El artículo de hoy es el resultado de un puro divertimento: en mi sección habitual de los martes a las 11:30 sobre inteligencia artificial en Las Mañanas de Radio Nacional de España, decidimos hablar de inteligencia artificial en la cocina, como forma de enlazar con la participación del chef asturiano Elio Fernández, que protagoniza el espacio gastronómico que sigue al mío.
Y aunque a primera vista pueda parecer un tema menor, en realidad abre una reflexión interesante sobre cómo la inteligencia artificial está empezando a transformar también el ámbito culinario.
La cocina ha sido siempre un terreno profundamente humano: intuición, experiencia, memoria y cultura. Pero hoy, cada vez más chefs recurren a herramientas de inteligencia artificial para aprender sobre ingredientes exóticos, entender cómo combinarlos o buscar inspiración para nuevas creaciones. Un ejemplo reciente lo contaba la semana pasada el propio Elio en antena, lo que me generó el enganche para la sección de hoy: utiliza los resúmenes generados por un motor de búsqueda con inteligencia artificial para conocer mejor productos exóticos o poco comunes, para analizar sus propiedades y para descubrir cómo se usan en distintas culturas.
No es en absoluto un caso aislado. Los sistemas de inteligencia artificial son perfectamente capaces de analizar miles de recetas y estudios de química alimentaria para identificar patrones entre ingredientes, maridajes y compuestos aromáticos que comparten estructuras moleculares. Así nacen combinaciones sorprendentes que ningún chef habría imaginado por sí mismo, pero que tienen fundamento químico y sensorial. Hay journals que dedican ya artículos a cómo la inteligencia artificial está ayudando a diseñar nuevos platos, y medios especializados hablan incluso de «una revolución de datos en la gastronomía«, algo que me encajo muy bien con una iniciativa de Elio, una persona con una fuerte conexión con el mundo rural, de capturar recetas en grabaciones para que esos datos no se pierdan.
En la práctica, esto significa que un algoritmo puede sugerir a un chef que combine, por ejemplo, chocolate blanco con caviar, o fresas con vinagre balsámico, no por casualidad, sino porque ambos ingredientes comparten moléculas aromáticas comunes. Lo que antes se descubría por ensayo y error o por pura genialidad, ahora se puede sistematizar con ayuda de la inteligencia artificial.
Pero no todo es creatividad: también hay eficiencia y sostenibilidad. Algunas plataformas emplean inteligencia artificial para recomendar recetas a partir de lo que el usuario tiene en la nevera, priorizando lo que está a punto de caducar y ayudando a reducir el desperdicio alimentario. En el ámbito profesional, algunos sistemas de gestión gastronómica usan aprendizaje automático para uno de los retos más complejos en un restaurante: ajustar pedidos, optimizar inventarios y predecir la demanda, reduciendo costes y huella ecológica.
En cocinas industriales, los robots culinarios ya son una realidad. Algunos utilizan visión por computador y sensores térmicos para reproducir con precisión los movimientos de grandes chefs o mantener estándares de calidad en sistemas de producción continua. En restaurantes experimentales en Asia, Estados Unidos o Madrid, estos sistemas trabajan veinticuatro horas, cocinando bajo supervisión humana pero con una eficiencia inalcanzable para cualquier equipo tradicional.
Aun así, lo esencial permanece: la cocina sigue siendo un arte humano. La inteligencia artificial puede sugerir, pero no saborear. Puede identificar patrones químicos, pero no recrear la emoción que produce un aroma familiar o el recuerdo que despierta un plato. La inteligencia artificial puede ayudarnos a cocinar mejor, pero aún está muy lejos de entender qué significa comer bien.
