Portátiles en clase

ImagenEs un tema al que llevo muchos años dándole vueltas, y que no es tan sencillo como inicialmente parece: los ordenadores portátiles en clase. Mi postura es clara e inequívoca: por encima de todo, SÍ. Para mí, resulta un contrasentido total prohibirlos. Pero conozco muchos otros profesores a los que respeto bastante que se oponen a su uso, o que directamente lo prohíben, como se comenta en estos artículos recientes de Engadget y Gizmodo.

Mi primera experiencia al respecto la tuve cuando en el Instituto de Empresa empezaron a aparecer los primeros alumnos con un portátil en clase, allá por 1995, si no recuerdo mal (recuerdo que fue un cierto tiempo antes de irme a Estados Unidos, y me fui en el 96, pero no puedo precisar). De hecho, las primeras discusiones sobre si debíamos hacer o no el portátil obligatorio para nuestros estudiantes de MBA datan de aquella época. Al llegar a UCLA en el año 96, me encontré con que, precisamente, ese fue el primer año en el que, aprovechando el ultramoderno, ultraconectado y recién estrenado nuevo edificio de la Anderson School of Management, se decidió tal obligatoriedad.

Los resultados fueron muy curiosos. El uso del portátil en clase plantea muchas más derivaciones de las que podríamos inicialmente pensar: en primer lugar, el del acceso en tiempo real a material que ni el propio profesor conoce, algo que, al combinarlo con el método del caso, supone un problema para todos aquellos profesores incapaces de aceptar una máxima común en el mundo blogosférico: que tu audiencia sabe más que tú. Aparentemente, la idea de tener a un alumno señalando un dato recién exprimido de Google News en su pantalla es algo que pone nerviosos a más de uno, tal vez por lo que tiene de revelador de una presunta falta de preparación por parte del docente, que a mí me parece simplemente ridícula. ¿Cómo esperar que un profesor, por bueno que sea, pueda efectuar una preparación de un caso mejor que la que hacen, de manera colaborativa, cincuenta alumnos de brillantes currículos y provistos de buenas herramientas analíticas y de búsqueda de información? Para algunos profesores, los casos acaban en la fecha en la que se cierra el escrito, con lo cual minimizan o relativizan el impacto, pero el tema plantea un cambio de papel y de estatus en la relación alumno-profesor que, al menos para mí, resulta directamente fascinante.

Sin embargo, no es éste el único problema existente. El segundo que suele citarse es el de la distracción. Alumnos leyendo y contestando correos electrónicos, hablando mediante mensajería instantánea, o directamente jugando a cosas que pueden ir desde el solitario buscaminas al colaborativo poker o al mismísimo World of Warcraft. Dejando aparte lo absurdo que pueda ser que alguien que ha pagado un dineral por acudir a una clase dedique su tiempo a dividir su atención en ella de tal manera, el problema indudablemente existe. Un compañero me comentaba hace no mucho como, aprovechando que estaba dando clase a dos grupos diferentes en un mismo período, algunos estudiantes del primero en el que discutía un caso «transmitían» por mensajería instantánea los argumentos utilizados por el profesor o los alumnos del primer grupo a compañeros de piso o amigos del segundo, situándolos en indudable ventaja a la hora de competir por los puntos de participación en clase, un problema de solución, como mínimo, compleja.

El tercer problema fundamental, que puede entreverse ya en el segundo, es el de la colaboración. Muchas de las actividades que se llevan a cabo en una clase, como los exámenes, son de naturaleza individual. En otras, como la citada anteriormente, pueden conllevar el manejo de información privilegiada con la que el alumno obtiene claros e injustos beneficios. ¿Cómo enfocar el problema? En mi caso, he podido comprobar en varias ocasiones como grupos de alumnos rechazaban el poder hacer mis exámenes con laptops en clase, debido a dos cuestiones: una, la ventaja diferencial que los alumnos que manejaban mejor la tecnología podían obtener (algo que, de hecho, yo debería introducir directamente en mi evaluación como tal). Y dos, la desconfianza acerca de la habilidad del profesor para ser capaz de detener comportamientos de colaboración durante el examen. En esos casos, y por consenso de la clase (en contra de mi opinión, pero es algo que debo lógicamente respetar), la decisión ha sido no permitir el uso de laptops en el examen.

Es un problema de solución compleja, nada trivial. Por principio, yo me niego a restringir el uso de una tecnología, y más en una clase de Sistemas y Tecnologías. Más aún teniendo en cuenta que, por la pervasividad progresiva de la tecnología, lo que hoy podemos prohibir restringiendo el laptop, mañana seremos incapaces de hacerlo con un minúsculo dispositivo móvil o integrado en, por ejemplo, unas gafas o un audífono. La restricción me parece pan para hoy y hambre para mañana, además de ser, en algunos casos, un contrasentido total: ¿que pensar de una escuela que obligue a los alumnos a comprar un portátil para matricularse, si después les restringe su uso en clase? Pero más aún, estoy convencido del beneficio que puede traer para la labor educativa la introducción en el entorno de unas herramientas que suponen preparar al alumno para su vida profesional, y aportar una gama riquísima de soluciones a problemas. Aunque ello conlleve cambiar metodologías o instrumentos. Mi decisión de hace años de permitir la introducción en las discusiones, en cada caso, de información acontecida con posterioridad al cierre de la redacción del mismo caso va en esa misma línea, y aunque incrementa sobremanera mi tarea de preparación docente, debo decir ya con la necesaria perspectiva que me parece todo un acierto. Pero obviamente, las cosas no son ni blancas ni negras, y la introducción de tecnología en el aula plantea aspectos que es necesario pensar a veces con cierto detenimiento. Y en ese sentido, por supuesto, any ideas are welcome.

48 comentarios

  • #001
    Oscar - 6 mayo 2006 - 17:05

    Me parece un artículo genial y un punto de vista no muy tomado en cuenta por muchos que se dicen docentes en la vida española.
    Pero me corroe una ignorancia no respondida por la DRAE ni (san)Google:

    – ¿Qué significa «pervasividad)?

    Saludos!

