuarto de la ESO, o que opinan del adoctrinamiento despues de buscar en Internet sobre el origen del petróleo. La red está lejos de ser la panacea y màs en una sociedad de la inmediatez que no sabe, ni le interesa, leer.

  • #033
    olo - 21 septiembre 2014 - 22:13

    Que se lo digan a la UNED y a sus profesores. Aprendizaje a distancia con libro de texto cuando perfectamente pueden hacerlo sin él, pero que ha convertido en un negocio cautivo, paralelo y parasitario del sistema.

  • #034
    Vival Galanternik - 21 septiembre 2014 - 22:45

    ENRIQUE GRACIAS POR AMPLIAR TU PUNTO DE VISTA EN EL COMENTARIO Y LO COMPARTO. SORRY POR LAS MAYÚSCULAS. NO HE DADO COMO DESACTIVARLAS AQUI.

  • #035
    Gorki - 21 septiembre 2014 - 23:24

    #026 Antonio Castro
    Supongo que es muy opinable, pero yo he preferido imbuir a mis hijos una etica moral que considera, por ejemplo el enriquecerse robando como malo, o que aplicar la ley de la selva no es adecuado. Por supuesto que habrá personas que tengan otra ideología y pretendan imbuirla en sus hijos. Yo no puede estar de acuerdo con algunas de ellas, pero no intentar que los hijos adquieran una ideología, me paree peor que darles una con la que yo no estoy de acuerdo.

    Y tampoco estoy de acuerdo con que «en ningún país se educa a las personas para ser críticas con el sistema que les gobierna SEA CUAL SEA» . muchos centros educativo privados, mantienen ideologías que pueden coincidir o no, con la ideología del gobierno, por ejemplo las ikastola, son un a clara muestra de ello.

  • #036
    Gorki - 21 septiembre 2014 - 23:35

    #023 Manuel

    Pues si coincidimos en lo que es un “documento importante”. La difrencia es qu yo no me sentiría cómodo estudiando o contestando un informe de un arquitecto, un presupuesto de muchas páginas, o una demanda judicial… Sin tenerlo escrito en pantalla.

    Mi forma de enterarme lo que contienen esos documentos, es precisamente copiarlos en pantalla e ir insertando notas y comentarios sobre una en la copia del texto original.

    Como indico cada cual tiene su forma de trabajar y muchos de los que llevamos tiempo con ordenadores. preferimos la pantalla al papel y estoy seguro que la nueva generación que es nativa digital, lo hará así de forma mayoritaria.

  • #037
    Anónimo - 21 septiembre 2014 - 23:48

    Completamente de acuerdo en que los grandes males del libro de texto son el impresentable negocio editorial que suponen y su uso como arma de adoctrinamiento, pero su supresión no está exenta de riesgos. La implementación de medios electrónicos implica un riesgo de distracción del que carece el papel: con una tablet/ordenador el alumno puede desviar su atención a contenidos externos, mientras que el libro no va a permitir nunca que se juegue al «Apalabrados» mientras el profe explica. Sirve para lo que sirve y nada más (bueno, quizá para jugar al «Hundir la flota» en los huecos en blanco que el texto permita ;-). Pero el gran peligro de prescindir del libro de texto es precisamente que el profesorado no está preparado para asumir el papel de guía del aprendizaje. Salvo honrosas excepciones, los profesores que he tenido son los que se han sacado unas oposiciones a fuerza de prepararlas, no los que poseen mejores aptitudes pedagógicas. El proceso de sustitución del medio implica una reconversión y reciclaje para el que creo pocos profesores están realmente capacitados. Tu visión pasa por una enseñanza que prepare al alumno para leer, investigar, criticar, cuestionar…¿pero nos hemos vuelto locos o qué, o realmente piensas que en este cainita país alguien va a consentir un alumno que piense por su cuenta? Eso supondría un peligro para el establishmnent político, económico… No, no conviene un alumno proactivo, curioso… Mejor que aprenda la lección como un papagayo y acepte el contenido como un dogma de fe.

    Entiendo que tu postura quizá derive de tu ámbito académico, donde tratas con adultos, que pueden usar los medios electrónicos sin distraerse y son proactivos en la recopilación, análisis y crítica de los datos. Pero es que no les queda otra: si a la edad en que haces un master, ¡y con lo que cuesta!, no eres capaz de buscar el material y discernir el grano de la paja, apaga y vámonos, porque no estarías preparado para sobrevivir en sociedad. Pero dudo que eso se puda trasladar con éxito a la ESO o al Bachillerato. Quizá lo de suprimir el libro de texto sea un poco radical. Yo no veo mal el libro de texto si se usa como punto de partida, a fin de cuentas tiene un material más contrastado que muchas de las fuentes de la red, pero sí si se considera como el contenedor único de la verdad, como ocurre ahora.

  • #038
    Xaquín - 22 septiembre 2014 - 00:26

    Parece claro que el libro único de texto para preparar un examen no resulta educativo ni antes de los 13 añitos…así que paso de echarle gasolina…

    Pero es que el problema se llama profe, no libro de texto, ni de consulta, apoyo, digital o papírico… en tercero de carrera había un señor cáftedro que, aparte de sentar señoritas delante y caballeros detrás, leia monotonamente unos apuntes escritos con letra casi ilegible, que amablemente retroproyectaba sobre la pantalla que ocultaba el vergonzante y verde encerado…
    Tecnología punta ya que estamos en la década de los 60… o no? Representación del absurdo no teatral… digo yo… y tenía un libro de compra obligatoria al que se llamaba la biblia…

    Hasta los once años un folleto vale para explicar cosas… después se necesitan muchas fuentes para que se mantenga húmedo el ADN humano… pero que libro de texto se encarga de contaminar y mismo secar las fuentes del conocimiento?

