China: calculando los riesgos

IMAGE: Gerd Altmann - Pixabay (CC0)

Las recientes sanciones del gobierno chino a varias de sus compañías emblemáticas, desde Tencent o Alibaba hasta DiDi, que está incluso llegando a plantearse una OPA de exclusión de su recientísima salida a bolsa en Nueva York, reflejan unas tensiones regulatorias hasta el momento nunca vistas en el gigante asiático – al menos, con respecto a empresas creadas en China, dado que las compañías extranjeras ya estaban de por sí sujetas a fortísimos requisitos para operar.

Aparentemente, el furor regulatorio del gobierno chino tiene que ver con la evidencia de que esas compañías, junto con algunas otras como las que operaban en el sector educativo, estaban comportándose de manera «excesivamente capitalista», con actuaciones claramente centradas en la adquisición de un poder monopolístico capaz de controlar su industria, o con evidencias de desarrollos que parecían socavar el acceso a bienes entendidos como de libre acceso por un gobierno supuestamente comunista – al menos en su estética – como la educación.

Muchas de esas actuaciones han provocado que los inversores internacionales, ampliamente escaldados tras sufrir pérdidas millonarias en compañías que han visto su cotización desplomarse prácticamente de un día para otro y de manera completamente impredecible, se planteen muy mucho el invertir en compañías chinas. Una cosa es que el descomunal mercado interno prometa grandes ganancias y que incluso, como en el caso de ByteDance, podamos hablar de expansiones internacionales muy exitosas, y otro que a alguien le guste ver esfumarse su dinero simplemente porque alguien en el gobierno se ha levantado con mal pie. Lo que era proverbialmente una economía enormemente planificada y con visión a muy largo plazo es ahora un entorno convulso en el que nadie sabe qué sector va a ser golpeado mañana.

Lo que sí parece estar clara es la preferencia: dentro del mundo de la tecnología, el gobierno chino no parece tener ningún problema con el hardware y los componentes – de hecho, está dispuesto a lo que sea con tal de obtener tecnología que le permita superar su déficit en el mundo de los chips – pero sí lo tiene con las compañías centradas en el software y las aplicaciones, a las que achaca una obsesión por obtener datos personales de sus usuarios que no deja de resultar paradójica en el gobierno que, sin duda, más control obsesivo tiene con el comportamiento de sus ciudadanos y más refleja el escenario dibujado por George Orwell en su novela «1984».

Esto nos lleva a plantearnos hasta qué punto la apuesta del gobierno chino puede salir bien: en un interesante artículo, Bloomberg se plantea si la descomunal ofensiva del gobierno chino con respecto a sus compañías más conocidas en el exterior, que incluye la defenestración de personajes emblemáticos como Jack Ma, no podría suponer un riesgo muy elevado de cara a su futuro: mientras la apuesta por el hardware supone un camino complicado, no solo por el consabido «hardware is hard», sino porque no hay evidencias, más allá de Huawei, de que los grandes conglomerados industriales chinos sean capaces de llegar a estar a la altura de los competidores occidentales, surcoreanos o taiwaneses más punteros. Algunas de las empresas más conocidas en la industria del hardware en China parecen caer más dentro del ámbito de la burocratización y la esclerotización típica de las compañías más subvencionadas por sus gobiernos que en el de los competidores ágiles capaces de inventar y desarrollar nuevas tecnologías o máquinas que les aporten una ventaja competitiva real.

Por el contrario, en el mundo del software y las redes sociales, todo parecía indicar, tras el impresionante éxito mundial de ByteDance, que las compañías chinas podían plantearse ambiciosas salidas al exterior: pocos países cuentan con apps tan potentes como las llamadas «super-apps» chinas, que sus usuarios utilizan para prácticamente todo, desde intercambiar mensajería instantánea hasta pagar.

