Sobre Amazon y su dominio

Amazon, las sombras de un modelo que amenaza con inundarlo todo - ABC

María José Pérez-Barco, de ABC, me llamó por teléfono para hablar sobre Amazon, y hoy publica un artículo titulado «Amazon, las sombras de un modelo que amenaza con inundarlo todo» (pdf), en el que discute los elementos en los que se asienta el dominio de la que es ahora la compañía más valiosa del mundo.

En mi conversación con María José comencé destacando que la idea de «dominio» está muy lejos de la realidad: Amazon domina el comercio electrónico y está comenzando a diseñar estrategias incipientes para trasladar ese dominio al comercio tradicional, pero en la gran mayoría de los países, ese comercio electrónico no es más que un pequeño porcentaje sobre el total del comercio. Obviamente, la compañía tiene una capacidad enorme para generar disrupción sobre actividades como el comercio y la distribución, pero no olvidemos que la gran mayoría del comercio en el mundo sigue siendo comercio offline.

El crecimiento de Amazon se debe a una mentalidad muy clara: en realidad, la compañía sigue ejecutando la estrategia que su fundador diseñó y presentó en su salida a bolsa en 1997, cuando facturaba menos de 16 millones de dólares y tenía unos 180,000 clientes (yo, comprando libros como un poseso como estudiante doctoral en UCLA, era uno de ellos :-) Una idea fundada en torno al concepto de eficiencia hasta el límite, de frugalidad y de rentabilizar rápidamente cualquier desarrollo abriéndolo al mercado. Los almacenes de Amazon, muy posiblemente los mejores del mundo, no eran algo que la compañía desease tener: en realidad, Amazon esperaba ser capaz de gestionar su negocio de venta de libros enviando cada ejemplar directamente desde los almacenes de los editores hasta el usuario. La evidencia de que los editores eran un desastre gestionando un negocio de venta minorista y las quejas de los primeros clientes llevaron a Bezos a crear sus almacenes, y ya que tenia que hacerlo, a montarlos con una tecnología enormemente eficiente y a abrirlos, al cabo de poco tiempo, a cualquiera que quisiese ofrecer sus productos a través del canal que Amazon había creado.

Con Amazon Web Services (AWS), ocurrió exactamente lo mismo. La única razón por la que Amazon es el líder mundial en cloud computing es la necesidad de desarrollarlo para sí misma y la evidencia de que, una vez construido, podía ponerse en valor ofreciendo el sistema a terceros en un mercado entonces aún incipiente. En cada movimiento, Amazon demuestra no solo ir por delante del mercado, sino además, estar dispuesta a rentabilizarlo abriéndolo rápidamente a terceros.

El problema de Amazon es, como comentamos recientemente, la tendencia a exprimir hasta el límite esa eficiencia que es capaz de generar, dando lugar a modelos que, desde una visión integral del ecosistema en que desarrollan su actividad, generan una enorme desigualdad y terminan resultando insostenibles. La frugalidad y la eficiencia tienen un límite, y cuando se sustenta en transferencias del estado en forma de subsidios a unos trabajadores incapaces de subsistir dignamente con sus sueldos, se incurre en un comportamiento socialmente irresponsable. Si tu compañía te convierte en el hombre más rico del mundo, aquellos que trabajan contigo deberían compartir una parte significativa de esa riqueza, en lugar de seguir viajando en turista y manteniendo unos sueldos considerados frugales, por mucho que a determinados niveles tengan programas de adquisición de acciones de la compañía.

Amazon, como otras compañías, lleva años explorando los límites de una eficiencia surgida en gran medida gracias a la explotación de internet. Pero internet no es un compartimento estanco, y la sociedad no soporta bien ver que la explotación de la eficiencia se lleve hasta límites que cuestionan su sostenibilidad. Tengo pocas dudas sobre el futuro de Amazon, pero sin duda, se enfrentará a un escenario de regulación creciente, y se verá obligada a cambiar drásticamente algunas de sus prácticas.


5 comentarios

  • #001
    Gorki - 14 enero 2019 - 14:03

    Cierto en gran medida a quien esta robando el negocio no es a las tiendas sino a Correos. Antiguamente, si tu querías mandar un paquete a un cliente directamente, lo hacías por correo,

    Quienes iniciaron el negocio, no fue Amazon, fueron los Courrier como SEUR y otros a nivel mundial como MRW, que aparecieron como consecuencia del deterioro del servicio de Correos, Hubo una época, hoy superada (creo), que si mandabas un paquete por correo, había muchisimas probabilidades que te lo robaran, lo que motivo que aparecieran los courrier.

    Fue la existencia de estos servicios los que hicieron posible la venta on-line de Amazon y otros muchos, que venden fundamentalmente lo que no es posible encontrar en las tiendas tradicionales. Por ejemplo si yo vendiera arneses para caballerías, disfraces para carnaval, o jaulas para jilgueros,.no se me ocurre otro sitio para venderlas que por Amazon,

    Sin embargo si lo que quieres son unos zapatos normales todos vamos a una zapatería y no los pedimos por Amazon, por muchas facilidades que de para devolver los productos, pero si lo que quieres es unos zapatos de claqué los comparas por Amazon porque puede que haya una tienda de zapatillas para baile en tu ciudad, pero si no eres la Paulova, desconoces donde puede estar.

