Procesadores, cooperación y código abierto

IMAGE: A red Chinese dragon and an American bald eagle pulling on opposite sides of a glowing AI microchip over a circuit-board background dotted with snippets of open-source code

El endurecimiento de los controles de exportación de Washington ha convertido al silicio cada vez más en un campo de batalla geopolítico. Miles de licencias para vender chips avanzados, incluidos los pedidos multimillonarios de Nvidia, duermen en los cajones de la Bureau of Industry and Security, lo que conlleva la paralización de envíos y alimentar la incertidumbre de las tecnológicas estadounidenses.

Es la clásica paradoja de la contención: al intentar frenar a su rival, Estados Unidos acelera la búsqueda de atajos y sustitutos en Beijing.

En Shanghai, durante la reciente World AI Conference, el ministro Li Qiang respondió con un auténtico golpe de diplomacia tecnológica: un plan de gobernanza global para la inteligencia artificial y la propuesta de una organización internacional con sede en China que evite que la inteligencia artificial «sea el juego exclusivo de unos pocos países«. Mientras la Casa Blanca defiende su consabida estrategia «America-first», Beijing se erige en adalid del multilateralismo algorítmico, respaldado por la presencia de figuras como Geoffrey Hinton y Eric Schmidt, y por la ausencia casi total de laboratorios estadounidenses en el evento.

La falta de acceso a los chips más potentes no ha frenado a la industria china: por el contrario, la ha obligado a innovar en arquitectura y a cooperar. Dos nuevas alianzas presentadas en la misma conferencia, la «Model-Chip Ecosystem Innovation Alliance» y el comité de la Cámara de Comercio de Shanghai, integran fabricantes como Huawei, Biren o Moore Threads con desarrolladores de grandes modelos lingüísticos como StepFun o MiniMax, buscando escalar sistemas que igualen o superen en conjunto la potencia de un H100 de Nvidia. La estrategia recuerda mucho a la carrera espacial soviética en su momento: si no puedes lanzar un Saturn V, pon muchos cohetes en la rampa y combínalos. Ante las restricciones que impiden a China comprar los chips de gama más alta, sus empresas están multiplicando clusters de procesadores propios menos potentes y optimizando el software para que trabajen en paralelo. La eficiencia agregada de muchos chips buenos y bien orquestados puede acercarse al rendimiento del puñado de chips excepcionales vetados por Estados Unidos. Es la misma lógica de divide y vencerás, pero aplicada esta vez a transistores.

Pero la baza decisiva no está solo en el hardware, sino en el código. Frente a los modelos cerrados de Silicon Valley, China impulsa una oleada de inteligencia artificial abierta. DeepSeek, convertido en estrella mediática tras liberar sus pesos y métodos, ha disparado la adopción de inteligencia artificial en administraciones provinciales, hospitales militares y hasta agencias anticorrupción. La lógica es sencilla: cada vez que un gobierno local adapta el modelo y lo comparte, la comunidad, y por extensión, el ecosistema chino, gana datos, casos de uso y, sobre todo, legitimidad.

El efecto red es doble: dentro del país, el open source reduce costes y multiplica la experimentación: nuevos modelos como GLM-4.5 de Z.ai compiten bajando precios por millón de tokens, mientras Nvidia se ve obligada a destilar capacidades chinas como Nemotron para no perder terreno en el mundo abierto. Fuera del país, y entre un número creciente de naciones, la narrativa de «inteligencia artificial para el Sur Global» seduce a quienes desconfían de un monopolio occidental y valoran la posibilidad de auditar, adaptar y ejecutar localmente modelos sin pasar por los peajes de Seattle o de San Francisco.

El resultado es un evidente choque de paradigmas: Estados Unidos apuesta por la escasez de chips, de licencias y de patentes, y corre el riesgo de encapsular su ventaja en una burbuja regulatoria proteccionista. China, en cambio, convierte la abundancia de contribuyentes y desarrolladores en una palanca geopolítica: cuanto más código abierto circule con licencia china, más difícil será para Washington aislar al país sin aislar al resto del mundo.

¿Quién ganará? Mi postura siempre ha estado clara en ese sentido, y están empezando a surgir también visiones similares en los propios Estados Unidos: si la historia del software libre sirve de guía, la combinación de masa crítica, cooperación internacional y acceso al código acabará imponiéndose a los jardines vallados. Lo vimos con Linux frente a Windows o con Android frente a iOS en mercados emergentes. Aplicado a la inteligencia artificial, el factor diferencial no será quién tenga el transistor más pequeño, sino quién logre que millones de desarrolladores lo pongan a trabajar en problemas reales. Y en esa carrera, la jugada maestra de China con unos chips suficientemente buenos, una gobernanza inclusiva y un open source agresivo, apunta a un jaque mate difícil de contrarrestar. Y que además, seguramente, sería sensiblemente mejor para todo resto del mundo.