  • #002
    Angel - 6 mayo 2006 - 17:07

    Curiosamente esta mañana ha habido un examen en una de las aulas del instituto. Se nos solicitó que impidiésemos el acceso wifi al grupo que realizaba el examen. Lo único que se consigue es que no puedan acceder a internet, pero no podemos impedir que se pasen el examen unos a otros por medio de redes wifi adhoc o dispositivos bluetooth.

  • #003
    Rafael - 6 mayo 2006 - 17:12

    Quizás el problema no esté en la tecnología, sino, en el proceso de evaluación. Los exámenes propiamente dichos como herramienta de medición del conocimiento adquirido no son totalmente confiables. Hay un montón de estudiantes brillantes que tienen un desempeño pésimo en los exámenes, limitados en algunos casos por el temor ??nervios?? a la actividad misma. Son brillantes durante seis meses y mediocres por unos minutos.

    El método andragógico plantea una solución al problema por medio de la evaluación día a día, pero esto también tiene sus baches. Casi ninguna institución de prestigio puede ser competitiva sin un medio eficaz para estimar por un lado la excelencia y por otro la mediocridad.

    Tal vez los sistemas de formación ??¿educación, eso no es lo que se aprende en casa? ?? del mañana transparenten la evaluación en la misma actividad de enseñar.

  • #004
    Javier Cuchí - 6 mayo 2006 - 17:22

    ¡Hombre! Vamos a discrepar un poco…
    ;-)

    Hace tiempo que no doy clase; tanto que, al menos en los ámbitos en los que yo impartía mi humilde chorrito de conocimientos, no era moda -ni ambiente- de portátiles; no existieron, además, hasta el final de esa época, eran carísimos y de conexión a la red, vamos, ni en película de Kubrick. Pero ese ?«síndrome del portátil?» lo sufría yo con los apuntes escritos porque, al final, en vez de dar una clase o una charla estabas impartiendo una sesión de dictado en el que los alumnos o los oyentes estaban más pendientes de recoger todas mis palabras compulsivamente (incluso pedían que fuera más despacio hasta el punto de ?«hablar al dictado?») que de lo que yo propiamente estaba diciendo.

    Hoy ya no doy clases sino muy esporádicamente, y sí más bien alguna conferencia o alguna presentación. En estos casos, sobre todo en este último, odio esa costumbre de repartir impresas las ?«diapositivas?» que vas a proyectar. Al contrario: si es diplomáticamente posible, anuncio que a los asistentes se les pasará DESPUÉS DE LA CHARLA un CD con el archivo de la presentación (o que podrán bajarlo de tal página) o, si lo prefieren, la presentación impresa y les ruego que guarden los bolígrafos en el bolsillo y cierren los PC y se concentren en buscar agujeros, fallos y pifias a mi exposición, hasta el final de la misma en la que entonces, bueno, bien, pueden -si gustan haberme hecho caso hasta ese momento- encender los portátiles, sacar los bolis y entrar a degüello (siempre intento que haya, por pocos que sean, algunos minutos de debate).

    No es un problema de tecnologías, es un problema de atención puntual al mensaje. Si yo voy a escuchar una conferencia tuya, o una clase tuya, da igual, voy a escuchar lo que tienes que decirme EN ESE MOMENTO y nada más. ANTES, habré leído en tu bitácora, en tu página web o en tus publicaciones académicas o de otro tipo, tus tesis generales o particulares sobre el tema, las habré contrastado con otros autores y repasaré mis propias ideas al respecto. Seguidamente, te escucharé, SIN MÁS, como queda dicho, anotando -muy a lo sumo- algún dato muy puntual que me interese retener o alguna frase cuya literalidad asimismo me interese. Si DESPUÉS se abre debate, te consultaré mis dudas, te enfrentaré mis antítesis y solamente en ese momento, sí, consultaré mis notas y mis referencias digitales y/o boligrafísticas. Aún más tarde, en casa, muy posiblemente abra una ficha -digital desde hace casi veinte años- con el contenido de tu charla tan ampliamente recogido como dé de sí mi retentiva y las DOS O TRES cosas (prácticamente ni una más) que haya anotado.

    Bien, cada docente y cada discente tienen su librillo, es verdad, y cada cual tiene su forma de impartir y de recibir conocimiento, pero la mía es esta y, modestamente, creo que es la mejor. Porque hay que ESCUCHAR al que imparte conocimiento para que este empape mejor; de otra forma, lo que se hace es o bien recopilar al estilo de un magnetófono o bien hurgar en otras fuentes que tienes al alcance en cualquier otro momento y no necesariamente en aquel en que te están dando aquello por lo que has pagado o por lo que inviertes tu tiempo. Es como pedir un café con leche bien caliente y luego dejar que se enfríe mientras terminas de leer las últimas veinte páginas de un libro que no se va a ir corriendo.

    Un cordial saludo

  • #005
    alcoyano - 6 mayo 2006 - 17:43

    En mi opinión creo que te has dejado otro problema: el ruido que hacen los teclados de los portátiles. A la gente que tome notas en folios les puede desconcentrar un poco, que es lo que me pasa a mí con los dos portátiles que hay en clase. Claro que para esta eventualidad no hay más solución que la de aguantarte :-)

    Saludos!

  • #006
    Laser15 - 6 mayo 2006 - 18:21

    Es un tema interesante el uso de portatiles en las clases. Creo que podrías sacarle mucho más partido a los portatiles si estos fueran un canal imprescindible en la dinamica de la clase. Me explico con un ejemplo: Tú haces una pregunta a la clase en voz alta y «algunos» presionados por el barómetro del Instituto contestan en voz alta. Ahora empleemos Web 2.0 y WIFI. Tú vuelves a preguntar en voz alta la pregunta a la clase y en cada uno de los portatiles aparece tu pregunta. Ellos constentan escribiendo o selecionando una respuesta de varias y en cuestión de segundos todos los alumnos de la clase te han contestado a tu pregunta. Si un alumno no constesta no pasa nada pero quedará plasmado que él no constesto y habrá un «log de preguntas y respuestas». Este sistema aun permite que el profesor elija a uno o varios alumnos para digan su respuesta en voz alta porque es importante que sepan hablar en público. Lo díficil es encontrar a alguien que te haga la aplicación de marras para conocer las preguntas y respuestas y ordenarlas en tiempo real.
    Pues eso, espero escuchar a mi compañero que estudia en tu instituto que aplicais esta tecnica. él me comenta que ahora se siente más comodo hablando en público pero yo creo que eso no es suficiente…se puede hacer más y bien.