    Y que nadie me suelte el chiste fácil de que era una excepción… hace tiempo que dejé de reirme!

  • #039
    Carmen Grau - 22 septiembre 2014 - 03:09

    Como madre de dos niños educados fuera de las aulas (no voy a decir en casa porque aprendemos en todas partes, dentro y fuera de casa) y que JAMÁS ha usado un libro de texto con ellos, aplaudo tu artículo. En casa a todos nos encanta leer (los niños todavía no lo hacen solos, no hay prisa) y continuamos usando libros en papel porque hay más variedad que en digital, pero también aprendemos mucho en YouTube, por ejemplo. Leemos lo que nos interesa y a lo que no nos obliga nadie. A mis niños de 8 y 6 años les interesa todo lo que tenga que ver con los animales (y sus conocimientos en esa área son mucho más amplios que los míos), el espacio, la construcción, la geografía, la historia, Roma y Egipto… y un montón de temas más. Temporalmente tengo a mi sobrina viviendo con nosotros. Ella sí ha ido toda la vida a un colegio convencional y, aunque es tres años y medio mayor que el mayor de mis hijos, estoy descubriendo con sorpresa que tiene menos conocimientos sobre temas que ya estudió pero que, según ella, olvidó a los dos días porque eran obligatorios y no le interesaban.

  • #040
    Jorge - 22 septiembre 2014 - 06:57

    Muy de acuerdo con todo el artículo menos la parte que habla de los padres responsables y acaba con » y en caso afirmativo, tratar de llevar a sus hijos a otro colegio que no lo haga.»

    En mi mundo mi hijo no va al colegio que quiero, sino al que le toca. ¿No soy responsable por no poder permitirme un colegio donde no usen libros de texto? La mayoría no podemos elegir y tenemos que aceptar lo que nos toca por ley. La responsabilidad es otra cosa.

    Que más quisiera yo que mi hijo pudiera ir a un colegio donde le enseñaran profesores que se preparan las clases y no unos que siguen un libro porque es el que mandan. Pero es lo que me toca vivir y lo que le toca vivir a mi hijo. Ya me esfuerzo yo en enseñarle cosas que no están en sus libros y ahí es donde aplico mi responsabilidad como padre. No es más responsable el padre que tiene dinero de sobra para que su hijo vaya a un buen colegio que el padre que se preocupa en pasar tiempo con su hijo para enseñarle cosas y en aprender cosas para enseñárselas incluso sin saberlas previamente.

  • #041
    A.Cabrera - 22 septiembre 2014 - 07:43

    Simplemente, excelente!

  • #042
    Miguel A. Tovar - 22 septiembre 2014 - 08:31

    Chapeau, profesor!

  • #043
    Anónimo - 22 septiembre 2014 - 10:23

    Iraultza dator!!!Zelan kontrolatuko ditugu biztanleak erlijio eta eskola kuadrikulaturik gabe? Diruaz bakarrik?

  • #044
    Miguel - 22 septiembre 2014 - 11:05

    Efectivamente libro de texto fue herramienta útil en su primer momento y ahora es comodidad para el docente.

    La clave siempre está en los padres y los profesores.

    Es evidente que hay que ayudar a tener espíritu crítico y saber aceptar las críticas que a uno le hagan PERO es imprescindible no sólo saber dónde están las cosas sino aprenderlas «learning by doing» aprender haciendo pero no dejar de aprender.

    No podemos dejar a la próxima generación vacía de contenidos con la excusa de que eso en Google te lo encuentro enseguida.

    Para poder hablar de un tema hay que conocerlo, haberlo aprendido, hacerlo propio y tomar una posición sobre él con CONOCIMIENTO de causa, con contenidos que no sólo han de buscar sino de aprender y disfrutar compartiéndolos.

  • #045
    Bilbao - 22 septiembre 2014 - 12:31

    Creo que no te das cuenta que hablas de niños, no de adultos.
    Un niño necesita un temario claro y un lugar donde seguirlo. Está descubriendo conceptos todavía muy básicos. Y un libro guía pensado para su evolución en varios años es fundamental.
    Yo veo a mis hijos que combinan: libro de texto + esquemas que se hacen para sacar la información principal + luego muchos trabajos y ampliación de información con internet. Parece una buena combinación.
    No parece malo que haya un libro, pensado y diseñado, no por cada profesor, si no por expertos en aprendizaje de niños, que les haga, por ejemplo, descubrir a la edad conveniente que hay animales mamíferos y reptiles, con distintas características (que cada curso que superan son más detalladas). Que las entiendan y aprendan (y las repiten cada curso). Luego un esquema. Y para reforzar algún trabajo concreto sobre un animal buscando datos/fotos en internet y finalmente presentándolo a la clase en un PPT.
    No veo lo de eliminar el libro de texto y que busquen por internet para hacer un esquema. ¿Con 8, 9, 10, 11,12 o 13 años? Todavía no tienen esa capacidad.
    Además, la educación planteada como indicas dependería demasiado del profesor que te toque cada año, y creo que un temario y contenido general y continuado a lo largo de sus años de aprendizaje, independientemente del profesor que te «toque» es fundamental.
    En mi opinión, los extremos no son buenos, es mejor el equilibrio y la combinación, y me da la sensación que tú, en este caso, estás en un extremo.