If you want to read this article in English, it’s open to everyone using this friend link on Medium, «The AI cold war isn’t about chips — it’s about developers«

13 comentarios

  • #001
    JM - 4 agosto 2025 - 16:15

    Suele ocurrir que cuando hay competencia en la adquisición de un bien o servicio el segundo es el que ofrece más valor por el mismo precio a los clientes, ya que se tiene que esforzar para desbancar al rival.

    Aquí parece que ocurre lo mismo. China se ofrece como mucho más amigable y cooperadora que EEUU en muchos sentidos.

    Eso es así porque son los segundos. Al igual que durante la guerra fría a Europa le interesa que haya competición y no exista un claro ganador.

  • #002
    Greg - 4 agosto 2025 - 19:01

    Me dijeron que el modelo chino era Open Weight y no Open Source. Fui a comprobar en Perplexity, y obtuve eso: ¿Diferencia entre Open Weight y Open Source?

    ¿Alguien que pueda aportar algo al respecto?

  • #003
    Xaquín - 4 agosto 2025 - 19:17

    Los USA siguen anclados en la construcción del ferrocarril, para comerse territorios «porque sí»… y en que los chinos solo valen para eso y para lavarle la ropa (o fregar los platos)… están empeñados en seguir pensando con mentalidad antisoviética (e incluso antichinamaoísta)… pero no tienen buena capacidad de mutación… su evolución está encorsetada en la lucha con los nativos americanos y no salen de ahí, creyendo que su dios los mantendrá grandes por los siglos de los siglos… estoy seguro que ni siquiera han leído al Asimov (en ciertas élites dirigentes). De hecho tienen un lobbismo de patacón, pretrumpiano…

    En este momento histórico no le llegan ni a la suela de la sandalia de un Nerón, en momentos bajos, por ejemplo.

  • #004
    Yomismo - 4 agosto 2025 - 20:16

    Hasta donde yo sé, de las IA open source potentes, la mayoría están en EEUU y solo una o dos en China

  • #005
    Dedo-en-la-llaga - 4 agosto 2025 - 20:17

    Aunque sea medio off-topic, después de leer cosas como esta, (nada nuevo bajo el cielo, y más cantao que «Mi carro me lo robaron…),

    https://es.wired.com/articulos/tesla-ofrece-29000-millones-de-dolares-a-elon-musk-para-garantizar-que-sea-su-ceo-hasta-2027

    qué más da «(…) los datos, casos de uso, y sobre todo, legitimidad»…, ¿legitimidad?, ¿lo cuálo? En el mundo en el que vivimos, qué demonio importará semejante trapallada…

  • #006
    Gorki - 4 agosto 2025 - 20:34

    Dudo mucho que una potencia capaz de3 colocar un «rover» en la cara oculta de la Luna y de sacar un a Ai con la calidad de Deepseek tenga serios problemas por la falta de chips de Nvidia.
    Si no pueden fabricar algo semejante en China, problema que es solo cosa de tiempo, encontraran soluciones para emular su trabajo, Por tanto si bien comprendo el afán americano de dificultar el avance chino en las tecnologías punteras. es tan inútil como intentar mantener el agua en un colador tapando un par de agujeros.

    Sin embargo hemos de tener claro que China no es una «hermanita de la caridad». lo único 1ue le interesa del resto del mundo,. son sus materias primas y un mercado donde vender sus excedentes fabriles

  • #007
    Benji - 4 agosto 2025 - 21:26

    Y aquí en Europa dormidos en los laureles. Ni tenemos chips, ni tenemos centros de datos, ni tenemos la cantidad descomunal de datos porque la RGPD impide que mucho de ellos se mueva y con el copyright se inmoviliza el resto.

    Puestos a ser el vagón de cola, al menos vayamos por el raíl chino. No son amigos pero tampoco nos tratan como basura. Somos un cliente más para ellos.

    En el otro lado con USA… mejor ni opinar. No sé por qué narices seguimos usando Windows/Office a nivel europeo. Si cambiamos eso nos quitan los aranceles mañana. Tienen más amor propio indios y brasileños que todo nuestro continente unido.

    • Dedo-en-la-llaga - 5 agosto 2025 - 00:36

      Ya te digo. Si además, son todos unos put***s cínicos.

      En propias palabras de Trump, ese psicópata: «¿Qué se creen, que nosotros no espiamos? Nosotros espiamos, ellos nos espían, y luego, cerramos un gran acuerdo comercial». Punto y pelota y otra cosa mariposa. Y si por el medio murieron miles de gatitos, pues ellos se lo pasan por donde yo y todos, sabemos. La Úrsula, (esa japuta), la primera.