  • #007
    Alberto - 6 mayo 2006 - 18:37

    Oscar, ¿puede ser que Enrique haya querido escribir perversidad? Sino es así, yo estoy igual que tú.
    saludos

  • #008
    Enrique Dans - 6 mayo 2006 - 19:26

    Perdón, Oscar y Alberto (y al resto): «pervasividad» es, efectivamente, un «palabro». No me di cuenta al escribirlo, pero estaba castellanizando sin querer «pervasiveness», es decir, la capacidad de algo para permearlo o penetrarlo todo. Podría haber utilizado «ubicuidad», o «incremento de la «penetración».

  • #009
    Liamngls - 6 mayo 2006 - 19:28

    Interesante, me recuerda al debate sobre si usar o no usar calculadoras en clase.

    He enviado la historia a docencia, pero tengo la sensación de haber copiado mal la dirección del trackback, eso, o haloscan está excesivamente lento, el caso es que no lo veo aquí reseñado.

  • #010
    Gorki - 6 mayo 2006 - 19:31

    Ese problema ya se planteó en mis tiempos de estudiante, (años 70), con las casettes. De forma generalizada, los profesores prohibían el uso de grabadoras en clase como alternativa a tomar apuntes. El motivo, si un profesor dice una pifia, los apuntes no son prueba, la grabación de su voz, sí. Como apuntas, todo profesor desea aparentar que lo sabe todo y sobre todo, más que sus alumnos.

    Hay algo más profundo, saber en qué consiste hoy la enseñanza, la transmisión del conocimiento. Antes se suponia que «el maestro» era el poseedor del conocimiento, que lo iba dando en pequeñas dosis a los alumnos para su asimilación. Así fue desde Platón hasta hoy, por eso es necesaria la Academia, lugar donde esa transmisión se lleva a cabo, y tambien, el libro de texto, los apuntes, y la biblioteca donde consultar la bibliografía que aparecía en los textos, etc.

    Yo creo que como a las discográficas, a la enseñanza se le esta acabando su modelo tradicional de negocio. Internet y sobre todo Google, cambian su mundo y el papel del «maestro» debe adaptarse a los tiempos.

    El maestro ya no administra el conocimiento, (está en Internet al alcance de cualquiera), lo que debe hacer es enseñar a utilizar aquel torrente de conocimientos heterogéneos a disposición de cualquiera, para que sean de utilidad al alumno.

    ¿Cómo? – Bueno yo no soy maestro y por tanto lo desconozco, pero apunto unas ideas:

    a) Indicar cuales son los pilares fundamentales de la ciencia en cuestión.
    b) Identificar los autores básicos, y dar un resumen de sus teorías.
    c) Informar sobre las últimas tendencias del pensamiento crítico a los clásicos y las dudas que suscitan algunos de los principios tradicionales.

    O sea marcar cuales son los puntos cardinales y los rumbos a seguir en ese mar de conocimientos.

    En resumen, creo que hoy el «maestro», no es el que enseña ciencia, sino el que enseña a utilizar la inteligencia y el sentido común, para navegar entre un mundo plagado de conocimientos y también de errores y tonterías.

    En este contexto el manejo de las nuevas tecnologías es fundamental, debe por tanto fomentarse el uso de cualquier medio tecnológico que permita avanzar en ese mundo.

    Hay un programa que permite que varios escritores, actualicen y corrijan un texto simultáneamente, es una especie de superwiki, creo que ese sería el modelo ideal de tomar apuntes.

    Respecto de lo que se ha apuntado aquí sobre los exámenes, con los medios actuales, hoy el examen lo aprueba quien sabe y quien mejor use la picaresca tecnológica, pero opino como Marañón, que no hace falta que el maestro suspenda a nadie, de ello ya se encarga la vida.

    Claro esta que me refiero a la fase universitaria y de postgrado, otro mundo docente es la escuela y el colegio.

  • #011
    deif - 6 mayo 2006 - 21:40

    …la ventaja diferencial que los alumnos que manejaban mejor la tecnología podían obtener (algo que, de hecho, yo debería introducir directamente en mi evaluación como tal)…

    ¿Qué…?. Entonces, ¿por qué no se pide a los alumnos que rebajen sus capacidades intelectuales al mínimo común múltiplo presente en el aula?, no lo entiendo…

    En mi época de estudiante (hablo de la universidad), los exámenes en los que se permitían libros eran aquellos en los que precisamente no hacía falta aplicar alguna fórmula para la resolución directa del problema, solamente eran necesarios para no tener que memorizar las cosas como un papagayo. Algo parecido a la calculadora: si se trata de un examen en que el objetivo es que los alumnos den un resultado correcto de multiplicaciones, divisiones y demás, me parece correcto no utilizarlas; ahora bien, si se trata de calcular una viga empotrada (por poner un ejemplo), me parece una soberana estupidez tener que manejar matrices «a mano», en vez de usar una calculadora.

    Para distraerse no es necesario tener ordenador alguno, y respecto a la «colaboración» durante los exámenes, aparte de dar más peso a la evaluación contínua, entiendo que si los alumnos pueden utilizar la tecnología para su beneficio, tú también puedes: supongo que se conectarán a Internet mediante una wifi del IE, puedes controlar el tráfico que genera y recibe cada uno.