  • #046
    Oscar - 22 septiembre 2014 - 13:09

    De acuerdo con casi todo, Enrique, los libros de texto están obsoletos y la industria, como otras (música, libros, cine) debe cambiar. Hoy en día existe la capacidad de hacerlo, sin que sea ciencia ficción.

    Sin embargo, como dice #005, en los niños la función de memorización ayuda a establecer conexiones neuronales durante toda la infancia, así que ojo con los experimentos. Que eso de saber dónde encontrar las cosas en lugar de aprenderlas puede hacer mucho daño al desarrollo neuronal de los niños. Da igual lo que memoricen y si al mes ya no se acuerdan, deben memorizar para desarrollar su cerebro. Hay muchos estudios patrocinados por la OCDE sobre neurociencia y educación que conviene leer.

    Ahora bien, eso no significa que los niños tengan que memorizar con libros de texto que cambian cada año, adoctrinadores y que gastan toneladas de papel. Hay otras formas, claro que sí.

  • #047
    Luis - 22 septiembre 2014 - 13:19

    Cuidado con los titulares Enrique.

  • #048
    Domingo - 22 septiembre 2014 - 13:32

    Tras leer el artículo, y como profesional de la enseñanza, comentar que estoy de acuerdo en parte con lo que dices: el modelo de negocio de las editoriales, plasmado en la idea de continuar con la tradición de vender sí o sí sus contenidos, ya sea en formato papel o digital, tiene que replantearse ya que de lo contrario tenderá a desaparecer.

    Hasta aquí de acuerdo, pero ha sido leerlo y recordar la ponencia que el autor ofreció algo más de un año (no recuerdo la fecha exacta), y a la cual tuve la suerte de acudir en las oficinas de Everis, para la presentación de un nuevo formato de libro digital, con el cual parece que el autor no estaba tan en desacuerdo.

    La nota de prensa de la presentación en cuestión es la siguiente: http://www.everis.com/spain/es-ES/sala-de-prensa/noticias/Paginas/xtend-educacion-aprendizaje-social.aspx

    Esto me hace plantearme si este artículo no está sesgado por los propios intereses del autor, ya que critica el modelo de negocio de las editoriales tradicionales (y aquí insisto en que estamos de acuerdo), pero defiende otro que tampoco aporta nada nuevo: contenidos «digitales» encapsulados y ofrecidos a los alumnos en un Entorno Virtual de Aprendizaje pensado para la enseñanza superior (en este caso Moodle), y sobre el que los profesores tampoco podemos aportar gran cosa. Es cierto que en estos Entornos Virtuales los profesores podemos subir los contenidos, al igual que es cierto que podemos crear los nuestros propios sin tener que partir de los que nos ofrecen las editoriales. La cuestión es: ¿estamos los profesores preparados, y disponemos del tiempo suficiente, para crear los contenidos que tenemos que ofrecer a nuestros alumnos durante todo el año, a veces de varias asignaturas diferentes, y con la garantía de hacerlo correctamente?

    En esa ponencia que el autor de este blog ofreció puso como ejemplo la enseñanza haciendo uso de la Wikipedia, algo que nos pareció lejos de la realidad a la mayoría de los docentes que me acompañaban, y opinión que yo comparto con ellos.

    Los contenidos con los que tienen que aprender nuestros alumnos tienen que adaptarse totalmente a las características de la edad a la que se dirigen. Es más, los profesores agradecemos inmensamente poder disponer de actividades con las que poder atender a la realidad de nuestros alumnos, que es muy diversa, y que en ocasiones nos obliga a no poder atenderles a todos de acuerdo a como la Ley nos obliga.

    Señor Dans, está muy bien criticar a las editoriales y a sus modelos de negocio anticuados, el objetivo de toda la comunidad educativa debería ser buscar los contenidos que mejor permitan enseñar a nuestros alumnos en esto que malamente se ha venido a llamar la nueva realidad educativa del siglo XXI, pero por favor, no lo haga defendiendo a otros que vienen a ofrecernos lo mismo ni defendiendo un modelo en el que los profesores no tengamos la absoluta garantía de que los contenidos con los que enseñamos tienen una calidad adecuada y se han generado de acuerdo a las necesidades de nuestros alumnos.

  • #049
    Anónimo - 22 septiembre 2014 - 14:39

    #25 Descubro con sorpresa, Enrique, que lo desconoces casi todo sobre Educación. Tampoco es mi ámbito, pero creo hablar con algo más de precisión. Quiero pensar que estás de acuerdo en que es necesario un proyecto educativo definido, con unos contenidos generales establecidos según niveles. Si no es así, no solo tendré que preguntar en el cole del niño si usan libros de texto, sino que tendré entrevistarme con cada profesor para averiguar qué les apetece enseñar.

