El próximo 30 de septiembre, la central térmica de Ratcliffe-on-Soar, en Nottinghamshire, la última central eléctrica de carbón en Inglaterra, dejará de funcionar definitivamente.
No sé si es fácil transmitir la relevancia de un hecho como ese: hablamos de Inglaterra, la cuna de la Revolución Industrial, que durante ciento cuarenta años ha dependido del carbón para su generación eléctrica, cerrando la última de sus centrales de carbón.
Si hace tan solo diez años, cuando casi el 40% de la generación eléctrica del país provenía de quemar carbón (en su pico máximo llegó a ser el 70%), hubiésemos dicho que el Reino Unido podría dejar de utilizarlo completamente en 2024, la mayor parte de los expertos se habrían reído de nosotros. ...