      PD: Es la única cosa que debemos agradecerle a Trump, hablar y decir lo que los otros saben y hacen, y siempre van de lo contrario.

    • Javier Lux - 5 agosto 2025 - 07:58

      Lo de Windows/Office es de traca. Igual que Visa/Mastercard/GooglePay/ApplePay.

      Hace décadas que la UE debería de haber fijado un standard de Linux, por supuesto subcontratado a una empresa Europea, y haberla promocionado en la administración pública. Para eso sirven los impuestos. El resto hubiese seguido por el enorme ahorro. Para más inri hay empresas alemanas y francesas líderes en Linux, Suse y Mint. Que se pongan de acuerdo como con Airbus!!!

      Todos los fabricantes de componentes se hubiesen comprometido ha fabricar software para ese estandard. Somo 450 millones de consumidores.

      • f3r - 6 agosto 2025 - 09:54

        A cada intentona de cambiar a software libre en la administración pública ha habido una oleado de sobornos al más alto nivel para que eso no ocurriera, como el caso del formato oficial de documentos (odt vs word, os acordáis?). Esto lo he visto incluso en varios (4) campus universitarios, tanto en Alemania (2) como en España(2): contra todo pronóstico se ha puesto una red de windows a nivel campus, que cuesta un pastizal y funciona MAL. ¿Por qué creéis que ha sido?

    • JM - 5 agosto 2025 - 08:06

      No hace falta tocar Windows y Office, de momento…

      Con empezar a cobrar impuestos a las grandes corporaciones monopolísticas como Amazon, Microsoft, Meta, etc. que debido a su tamaño y su acceso a capitales ahogan (o compran) cualquier startup europea que les interese sería suficiente.

      Si además cambiamos las leyes de derechos de autor (mayoritariamente en manos de empresas de EEUU) para reducir su duración a algo razonable sería otro golpe importante.

      Y si obligamos a que todas las aplicaciones deben permitir la interoperabilidad tendríamos otra herramienta para atacar los monopolios de EEUU.

      Ahí ya se pondrían a gritar de dolor en el oído de Trump.

  • #012
    Alqvimista - 5 agosto 2025 - 07:58

    Cuenta la leyenda que los EEUU, en plena guerra fría con la URSS, abrazó e impulsó el Arte Moderno como forma de presentar a los EEUU como país moderno frente a la modernista y futurista URSS.

    Aunque sea una tontería sí tengo muy claro que China está haciendo eso mismo. A China le importa 3 c*j*nes el Open Source, la Paz Mundial y la cooperación y el buenrollismo internacional. A China sólo le preocupa imponerse a sus adversarios/enemigos: occidente, representado por EEUU, Europa y sus amigos orientales, Japón y Corea de Sur.

    Se presentarán con buena cara, compartirán sus cosicas y serán más amables que Los Fernández, pero sólo tienen una cosa en mente: ser la potencia dominante del s.XXI.

    Esto es una guerra como la que durante 300 años sostuvo España e Inglaterra y que finalmente ganaron los ingleses. El imperio militar, económico y cultural norteamericano se está batiendo el cobre con el aspirante chino -ahora sabemos que la URSS siempre dio mucho miedo pero tenía la mandíbula de cristal-, y nosotros estamos en medio esperando a ver quién será nuestro próximo amo.
    Como para entonces ya estaré a dieta blanda o criando malvas, me da igual.

  • #013
    Guillermo - 5 agosto 2025 - 10:32

    El avance de China ha sido y es impresionante.
    Evidentemente todavía hay desigualdades entre la población pero cada vez son menos.
    Aquí apostamos por libertad y garantía ( ambas cada vez menos presentes).
    Ningún país es un hermanito de la caridad pero hay países más dispuestos a usar la fuerza.
    Europa en medio de todo y de nada, no sabe cómo resolver los problemas económicos, sociales y armamentísticos entre otros porque Europa no funciona como una unidad, por mucho que digamos que el euro nos une.
    Estamos entre la espada y la pared y en una posición que nos impide elegir y con nuestra debilidad lo que sufrimos es la imposición por parte de los grandes.
    La grandes avances sociales que hemos tenido y la calidad de vida y servicios se van reduciendo continuamente. Cada vez la clase media tiene menos acceso a ventajas conquistadas y que se van perdiendo.
    En general consumimos lo que quieren darnos para que nos sintamos con la falsa sensación de que somos libres y elegimos.
    China ha visto que no puede depender de otros países y ha decidido que aunque lleve tiempo y sufrimiento, tienen que depender menos de factores externos.
    Se apuesta ahora por otros países como India, alguien piensa que si la India empezase a convertirse en una potencia rival, no la iba a pasar lo mismo que a China.

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