    Por por otra parte, sigues descalificando los libros. Ahora ya estoy seguro de que lo entiendes, pero te niegas a dar el brazo a torcer. No obstante, lo intento una vez más: Si el libro de texto es un libro —y obviamente lo es— y descalificas los libros de texto, estás descalificando, no un libro, sino todos los libros en la categría «de texto». Tal vez pienses que los libros de texto es malos libros, por definición, sin haberlos leído todos, en todas los niveles educativos, pero eso sería una osadía intolerable. El hecho de que en un libro —de texto— haya unos contenidos determinados establecidos por un Ministerio de Educación asesorado por expertos no lo convierte en un mal libro. Se trata de una selección que luego el profesor que utiliza el libro puede ampliar, matizar o, simplemente, ignorar. Pero, si está bien escrito, es una herramienta muy útil. Tanto como lo puede ser una introducción a la filosofía de Kant o una selección de poesía de Becker. Puedes engañarte a ti mismo y repetir a voz en grito escribiendo en mayúsculas que el libro de texto es un demoníaco manual en el que unos malvados seres tratan de imponer su visión del mundo, pero seguirás equivocado. Es obvio que jamás lo admitirás, pero existen mínimos en el conocimiento humano que toda persona que aspire a llamarse culta debería tener. Sobre esa base es mucho más fácil generar librepensadores críticos y ávidos de conocimiento, que sobre la deshilachada madeja que provoca la búsqueda desnortada. Esa es una labor de los educadores y las familias, claro está, no de los libros de texto, pero, como ya he dicho, un buen libro de texto puede ser una excelente herramienta.

  • #050
    Roberto Ronconi - 22 septiembre 2014 - 14:52

    Estoy de acuerdo con lo expuesto en el artículo. Pero….. ¿ Y LOS BIBLIOTECARIOS ?

  • #051
    Santiago Santos - 22 septiembre 2014 - 15:12

    «Aprender a aprender» esta fue la primera reflexión importante que recibí del rector de la UOC Gabriel Ferraté Pascual (http://es.wikipedia.org/wiki/Gabriel_Ferrat%C3%A9_Pascual).
    Para mi fue un punto de inflexión en mi forma de ver la docencia. Fruto de esto surgió www.marketingok.es, un proyecto en el cual puedo documentar clases desde una perspectiva de reflexión.

  • #052
    Miguel A. Tovar - 22 septiembre 2014 - 15:49

    De la entrevista a Richard Dawkins en http://cultura.elpais.com/cultura/2014/09/18/babelia/1411040618_425569.html
    (…) En su libro, Dawkins critica el modelo educativo según el cual el profesor dicta la lección a los alumnos, que la memorizan, en vez de incentivar sus habilidades para instruirse e investigar por su cuenta. “De estudiante, una vez se me olvidó llevar bolígrafo y yo era entonces demasiado tímido para pedir uno a mi compañera sentada al lado. Así que simplemente me senté y escuché, y cuando llegué a casa me di cuenta de que es una forma mejor de aprender. El propósito del profesor no debe ser impartir información sino inspirar a las personas”.(…)

  • #053
    Alvaro - 22 septiembre 2014 - 15:56

    Muy buen artículo, no puedo estar más de acuerdo. Tengo cuatro hijos entre infantil y la ESO y llevo tiempo dándole vueltas a este tema. El colegio es bueno y les hacen esforzarse (importante también), pero cada día tengo más claro que el tipo de educación que les estamos dando no es la adecuada para el mundo que se van a encontrar. La pregunta es: ¿hay ya algún colegio en España (Madrid en mi caso) que vaya por otro camino y que esté aceptado por el Ministerio de turno? Porque si la solución es un cambio de aires, cuanto antes mejor, que el tiempo pasa a una velocidad de vértigo…

  • #054
    rodrigo - 22 septiembre 2014 - 16:33

    #49 Estoy contigo que en la enseñanza de los niños en primaria es más importante que aprendan unos conceptos básicos que más adelante podrán utilizar, y que la memorización es importante para su desarrollo.

    La calculadora, por ejemplo, tiene muchos años de vida, y creo que nadie ha discutido hasta ahora que los niños tienen que aprender la aritmética básica sin necesidad de utilizar la calculadora.

    En todo caso, para estas edades, lo que propone Enrique debería ser una actividad complementaria, pero sin desviarse de que estos niños necesitan adquirir unos conocimientos básicos, y un buen libro de texto tiene que servir como base para adquirir dichos cinocimientos

  • #055
    Javier - 22 septiembre 2014 - 16:44

    Estoy bastante de acuerdo con #45 Bilbao. Debemos ser prudentes con este tema, y es peligroso dejarse llevar por los mantras de la educación digital, que siempre describen un escenario ideal de innovación, dispositivos electrónicos, proyectos y aprendizaje centrado en el alumno.

    Los libros de texto pueden ser muy cuestionables, pero cumplen varias funciones importantes. Es verdad que hoy se han multiplicado las fuentes de información, pero también es cierto que en la red los contenidos están fragmentados y en muchas ocasiones no son fiables ni precisos. El libro ofrece una información textual y visual estructurada, jerarquizada y orientada al aprendizaje. Además de esto, es un hecho que Internet ha sido una revolución positiva en la información y el conocimiento.

    Por otro lado, ¿Por qué defender los libros en general pero defenestrar los «libros de texto»? Cuidado con poner en el mismo saco a Primaria que a la Universidad. ¿Es justo poner sobre los niños el peso de «buscar información» continuamente para adquirir conocimiento? Entre otras cosas, la realidad tecnológica de las aulas dista mucho de las clases con un ordenador por alumno. Y no por ello son peores.