En realidad, lo que está ocurriendo con la cocina es lo mismo que con tantas otras disciplinas: la inteligencia artificial amplifica la creatividad humana. No sustituye al chef, igual que el horno no sustituyó al panadero, ni el sintetizador reemplazó al músico, pero redefine las herramientas, los procesos y el conocimiento. Hoy un cocinero puede tener, literalmente, una enciclopedia culinaria generativa a su disposición, capaz de explicarle en segundos qué es una raíz de galangal, cómo se usa en la cocina tailandesa y qué platos podría aventurarse a crear con ella.
Quizá el futuro de la gastronomía no sea un chef de carne y hueso ni una máquina que cocina sola, sino una alianza entre intuición y algoritmo. Una cocina donde la tradición y la innovación coexisten, y donde la inteligencia artificial no reemplaza al arte… sino que le añade una nueva capa de conocimiento.
ACTUALIZACIÓN (unas horas más tarde): el resultado de la conversación estuvo francamente divertido, y nos generó unos cuantos momentos radiofónicos muy buenos, porque decidimos meter a ChatGPT en modo voz en la conversación tras darle unas mínimas directrices sobre lo que tenía que hacer: básicamente, quién era Elio (que le pidió que adoptase una personalidad de «jefe de cocina con mala leche»), y cómo tenía que componer una receta con los ingredientes que le dijésemos. El resultado lo tenéis en la sexta hora del programa, a partir del minuto 35:30.


Hay un viejo chiste que dice que a los programadores nos relaja cocinar porque es un proceso completamente determinista y sin sorpresas: pelar zanahorias, cortar zanahorias, hervir zanahorias; sin tropezarte con problemas tipo «tu pelador de zanahorias se ha actualizado y ahora no es compatible con la variedad de zanahorias que has comprado».
En mi caso esto no es un chiste, es así tal cual, aunque mi «repertorio» de recetas es bastante limitado. No se me había ocurrido que se podría recurrir a la IA en un ámbito como este, quizá podría salir algo interesante.
«Pelador de zanahorias no pudo iniciar el servicio. El proceso zanahoria.exe ha terminado de forma inesperada»
En mi caso me encanta el proceso de cocinar: planear, elegir, comprar, preparar y comer.
Y tengo que reconocer que me ha salvado varias veces cuando las condiciones iniciales planificadas cambiaron abrupamente y con ideas de combinaciones que no hubiera imaginado ni en 10 vidas, y todo eso con un solo prompt.
No soy cocinillas, sólo pinche de cocina. ¯\_(ツ)_/¯
Tan sólo soy un aprendiz del Arte Cisoria, el Arte Culinario se lo dejo a los más imaginativos devotos.
A mi me relaja afilar mis cuchillos y dejarlos como navajas de afeitar. Por cierto, los tengo ya un poco romos, tendré que dedicar una tarde de éstas a relajarme con el afilador.
pues fíjate que yo lo percibo justo al revés: no hay proceso menos derterminista que la cocina; puedes repetir una receta mil veces y cada vez te saldrá de manera diferente. Es más, uno de mis criterios para «nombrar» un restaurante de paellas como «de calidad demostrada» es precisamente su estadística, es decir, cuán a menudo hacen una paella buena. La mayor parte de ellos fluctúan brutalmente entre sublime, normal y mediocre (visto desde la perspectiva de que sé cocinar bastante bien, en concreto paellas)
Disiento:
En «Los odiosos ocho» nunca mencionan de qué es el estofado, y realmente no importa, porque tal como dice el personaje de Samuel L. Jackson en una escena: “… Verán, —continuó el ex soldado— mi madre preparaba estofado. Y siempre sabía igual, con la carne que fuera. Había un hombre en la plantación, el tío Charlie. Él también lo preparaba. Igual que el de mi madre, comí su estofado desde que era un mocoso hasta que fui un hombre hecho y derecho. Y con la carne que fuera, siempre sabía al estofado del tío Charlie. No como el estofado de Minnie. Desde hace seis meses soy un experto, pero ese no hay duda de que es el estofado de Minnie”.
Pues ya solo me faltaba que la IA me quite uno de mis pequeños placeres… cocinar.
