Pandemia y realismo

IMAGE: Cover your nose meme

Mi columna en Invertia de esta semana se titula «Es momento de ser realistas» (pdf), y trata de poner en contexto los prácticamente nueve meses que llevamos de pandemia, y cómo una situación que se nos antojaba coyuntural y excepcional se ha convertido ya, desgraciadamente, en algo cotidiano, en una desgraciada parte de nuestra normalidad. Ya hay incluso compañías, como Netflix, cuya valoración en bolsa se calcula en función de si se prevé o no que pasemos por otro período de confinamiento.

Lo primero que hay que entender es que la pandemia no va a terminar mañana, ni en unos meses. Lo más razonable, y lo que debemos empezar a entender si no queremos caer en el desánimo, es que esta enfermedad va a estar con nosotros durante mucho, muchísimo tiempo, y que incluso cuando declaremos terminada la pandemia, estaremos hablando de una enfermedad endémica, de la que aparecen brotes cada poco tiempo, bien estacionales, derivados de viajes, o de la interacción con reservorios creados, fundamentalmente, por idiotas negacionistas que deberían ser sistemáticamente excluidos de la vida en sociedad.

De la enfermedad deberíamos, en función del tiempo transcurrido y del progreso de la investigación, entender ya, por ejemplo, el mecanismo de transmisión. Sin embargo, como comentaba en un artículo anterior, seguimos viendo no solo una enorme falta de cultura en el uso de la mascarilla y la distancia social, únicos métodos que de verdad funcionan a la hora de prevenir la infección, sino que incluso hay más idiotas negacionistas que al principio de la pandemia. Necesitamos mucha más educación y más cultura: entender qué tipos de mascarilla, cuánto tiempo se pueden utilizar, y sobre todo, cómo y cuándo llevarla, sin que sea vista como «un requisito» y sí como lo que es: una barrera ante unas gotas de aerosoles respiratorios que, en lugares cerrados y poco ventilados, pueden permanecer horas en suspensión en el aire.

Dejemos de obsesionarnos con la limpieza de superficies: la transmisión por superficies estaba claramente sobredimensionada. Si te contagias, con prácticamente total probabilidad, te contagiarás por haber estado compartiendo estancia con personas infectadas en un lugar cerrado y sin usar mascarilla. Es fundamental que entendamos eso bien: ni tus queridos amigos del alma ni tu familia son seguros, porque no puedes asegurar que no han estado en contacto con otras personas potencialmente infectadas, y por tanto, incluso cuando estés con ellos en un lugar cerrado, tendrás que mantener tu mascarilla puesta todo el tiempo.

¿Qué aportará la tecnología y la ciencia médica a medida que avancemos? Tres líneas fundamentales: las vacunas, que por mucho que pretendan algunos optimistas, no estarán listas hasta mediados del año que viene y no generarán una inmunidad absoluta ni duradera; los tratamientos, que posibilitarán una recuperación rápida y una menor mortalidad; y los tests, que pronto serán muy baratos, muy fiables y muy rápidos, y permitirán que podamos usarlos rutinariamente antes de, por ejemplo, una reunión con amigos o familia, y podamos abrazarnos o besarnos como hacíamos antes de que todo esto empezase.

Pero sobre todo, tendremos que pensar en cómo modificar el mundo y el sistema que nos ha traído hasta aquí. Cómo implantar sistemas de renta básica incondicional que protejan a aquellos a los que la pandemia ha privado de ingresos, cómo redefinir el capitalismo para que las empresas protejan el bien común, y cómo seguir progresando mientras evitamos el siguiente gran problema, llamado emergencia climática. A nueve meses del comienzo de la pandemia, lo más importante de ella es que entendamos que no va a desaparecer de un día para otro, que no caigamos en el desánimo, y que sepamos que nos tiene que servir para cambiar y prepararnos para lo que sabemos que viene después. Hoy, más que nunca, se impone ser realistas.


