La presentación de Google del miércoles 14 pasó por los medios, a pesar de la enorme potencia de fuego de la cuarta compañía más grande del mundo por capitalización bursátil (tras Microsoft, Apple y Nvidia), bastante más desapercibida en general que la de OpenAI del día anterior, que además dio toda la impresión de haber sido puesta ahí estratégicamente para eclipsarla.
Que sí, que Google integrará Gemini 1.5 Pro en todo el resto de sus herramientas – lo menos que podíamos esperar – y que su Project Astra integra la voz y la cámara de manera que lo convierte en multimodal, es decir, puedes dialogar con él, enseñarle cosas, etc., pero en el imaginario colectivo, vuelve a quedar como lo que Google mostró al mundo después de que OpenAI ya se lo hubiera mostrado un día antes. Obviamente, Google puede tenerlo más fácil a la hora de aprovechar su base de usuarios, pero en muchos sentidos sigue siendo la compañía que, teniendo IA generativa ya desarrollada, renunció a sacarla al mercado hasta que llegó OpenAI con la suya, por miedo a que canibalizase sus otros productos. Es lo que tiene: cuando te dedicas a intentar evitar la canibalización, lo que consigues es que los mordiscos te los dé otro.
En cualquier caso, vista la dinámica competitiva entre estos dos gigantes – sin olvidar, por supuesto, a otras big tech como Microsoft, Amazon, Meta, etc. – y sus intenciones de seguir invirtiendo en una carrera alocada por ofrecernos más y más prestaciones y casos de uso, ¿qué panorama cabe esperar en el futuro? La pregunta se justifica mucho porque, en este momento, tenemos no solo a las big tech, sino a prácticamente cualquier compañía que se precie en cada una de las industrias del mercado dedicadas a aplicar la IA generativa a prácticamente todo lo que se les pueda ocurrir, y no solo aplicando los ChatGPT, Gemini y demás algoritmos producidos por las big tech, sino también tratando de desarrollar los suyos propios.
A menudo, se trata simplemente de aplicaciones de machine learning y de automatización avanzada aplicando el aprendizaje a partir de sus propios datos y relegando otras funciones, como la generación de lenguaje, etc., a simples RAG, Retrieval-Augmented Generation, sobre los modelos de esas big tech, pero no cabe duda que pueden tener su relevancia futura: después de todo, quien mejores datos tiene y más sabe de una industria en concreto suele ser un competidor en esa industria.
En el futuro cercano, ¿qué panorama veremos? ¿A unas big tech ambiciosas tratando de proponer aplicaciones ya no solo genéricas, sino cada vez más aplicadas por industrias? ¿Veremos a las grandes compañías de cada sector aplicando las herramientas que les traen las big tech, o más bien tratando de crear y perfeccionar las suyas, alimentándolas con cada vez más datos generados por su actividad? La competencia es un poderoso incentivo para la innovación y el desarrollo, y no cabe duda que las big tech han interpretado el actual panorama competitivo en torno a la IA generativa en modo «todos al ataque» y haciendo en general muy pocos prisioneros, pero me parecería muy peligroso que la nueva gran oleada tecnológica, destinada a cambiarlo prácticamente todo, siguiera en manos de unas pocas compañías cuya forma de hacer las cosas, además, ya conocemos demasiado bien.
Estoy convencido de que hay hueco para que las compañías líderes de cada sector – o en muchos casos, debido al dilema del innovador, las «no tan líderes» o incluso las startups de nueva creación y con su pizarra aún en blanco – puedan aplicar su conocimiento del negocio y su capacidad de generación de datos al desarrollo de algoritmos, primero de machine learning y de automatización avanzada con herramientas cada vez más sencillas, pero también a la algoritmia generativa. Estoy seguro de que veremos muchas grandes aplicaciones surgir de lugares insospechados, de sospechosos poco habituales que son capaces de entender las bases de esta revolución. Pero en ese sentido, la dinámica competitiva de las big tech puede funcionar también como un desincentivo, un «qué voy a hacer yo si estas compañías ya están donde están, muy lejos de mis modestas posibilidades».
Cuidado con la competencia. Es un vector muy poderoso, pero también tiene sus efectos secundarios. No pienses que porque una big tech sea capaz de hacer y de presentar aplicaciones interesantes, no hay lugar para que tú, en tu compañía, hagas también las tuyas. Obviamente, no se trata de reinventar la rueda y de crear algoritmos generativos capaces de hablar con propiedad… pero hay muchas más posibilidades, y muchas enormemente interesantes. No pienses que todo lo van a hacer las big tech de toda la vida. Hay mucha más vida ahí afuera.