    Con el comercio que Amazon está acabando, es con las tiendas especializadas, por ejemplo hoy cierra una libreía especializada en medicina en Madrid. https://madridsecreto.co/adios-la-libreria-nicolas-moya-la-mas-antigua-madrid . Lógico ¿que médico quien va a comprar un libro de otorrinalaringologia que no sea pores en Amazón? ¿que editorial de libros técnicos no va a tener su catálogo en Amazon?

  • #002
    menestro - 14 enero 2019 - 15:01

    Tengo la sensación de que cualquier persona que lea estos post (o el iletrado medio de Twitter) sin conocer el estado de la cuestión real en la tecnología y la economía digital, se va a llevar una impresión absolutamente naive y maniquea de la realidad.

    Ni Amazon es un gigante moviendo los brazos, ni Facebook, ni Google, son otra cosa que hacendosos molinos de la economía digital, sin una agenda política, y con férreos competidores mucho menos populares, por mucho que desconcierte esto a los estrategas de salón o conspiradores del microblogging.
    Parece que las cifras que mueven los convierte en el blanco de cualquier invectiva airada, pero la realidad es, que es como pedirle cuentas al río por los peces que lleva.

    No hay un «exceso de eficiencia» o acaparamiento del mercado, al contrario, como no perduró en su momento la ‘excesiva’ eficiencia de la cadena de montaje de Ford.

    Precisamente, el argumento de los salarios bajos en relación a las ganancias de Henry Ford fue uno de los lemas clásicos de las protestas contra la industrialización del automóvil.

    Nadie habla de Elon Musk, o Walmart,
    Por ejemplo,
    para poder comparar esos salarios, o de la mano de obra en Asia de Apple, y lo que cobra un trabajador de Foxconn por cada IPhone.

    Amazon se volcó en los Web Services por la propia inercia del mercado. No por una posición de privilegio o dominio, y eso es claro, para quien conoce las tecnologías subyacentes. Puede perder esa posición en cualquier momento y, esa supuesta eficiencia de mercado, que supongo que viene de que Snapchat no da una a derechas desde que Spiegel esta ‘redefiniendo su capacidad de ejecución’ con su pava (no todo el mundo vive en un hamman), se llama competitividad.

    Y si no existiese esa capacidad, Altavista u Oracle, IBM, o Yahoo seguirían siendo rivales de Amazon o Google (incluso tenían más propiedad intelectual que Google o Facebook)

    Sí, en la NBA, todos son muy altos y corren muy rápido. Es una injusticia, pero no un impedimento para los nuevos jugadores.
    Al contrario.


    Disclaimer; móvil .

  • #003
    Enrique - 14 enero 2019 - 15:41

    Es una consecuencia de todo lo que se viene promulgando en este blog, sin innovación (automatización, aprendizaje automático, etc.) una empresa no va a ser competitiva y, en consecuencia, no va a tener muchos empleados, y con innovación, la empresa va a ser competitiva, pero el empleo no cualificado es prescindible.
    ¿Qué es preferible? Un Amazon débil con 1.000 empleados con sueldos de 2x SMI o un Amazon fuerte con 5.000 empleados con 3x SMI y 1.000 que no llegan al SMI. Yo lo tengo claro.

    ¿O acaso alquien esperaba que la transición hacia la automatización iba a ser inmmediata? Pues no, mientras Uber sigue investigando su coche autónomo, hay miles de conductores explotados.

  • #004
    Paco - 14 enero 2019 - 16:42

    Respecto a la política de empleo y salarios de Amazon, lo mismo tampoco es tan mala: Sino no se entiende que los trabajadores del almacén de Alcalá de Henares hagan huelga para reclamar que se les aplique el anterior convenio propio de la empresa en lugar del provincial del sector. Supongo que Amazon tenía mejores condiciones, al margen de lo «chic» que suena trabajar en Amazon respecto a hacerlo en Almacenes vda. de Manolo Fernández(aunque se trabaje menos y paguen más), aunque por otra parte, esto también es indicativo de que las está empeorando.

  • #005
    Jaír Amores - 15 enero 2019 - 09:46

    Buenas! Aquí Jaír, de Efectivida.

    Más allá de cuestiones políticas y estratégicas profundas que no logro comprender, lo de Amazon es una prueba más de que la efectividad puede convertirse en una burbuja más.

    Buscas ser más eficaz y más eficiente, logrando resultados con menos recursos, iteras y logras un avance más… pero te olvidas de que hay cosas más importantes en la vida que la mejora continua e interminable pasando por arriba de los valores y principios (propios y extraños).

    Coincido con la opinión de Enrique en que el ideal sería compartir éxitos y ganancias con los empleados.

    Saludos desde Canary Islands!

Dejar un Comentario

Los comentarios están cerrados