Cuanto más voy viendo los desarrollos de Meta en el ámbito de la inteligencia artificial y, en particular, en la algoritmia generativa, más me convenzo de que tenemos un serio problema.
Hablamos de la que ha sido probablemente la compañía más irresponsable de la historia reciente de la tecnología, con escándalos en su haber que van desde la manipulación electoral en múltiples países hasta el genocidio. Que además, tras fracasar miserablemente en su intento de apropiarse del término «metaverso» con un intento de vendernos una plataforma cerrada y propietaria sobre la cual muy pocas compañías se plantearon desarrollar nada, cree haber aprendido la lección y pretende convencernos de un supuesto compromiso con el open ...