Y si, cocinar me relaja. No sé si lo de Konamiman a modo de chiste será así, pero en mi caso, sí.
Abro la nevera, veo lo que hay. Si falta algo, bajo al mercado o al super (ambos relativamente cerca), pero lo mío es improvisar. Y no debo hacerlo tan mal cuando nadie me ha dicho luego: “me voy al McLeches”.
Mi mujer: esta bueno. Que lleva?
Yo: Si esta bueno, no preguntes.
(come y calla, que coño se lo que le he metido. La misma receta la hago de 20 formas) XDD
Como dice Enrique, bienvenidas sean las nuevas herramientas en cualquier ámbito. En cuanto a substituir al humano…la IA no tiene recuerdos de niñez de los platos que preparaba tu abuela (mi guía y criterio absolutos en la cocina).
Otra cosa que suele olvidarse es que cocinar tú mismo implica una serie de decisiones que son fruto de un diálogo interno: ¿qué le apetece a mi cuerpo comer? ¿qué proporción de grasa, ácidos, etc le apetece (para un mismo plato, se puede cocinar más fuerte o light, con más predominancia de uno de los ingredientes o de otros, con unas verduras u otras…)? Incluso, ¿quiero que me sobre para mañana? y en dicho caso ya entra todo un universo de predicciones tanto de cómo va a ser tu futuro inmediato (que si táper porque tengo reunión en el curro, que si no me apetece mañana otra vez, no pega mucho para cenar..) como otros miles de imponderables.
De tal manera que, cuando pienso en la gente que no cocina, me da siempre la sensación de una pobreza generalizada en las cuestiones más básicas de la vida (sin ánimo de ofender a nadie).
PD: ¿os acordáis del grandioso episodio de Futurama cuando Bender se hace cocinero? jaja
No soy contrario a un plato que venga en el menú como «Secreto de gamo, adobado al marsala, con hierbas del bosque y aromatizado con extracto de algas, en salsa de grosellas», pero sigo prefiriendo, lentejas con chorizo.
Pues deberías venirte por aquí, que en diciembre/enero nos juntamos unos cuantos (las mujeres en casa), y hacemos lentejas (a veces alubia o garbanzo) con chorizo de ciervo y carne de jabalí, solo hierbas naturales en rama, zanahoria, tomate, cebolla, ajo y todo a fuego lento 3/4h. Cazuela de barro, como no. (y si, cocino yo). Ríete del frio.
buff, me acabo de poner cachondo…
Lentejas, Fer… solo lentejas… XDDD
Jodó, pues por eso, porque son lentejas, ¿quién no se pone cachondo? El que no se ponga cachondo es un flojo.
Cuando la hagamos, que este año caerá en Enero (la carne la traigo de Extremadura, que mis cuñados son cazadores), estas invitado (el anarcosindicalismo y similares se quedan en la puerta que vamos solo a comer)
Por ser tu…: XDDD
Todo el mundo sabe (o debería) lo que es un sofrito: cebolla a fuego flojo, que vaya caramelizando, luego el ajo (subimos el fuego a medio), y cuarteamos el tomate (nada de lata), y lo dejamos ahí, que vaya haciendo junto con unas zanahorias, cortadas a rodaja fina para que no queden duras. Mientras, en la cazuela de barro, vamos marcando la carne. La de jabalí es una carne “dura”, y precisara de más cocción por eso marcarla bien (luego quedara muy tierna). Con el sofrito más o menos listo, le añadimos el chorizo a rodaja fina (al sofrito), que vaya dejando su sabor. Da igual si esta desmenuzado, al final quedara integrado. Añadimos las hierbas, si pueden ser, en rama, si no, el potecito de “hierbas provenzales” del super, pero más o menos casi medio pote.
Lo juntamos todo. Podemos añadir un vasito (o dos) de vino tinto (mejor el vino, mejor queda, no seáis tacaños. Tampoco metáis un Vega Sicilia), dejad que evapore el alcohol antes de tapar la olla.