    No solamente te puede servir para controlarles (como los profesores cuando se pasean por el aula durante los exámenes tradicionales), sino también para indagar en los hábitos que tienen durante la prueba (X busca en Google, Y en Yahoo!, Z va directo al porno para inspirarse…). Sí, habrá alguno que «tunelice» con SSH y demás, basta con avisar que quien lo haga será tratado con el pertinente cuidado…

  • #012
    Alfredo - 6 mayo 2006 - 22:08

    Yo creo que lo más productivo es que los alumnos vayan a clase después de haber estudiado por su cuenta el tema a tratar y que se dedique el tiempo a aclarar dudas y a debatir. Se supone que el que llega a la universidad es capaz de comprender un texto escrito, así que no hay necesidad de transmitir la información de forma oral como ocurría antes de la invención de la imprenta.

    Desgraciadamente la mayor parte del mundo docente aun no ha asimilado la invención de la fotocopiadora, así que lo de los portátiles no se lo quieren ni imaginar.

    Con respecto a los que se dediquen a jugar al buscaminas en clase, creo que es su problema, y que para eso están las evaluaciones. Da igual que se entretengan chateando o pensando en las musarañas. Aunque también pienso que las evaluaciones deberían tender más hacia los trabajos individualizados y a las entrevistas personales que a los exámenes memorísticos.

    Por último creo que es estúpido buscar la «equidad» atando de manos a los más capacitados.

  • #013
    Javi - 6 mayo 2006 - 22:31

    Enrique,

    Simplemente, algunos profesores juzgan ya por adelantado que el uso que le vamos a dar a los portátiles va ser del todo menos productivo. En la Universidad de Deusto, en SS, llevamos teniendo laptops desde primer curso, y ya en cuarto de carrera te puedo decir que el mismo me ha servido muchas veces para airlarme de la penosa expliación de una materia que ha realizado algún querido profesor.
    Si bien es una falta de educación tanto para el mismo profesor que se esfuerza y para mis padres que pagan un dineral por la carrera, sinceramente, si el profesor no me aporta nada, tengo delante un portatil con el que voy a aprovechar ese tiempo precioso leyendo blogs como el tuyo. Es triste, pero el mismo portatil, si me lo dejan tener encencido hace que pueda autoabastecerme de la información que el profesor no es capaz de transmitirte ya sea por su incompetencia o por su incapacidad de comunicación.

    Salu2

  • #014
    Consultor Anónimo - 7 mayo 2006 - 01:10

    Qué queréis que os diga, creo que es un debate «falso» ya que pone al profesor (y, eventualmente, a la institución que representa) en el centro del mismo. Pero el centro debería ser el que aprende.

    ¿Puede mejorar la tecnología la capacidad de aprender del tipo en cuestión? SI. ¿Debe ser responsable el propio alumno de aprender? SI.

    El problema es que los profesores necesitan (necesitais) sentirse «dueños» de las situaciones, y no ser uno más. Y que las instituciones necesitan «certificar» que sus alumnos saben para mantener su «prestigio» que les permite cobrar las millonadas que cobran.

    Si el interés de profesores e instituciones fuese únicamente que los alumnos tengan la posibilidad de obtener los mejores conocimientos (quedando a su responsabilidad el aprovecharlos o no), no habría debate ninguno. Tecnología SI, siempre.

    Porque los profesores asumirían que ellos son solo una fuente de conocimiento, pero hay más por ahí. No habría necesidad de exámenes, cada alumno sabría si habría aprovechado o no. No sería necesario «aparentar que se sabe» en clase para destacar ante el profesor y ganarse unos puntitos, por lo que no habría necesidad de «copiar» ni de que otros te pasasen sus argumentaciones, ni…

    Pero bueno, supongo que es un modelo demasiado distinto del actual.

  • #015
    Hoy, oculto - 7 mayo 2006 - 01:14

    Esta vez no «firmo», por si las moscas…

    Examen en el IE: Análisis de balances. El que suscribe, ni puta. Se puede usar portátil. Conexión a Internet con el móvil. Envío de correo electrónico. Respuesta a los 20 minutos. Objetivo cumplido: librarme de la fatídica «C»… una «B+» como un sol.

    Jamás habría hecho algo así, pero ¿De qué sirve aprender y esforzarse si al final solo miran los titulitos de turno? Pues me subo al carro gracias a la tecnología y me llevo el mismo MBA que el que más ha currado en clase.

  • #016
    Gorki - 7 mayo 2006 - 01:55

    Oculto, es lo que decía Marañón, ya suspenderá la vida. Quizá contraten por el título, pero mantener el trabajo se consigue por los resultados que des.

    Si fuera por mi, daría a cada uno cuando nace un un título por riguroso sorteo, marino mercante, perito agrícola, filología bretona, el que nos tocara en suerte. Así, libres de la presión de conseguirlo, nos dedicaríamos a aprender lo que es útil para ejercer esa profesión.

  • #017
    jose luis portela - 7 mayo 2006 - 01:55

    Enrique

    Creo que de esto ya hablamos en su dia y has sacado uno de mis temas favoritos. Yo ya sabes que soy profesor asociado del IE y te diré que pienso al respecto

    1. Absolutamente de acuerdo que no se pueden prohibir
    2. Estoy seguro tambien, porque el tiempo asi me lo ha enseñado, que los alumnos con el portatil abierto son en el 95% de los casos los que menos estan escuchando y aprendiendo en la clase.
    3. Tambien de acuerdo en que es SU problema no el mio y el que antiendan o no depende en un 95% de lo interesante de mi ponencia o de los comentarios de sus compañeros
    4. Creo que una clase con el metodo del clase es como una sesion de comité de dirección en la cual se ven temas, se escuchan problemas, y se den soluciones. Creo que para esto solo en un 5% del tiempo como mucho haría falta entrar en google a ver que dice o pone tal fuente

    En resumen, que hagan lo que les de la gana que para eso son mayorcitos, pero que mi experiencia me dice que en general les suele perjudicar mas en una clase tenerlo abierto que cerrado, y añado que si tambien creo que por su puesto cuando fuera necesario se debería abrir y que hay gente madura que si les puede beneficiarse el tenerlo abierto. Ahora eso si, he de añadir que el tema tambien es un tema de educación y cuando se esta en grupo uno se tiene que saber comportar y no molestar a nadie.