  • #056
    Karen - 22 septiembre 2014 - 20:22

    Me parece un artículo muy interesante ya que pone el dedo en la llaga de la innovación educativa. La única objeción que pondría es que no podemos hacer que los alumnos investiguen absolutamente todos los contenidos que les enseñamos, creo que ralentizaría mucho el proceso. Por ejemplo, si tengo que enseñar a acentuar a un alumno creo que puede fiarse de mí o del libro, habrá temas para los que sí merecerá la pena explayarse y realizar una tarea más práctica y compleja. Si tuviéramos que ir extrayendo cada aprendizaje de la práctica, de nada nos servirían los siglos de ciencia a nuestras espaldas. Creo que no está mal aprovechar la síntesis de otros.Además creo que no todos los contenidos son susceptibles de presentar adoctrinamiento y si todos lo son, entonces los de internet también.

  • #057
    Javier - 22 septiembre 2014 - 23:30

    Yo estudié con libros de texto y creo que no me ha ido tan mal. No los memorizaba, los leía y los comprendía. Si algún profesor te sugería memorizar, ese no era un buen profesor. Si los libros de texto tienen buenos contenidos, están bien escritos y se les da un buen uso son una buena guía para los estudiantes. Es muy fácil decir que «aprender es aprender a buscar» y con esto despreciar los libros de texto. ¿Y por qué tanta énfasis en el adoctrinamiento? Tengo tres hijos y quiero pensar que no están siendo adoctrinados ni tampoco siendo víctimas de una herramienta “maléfica”. Y si fuera cierto tampoco sería culpa del libro en sí, ¿no? Y las matemáticas, ¿también las buscarán en google? Y si matamos el libro texto, ¿qué ponemos en su lugar? Yo veo los libros de texto como una herramienta más que puede ser complementada a criterio del profesor.

  • #058
    Sergi - 23 septiembre 2014 - 03:02

    Completamente de acuerdo con #45 Bilbao y #57 Javier. El libro de texto para primaria y posiblemente secundario son la mejor herramienta de aprendizaje EXISTENTE.

    ¿Adoctrinamiento? señores… cualquier proceso de enseñanza es adoctrinamiento. Las ideas no nacen de la nada… ni las plantas, que necesitan semillas… igual el conocimiento, aunque lo encuentres en la red. Dicho esto, como adulto prefiero que mis hijos no tomen conocimiento de cualquier sitio ni de cualquier modo, y un libro es un entorno -normalmente- bien pensado y bien trabajado, para introducir ideas en la mente de los niños.

    Algunos olvidan, empezando por Dans, que antes de aprender a buscar hay que aprender a leer, igual que antes de empezar a correr hay que aprender a andar.

    ¿Memorizar no? Jajajaja,¿les hará daño? ¿les hace daño memorizarse las alineaciones futbolísticas a tus hijos? entonces porqué no van a memorizar las provincias de España, el nombre de las respectivas capitales, las fechas y nombres delos mejores descubrimientos científicos de la historia, los nombres de los elementos químicos, las conjugaciones de los verbos… etc.

    La verdad, tal como dijo alguien más arriba, yo he aprendido con libros de texto y estoy más que satisfecho con los resultados. Los libros de texto de hoy en día son MUCHO mejores en cuanto a presentación de los contenidos (tablas, gráficos, imágenes, títulos, subtítulos, recuadros informativos, tipografías…) y ya no digamos en las actividades que se plantean al alumno después de cada UNIDAD DIDACTICA.

    Y por favor… aunque siempre hay profesionales muy poco profesionales en TODOS LOS SECTORES (un amigo mío era médico y nunca quiso serlo!), los profesores y maestros de hoy en día NUNCA han estado mejor preparados que ahora! Obviamente es mejorable.

    Ah, y a pesar de lo que acabo de decir, a mí también me parece un ABUSO y una MAFIA a la vista de todos el tema de la obligatoriedad del cambio de libros cada año… un insulto al sentido común y la decencia.

  • #059
    SkyNet801 - 23 septiembre 2014 - 09:04

    Los libros deberían de ser estatales, con opción de descarga digital, y que en todos los centros se enseñe los mismos contenidos, así si estaríamos hablando de de una verdadera educación accesible y gratuita.
    Las editoriales podrían sacar sus propias «ediciones ampliadas» incluyendo el mismo contenido estatal y añadiendo mas contenido complementario como infografías, esquemas, CDs interactivos o lo que quieran, pero el contenido «base» y «examinable» debería de ser el mismo en todos los centros.

    Quien quisiera, podría comprar el libro de Anaya, SM o el que mejor le pareciera, y quien no, podría bajarse el PDF del libro e ir a que se lo impriman y encuadernen si quiere o bien darle una tableta a su hijo y a correr….

    Es mi opinión, claro, pero creo que es la mejor opción de cara al futuro y a quitarles el «poder» a las editoriales sobre este tema, que son una mafia endémica que se alimenta de cambiar el orden de los contenidos de un año para otro para generar el caos y el miedo a «¿y si mi hijo no puede seguir a los compañeros con el libro de su primo?»… que asco me dan las editoriales con este tema…

  • #060
    Ángel L. González - 23 septiembre 2014 - 09:50

    Me resultan muy dolorosos este tipo de artículos. No se como una persona con tu experiencia puede lanzar un artículo como éste, construido totalmente desde el ideal y no desde la realidad de cualquier centro educativo de nuestro país. El fin podrá a menudo justificar los medios, pero el problema aquí es que no encuentro ninguno para construir este «ideal» educativo que propones. Filosofando ganaremos followers y muchos asentimientos de gente poco versada, pero en absoluto construiremos nada.