Luego, podemos simplemente añadir agua, o caldo que ya tengamos hecho (sirve el de pollo o de cocido de Tetrabrick) al menos un litro y medio (y reservar el otro medio por si acaso), que la cosa ira chupando líquido (dependerá de la cantidad de carne). Bajamos el fuego (muy importante). La carne de jabalí tiene que quedar en un punto que podamos “mecharla” (como si estofáramos unas carrilladas).
Cuando veamos que la carne ya esta en ese punto “que se deshace”, es cuando le metemos la legumbre que previamente habremos tenido 24h en remojo. (si, serviría los potes del Mercadona, pero ya le estamos quitando la gracia “rustica” a la cosa). Sazonar con sal, pimienta negra y blanca (yo uso un mix de 5 pimientas del super). Una o dos hojas de laurel (ahora, antes no, o amargara).
A partir de ahí, media hora “aprox”, e ir probando hasta que digamos: “YA”. (recordáis el medio litro de caldo reservado? Si os gustan las lentejas más o menos caldosas, es el momento de usarlo).
Servir buen vino en la mesa, y los platos que sea capaz cada cual de comerse. Pan de pages (rustico). Buena conversación, chupitos para “relajar el estómago y la mente” y buena siesta.
ps.- hay una variación que probe una vez y no salió del todo mal, pero personalmente… meeehhhh. Compré un pote de “carne de pimiento choricero” y le metí un par de cucharadas. También en otra ocasión, probe con un par de cucharadas (de café) de Brovil (concentrado de carne). En ambos casos no note mucha o tanta diferencia, pero para mí era como una “traición a la tradición”. (los demás no notaron nada, demasiado vino antes de sentarse a la mesa). En otras recetas, tanto el concentrado como el Brovil, han dado mucho mas sabor. Recordad que hablamos de jabalí, no de cerdo.
Con IA’s a mi… juassss XDDDD
ps2.- si lo haces con carne «normal» de cerdo o ternera, la receta es igual, solo que no necesitas tanto tiempo. Incluso, con 20min de olla a presion (con la que me niego a cocinar), lo tienes listo (mi mujer quitandome meritos).
coincido punto por punto, y lo hago igual. Y, como dices, un plato es tan malo como el ingrediente más malo que hayas echado , de ahí que echar tomate de lata chungo, o lentejas de bote, etc, me arruina el plato. En general, echarle caldo hecho aparte me parece «trampa», jeje, aunque esté mejor de sabor.
Bonus track para el sofrito: 1) cucharada sopera de mostaza (de la buena), da espesor y sabor y no se distingue prácticamente; 2) cucharada sopera de sobrasada: se deshace en el aceite de oliva como si nunca hubiera estado allí; 3) a veces echar una cucharada de tahini le da un toque untuoso casi indistinguible (que no hace falta si lo demás ya lleva mazo carne, es más para lentejas con verduras); 4) en general me gusta echarle una buena dosis de pimentón rojo en el sofrito, para que tueste mínimamente, antes de echar el agua/caldo: es genial para espesar.
Exacto. También coincido. El caldo de brick lo doy como opción para quien no quiera hacerlo a parte (pollo y verduras, por ejemplo). El bonus también suelo hacerlo, pero en otras recetas (mi mujer es de la Vera y la familia vive del pimentón y el tabaco. No nos falta) XDD
Tendremos que hacernos un blog de cocinillas… XDDD
En ml casa reunimos años amigos para comer fabada.
Una vez soltadas las chorradas pertinentes en otros comentarios…
Respecto al artículo de eDans…
Pues como que no. Una IA puede predecir (o no) que combinaciones serán las mas pertinentes en tanto a combinar determinados productos respecto a sus químicos. Pero parece que hasta ese “famoso cheff”, olvida, que lo que para alguien puede ser soso, para mi puede ser salado. Yo suelo cocinar sin sal (la sustituyo con el ajo en polvo). Y a veces, lo paso mal en algunos restaurantes. Siempre tengo que advertir que, por favor, no pongan sal. Si es necesario, ya la añadiré yo en la mesa. Por ejemplo.
