¿Economía o pandemia? La elección debería estar muy clara

IMAGE: Pandemic vs. Economy

Un artículo en Foreign Policy, «The great pause was an economic revolution» (resumen), incide en uno de los temas sobre los que he escrito recientemente: la falsa dicotomía entre las medidas necesarias para atajar una pandemia, y la necesidad de mantener la economía funcionando.

Hablamos, en efecto, de cuestiones radicalmente diferentes: por un lado, la biología y sus reglas, los efectos clínicos que un virus provoca sobre nuestro cuerpo, sus mecanismos de propagación, la mortalidad que es susceptible de generar, o la capacidad de la tecnología para generar vacunas. Por otro, la economía: un constructo exclusivamente humano que, como tal, puede ser puesto bajo control, detenido cuando es necesario, o redefinido en función de acuerdos o de reglas.

Creer que la economía es algo imposible de controlar y a cuya merced estamos pase lo que pase es un problema que requiere una notable dosis de abstracción: del mismo modo que pudimos paralizar la economía cuando fue necesario hacerlo, podemos consensuar otro tipo de medidas si son necesarias, que tengan en cuenta desde cómo proteger a los más vulnerables, hasta cómo ganar tiempo para que las vacunas o los tratamientos se desarrollen, y podamos atajar la propagación del virus.

Mientras no seamos capaces de internalizar esto, seguiremos cayendo en un error que permite que las clases privilegiadas puedan confinarse y protegerse, mientras otros se vean obligados a exponerse sin garantías para tratar de obtener los recursos que necesitan para la supervivencia. Algo que, en el nivel de desarrollo de la especie humana, no debería tener ningún sentido.

Obviamente, redefinir la economía o alterar la forma en la que la contabilizamos requiere consensos amplios a todos los niveles, y es posible que el mundo se haya convertido ya en un sistema tan absurdo e irracional, que simplemente convierta esa tarea en imposible. Que no hayamos sido capaces de aprender de la experiencia de los diferentes países y sigamos absurdamente enfrentándonos al problema con soluciones a nivel de país, o que pensemos que es mejor crear doscientos diez equipos de investigación para crear doscientas diez vacunas en lugar de ponernos a trabajar juntos para obtener la mejor en el tiempo más corto posible son cuestiones que podrían indicar que, en efecto, es demasiado tarde para salvarnos como especie, o que somos ya demasiado estúpidos como para que merezcamos sobrevivir.

Creer que un dólar vale un dólar, que eso es algún tipo de verdad inmarcesible o que no existe ninguna alternativa que nos permita aliviar los efectos de un parón económico necesario es como hacerse trampas al solitario. La economía es lo que es: una entelequia creada por el hombre, que el hombre puede modificar, alterar, redefinir o redibujar a su antojo. Mientras no entendamos esto, seguiremos sin tener herramientas adecuadas para enfrentarnos al problema, sea a este o al siguiente.


This article was also published on Forbes, «Why saving the economy or tackling the pandemic is a false dilemma«


16 comentarios

  • #001
    Mauricio Ojeda - 5 septiembre 2020 - 14:32

    Muy de acuerdo con el artículo. La pandemia golpeó a todos los países precisamente por la falta de coordinación y de información a la hora de gestionar el inicio de esta.

    Ahora era otra oportunidad para repensar la economía. Pero hemos creado un monstruo (sistema económico) que necesita ser alimentado continuamente o se nos muere. Y nosotros con él.

  • #002
    Asier - 5 septiembre 2020 - 14:56

    No, la economía es parte de nuestro bienestar, no la puedes parar del todo por un virus así.
    Siempre ha tenido un precio el desarrollo y la actividad económica (en vidas humanas).
    Esto no es una excepción.
    Pensar que podemos endeudarnos infinitamente sí que es destruir la economía (y muchas cosas más como consecuencia, la salud incuída).

    • Asier - 5 septiembre 2020 - 21:52

      Algunas reflexiones más. Y algunas preguntas.

