China es, cuantitativamente, el mercado automovilístico más importante del mundo, y hace apenas unos años, la penetración del vehículo eléctrico era minoritaria: en 2022, sin embargo, los llamados «vehículos de nueva energía» (NEV) ya suponían una cuarta parte de las ventas de turismos, y desde entonces la curva se ha vuelto casi vertical. En 2024, casi la mitad de los coches vendidos en China fueron eléctricos. En la primera mitad de 2025 el país rebasó el 50% de cuota NEV en el mercado interno, una cifra imposible de imaginar hace una década.
Pero ese salto no ocurrió en el vacío. Primero, Tesla convirtió el coche eléctrico en un símbolo de estatus y deseabilidad en China, con Shanghai como plataforma de escala. Recuerdo a muchos de mis alumnos chinos ...