34 comentarios

  • #001
    JM - 21 octubre 2020 - 14:05

    Está claro que la crisis está sacando a la luz todos los problemas de nuestra sociedad:

    – Inestabilidad laboral: personas que no se pueden permitir faltar al trabajo aunque tengan covid

    – Precariedad en la vivienda: personas que viven apiñados en una sola habitación por el precio del alquiler y que hace imposible aislar a alguien enfermo

    – Inversión desmedida en el turismo y sus empleos precarios y de baja cualificación que hace que la proporción de empleos en los que es posible teletrabajar sea ridícula respecto a otros países. Estamos por detrás incluso de la mayoría de los países de la Europa del Este y a años luz del más del 60% de los países avanzados

    – Reducción de la sanidad pública en beneficio de la privada y los consiguientes «sobres», lo que hace que no se pueda atender adecuadamente a los enfermos

    – CCAAs que van por libre y se han opuesto a las compras comunes de medicamentos, a tener un sistema común de historiales médicos o simplemente coordinarse mínimamente. Más «sobres»

    – La calidad de nuestros políticos, que se dejan llevar por intereses económicos cortoplacistas y se oponen a cualquier cosa que hagan sus contrarios aún a costa de la salud de los ciudadanos

    • pedro - 21 octubre 2020 - 15:00

      – Politización de la estupidez.

    • Rafael Morales - 21 octubre 2020 - 20:36

      El tercer comentario, sobre la proporción de teletrabajo, me parece brillante. Todo el artículo de Enrique, más aportaciones como ésta.

  • #004
    Gorki - 21 octubre 2020 - 14:53

    Sin negar que exista la pandemia, pues hay que estar como las maracas de Machiín para negarlo, Lo que opino es que el riesgo que se percibe de ella está sobredimensionado de una forma un tanto histérica,

    Por ejemplo habla Dans de «los prácticamente nueve meses que llevamos de pandemia,»· y yo creo que es una exageración, porque de acuerdo con el MoMo Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria, ha habido solo dos olas de epidemia del 11/03/2020 al 09/05/2020 y del 28/07/2020 al 15/08/2020 esto hacen en conjunto unos tres meses, es decir la tercera parte de la valoración de Edans y como eso todo.

    Se dice que ha muerto mucha gente, pero la inmensa mayoría, mas o menos el 90%, superaban los 65, años y sobre todo han muerto gente de mas de 74 en residencias.

    Un anciano no va a una residencia, si no está en las últimas y lo digo yo. que tengo 77 años, porque entre otras cosas es carísimo.

    Tener un señor con un enfisema pulmonar, problemas circulatorios, en el sistema digestivo, en el páncreas, con trombos,… que además coge el COVID y se muere y achacarselo al COVID es razonable, pero si en vez del COVID, se le rompe una cadera o, hubiera cogido una gripe corriente y moliente, también se hubiera muerto, porque no muere POR la gripe, sino CON la gripe que es igual pero no es lo mismo.

    Posiblemente tenga razón Dans y el COVID hay llegado para quedarse, habrá que esperar para saberlo y posiblemente no encontramos una vacuna eficaz, como no la hay contra el catarro, y todos los años llega la gripe y los catarros, y convivimos además con un montón de enfermedades mas, algunas infecciosas, como la tuberculosis y otras muy peligrosas como el SIDA, o molestas y sucias como los piojos, o los mosquitos tigre, pero que no nos hacen cambiar el ritmo de vida.
    Tendremos que aprender a convivir con el riesgo a morir como convivieron nuestros padres y nuestros abuelos.

    • Pedro - 21 octubre 2020 - 15:07

      Los confinamientos han respondido al colapso de la sanidad pública.

      Los ancianos con seguro privado si fueron llevados a urgencias.

      Un familiar esta en el Gregorio Marañón, con los pacientes muriéndose y si le dice que está «sobredimensionado» se pone triste.

      Ahí tenemos a China, sin apenas COVID y sin recesión.

      Mi patria es un seguro privado de salud.

      • Gorki - 21 octubre 2020 - 17:38

        Cualquiera que se le muere un familiar querido no entiende por qué, aunque sea por accidente de trafico.

        Y. ¡ ojo!,, no niego que no haya habido muertos de todas las edades por COVID, lo que digo y no yo, sino el MOMO, es que un 90% eran mayores de 65 años y dentro de ellos, la mayoría, de mas de 75 años, solo añado de mi cosecha porque el MO MO no lo indica, que muchos residentes en geriátricos.

        Y en los geriátricos, por un motivo o por otro, la mortandad es muy alta en cualquier circunstancia.

        Por cierto, nadie me ha rebatido que los 9 meses que indica Dans es el triple de la realidad.

        • Gorki - 21 octubre 2020 - 19:26

          perdib se me excapo una tercera ola que va del 08/09/2020 al 05/10/2020 es un mes mas. El error de Dans no es del triple sino solio de algo mas del doble.