      Es fascinante lo polarizadas que están las opiniones acerca de cómo hay que actuar ante esta pandemia. Lo hemos visto a nivel de países desde el principio de la pandemia y a nivel individual todos hemos conocido también probablemente gente que va desde el precavido total obsesionado con seguir todas las indicaciones y normas oficiales hasta el empeñado en negar la pandemia y la efectividad de cualquier medida que se decide tomar, rebelándose.

      La existencia de la pandemia es innegable salvo que no te creas ninguna fuente de información supuestamente fiable. Solamente los conspiranoicos lo niegan. Pero hay un gran grupo que aceptando su existencia y las muertes que ha ocasionado, piensa que las medidas que estamos tomando son excesivas, ineficaces y de hecho perjudiciales por el enorme daño que están haciendo a la economía y también a la salud mental de las personas (dejar de socializar de forma normal, no irnos de vacaciones, perder el empleo, etc. tienen muchos efectos negativos no despreciables y que de forma indirecta también matan). Las personas de este grupo también piensan que ésta es una enfermedad más con la que hay que aprender a convivir (¿acaso no ‘convivimos’ con la obesidad, el sedentarismo, la contaminación, los suicidios, el tabaquismo, el alcoholismo, la gripe, los accidentes de tráfico, etc.? -> lo sé no son exactamente lo mismo, algunas no se contagian directamente pero sí indirectamente y sería posible y deseable reducirlas al máximo, ¿qué hacemos para reducir la pandemia de obesidad?). Entiendo a este grupo de personas y empatizo en gran medida en el sentido de que creo que tenemos que seguir haciendo la vida más normal posible con unas mínimas medidas de precaución, porque no sabemos cuánto va a durar esto, porque no es tan grave para la inmensa mayoría de las personas y porque hay que vivir, no podemos estar años malviviendo sin un horizonte para una solución que realmente no sabemos cuándo llegará ni de qué manera, mientas seguimos muriendo de enfermedades cardiovasculares, cáncer y demás dolencias. HAY QUE VIVIR.

      Creo que hay que informar a la gente lo mejor posible acerca de este nuevo virus y que cada cuál se haga una idea de los riesgos que corre en su situación haciendo según qué actividad. Y que asumamos esos riesgos si los queremos y podamos protegernos de forma efectiva también si lo deseamos. Por supuesto que hay que proteger a los grupos de riesgo pero ¿tiene sentido parar la actividad de gente sana de menos de 60 años? Vista la peligrosidad creo que no. El argumento en contra de esto suele venir en forma de «pero si tú no te proteges, te contagias y luego me contagias a mi que soy de riesgo». Bien, creo que quienes pertenecen al grupo de riesgo tienen que tomar las medidas oportunas para minimizar la probabilidad de contagio porque si no están paralizando a todo el resto (que seremos como el 80% a ojo).

      Entiendo que el tema es delicado y no hay soluciones mágicas. No me malinterpretéis por el párrafo anterior, he estado a favor del confinamiento cuando la enfermedad llegó y se nos fue de las manos y estoy a favor de medidas que llegaron muy tarde como es el uso de mascarillas. Pero también creo que el cierre de bares, fábricas y escuelas no procede. Con ciertas medidas pero el mundo tiene que seguir girando.

      Enrique, ¿cuáles son las medidas que habría que tomar exactamente? ¿Serviría de algo que las tomásemos solamente en nuestro país? Si no es así mal vamos porque los países están compitiendo entre sí económicamente.
      ¿Estamos dispuestos / merece la pena hundir toda la economía (con la alegre esperanza de que «ya se recuperará») a cambio de no acortar la esperanza de vida… 1 año tal vez? ¿Cuánto descendería la esperanza de vida en una economía deshecha?

      Si crees que no habría que abrir centros educativos para clases presenciales, ¿serás coherente y te negarás a acudir a dar clases a tu escuela? ¿O es que la reapertura de colegios es irresponsable pero la del IE Business School no?

  • #004
    Carlos Quintero - 5 septiembre 2020 - 15:10

    ¿Economía planificada? De todas las soluciones posibles, esta me parece la más difícil, por no decir imposible.