¿Podría estar el gobierno chino cometiendo un error enorme al perjudicar de manera importante su industria del software y las redes sociales, hasta el punto de socavar la confianza que los fondos de inversión más importantes llegaron a tener en ellas, a cambio de apostar por una industria del hardware cuya ausencia de liderazgo no parece venir tanto de una falta de inversión pública, sino de otro tipo de factores? Entre los años 2016 y 2020, Alibaba y Tencent promediaron un retorno sobre su inversión del 18,9% y el 19,5% respectivamente, mientras SMIC y Hua Hong estuvieron en cifras mucho más conservadoras, del 3.6% y el 7.4%. El líder en baterías CATL promedió un 15.5%, pero se ha reducido a alrededor del 10% tras los grandes recortes de subsidios y los cambios que tuvo que hacer para poder competir fuera de sus fronteras en 2019. Si, debido a las acciones de su intervencionista gobierno, China empieza a intentar producir más hardware que software, podría estar cometiendo un error importante en términos de generación de riqueza y empleo, y además, cercenando una de las industrias que más capacidad tienen de expandir la cultura china en todo el mundo.

Mientras, los Estados Unidos simplemente observan desde lejos: si tu enemigo se equivoca, déjalo tranquilo. Ahora, los inversores norteamericanos, desde los individuales hasta los grandes fondos, tienen muy claro que la inversión en compañías chinas ya no es simplemente una cuestión de riesgo, sino de estar completamente loco o de ser idiota, y en la guerra de los chips, los Estados Unidos y occidente en general está claramente por delante del gigante asiático. ¿Que China se empeña en luchar una batalla en la que parte con desventaja mientras apuñala a una de sus industrias más pujantes? Adelante, como diríamos en inglés… be my guest. Ya veremos con el tiempo quiénes se equivocaron aquí.


ACTUALIZACIÓN (04/08/2021): Marimar Jiménez cita este artículo en el suyo en Cinco Días / El País titulado «Pekín eleva el temor a invertir en empresas chinas al presionar ahora al sector del videojuego» (pdf).


This article is also available in English on my Medium page, «Investing in China: a calculated risk or an act of madness?«


10 comentarios

  • #001
    Carlos Jerez - 31 julio 2021 - 01:43

    Gracias por el artículo Enrique. No solo coincido en la premisa, sino creo que das en el clavo cuando dices:

    «Algunas de las empresas más conocidas en la industria del hardware en China parecen caer más dentro del ámbito de la burocratización y la esclerotización típica de las compañías más subvencionadas por sus gobiernos que en el de los competidores ágiles capaces de inventar y desarrollar nuevas tecnologías o máquinas que les aporten una ventaja competitiva real»

    Ese es su talón de Aquiles. Por un lado busca empresas que pueda controlar y sirvan a sus objetivos políticos, pasando a crear ineficiencias con esas subvenciones y burocracias diseñadas a atraer el favor del gobierno más que ser eficientes.

    Este es el mismo gobierno que apostó por la IA antes que ningún otro. Para mí la apuesta por el hardware es el resultado de la disputa con Trump, que con sus vetos a empresas chinas mostró la dependencia que tienen del exterior. Aunque el software, Android, fue la más clara la más temida era respecto al hardware.

    Desde entonces el presidente chino tuvo el acierto de llegar al mayor acuerdo comercial del mundo pero a la vez del error de crear no solo incertidumbre entre inversores sino que a la vez un clima contrario a la innovación que es lo que le acabará saliendo más caro.

  • #002
    Gabriel - 31 julio 2021 - 09:12

    No lo entiendo. En varios post nos convences que parar los pies a las gigantes empresas soft que fagotizan todo a su alrededor es necesario para no perder el ritmo de innovación y crecimiento y ahora resulta que es un error.

    • Enrique Dans - 31 julio 2021 - 09:53

      No hay mucho que entender. Sigo creyendo que es fundamental regular a esas compañías. Pero para China puede ser peligroso, porque va a cambiar compañías que estaban creciendo muchísimo por otras que son inversiones mucho más dudosas. Mis intereses como ciudadano no tienen nada que ver (afortunadamente :-) con los del gobierno chino…

      • Jose Manuel - 31 julio 2021 - 15:03

        No lo entiendo. ¿Están haciendo lo correcto y por eso se equivocan?