          • pedro - 22 octubre 2020 - 12:21

            Mi pésame por su cuñada.

            77 vs 44… Me lleva delantera.

      • Gorki - 21 octubre 2020 - 19:36

        Tampoco es cierto, mi cuñada como buena funcionaria jubilada. pudo elegir un seguro privado en vez de la SS, tenía como casi todos los funcionarios. (incluida la ministra de Sanidad), MRFACE.

        Tenia 70 años y estaba enferma de cáncer de pulmón, cogió el Covid en Semana Santa, la atendieron en el Ramón y Cajal (el )Piramidón de la SS), en el momento álgido de ingresos y para ella no hubo UCI. (como es lógico, aunque duela)

  • #013
    Xaquín - 21 octubre 2020 - 20:15

    Curiosamente el realismo en este momento pasa por favorecer al máximo la videoconferencia (en condiciones técnicas apropiadas, claro), para poder paliar con cierta eficiencia la falta de contacto analógico.

    Pero hay un problema de mentalidad evidente (?), ya que demasiada gente prefiere llevar el pito «de fuera». ¡O los ovarios, que es mucho peor!

  • #014
    mhyst - 22 octubre 2020 - 08:19

    «(…) te contagiarás por haber estado compartiendo estancia con personas infectadas en un lugar cerrado y sin usar mascarilla».

    Pues mira, Enrique, no niego lo de las partículas en aerosol, pero no sé que mascarillas llevará usted, porque haría falta el equipo de Darth Vader para evitar respirar el aire. Yo uso de las quirúrgicas, así como muchos de mis familiares, y soy muy consciente de que solo sirven para proteger a los demás en caso de que tosa o estornude, ya que mis partículas tendrán buenas probabilidades de quedarse en la mascarilla en lugar de ir al aire y a otros objetos. La mascarilla no lleva oxígeno y es evidente que cuando la llevamos puesta estamos respirando el aire de fuera. Esas mascarillas ni siquiera filtran el aire, sino que este entra y sale por cualquier hueco viable.Prueba de ello son los restos de condensación que quedan en los bordes después de usarla un rato. Entonces tenemos un dilema entre las recomendaciones y la realidad. En la calle, al estar ventilada, bastaría con usar mascarilla en los encuentros con otros y usar distancia social. En casa lo mejor es confiar en las precauciones de los demás cuando salen, porque está claro que respiramos el mismo aire y tocamos todos los mismos picaportes e interruptores de la luz. En resumen, que igual llevan razón en algunas cosas los negacionistas. Y le digo una cosa, se vive mejor sin esa mierda de la mascarilla. En el fondo esto de la mascarilla obligatoria es más un ejercicio más de control arbitrario que algo que realmente nos protege. Me gustaría leer un estudio serio sobre la densidad de las mascarillas que usamos la mayoría y si verdaderamente bloquean eficazmente nuestros efluvios infecciosos. A lo mejor nos sorprendíamos todos.

    Un saludo

    • Enrique Dans - 22 octubre 2020 - 11:38

      A ver, que para esto, que parece aparentemente tan sencillo, está visto que hay que haber pasado por una carrera de Biológicas… te cuento: los virus, por mucho que algunos parezca que lo pensáis, no «cabalgan por el aire». No, no es así. El aire no infecta. Los virus no son viables en el aire, se deshidratan de manera casi inmediata. Lo que contagia no es que el virus pase por un agujerito o por las comisuras de tu mascarilla. Lo que te contagia es que una gota de aerosol con un cierto número de virus viables entre en tu sistema respiratorio, algo que, si llevas una mascarilla, es enormemente difícil. Por eso las mascarillas funcionan, incluso aunque sean de tela, porque es muy difícil que una gota de aerosol respiratorio pase a través de un tejido. Esas gotas de aerosol son muy pequeñas, pero no son como un virus, hablamos de órdenes de magnitud completamente distintos. Las mascarillas funcionan, está demostradísimo por la ciencia, te he dejado varios enlaces a investigación seria en el artículo, y quien no crea que eso es así, es un magufo de campeonato. No, los negacionistas no llevan razón. Es más, no tienen ninguna razón, y si cupieran, deberían estar en la cárcel. Y lo peor que puede pasar es que el negacionismo se alíe con la política, cpomo pasa en Estados Unidos y a cierto nivel, aquí: mira las curvas de contagios en los estados norteamericanos republicanos frente a los demócratas y alucina. Y por favor, entre la duda y la ciencia, quédate siempre con la ciencia.