    PD: En mi empresa he tenido que prohibir que en las reuniones se entre con la blackberry encendida porque la gente estaba contestando mails durante la misma y no atendian a lo que se hablaba.

  • #018
    Alfredo - 7 mayo 2006 - 02:24

    Una de las razones fundamentales para que la gente no atienda en clase es la asistencia obligatoria. Siempre hay asignaturas que no interesan y profesores muy malos. Si estás obligado a asistir y puedes llevar un portatil puedes aprovechar el tiempo para ir adelantando otros trabajos. Tengo amigos estudiando masters y hacen esto continuamente.

    Gorki, la vida muchas veces aprueba a los que han sido suspendidos por los profesores. Los alumnos muchas veces son los que mejor saben lo que necesitan aprender y lo que no.

  • #019
    Cherco - 7 mayo 2006 - 05:50

    Yo considero que quienes tienen que evolucionar son los profesores y el sistema de enseñanza.
    Me explico ahora:

    Los materiales que se deban considerar en clase debieran transmitirse de laptop maestro a laptop alumno, es decir crear contenidos interactivos.

    Ejemplo: en lugar de explicar la 3a ley de newton, permitanme el ejemplo, mejor pedir que busquen dicha ley y pedir aleatoriamente que algun alumno lea lo que ha encontrado y lo mostrase a los demas en sus pantallas mientras que lo explica y asi luego con otro que muestre lo que encontro. Esto aplica para cualquier tema que se quiera ver en clase.

    La verdad es que se quiere seguir con un modelo donde el profesor explique, cuando ya mucho esta en la red.

    Debe iniciarse una revolucion en la dinamica de la enseñanza, ya que poco a poco los profesores no seran necesarios.

  • #020
    Gorki - 7 mayo 2006 - 09:09

    Cherco, creo que te pasas. Una cosa es que los métodos de enseñanza deban adaptarse a las posibilidades que ofrecen los medios técnicos actuales y otra que sobre el profesor.

    En mi opinión, la «ciencia» esta hoy disponible y abierta a todos en Internet, pero la forma sencilla y rápida de poder aprender/aprehender una ciencia, es que alguien te dirija y desbroce el camino.

    Lo digo por experiencia, a lo largo de mi vida he tenido que aprender montones de lenguajes de programación, sistemas operativos, funcionamiento de bases de datos y cosas por el estilo, no es lo mismo que te enfrentes al tema con tutoriales solamente, que una persona que sepa, dedique algo de tiempo a enseñarte.

  • #021
    Abydos - 7 mayo 2006 - 09:49

    La palabra «pervasivo» no está en el Diccionario.

    ¿¿¿¿¿Pervasividad ??????

  • #022
    Fabián - 7 mayo 2006 - 10:27

    Mi opinión,

    Labor del profesor: ya no es una fuente de conocimiento que trasmite lo que sabe. Ahora es un conductor del conocimiento y un analista. 50 alumnos todos juntos saben más que tú, con portátiles en clase o sin ellos. Si la pifias y no hay portátiles en clase también pueden buscar el dato correcto luego en casa y transmitir la pifia por el hiperespacio, dejándote en evidencia. Si eso te preocupa, no te puedes dedicar a la enseñanza. O sea, que en ese sentido da igual que los portátiles estén en clase o fuera. Yo creo que no hay inconveniente en que estén dentro.

    Exámenes: el problema es el tipo de examen que impera hasta ahora en nuestro sistema educativo, que sólo valora los conocimientos adquiridos y rara vez la capacidad del alumno para resolver un asunto/problema/tema. ¿los alumnos colaboran y utilizan todos los recursos online para resolver un problema? ¡Tanto mejor! Cuando trabajen en una empresa es justo eso lo que van a tener que hacer, ¡todos los días de su vida y a todas horas! Y si no saben hacer eso ya les suspenderá la vida, como han citado por ahí arriba.

    Simplemente, te tienes que replantear el tipo de examen. No trates de valorar conocimientos. Lo que hay que valorar es la capacidad para resolver una situación, con los conocimientos adquiridos y con sus habilidades sociales y tecnológicas.

  • #023
    Hoy, oculto - 7 mayo 2006 - 11:03

    Gorki, pues Marañón se equivocaba. La vida no suspende, si no que da sobresalientes a gente sin capacidad.

    Soy informático de carrera y profesión, y estoy harto de jefes que no tienen ni puñetera idea pero van con un MBA debajo del brazo. Encima saco dinero de las piedras para hacer el mismo MBA y veo a compañeros que no dan palo al agua y van a tener el mismo titulo que yo…

    El esfuerzo y la inteligencia no son valores diferenciales, sino echarle morro a la vida…

  • #024
    Dubitador - 7 mayo 2006 - 11:26

    Creo que el portatil no encaja bien en clase, tan solo fuere por el efecto pantalla, ese pequeño pero simbolicamente gran muro que te separa del resto el aula.

    Encuentro que pudiera ser mas practico una suerte de tablet Pc, o pizarrin electronico, en el cual poder ir tomando notas escritas a mano y portar toda la documentacion de estudio y consulta.

    Supongo que la experiencia con los miniportatiles terminara conduciendo a ello.

    El efecto que esto supondrá en los metodos de docencia creo que debe ser positivo, ya que por ejemplo convertiria en tarea de rutina el acabar la clase cumplimentando una rapida encuesta de evaluacion, lo cual obligaria al alumnado a prestar siempre una atencion activa.

    Tampoco deberia haber objeccion a guardar registro sonoro de la clase, pudiendo insertar/solapar en el mismo apuntes, anotaciones de resumen e indizacion, asi como hipervinculos a otros apuntes, textos, capitulos de obras, articulos, noticias, etc.

    Tambien facilitaria la realizacion de consultas que podrian contestarse digamos off line, asi como la creacion de foros y/o seminarios de profundizacion sobre algun tema, asi como el diseño y cumlimentacion de supuestos practicos de aplicacion de las enseñanzas teoricas.

    La pega del asunto es que puede quedar registro excesivamente fiel y pormenorizado, sobre todo de las pifias o tonterias, lo cual puede restar espontaneidad y libertad.