    Me parece mucho más sencillo inculcar a la gente que las medidas de prevención (distancia y mascarillas) no sirven de nada si las cumplen 23h al día, pero hay 1h al día en la que se las saltan: juntándose con personas que no viven en su casa, a 1m de distancia y sin mascarilla: fumando, danto abrazos, besos, comiendo o tomando el desayuno del trabajo.

    Y que en principio solo tendrían que estar así unos meses, no varios años, hasta que se desarrollen las vacunas adecuadas. Y ni siquiera es necesario restringir por completo la proximidad física con familiares o amigos (que no viven en casa): se puede quedar para pasear o charlar, a 2m de distancia y con mascarilla, pero no para comer. Y las celebraciones como bodas, bautizos, comuniones y demás saraos también pueden esperar, o reducirlas al mínimo de asistentes si no pueden esperar.

    No lo veo tan difícil, la verdad. Entre la antigua normalidad y el confinamiento total en casa durante semanas, yo veo grados intermedios que permiten llevar un estilo de vida llevadero y mantener bastante bien la economía. Pero me basta cualquier paseo de 30 minutos observando a la gente para ver que no han entendido nada…

  • #005
    Gorki - 5 septiembre 2020 - 16:05

    Me parece que si hay esa dicotimia, tendremos que optar por economía, Pero como tu dices y yo creo tal cosa es falsa, pues habrá que optar por cosas como con mas o menos acierto estamos optando.

  • #006
    sin censura - 5 septiembre 2020 - 16:54

    Lo que veo:

    * En marzo nos confinan para «retener» que el número de fallecidos aumenten
    * Maquillan los números ( Gorki dixit 50K y creo que tiene razón
    * Los «viejos» nos hemos acochinado en tablas, para que no nos contagien. El estado de alarma fue un aprendizaje para usar «esa gilipollez que usaban los chinos: mascarilas»
    * Ahora la economía puede seguir

    y en 3 años, la pandemia se extinguirá. Y la vida continuará…

    • Gorki - 5 septiembre 2020 - 18:08

      ¡OJO! No lo digo yo lo dice el El Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) que utiliza la información de 3929 registros civiles y compara la mortandad con la media de los últimos 10 años.
      A fecha 01 de septiembre de 2020 se registran tres oleadas del Covid ;

      1º Del 10/03/2020 al 09/05/2020
      exceso 43342, de ellos 41,164 > 65 año

      2º Del 27/07/2020 al 15/08/2020
      exceso de 2560 de ellos 2336 > 65 años

      3º Del 17/08/2020 al 31/08/2020
      exceso 1000 de ellos 914 > de 65 años

      De todo ello deduzco que los riesgos para los menores de 65 años son soportables, (no que no existan), y que con unas cuantas oleadas mas resolvemos el problema de las pensiones de una vez por todas.

      • Julio - 5 septiembre 2020 - 18:53

        Cuando alguien analice este dato y lo contextualice va a ser demoledor.

      • sin censura - 5 septiembre 2020 - 19:17

        No te iba a contestar, porque estoy de acuerdo con tu comentario

        https://elpais.com/internacional/2020-09-05/la-paradoja-del-exito-aleman-que-los-ultras-quieren-explotar.html

        Pero acabo de leer este artículo de ELPAIS y sobre todo el siguiente comentario de alguien que no conozco, y no puedo verificar su exactitud:

        La hipocondria social aterrorizo a los propios sanitarios que tuvieron miedo de infectarse atendiendo a personas mayores y no fueron a trabajar. En las residencias el absentismo laboral fue mucho mas del 25%.

        ¿Alguien puede corroborar si es cierto?. ¿O es otro FAKE?

        Me suena a FAKE para salvar el culo a los responsables políticos de las residencias.

        Creo que tenemos que tener mucho cuidado con los mensajes que se sueltan en medios y redes.