  • #016
    Lucas - 22 octubre 2020 - 09:34

    Aunque estoy de acuerdo con muchas cosas que se dicen en el artículo:
    1. No hace falta insultar a las personas llamándolas idiotas. Los criterios de prevención del coronavirus han ido cambiando durante los últimos meses. De manera que deberíamos ser más prudente antes de ponernos a insultar al personal. Tengo amigos médicos que sufriendo lo que sufren de exceso de trabajo no insultan a las personas. Así que menos alguien que puede trabajar online.
    2. Las mascarillas en la calle no tendrían por que ser obligatorias (por lo menos en muuuchos países de Europa no es obligatorio).
    3. Comparar la nariz fuera de la mascarilla con sacar el pene me parece desproporcionado. Y creo que el autor procura no ser un demagogo, si no más bien escribir artículos serios.

    • Enrique Dans - 22 octubre 2020 - 11:45

      1: ¿Que no hace falta insultar? Hace falta insultar, multar y hasta meter en la cárcel a quienes no están preparados para vivir en sociedad. A los negacionistas hay que perseguirlos, expulsarlos, desterrarlos, encarcelarlos o lo que haga falta, porque su postura es la mayor irresponsabilidad y la mayor falta de respeto a la sociedad en la que viven que puede existir. Lo mínimo es insultarlos.
      2. Las mascarillas en la calle no tendrían que ser obligatorias, porque al aire libre, lo normal es que no te contagies. ¿Pero qué pasa si no las haces obligatorias? Que mucha gente simplemente pasaría de la mascarilla durante todo el día, saldría de casa sin ella, y no la usaría aunque entrase en una tienda o en el transporte público. Y además, cuando alguien se lo recriminase, se pondría chulo y diría eso de «¡pero si no es obligatoria, métase en sus asuntos!!». Por eso, ante ese tipo de actitudes, es posiblemente mejor hacerlas obligatorias.
      3. Es un meme. Infórmate mejor. Es un puto meme que lleva circulando por la red meses, y simplemente me pareció simpático y lo tomé prestado. Y si un pene dibujado te ofende, yo de ti abandonaría la web… Mi seriedad como investigador tiene que ver con mi formación, mi experiencia y los años que llevo haciendo lo que hago, no con que diga o no diga «pene».

    • Gorki - 22 octubre 2020 - 11:54

      Hay un ra,millete de temas, en que el autor es un demagogo, por exceso, (Apple, Tesla, cambio climático, enfermedades, varias, …. ), o por defecto (Ballmer, Trump; petróleo, Facebook,… ) y eso lo sabemos todos.

      Los que le seguimos, ponemos el filtro corrector y Santas Pascuas, No pretendas cambiarlo, o nos volveremos todos locos.

      • Juan T. - 22 octubre 2020 - 12:54

        Creo que la palabra demagogo no es precisamente la que le cuadra a Enrique, en ningún tema.

        Un demagogo , por definición no cuenta con argumentos o buena información , si no que precisamente explota la mala información de otros y apela a sus emociones primitivas en lugar de la razón, y tu sabes que Enrique puede ser de todo menos una persona sin criterio o mal informada en su campo.

        Puedes decir que Enrique es enfático o «entusiasta» defendiendo sus posturas y que cuando ve claramente que algo ,en base a su conocimiento, es contradicho sin argumentos, con suposiciones u opiniones sin fundamento, y sobre todo en temas en los que dichas opiniones perjudican a los demás, como cambio climatico,etc..pues sale el Enrique que no se para en barras, y me parece muy bien.

        A mi una opinión contraria no me perjudica, pero si la opinión conlleva un acto irresponsable, como que me contagies una enfermedad que puede matar a mi anciana madre después, pues hasta ahí llegamos.

        Independientemente de eso, los autores de blogs privados tienen su propio estilo, es cuenta de cada uno aceptarlo o no.

        • Juan T. - 22 octubre 2020 - 13:52

          Un ejemplo de lo que hablamos, es este enlace de Enrique, donde se puede ver la radical diferencia de muertes y afectados por el covid en los distintos estados de USA dependiendo de la afiliación partidista de cada estado.