  • #025
    MacWindu - 7 mayo 2006 - 11:47

    En mi opinión, no creo que la labor del profesor, al menos a nivel universitario, haya sido la transmisión de información. Al menos no simplemente. La labor del profesor siempre ha sido y, creo que, seguirá siendo guiar a los alumnos en la busqueda del conocimiento.

    Por regla general, en la universidad, casi todas las asignaturas tienen un libro de referencia, donde se haya la mayor parte del contenido de la misma. ¿a alguien se le ocurriría prohibir que se asistiera a clase con este libro? Lo mismo ocurre con acudir a clase con el LT.

  • #026
    La Bailarina - 7 mayo 2006 - 17:55

    Comparto la opinión de MacWindu al hablar de la labor del profesor.

    En el aprendizaje la perspectiva de la figura del profesor como «andamiaje» (vygotsky) proporciona mejores resultados en los estudiantes.

  • #027
    tendero_digital - 7 mayo 2006 - 20:06

    Hay una derivada más divertida todavía con la controversia que planteas: exámenes, pruebas de capacitación como lo queramos llamar en una empresa moderna. Te explico en mi trabajo de por las mañanas convocaron unas oposiciones internas, la formación se ha realizado por medio de internet, las materias son divertidas: matemáticas financieras, derecho, marketing, contabilidad… pero los exámenes son presenciales y sin posibilidad de usar ni ordenador ni calculadora… ni nada parecido. Así que están evaluando a la gente con criterios de hace 40 años, cuando luego esos empleados en su puesto de trabajo tienen todos un PC, una calculadora… y no me imagina a uno de ellos diciéndoles a un cliente, que se espere una media hora que va a calcular la rentabilidad de su plan de pensiones.

    Es decir si vamos a evaluar a personas que luego van a tener a su disposición la tecnología, lo mejor es dejarlos usar la tecnología desde el principio hasta el final.

  • #028
    Antonio - 7 mayo 2006 - 22:15

    POr experiencia propia el uso de los laptops en las clases del MBA del IE casi no servían para aportar nada desde el punto de vista académico y si para chatear desde messengers, escribir correos u organizar viajes, parece raro pero en un gran % era así. Dicho esto, creo que se debe permitir el uso de portátiles en las clases con todas sus funcionalidades (wifi, etc…)porque el que quiere aprender puede obtener ventajas de ellos y el que no se va a conectar al messenger,pero es que sino estaría dormido o dando por…al de al lado.

    La tecnología aporta valor al que quiere tener valor y no sirve de NADA, repito de NADA para el que no lo quiere. Tenemos que darnos cuenta de que la tecnología es un medio y no un fin en si mismo.

  • #029
    jose m pelaez - 8 mayo 2006 - 07:28

    Creo que un centro educativo ha de procurar a los discentes un buen método de transmitir y asimilar conocimientos, y de realimentar este proceso indicándoles, y a los interesados externos, los puntos que deben mejorarse. Por otra parte, los expertos sostienen que hay varios estilos de aprendizaje, y que no se debe incordiar a los demás. Pues que cada uno escoja sus métodos, sus alumnos y sus centros o modos de aprendizaje. Luego, cada uno, nos colocaremos en un cierto lugar de una vida que transcurre junto a otros… Hay quienes miran casi exclusivamente los títulos académicos, mientras otros evalúan las capacidades de manera distinta.

  • #030
    Javier - 8 mayo 2006 - 08:53

    Excelente post, y creo que se puede añadir que en el caso de los masters jurídicos, tiene una ventaja clara, por cuanto puedes tener toda la legislación y jurisprudencia que desees a tu disposición, sin tener que cargar con pesados códigos o compilaciones de leyes. Y usando la función «buscar», llegas al artículo que buscas en 1 segundo.
    Un saludo.

  • #031
    Pablo - 8 mayo 2006 - 09:37

    Un post muy interesante…….. quizá parte del problema este en los examenes, podría sustituirse por una charla con el profesor…..

  • #032
    teresa - 8 mayo 2006 - 09:41

    Pienso que el problema está más bien en el sistema de evaluación de los conocimientos del alumno. Tal vez el método del examen tradicional no sea lo mejor (tal vez tampoco lo fuera antes de la aparición masiva de los portátiles, por cierto).
    Creo que habría que reconsiderar el objetivo que se pretende y cuál es la mejor manera de alcanzarlo; esto supondrá un esfuerzo importante y un reto especialmente para el colectivo docente,ya que habrá que buscar maneras más creativas y realistas de medir el aprovechamiento del curso por parte del alumno.

    Yo creo que definitivamente la tecnología debe estar presente en las aulas, pues ya es parte de nuestras vidas y si se trata de enseñar, enseñemos a las personas a sacar el mejor provecho de las herramientas de todo tipo que tienen a su alrededor, que siempre será para el mejor beneficio de todos.

  • #033
    teresa - 8 mayo 2006 - 09:47

    Por cierto, estoy totalmente de acuerdo con el artículo del Consultor Anónimo, aunque mi comentario anterior estuviese en el marco del modelo de negocio actual.

  • #034
    ESE - 8 mayo 2006 - 11:45

    No se pueden poner puertas al campo, ni ir contra el mundo que viene. Así que indudablemente se deben permitir, incluyendo en evaluaciones… Simplemente, hay que cambiar el sistema de evaluación. Estamos hablando de un máster dedicado, no estamos hablando que no utilizar calculadoras en primaria. Es decir, seguramente la evaluación debería ser mucho más que la comprobación de memorización o la solución a un problema que tenga un algoritmo definido para resolverlo…

  • #035
    Enrique Dans - 8 mayo 2006 - 13:22

    No es un problema de pedir memorización, no hacemos eso. El tema es como impedir – si es que se debe impedir, y estoy pensando en alto – la colaboración entre distintos alumnos, o con fuentes externas, en la resolución de un examen diseñado para ser individual. Un ordenador es una puerta abierta al mundo, esencialmente una potentísima herramienta de comunicación. Si abrimos esa puerta, estaríamos hipotéticamente premiando al alumno «más simpático» y capaz de obtener más «colaboradores», o bien al que puede pagarse una asesoría externa más potente (llevado al absurdo, llamo a McKinsey para que estén al otro lado del IM en mi examen de Dirección Estratégica). No es un problema sencillo…

  • #036
    Tecnologator - 8 mayo 2006 - 18:54

    Con lo incomodas que son las sillas en el IE, es un suplicio hacer los examenes con laptop. Recuerdo aquel examen de direccion financiera en sillas individuales que el laptop se te caia por todos los lados. Que tiempos. Si os contara como aprobo mas de uno…

  • #037
    Daniel - 8 mayo 2006 - 19:06

    Yo tengo una opinión acerca del tema. En mi caso concreto la experiencia es la propia de la universidad.