        En general toda comentario en el que no muestre su fuente debemos desconfiar de él. Por ejemplo lo de MoMo está clara la fuente. Lo del modelo Apple de los médicos cubanos 75%/25% estoy esperando una fuente… Lo siento pero honestamente creo que debo mostrarte sinceridad y lo que pienso ante algún comentario.

        • Gorki - 5 septiembre 2020 - 20:58

          Puedo hablar de una sobrina mía que está haciendo el MIR en un geriátrico, Ella se infectó a mediados de la primera ola, y lo que sentía era alegría, porque una vez curada podía cuidar a los viejos, tocarlos y curarlos, con la seguridad de no infectarlos,

          Yo no puedo saber si así actuaron todos. pero doy fe que es lo que sintió ella.

          También se de geriatricos en los que cuidadores se encerraron en con los ancianos, para evitar contagiarse fuera y llevarlo dentro. Tampoco se lo general que pueda haber sido este comportamiento o pero se de alguno que lo hizo.

  • #011
    Xaquín - 5 septiembre 2020 - 17:21

    Una cosa es que la economía pueda ser redirigida por «el hombre», lo que no puede hacer con una pandemia (aunque si puede preveerla en parte, para salir de ella con buenas perspectivas de futuro) y otra cosa es que «el hombre» (ser humano) esté libre de adicciones muy peligrosas, como es la del poder.

    Me parece buena la intención, pero dadas determinadas circunstancias ya no es fácil redirigir nada socialmente contundente. Ni la economía en general, ni la economía que lleva a consumir energía en exceso, como la que estamos padeciendo.

    Con el negativismo consuetudinario que padecemos (otra adicción de ciertos seres humanos en modo «sapiens stand by», poco se puede avanzar en la prevención de enfermedades naturales (o artificiales) o en la reorganización económica, para darle visos de realidad a lo que ahora se llama sostenibilidad del planeta.

  • #012
    Ana - 5 septiembre 2020 - 19:48

    Claramente la economía está pudiendo más que la pandemia. En un inicio no, pensábamos que en un mundo desarrollado y con los recursos del siglo 21 , el virus iba a erradicarse en breve, no ha sido así y el miedo a la pobreza, que también mata, ha dado la vuelta a la situación poniendo la balanza a favor de la economía.

  • #013
    Juan T. - 6 septiembre 2020 - 12:42

    La economía no es una abstracción , viene delimitada por el entorno en el que opera, que es quien saca a la luz sus límites.

    Pues bien la pandemia ha venido a cambiar ese entorno, y marcará , si o si, la forma de hacer economía, y la única solución es la adaptación a ese nuevo entorno, como , por cierto ha pasado siempre que ha habido acontecimientos de esta relevancia como guerras, etc.

    Cuando la banca hace , por ejemplo , un test de estrés, simula una serie de acontecimientos que ponen a prueba la resiliencia del modelo financiero.

    Pues bien, la pandemia es uno de esos acontecimientos, solo que no es una simulación, pero el procedimiento a seguir es como si lo fuera: se toma en cuenta como una variable que hace necesario cambiar los parámetros con lo que se opera en economía para adaptarse lo mejor posible al nuevo entorno.

    El problema es que , las decisiones a tomar deberían venir de expertos, no de personajes como Trump o Bolsonaro que no los tienen en cuenta más que cuando les dan la razón, y por otra parte, y visto que el problema económico mas importante ya antes de la pandemia , es la desigualdad económica (del cambio climatico no hablo por que sus efectos tambíen serán la profundizacion de la desigualdad), lo relevante será como diseñar un nuevo pacto social en el que la prioridad sea reducir la desigualdad, no para que todos vivamos como en el primer mundo, lo que ha dejado de ser sostenible, si no que, por la via del decrecimiento, todos tengamos lo necesario.

  • #014
    Ignacio - 6 septiembre 2020 - 15:36

    Estimado Enrique,

    Cuando se trata de tecnología eres una de las personas más brillantes que conozco, he recibido un valor enorme siguiendo este blog a lo largo del tiempo, pero esta entrada no la comparto.