  • #061
    Enrique Dans - 23 septiembre 2014 - 10:38

    #060: No sé si algún día tendrás doscientos mil followers. Pero yo sí los tengo, y te puedo asegurar que no necesito más. Tengo los que tengo, y afortunadamente, la posibilidad de vivir sin «ser famoso». No hay absolutamente NADA de lo que yo hago que esté destinado a conseguir más followers. Lo que escribo, lo escribo porque lo veo, lo creo, y considero positivo ponerlo en discusión. Eso es todo. Y estoy convencidísimo: el libro de texto es malo, y la educación sería infinitamente mejor si lo enterrásemos de una maldita vez. Otra cosa es que todavía haya quien no sea capaz de imaginárselo, y permanezca atado al concepto como si creyese que se va a ahogar si se lo quitan…

  • #062
    Armando - 23 septiembre 2014 - 11:56

    Estoy seguro, Enrique, de que no has escrito el texto desde la arrogancia, pero sí desde la ignorancia. Y esa es la consecuencia, precisamente, de lo que propones. Escarbas apenas en la superficie, crees haber descubierto algo sin haber profundizado en ello y lo sueltas en la red irresponsablemente. Luego llega uno de tus jóvenes buscadores de conocimiento online, cree haber leído a un experto y se lo traga. No, gracias.

    * La reflexión de Karen (#56) es brillante y desmonta el artículo en solo siete líneas.

  • #063
    Enrique Dans - 23 septiembre 2014 - 12:19

    #062: Plantéate que a lo mejor, la ignorancia está en tildar de ignorante a alguien que lleva no uno, ni dos, sino veinticinco años dando clase, metido en aulas de todo tipo en varios países diferentes, y al que otorgas la categoría de ignorante simplemente porque no eres capaz de entender o de estar de acuerdo con sus ideas. Ideas que, a lo mejor, ya ha puesto en práctica a varios niveles, y le han funcionado. Plantéate quién está siendo el ignorante aquí: si el que ya ha probado cosas con muy buenos resultados, o el que se aferra a un sistema que no funciona porque no sabe hacer otra cosa.

  • #064
    Ángel L. González - 23 septiembre 2014 - 13:02

    #061 Gracias por contestar Enrique. Siento que sólo te hayas quedado por la parte más residual de mi mensaje, la razón de escribirte lo no referente a followers y demás.

    Lo que venía decir es que el cambio que tú propones no es que no me parezca positivo, sino que me parece excesivamente drástico como para funcionar. En educación, creo que los cambios que de verdad han funcionado siempre han sido graduales (como ejemplo el modelo finlandés) Una eliminación radical de un material tan involucrado en el modelo creo que no llegaría a ningún sitio.

    Personalmente, creo más en ideas que buscan exponenciar otras formas de educación sin desenchufar las presentes (construyéndose sobre ellas) De esta forma, se conseguirá a medio-largo plazo prescindir de lo innecesario. Por ejemplo, plataformas educativas que permiten conectar materiales digitales de editoriales y que a su vez incorporan herramientas para enriquecerlos.

  • #065
    Javier - 23 septiembre 2014 - 13:48

    Soy Javier #055 (el #057 es otro). Enrique, dices: «el libro de texto es malo, y la educación sería infinitamente mejor si lo enterrásemos de una maldita vez». Desde tu punto de vista, ¿cómo sería mejor la educación sin estos libros, en concreto en Primaria? ¿Con qué metodologías y recursos?

    Si me permites otra cuestión: Por ejemplo, un libro divulgativo de referencia, como «Historia del arte» de Gombrich, ¿no es también un libro de texto? ¿No tiene un valor?

  • #066
    Armando - 23 septiembre 2014 - 13:56

    #63 ¿Has enseñado en la Educación Pública Secundaria o Primaria? Seguro que no, o no escribirías así. ¿Tienes hijos en Primaria o Secundaria? ¿Has sido miembro de Consejos Escolares? ¿Se te puede considerar un experto en Educación? ¿Conoces a los autores de libros de texto? No sé, un tal Fernando Lázaro Carreter, quizás… ¿Acaso has ojedo alguno en los últimos diez años? ¿Conoces el trabajo de un número aceptable de profesores de Primaria y Secundaria? ¿Tienes estudios o formación en Magisterio, Pedagogía o Psicopedagogía? ¡Ah, que das clases en lucrativas academias de negocios! Gracias, es todo.

  • #067
    profe - 23 septiembre 2014 - 14:20

    Lo primero, buen artículo.
    En segundo lugar, como profesor de secundaria que soy, decirte que lo de usar «la red» me parece perfecto, creo que es el camino hacia el que vamos.
    Ahora bien, y hablo por experiencia propia, debo decirte que los institutos en los que he estado (y son bastantes), disponen de una infraestructura tercermundista en lo que a equipos y redes se refiere. En todos ellos, poder conectarse durante una clase a Internet con una velocidad decente es poco menos que un milagro. Imagínate buscar información, hacer un blog o una página web,utilizar recursos online, …, en esas condiciones.
    Un martirio para alumnos y profesor.
    Es decir, o empezamos poniéndonos las zapatillas adecuadas para la carrera que va a comenzar (y eso es muyyyyy caro, y más en estos tiempos), ó recién empezada tendremos que pararnos porque nos hemos quedado descalzos (que es donde estamos ahora mismo…).
    Saludos.