    Para mi el portátil es algo indispensable en el día a día. Si bien, hay ordenadores a disposición de los alumnos, no siempre es posible instalar el programa que necesitas y además es bastante molesto tener que perder X minutos antes de ponerte a trabajar configurando el entorno.

    Sobre el uso en clase, no veo problemas en tener las transparencias en el propio portátil para ir añadiendo cosas en tiempo real. Y sobre el ruido de los teclados, hasta en la bibliotecas hay teclados…

  • #038
    Anónimo - 9 mayo 2006 - 00:01

    VEo que en tu post no acabas de decantarte. DEspues de haber hecho un MBA en harvard (OF course, basado en el metodo del caso) y con la legitimidad de haber realizado mas de 1500 (creo) casos mi opinion «fuerte» es que no deberian usarse. Algo parecido a un areunion de trabajo. El objetivo es llegar a conclusiones / deducciones e inferencias de la discusion atraves de diferentes comentarios para ver todos los angulos y enfoques de un determinado problema. El uso de portatiles en mi opinion es distractivo y además maleducado, como lo sería en la vida laboral estar navegando en una reunion de trbajo.

    una opinion mas . Un abrazo y enorabuena

  • #039
    Anónimo - 9 mayo 2006 - 00:02

    enhorabuena quería decir upsss!!

  • #040
    Enrique Dans - 9 mayo 2006 - 00:22

    Anonymous, gracias por tu aportación. Efectivamente, en este post no intento decantarme, intento simplemente explorar el tema. Por ahora tengo lo que mi experiencia me dice, que no es poco, pero me interesa mucho ver qué aporte práctico me puede traer plantear el tema aquí y escuchar.

  • #041
    Juan Gonzalez - 9 mayo 2006 - 06:44

    Estoy preparando un proyecto llamado Grammata para impartir una clase SIN PAPEL. La base tecnológica es lo que llamo Pizarrín (por ahora un Tablet PC), el sistema tiene una red local que conecta a todos los componentes de la clase (profesor y alumnos) y con programas por parte del profesor para controlar todos y cada uno de los pizarrines de los alumnos, desde mi punto de vista, en la mayoría de las clases no se puede acceder a Internet, pero si se pueden intercambiar archivos entre Profesor/Alumno. Asimismo el pizarrín tiene acceso a libros, apuntes, etc..

  • #042
    Maxx Power - 9 mayo 2006 - 12:29

    A lo mejor el problema esta ahí Enrique, cuando dices que el examen esta diseñado para ser individual.
    Si nos llenamos la boca hablando todo el día de conversación, colaboración, sinergias, networking… ¿qué sentido tiene saber lo que una persona puede hacer por si sola? ¿no es mejor saber lo que puede hacer con todos los medios disponibles a su alcance?

  • #043
    Carme - 10 mayo 2006 - 06:24

    Yo también entiendo que habría que cambiar ambas sistemáticas: no sólo el modo de impartir las clases sino también el sistema de evaluación.

    En cuanto al uso de portátiles, creo que habría que valorar la capacidad de saber desenvolverse en todas las situaciones. En el ámbito laboral será necesario trabajar en todos los entornos: en ocasiones trabajo colaborativo online, en otras serán reuniones clásicas presenciales y muy a menudo habrá que saber trabajar en una combinación de todo (grupos pequeños trabajando localmente al tiempo que interactuan online como unidades locales de una amplia red).

    El tema de la evaluación es difícil, pero imaginaré que esto es un brainstorming y apuntaré aquí la primera idea que se me ocurra: imaginemos que todo el trabajo de los alumnos de clase sirve como material a partir del cual trabajará el próximo grupo. Imaginemos que se pudiese implantar un sistema mixto: por un lado consecución de objetivos y por el otro lado grado de aportación al siguiente grupo de estudiantes (es decir, qué material ha sido más útil para los demás, les ha ayudado a asimilar conocimientos y lo han utilizado para elaborar sus propios trabajos). Los objetivos los evalua el profesor, la remezcla y utilidad está en manos de los propios estudiantes.

    Sólo es una idea.

  • #044
    Alfred - 10 mayo 2006 - 17:04

    Enrique, soy un lector anonimo de tu blog, el artículo me parece genial, estoy de acuerdo con tu punto de vista y solo me que da felciitarte.