Porque las papilas gustativas, son como las huellas dactilares de cada persona, y cada persona, tiene las suyas. Así que una IA, ni va a predecir que sabor me va a saber bien, ni me va a hacer una receta perfecta. El “Cheff” que investigue lo que quiera, que en tiempos en los que no había “IA”, ya muchos podíamos decir “esta comida es una plasta” por mas que nos hubiera costado 100€ el cubierto.
Ooops, no era para Gorki… era comentario general :(
OFFTOPIC para eDans….
Nos comentaras algo sobre el «chollo» o el «timo» de las nuevas V16 de La DGT…??? El 1 de Enero de 2026 van a ser obligatorias para todos, incluso para los que ya compramos la antigua, la que no iba «conectada»…
A mi me parece un escandalo…
Pero vamos a ver, Lua, ¿a ti qué cosa NO te parece un escándalo de la DGT? ¿Eh?, ¿me lo quieres explicar? Porque vamos, decir escándalo y decir DGT es redundancia cíclica como la copa un pino.
Pero vamos a ver, Dedo-en-llaga…. a ti que parte te parece que a mi me la suda tus neuras. Eh? Me lo quieres explicar?. No. No lo hagas. No me hace falta. Redundancia ciclica son tus comentarios si se dirigen a mi.
Leete los Cantos de Maldoror, de Isidore Ducasse, Conde de Lautréamont y estate un rato entretenido… XDD
Como era? ah si… Por Dios, que cansancio….
Pues para que te la sude, menudo esfuerzo que haces en estar atento, leer, responder y en quedar, encima, como lo que realmente eres.
Como un gilipollas, un borde y un hijoputa…
Que mas…??? Me va a doler…???
Niego la mayor: Ni entró, ni mucho menos entrará (al menos por un tiempo).
Las recetas de cocina funcionan exactamente igual que las recetas para foll***; tú leete mil recetas, habla con la IA y que te recete, y luego, vas, foll*** mediante receta, y me lo cuentas… Ya verás qué risas.
Por cierto, esto remite al post anterior, donde queda cada vez más claro que la IA, ni miente, ni alucina, ni se inventa nada de nada, eres tú el que, creyéndote a pies juntillas todo lo que proviene de ella, ta llevas una ¡¡¡chorpresa!!! En ese momento, debes preguntarte a qué lugar de la escala de idiocia has subido como un cohete.
Lo que, por último, me lleva a otro tema: Se supone estamos asistiendo los últimos años a un descomunal movimiento negacionista (¡¡¡hasta hubo videos negando que la nieve de Filomena fuese realmente nieve…!!!) y ahora, y al mismo tiempo, asistimos a otro movimiento descomunal creyéndose todo y cualquier cosa que diga la rutilante IA…, hombre, ¡no me jodas!
¿Veis como el tema del negacionismo no es ni tan fácil ni tan sencillo como nos lo quieren hacer tragar con ruedas de molino, porque además, y en el fondo, toca un tema super complejo como es el del sistema de creencias?
Por cierto, ¿qué es una creencia?
Sí, lo de utilizar la chuparecursosenergeticos IA hasta para pedir recetas con productos exoticos va a reducir mucho la huella ecologica …
¡¡¡ QUÉ NIVEL DE COMENTARIOS !!!
Po zi !!
Anda….
Ahora todo el mundo es catedrático… XDD
(Sobretodo de punteros)
Coña, pues se cumple…
Informático y una de mis aficiones el cocinar.
Es verdad que desde que está la IA, a veces recurro a ella para ideas.
Última fricada… me hice un gem, para calcular precios de despiece de pollo frente a pollo completo…..
No digo otras que tengo para que pueda seguir entrando aquí, con un mínimo de dignidad…