          Si vives en un estado republicano y no piensas como ellos , tienes muchas mas posibilidades de morir por la «opinión» de otros.

          https://dangoodspeed.com/covid/total-cases-since-june

        • Gorki - 22 octubre 2020 - 13:57

          Vale, cambio la palabro demagogo por la de enfático o entusiasta, no vamos a discutir por razones de léxico, creo que queda clara mi opinión con cualquiera de los términos.

          Y si, tienes razón, es mas bien un entusiasta del Watch de Apple que un demagogo de ese chisme.
          .

  • #022
    Envejecer activos - 22 octubre 2020 - 11:55

    Una entrada más didáctica que muchas de supuestos expertos en cuestiones sanitarias. Se ha perdido, y se pierde, un tiempo precioso en hacer ver la necesidad de adoptar nuevos hábitos y costumbres. Educar para la salud se llama el proceso; una asignatura relegada a un segundo plano, a pesar de que cumple un papel esencial en el cambio de creencias y comportamientos de los individuos.
    Y es que la salud, es sabido, va más allá de la ausencia de enfermedad. Tiene profundas raíces en lo social y, por descontado, en lo económico. Los cambios necesarios son tantos y de tal profundidad que cuesta imaginar en qué momento se lograrán. Los educadores tiene por delante una ardua tarea para contribuir a mejorar los efectos de la pandemia.

    • Gorki - 22 octubre 2020 - 14:01

      Según parece, el eliminar los efectos físicos y económicos de la pandemia, no es cosa de sanitarios y de economistas, sino de los educadores,

      Cada vez me lo ponen mas difícil y mas lejos.

  • #024
    Aida - 22 octubre 2020 - 16:44

    Lo que dices es totalmente cierto y cada vez se pone mas incierta esta situación.

    • sin censura - 23 octubre 2020 - 15:36

      Como decía la tía abuela de Gila: ESO!

  • #026
    Lua65 - 22 octubre 2020 - 16:44

    » Le daba dos tortazos y lo ponia a trabajar 24h en una UCI, a ver si asi se le quitan las tonterias»

    – Mi mujer, Jefa de enfermeria/profesora de paliativos y geriatria.

    • sin censura - 23 octubre 2020 - 15:38

      Ya que nadie pregunta

      ¿Qué tonto debería trabajar 24h en una UCI?

      • Lua65 - 23 octubre 2020 - 16:52

        Desde que empezo la pandemia, esa frase es como un mantra para ella, no hay dia que no la cite…

        Escuchando politicos, tertulianos, cuñaos de bar, gente por la calle o leyendo comentarios de los articulos de eDans referidos al tema (se los enseño todos)… XD

        • sin censura - 23 octubre 2020 - 17:28

          ¿trabajar un político? …
          No hagas caso. No todos son iguales.
          Hay que ver lo que miente la prensa de derechas sobre ellos…

          https://www.vozpopuli.com/altavoz/gente/gabriel-rufian-familia-andaluces-mujer-trabajos-ERC-despido-padres_0_1067594700.html

          Gora Rufian lliure! O visca, o lo que sea…

          PS: Este post está 100% libre de ironía. Certificado por FAES.

          • Lua65 - 23 octubre 2020 - 17:58

            Buen intento de calzador… XDDD

            a) hablamos de pandemia

            b) Rufian NO es independentista aunque le guste parecerlo (Has dado con la horma de mi zapato)

  • #031
    Gustavo Woltmann - 23 octubre 2020 - 03:54

    La convivencia y adaptación con la enfermedad nos han hecho más concientes de los cambios que hemos atravesado tanto a nivel personal como en nuestro entorno social, hemos adaptado nuestras costumbres y actividades diarias para lidiar con la pandemia. Creo que hemos hecho un buen trabajo, hasta ahora, claro, con sus excepciones.
    -Gustavo Woltmann.

    • sin censura - 23 octubre 2020 - 15:40

      Postureos aparte,
      Estoy de acuerdo con tu comentario, también, claro está, con mis reservas a tu comentario.
      -Sin Censura

  • #033
    sin censura - 23 octubre 2020 - 18:23

    Pues el niño de la pepi es majete, algo sobradillo, si, pero eso es la edad, mira Pablete más suave que está desde que tiene que ser monárquico y no ser el único con casoplón…

    y si el abuelo de Juanga creía que España era el mejor país del mundo, coño pues ya somos dos.

  • #034
    andres - 27 octubre 2020 - 14:43

    Redefinir el capitalismo ? Conozco la única solución hasta la fecha. Un ingeniero militar sovietico, si sovietico, Mijail kalashnikov.

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