    Un saludo

  • #045
    FePe - 12 mayo 2006 - 13:30

    Paradigmas, paradigmas…
    En todos lados hay paradigmas y cuesta romperlos.
    Más arriba comentan de cuando no nos dejaban usar calculadoras en los exámenes y/o en clase, de los exámenes de matemática (mi caso) en que podíamos usar libros, etc., etc.
    El tema (a mí entender) es que seguimos pensando en clases magistrales, expositivas en donde hay un docente que da una especie de conferencia y los estudiantes atienden y beben de su «infinita sabiduría». Esto sigue pasando y mucho a nivel universitario y liceal. Si nos detuviéramos a observar una buena maestra de primaria, veríamos que la clase suele funcionar como un taller en donde todos aportan ideas, conocimientos y la maestra va guiando a los chicos para terminar entre todos CONSTRUYENDO nuevos conocimientos. Hace tiempo que la educación terciaria debiera de haberse reciclado y trabajar en una forma similar. Así, no sólo se debería permitir la tecnología sino que sería imprescindible.
    Imagínense un profesor universitario que no da una conferencia sino que plantea a sus alumnos una serie de interrogantes para resolver en clase con todo el material de que puedan disponer. Para luego hacer una puesta en común y con el docente ajustar, afinar conocimientos. Esos alumnos, de seguro, estarían aprendiendo más y mejor.
    En el caso de los exámenes, pasa lo mismo, estamos acostumbrados al examen en donde cada uno en solitario rescata de sus ya cansadas neuronas esos conocimientos fantásticos que nos impartió el profesor. ¿Y si el examen fuera sobre situaciones reales, en donde yo como futuro profesional uso todo lo que tengo a mano para encontrar soluciones creativas al problema planteado? Entonces sería bienvenida la tecnología y no existe la copia o casi no existiría ya que sería muy improbable que se dieran dos soluciones iguales.
    Y sobre la distracción de los estudiantes, bueno, es cuestión de madurez y sensatez. Si voy a clase, voy a clase y trabajo. Si perdo el tiempo, el perjudicado soy yo. Es un tema que bien trabajado, no genera problemas.
    En fin, pienso que luchar en contra del paso del tiempo y los cambios que él trae es inútil. Los docentes debemos adaptarnos, seguir formándonos y aprovechar los nuevos recursos que disponemos hoy.
    En fin, se trata de adaptarse, ser creativo y no temer a los cambios.

  • #046
    Julio Ramos Arbolí - 18 septiembre 2008 - 21:46

    Yo estoy totalmente de acuerdo con este punto de vista en este tema tan ecológico con la tala indiscriminada de árboles. Lo que no se es que como siendo esta la era de la información, no disponemos de estos avances tecnológicos tan sencillos como es el uso de portátiles en vez de libros en las clases. Si nos paramos a pensar detenidamente en vuestra clase:

    Libros que necesitas:10
    Cuadernos que necesitas:10
    Total:20

    Alumnos de la clase:30.
    30 almunos x 20 libros= 600 libros.
    600 libros x 8 clases(solo las de secundaria)=24000 libros.
    24000 libros x 3 colegios (media de colegios en los pueblos)=72000 libros.
    72000 libros x 70 pueblos (de cada provincia mas o menos)=5.040.000 libros.
    5.040.000 libros x 50 provincias que tiene España=252.000.000 libros.

    ¡SOLO EN LAS CLASES DE SECUNDARIA!

    Sinceramente yo pienso que puedo cambiar las cosas y voy a empezar desde ya. ¿Cómo?
    Empezando en mi pueblo, Sanlucar la Mayor. Ya se que solo soy un niño de 14 años pero me he mentalizado, (cosa que deberíais hacer todos) de que lo puedo cambiar. Pero pediros tambien que si hay gente que piense como yo que no se quede en pensamientos, ¡que pase a los hechos YA!

    UN SALUDO Y ÁNIMO QUE TODAVÍA PODEMOS CAMBIAR EL MUNDO!!!!

  • #047
    Pere Bascones - 2 marzo 2010 - 13:16

    Sobre pervasividad… de hecho es la capacidad de extenderse de algo y acabar llenandolo o impregnandolo todo…

    Respecto al tema de los ordenadores… Como profesor creo que el problema no está en si ordenadores si o si ordenadores no en clase, la cuestión es como se utilizan…

    El ordenador es una nueva herramienta de un poder innegable y la cuestión es pensar de qué manera y en qué momento utilizarla.

    A este respecto es importante también determinar el tipo de aula, no es lo mismo un aula de ordenadores (todos iguales, con los mismos rercursos, potencia, etc i con ciertos elementos de control por parte de los profesores) que un aula donde cada alumno tiene su propio ordenador independiente.

    En el primer caso existen herramientas (yo las he utilizado) para apagar pantallas por ejemplo, ya que efectivamente el ordenador puede ser no solo un elemento de distracción para algunos sino de dispersión de todos respecto a un tema común en el que todos deberían tener puestas sus neuronas…

    Por otro lado también tenemos que cada asignatura y cada estrategia permite encarar el tema de los ordenadores en el aula de diferenes maneras… en algunos casos un determinado software puede marcar casi el 100% de la clase en un determinado momento (software de idiomas) mientras que en otros puede ser significar un pequeño porcentaje de esta a la hora de realizar alguna práctica, trabajo o investigación…

    en fin, no se puede generalizar…

  • #048
    mecasoftPRO - 26 mayo 2010 - 00:40

    Que Educación apueste por introducir ordenadores portatiles en las aulas y
    modernice la enseñanza esta muy bien, pero no olvidemos que para escribir
    se utiliza un teclado.

    Seria un error no tener en cuenta la importancia de la enseñanza de la
    mecanografía, como algo fundamental y necesario ante esta nueva situación.

    Alguien puede pensar, para introducir datos/textos en el ordenador, no es
    necesario que el alumno sepa escribir correctamente con todos los dedos,
    utilizando 2 o 3 ya hay suficiente, irá mas lento pero es igual, ya
    aprenderá cuando sea mayor o lo necesite realmente.

    El problema no esta en la rápidez o lentitud, el grave problema vendrá en
    un futuro, cuando este alumno quiera, “necesite” aprender mecanografía, ya
    que tendrá tantos vicios mecanográficos adquiridos, que le resultará
    realmente difícil conseguir velocidad y perfección.

    Por este motivo mecasoftPRO, aconseja tomar medidas al respecto y adquirir
    un curso de mecanografía por ordenador, acorde a la calidad y
    profesionalidad de la enseñanza impartida en los centros.

    Que nadie crea que lo de teclear o la importancia de la mecanografía es de
    ahora y sino podemos comprobar este texto:
    «Es de desear que la mecanografía sea difundida en nuestras escuelas y
    centros docentes, establecimientos comerciales y empresas industriales,
    siendo declarada de utilidad manifiesta para la enseñanza, que ganará
    mucho con su divulgación.»

    Este texto corresponde a Faustino Rodríguez San Pedro, exministro de
    Instrucción Pública y Bellas Artes, extraido de un libro de mecanografía
    de 1929.

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