    La economía tiene multiples definiciones, la más conocida «la asignación de recursos escasos susceptibles de usos alternativos» en economía de mercado este proceso se realiza con la guía de los precios, por eso es tan grave cuando estos se intervienen y suele derivar en mercados negros o escasez.

    ECONOMÍA REAL

    Si dejas de producir (bajo cualquier sistema económico) dejas de poder consumir, si no hay carne de res como pasa en Cuba por la ineficiencia del sistema, no puedes consumir carne de res.

    Una parte de la economía, con independencia de lo que pase con el virús tiene que seguir, que es la producción de bienes de alimentación, medicinas y productos sanitarios, así como toda la cadena de proveedores y distribución, la producción es algo real, el PIB es real (decir esto es increible) y es economía y no debe confundirse con el simple sistema de organización de esa producción que es el sistema económico.

    El libre mercado básicamente guía a los factores de producción a través de los precios (lo explico en otro comentario a parte).

    No hay ninguna entelequia en el hecho de que en cuba no haya manera de comer carne de res o en Venezuela escasee la gasolina, tenemos que producir, el modelo economico es sólo una forma de guiar a los medios de producción.

    ECONOMIA FINANCIERA

    La parte financiera puede ayudar con deuda a parar parte de la producción un tiempo y que parte de la sociedad siga consumiendo a base de deuda, pero eso no es infinito ni sostenible, ni es ninguna entelequia.

    Y desde luego no es desable, salvo gran emergencia.

    CASO ESPAÑOL

    Juan Ramón Rallo lo explica bastante bien en el caso de Suecia.

    Suecia es un país que en teoría no ha tomado medidas tan restrictivas como España, sin embargo su producción ha caido más que otros paises de su entorno (Noruega o Finlandia) y lo ha hecho porque el virús se ha descontrolado más y por tanto la gente se ha recluido en casa más y se ha paralizado más la economía.

    Debemos controlar el virus para que la economía no se resienta.

    Nuevamente Juan Ramón Rallo lo explica en otro vídeo, en el que si bien se reconoce lego en materia sanitaria si se aprecia una correlación entre tests y número de rastreadores por 1.000 habitantes y control de la epidemia.

    España es el segundo país por la cola (que me corrija alguien si me falla la memoria) en número de rastreadores por 1.000 habitantes, podría ser este (si la correlación resulta en causalidad) el factor por el que la epidemia está peor controlada.

    No creo que debamos andar confinandonos todos y hundiendo la economía, es muy importante seguir produciendo y para hacerlo en condiciones de seguridad debemos máximizar los factores de control como parecen ser (si correlación resulta ser causalidad) los tests y sobre todo el número de rastreadores por 1.000 habitantes.

    No engañemos y no inventemos «entelequias».

    Un cordial saludo.

  • #015
    michel henric-coll - 6 septiembre 2020 - 18:22

    No conviene confundir «economía» con modelos económicos.
    Estoy de acuerdo con el artículo si, y solamernte si, Enrique se refiere a modelos económicos. Pero la economía es también el conjunto de la producción, distribución y consumo de los recursos. Y en este sentido, los humanos están sujetos a la realidad económica desde los mismos neandertales.

    Así que la disyuntiva entre pandemia y nuestro modelo económico dominante puede ser tema de debate, pero entre pandemia y economía en el último sentido, hay que privliegiar la economía. Porque la pandemia puede matar al 1% de los humanos, pero la parálisis de producción y distribución de recursos puede matar a muchísimos más.

  • #016
    anando - 12 septiembre 2020 - 22:08

    Cuando se revisan las estadísticas de como actuaron las ciudades en los Estados Unidos durante la pandemia de la gripe española (gripe de kansas) en 1918, y las correlaciona con el desarrollo económico posterior, lo primero que se nota es que aquellas ciudades que actuaron duramente y privilegiaron la lucha contra la pandemia (contagios), por sobre la economía, a la larga fueron mas fuertes y resilentes, y su crecimiento fue mayor en años posteriores frente a aquellas que privilegiaron la economía.

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