  • #005
    José Marìa - 31 julio 2021 - 14:54

    Sobre este tema hay muchas sombras. Pues veo (desde la ignorancia geopolìtica) que me faltan muchos puntos para decir que es un error lo que esta realizando el gobierno chino….a mi entender es un plan que ya tienen encauzado desde hace años y este es solo un paso màs para tener todo atado y ser completamente independientes de terceros paises

  • #006
    Xaquín - 31 julio 2021 - 18:45

    Sigo sin entender muy bien, porque los chinos deben ser más fieles seguidores de los fondos buitre y favorecer la repetición de una «burbuja nuclear», que sentirse cariñosamente fieles, a las directrices de los que cortan el bacalao en su Comité Central, y tener una vida relativamente tranquila (confucianamente hablando).

    Ni el susodicho Comité, ni las Mafias que mueven el mercado libre de bazares y lavanderias por el mundo mundial (aparte otros variados business), son fieles protectores del pueblo chino menos pudiente.

  • #007
    joan - 2 agosto 2021 - 09:30

    Despejada la aparente contradicción: Desde el punto de vista del inversor americano y de la competitividad de China y el atractivo al inversor en su mercado posiblemente el gobierno chino se equivoca; desde el punto de vista del consumidor, sea chino u occidental, la decisión es correcta. Por tanto, para mi, la tendencia del gobierno chino la veo un acierto. Aún así hay cosas que me descolocan; v.gr., meses esperando los huawei p50 para huir de la tiranía del ecosistema Android y experimentar con el HarmonyOS y ahora resulta que no traen 5g… y eso sí es un «error» de soft, no?

  • #008
    Alfonso Ferrer - 3 agosto 2021 - 03:39

    Me encanta: «si tu enemigo se equivoca, déjalo tranquilo»… ahora bien… el enemigo es duro!

  • #009
    Sergi Gallent - 4 agosto 2021 - 21:12

    Relativo a esta cuestión leí un muy interesante (y en mi opinión plausible) artículo de opinión de Noah Smith sobre porqué podría estar el gobierno chino tomando esta ruta: https://refind.com/links/108826762

    Spoiler: puede que se trate más de una decisión estratégica y menos de una reacción a elementos externos o internos. El tiempo dirá si centrarse en producir productos reales en lugar de en la industria del ocio digital es un error o un acierto.

    Por cierto, enhorabuena por el blog :)

  • #010
    STEVEN - 27 agosto 2021 - 10:28

    Muchas gracias por el artículo, me ha parecido muy interesante!

    En mi opinión, que China se cargue la gallina de los huevos de oro (Alibaba, Tencent, etc.) es improbable, posiblemente lo que busquen sea desincentivar las salidas a bolsa en el extranjero (las llamadas ADR). Por otro lado, y suponiendo que lo anterior es correcto, la regulación puede crear barreras de entrada para nuevos players, con lo que aumentaría la fortaleza de las ya presentes. Con Facebook y Cambridge Analytica ocurrió algo similar y pienso que Facebook ha terminado saliendo reforzada frente a la competencia que ahora, si quiere acceder al negocio, lo tiene un poco más complicado.

    Por último, creo que lo que comentas de que tanto inversores retail extranjeros como inversores profesionales extranjeros están saliendo de China no es del todo correcto (esto lo he deducido de aquí: «los inversores norteamericanos, desde los individuales hasta los grandes fondos, tienen muy claro que la inversión en compañías chinas ya no es simplemente una cuestión de riesgo, sino de estar completamente loco o de ser idiota»). Adjunto un artículo interesante de la web Morningstar https://www.morningstar.es/es/news/214716/dinero-tonto-dinero-listo-(rv-china).aspx en donde comparan flujos de entrada/salida de fondos de Renta Variable China en dos clases diferentes, retail e institucional. Aquí se puede apreciar la diferencia entre lo que se llama «smart money» y «dumb money». Con esto no quiero decir que los inversores no institucionales se estén equivocando y que los otros estén acertando (y viceversa). Simplemente quería resaltar que ambos suelen tener formas diferentes de operar.

    Saludos!

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