  • #068
    Manuel - 23 septiembre 2014 - 15:53

    Perdon, pero respetuosamente discrepo. Dar clase a universitarios no tiene nada que ver con dar clase a niños pequeños, que son para los que se usa mayormente los libros de texto. Los universitarios ya son mayorcitos y, efectivamente, deben investigar ( aun cuando la mayoría, de una manera o de otra, usan libros de texto ). Pero pensar en aplicar la experiencia docente en la Universidad como extrapolación a toda la Educación es un tanto arriesgado. Un niño carece de base en muchos aspectos, tanto en las materias que le importan como en las que no. Hay que obligarle a que conozca sobre una serie de materias, una serie de contenidos, lo cual le forma como persona. Y eso es necesario porque lo dice la experiencia: Si todos los países tienen temarios parecidos, entiendo que por algo será.

  • #069
    Sergi - 23 septiembre 2014 - 20:09

    Ya lo dije antes, pero veo que Dans no me leyó… será porqué me enrollo demasiado.

    – Antes de buscar hay que saber leer, pero leer de verdad, no lo que hacen la mayoría hoy en día en secundaria.

    – Déjate de leches y paranoias anecdotistas, para aprender a leer lo mejor sigue siendo un libro, para lo demás tienes las consolas y tablets, para el ocio y la curiosidad.

    – Un libro de texto expone los contenidos a aprender y plantea las preguntas correctas mucho mejor de lo que la mayoría de adultos y maestros podemos hacer!!! detrás de la edición de un libro de texto suele haber un equipo de gente bien preparada, no solo en los contenidos, también en pedagogía.

    – A pesar de lo dicho, es OBVIO que es IMPERATIVO que también enseñemos a nuestros pequeños a usar bien los soportes digitales. Pero de eso a suprimir los libros o hablar pestes de ellos… ya me parece radicalismo y sinsentido. Los libros son UNA HERRAMIENTA DE TRANSMISIÓN DE CONOCIMIENTO QUE TIENE MILES DE AÑOS DE EVOLUCIÓN !! ¿de verdad alguien cree que en 50 años podemos elaborar algo «mejor» y para colmo envibarnodo el libro bajo tierra? :(

  • #070
    Sergi - 23 septiembre 2014 - 20:19

    Teorías aparte, sinceramente, yo no tengo hijos, pero los hijos de mis vecinos o parientes que veo más fuertes en conocimientos y más firmes en razonamiento son los que sus padres les insisten y les facilitan el que lean libros.

    Ya sé que Dans nunca dijo nada en contra de leer libros y así lo defiende. Pero entonces me parece un poco exagerado ese rechazo absoluto contra los libros de texto.

    Enrique, normalmente aprecio tu dialéctica y por eso te conservo en mi feed. Pero ya es la enésima vez que me apena ver como en temas que se te escapan un poco a tu área de conocimiento te aventuras a realizar afirmaciones tan extremas y a la vez con tanta firmeza.

    Hasta ahora has conseguido tropecientos mil seguidores… pero artículos como éste pueden empezar a minar tu capacidad de atracción.

    Cuando uno comprueba con qué facilidad dices cosas que (perdóname) no tienen sentido en un área que uno si bien conoce con profundidad, uno se pregunta en cuántas otras áreas en las que uno no tiene competencia no haces lo mismo. ¿Sí me entiendes?

    Un saludo, y gracias por ser un ejemplo de empuje y búsqueda.
    Sergi

  • #071
    Marcos O - 24 septiembre 2014 - 23:22

    Aunque en principio, podría parecer interesante la propuesta, difiero de ella por su generalización. De acuerdo, que casos como libros de texto de historia y civismo son temas aplicables, pero decir que hay adoctrinamiento del gobierno con libros de texto de matemáticas, o ciencias naturales, y en casos más avanzados con los de biología, química, etc,…. Realmente no se cómo podría cambiar un gobierno el concepto de la sumas de números enteros para adoctrinar al estudiante, o enseñar algo distinto a lo que universalmente se definen como las reglas algebraicas, esto por notar un ejemplo muy sencillo.
    Si la capacidad de «adoctrinamiento» se reducen a pocos temas, mas del tipo social (como historia) o político (como geografía), entonces, la mayoría de los libros de texto no caen en este comentario, entonces, porque generalizar, cuando no corresponde la percepción ni siquiera a la mitad de las posibilidades?
    Es correcto que hay que hacer algo para mejorar el concepto de «libro de texto», pero no generalicemos, ni seamos tan anarquistas con el tema.
    Saludos.

  • #072
    cm - 25 septiembre 2014 - 01:59

    ‘Aprender a aprender’. Soy docente de universidad desde hace más de una década y ese mantra lo he escuchado en infinidad de ocasiones. En mi opinión es necesario que el alumno desarrolle esta capacidad, pero me da la impresión que en muchos casos es la excusa para vaciar de contenidos los cursos. Un médico o un ingniero debe afrontar su día a día con una serie de conocimientos y capacidades perfectamente instalados y archivados en su cabeza, y eso debe aprenderse durante su formación. Si se me permite el símil, sería como un atleta que se conforma con aprender donde tiene las piernas confiando en que eso es suficiente para afrontar la carrera.

    ‘Relajar’ los contenidos o el temario es, por otra parte, una gran ‘comodidad’ para el docente.