This article is also available in English on my Medium page, «Why Big Tech may NOT end up dominating Generative AI«
Independientemente que las dos presentaran, (para un futuro mas o menos próximo), unos productos muy parecidos, que diferencia entre la presentación de OpenAI y de la de Google, y no digo nada en el espacio previo a la de presentación, entre unos con un sobrio reloj animado en blanco y negro y el otro un presentador histérico envuelto en lo que parecía un albornoz gay.
Eso si de toda la interminable y aburrida presentación de Google me quedo con el recurso para encontrar las gafas, eso me ha decidido por el producto de Google, ?es para ancianos!, «¿Donde estan mis ha gafas?» «¿Donde puesto mis llaves?» «¿Donde guardé mi cartera?»·
Esta mañana, en una de esas charlas delante de la máquina de café la conclusión es que las nuevas herramientas de LLM tienen un gran futuro como ayuda para «príncipes nigerianos», bots para extender bulos, ideologías políticas cuestionables y webs de citas en internet.
Para otros usos seguramente no hacen tanta falta las funcionalidades que se han mostrado.
¿?
Podrías extender un poco tu tesis. ¿Por qué, por ejemplo, no va a valer para encontrar nuevas recetas de pastelería?
Aclaro, inventar nuevas recetas de pasteleria
No puedo creerme que de todo lo que es posible hacer con esta tecnología la única conclusión a la que habéis llegado es esa.
Yo veo claramente que el principal superpoder de esta tecnología es el de convertirse en la interfaz «casi» definitiva para interactuar con nuestros dispositivos.
Y digo «casi» porque aun espero que los dispositivos se puedan llegar a controlar con la mente a no mucho tardar.
Gorki, hijo mío, porque parece ser que ya ha quedado sobradamente demostrado que cualquier nuevo uso de la tecnología emergente, pasa por su mal uso… guste o no…
Deep Fakes, bulos, videos no “normativos”, etc…
En serio que para encontrar una receta de croquetas necesitas a la IA…???
Por supuesto que puede servir para encontrar recetas de pastelería… alguna diferencia con buscar: «recetas de pasteleria» en Google?
En que se diferencian?
Son mas sabrosas?
Tienen menos aditivos?
Son mas faciles?
La diferencia es buscarlo tecleando, o pulsando un boton y diciendolo a viva voz… nada que no hagan ya Siri, Alexa o Echo…
Mira lo que dice la IA de tu presidenta sobre la droga…
No lo llamemos IA, poco a poco será un asistente no solo para buscar recetas sino también para comprarlas o hacerlas.
Y sobre esta piedra, edificaré mi i…….
Ojo, que este bebé solo tiene tres años?
La diferencia entre la IA Generativa y la búsqueda en google es abismal.
Es como preguntar por la diferencia entre pedirle a chatGPT que te escriba una carta o utilizar una plantilla de Word.
La IA generativa es capaz de relacionar conceptos y potenciar enormemente la creatividad de quien la usa. Precisamente las recetas de cocina son un campo donde la IA puede proponer infinidad de nuevos sabores.
Algunos comentaristas opinan que por ser estocástico la forma de funcionar la AI no pueden ser creativas, pero los resultados que yo obtengo de ChapGPT gratuita ya lo son y eso que como AI está totalmente superada.
Es como decir que un escritor no puede ser creativo porque utiliza palabras del diccionario
Si precisamente de lo que se quejan algunos comentaristas es de ese «exceso de creatividad»… XDDD
(sus «alucinaciones», para que lo entiendas…) :P
Es curioso que nos asuste lo que pueda hacer una IA con la información que recibe de su entorno, cuando una IH llamada Homero, nos demostró lo que se puede hacer, recopilando dato tras dato, de las bocas de muchos aedos (o simples viejos, tomando su chupito de ouzo).
Y hay que ver las maravillas que construyó con eses mimbres virtuales.
No veo porque una IA, a la que le enseñes, como buena alumna (Homero no nació siendo Homero), a ser eficiente, pueda ser una ayuda inestimable para crear. Como ayudante o como auténtico autora. Aún queda bastante tiempo para descubrir una Homera, pero evidente es que su aparición está escrita en el futuro de la humanidad.
Siempre que esta no se vaya a pique antes. Y sin la necesidad de ningún jodido divino Poseidón. Llega con la IH de un puto Hitler o Stalin.
Un virus, Covid-19, que ni tan solo es inteligente, logro condicionar nuestra vida durante unos años…
Ups… he olvidado el enlace…
«Hinton, who won the Turing Award in 2018 (often called the ‘Nobel Prize of Computing’), asks me to think of ‘cases where a more intelligent thing is controlled by a less intelligent thing’. After a few embarrassing ‘ums’, he rescues me. ‘There’s Covid. That virus isn’t that intelligent. It’s not making decisions about what should happen – it’s just screwing with us. It’s not in charge.»
The godfather of AI: why I left Google