    Por último, creo que la metodología que propone Enrique sólo es viable si el alumno está muy motivado, y por mi experiencia eso es bastante poco habitual(ley del mínimo esfuerzo), y se dispone de una gran cantidad de tiempo para alcanzar los objetivos. El alumno debe invertir tiempo y esfuerzo en buscar y discriminar información, por lo que dispone de menos para asimilarla.

  • #073
    Isabel Mendoza Nieves - 26 septiembre 2014 - 21:31

    Respeto tu opinión pero me parece que no sabes de lo que hablas, los libros no son malos ni buenos, solo son libros, cumplen una función como fuentes de información y si vas a una biblioteca también debes aprender a discernir información, en casi todas las ramas de las ciencias existen libros de todas las perspectivas y muchas contrarias entre sí, la doctrina existe y existira en cualquier actividad humana hasta que se logre implantar otra, simplemuente el conocimiento es tan basto y hay tantas maneras de tomarlo e interpretarlo que para constituir un sistema educativo se necesita una doctrina, un sistema de enseñanza y una directriz, la cual no se la vas a quitar con solo quitarle el libro de texto; muy al contrario tu también eres el responsable de la educación de tus hijos, sobrinos, vecinos y cualquier persona con la que tienes contacto, recordemos que vivimos en sociedad y esta es principalmente responsable por la actitud ante la educación de la misma.

    Sinceramente repruebo lo que has escrito pues debemos recordar que los libros han servido de herramienta de difusión cultural y de ideas no solo de adoctrinamiento como lo mencionas, René Descártes Carlos Marx y muchos otros plasmaron sus ideas en libros que fueron y aún hoy siguen siendo censurados en algunos países, ideas que se han convertido en bandera de muchos otros estudiosos e incluso movimientos sociales.

    Como conlusión un libro es la trascendencia del pensamiento a una forma perdurable y de consulta para la posteridad, mantiene las ideas intactas tal cual se escribieron, puede incluir ideas pragmaticas, conocimientos diversos, y sobre todo cultura, no hay de otra si no fuera por los libros y textos antiguos hubieramos salido de la edad media sin saber absolutamente nada.

    Mejor enseñemos a las personas no solo a los hijos a ser críticos, a emplear e investigar la validez de una fuente de consulta, a profundizar en el conocimiento investigando sobre sus muchas facetas e interpretaciones y aplicaciones para que no caigan en la doctrina sobre todo de ideas arcaicas sobre ciencias y mas que eso enseñemosles a ser autodidactas, a buscar el conocimiento en todos lados a preguntarse el por que de todo y utilizar las fuentes de información para resolver cada duda que pase a cada segundo por su cabeza y yo personalmente agregaria enseñemosle a todo el mundo a expresar su opinión sobre todo cuando no concuerda con la de los demás.

  • #074
    Manuel Palomar - 28 septiembre 2014 - 10:43

    En el Ramiro de Maeztu, en primero de la ESO, nos han obligado a que todos los libros sean Electronicos. El caos ha sido munumental, libros que no se pueden bajar, sistema de tabletas incompatibles con la editorial de los libros, en este caso los principales libros son de la ed. Anaya. Para las dudas la editorial envió a un técnico al instituto, ¡un técnico! muchos padres estuvieron un media de cinco horas para poder consultar porque no podían bajarse los libros. Después de tres semanas de curso, todavía hay numerosos alumnos que no pueden acceder a sus textos. Los libros no aportan nada nuevo, las conexiones a la red y a contenidos que a los que puedes acceder desde los libros de texto no funcionan, aparte de que se puede acceder libremente a través de los servidores normales, y el libro electrónico no aporta ninguna ventaja al respecto. Para más cachondeo el coste de 150 euros es simplemente un alquiler, porque los libros se autodestruyen el 30 de septiembre de 2015. Me parece un robo, un atraco y una indefensión total del consumidor. Habría que parar esto de alguna forma. Es deprimente.

  • #075
    JUAN CARLOS - 28 septiembre 2014 - 16:40

    No tienen la menor idea de que es EDUCAR y opinan de acuerdo o a lo que les imponen decir o bien respondiendo a sus propios intereses.No saben distInguir entre un EDUCADOR Y UN DOCENTE y hablan irresponsablemente..Nunca han visto un libro de texto y opinan.No han conocido la escuela tradicional y opinan.Lo hacen desde países que han fracasado rotundamente en las pruebas de calidad educativa y opinan.Para colmo, el sistema educativo,obcecuencia como pocos ,se suma y apoya este falso modernismo.Los libros de texto no mueren por la misma razón que la radio no murió cuando se inventó la TV.?Hablen cuando vuestro sistema educativo tenga niveles de excelencia,no cuando vienen de estrepitosos fracasos.Saludos

  • #076
    Francesc Núñez - 6 octubre 2014 - 21:42

    Enrique, lo siento, pero tu voluntad de ser «rompedor» y «visionario», etc. te ha hecho ser cuando menos precipitado e irreflexivo (por decirlo suave). Casi treinta años de profesor (en la secundaria y en la universidad) me han mostrado lo útil que puede ser (y que sigue siendo) un libro de texto o manual. Sin que la enseñanza (o el aprendizaje o autoaprendizaje deba limitarse a ello.

    Ay, la necesidad de llenar producir entradas nos hace intrépidos (cuando no… me ahorro el adjetivo)

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