Las mujeres, los derechos y la perspectiva

IMAGE: Antonio Guillem - 123RFVisitar Arabia Saudí con cierta regularidad te da una perspectiva cultural extraña, curiosa, que puede llegar a resultar bastante impactante. La primera vez que el Prince Mohammad Bin Salman College me contactó para impartir un curso de Transformación Digital, una de las principales razones que tuve para aceptar fue, precisamente, la oportunidad de ver el cambio que ese país estaba experimentando, incluso de poder tener la oportunidad de contribuir modestamente a él, desde una óptica inicial que a prácticamente cualquier occidental le resultaría completamente anacrónica y desde una institución que lleva el nombre de uno de los principales protagonistas de ese cambio, hasta su objetivo, esa Vision 2030 que busca una evolución hacia un país moderno, con una economía no dependiente del petróleo, avanzada y diversificada en torno a sectores como la salud, la educación, las infraestructuras, el ocio o el turismo. ¿Qué papel juega la mujer en ese futuro? 

En 1957, el gobierno saudí promulgó la prohibición de que las mujeres condujesen, prohibición que se ha mantenido vigente hasta este año, cuando se anunció su derogación. A partir de junio de 2018, las mujeres podrán conducir en Arabia Saudí, en lo que supone una auténtica conquista dentro de una situación de la mujer que, obviamente, aún no es comparable con la de la mayoría de países del mundo, pero es, cuando menos, un avance importante.

En Arabia Saudí, cuando se quiere que algo cambie, se construye un muro alrededor. En algunos campus universitarios y en muchas zonas de urbanizaciones privadas en el país, las mujeres conducen desde hace tiempo o no utilizan la preceptiva abaya, pero obviamente, el consuelo es escaso si eres mujer y quieres moverte y hacer tu vida con normalidad. Para cualquier occidental actual, la idea de impedir por ley que una mujer conduzca resulta extravagante e injustificable, incompatible con cualquier visión moderna del mundo. A lo largo de mi estancia en Arabia Saudí, he podido entrar en contacto con todo tipo de situaciones en ese sentido: desde el primer día he tenido clases mixtas con hombres y mujeres, he conocido mujeres en posiciones de alta dirección verdaderamente brillantes, competentes y muy participativas, muchas de las cuales, además. habían estudiado o vivido fuera del país. Me he encontrado en la situación de comprobar como una de esas mujeres, una persona completamente moderna y preparada, en el momento de querer llevarnos a conocer la parte histórica de la ciudad, tenía que llamar necesariamente a un chófer para que nos llevase allí (en 2002, The Economist calculaba que el medio millón de chóferes destinados a facilitar la movilidad de las mujeres en el país representaban en torno al 1% del PIB), aunque sabía conducir perfectamente. He podido comprobar la importancia de servicios basados en tecnología como Uber o Careem, su homólogo local más exitoso, a la hora de disminuir las barreras de entrada para la movilidad de las mujeres. He conocido mujeres que desafiaban la prohibición conduciendo en determinados entornos, que se ponían una gorra para disimular, o al revés, que sabiendo conducir y habiendo conducido en otros países, afirmaban no querer hacerlo en Arabia Saudí porque les parecía peligroso. Incluso me he encontrado con directivas de compañías de seguros a las que les costaba comprender que en países como España, durante años, las mujeres disfrutasen de primas de seguro de automóvil más baratas debido a sus menores índices de siniestralidad (una medida que desapareció en 2012 cuando el Tribunal de Justicia de la Unión Europea la consideró discriminatoria). 

En los procesos de transformación digital, los símbolos pueden llegar a ser muy importantes. Que las mujeres conduzcan, dentro de un cambio rapidísimo y perceptible año a año en el que hablamos de cuestiones como la diversificación de la economía, el establecimiento de visados turísticos, la pérdida de atribuciones (y a efectos prácticos, neutralización) de la policía religiosa o la persecución de la corrupción, puede llegar a parecer casi un detalle anecdótico. Pero por supuesto, no lo es en absoluto, porque jamás podría ser anecdótico que millones de personas, en función de su género, tengan establecidas por ley importantes limitaciones en su movilidad. Ahora, en pocos meses, esas limitaciones habrán desaparecido. No sé si será visto como un símbolo o no, pero indudablemente, será una importante liberación, una normalización, una más de muchas que quedan por venir. Las mujeres en Arabia Saudí volverán a tener acceso a una tecnología, el automóvil, muy pocos años antes de que esa misma tecnología se convierta en obsoleta, porque cambie hasta tal punto que sea el propio automóvil quien lleve a cabo las tareas de conducción. Pero en términos de derechos, de justicia y de lógica, toda esa lucha habrá valido la pena.

Me pareció que podía ser un tema interesante para comentarlo tal día como hoy.

 

 

This post is also available in English in my Medium page, “Women, rights and perspective»

 

15 comentarios

  • #001
    Daniel Terán - 8 marzo 2018 - 09:54

    Que casualidad, justo ahora que los coches van a conducir solos :D

  • #002
    Luis Hernández - 8 marzo 2018 - 10:00

    Al ver o escuchar determinadas cosas, de las que hacen que uno se avergüence de pertenecer al género masculino, se da uno cuenta de lo anacrónico y absurdo que es el machismo.
    La igualdad es ser mínimamente consciente de que somos dos caras de la misma moneda. Ya no es solo que si ellas paran el mundo se para. Es que sin ellas, el mundo sería un lugar mucho peor.
    Feliz día.

  • #003
    menestro - 8 marzo 2018 - 10:41

    A ver, no quiero hacer discursos hoy, que ya hay bastantes iluminados hablando de como deben disfrutar de sus derechos otras personas, pero verás, Enrique, como pequeña aclaración; esto no va de que los hombres ‘liberen’ a las mujeres.

    O les den permiso para disfrutar de derechos humanos básicos.

    Menos aún poniendo un muro alrededor. Porque en ese país, el problema es la falta de garantías democráticas y protección de los derechos fundamentales.

    No que les permitan a las mujeres respirar por un tubito debajo del Burka.

    Eso debería avergonzarnos, no otra cosa.

    ¿Ahe?

    • menestro - 8 marzo 2018 - 14:02

      Espero que quede claro que me parece muy desafortunado hacer un elogio de las ‘libertades’ de la mujer en Arabia saudí en este día, pero tampoco voy a tener más margen para expresar lo equivocado que me parece algo así, desde cualquier perspectiva.

      No tengo la costumbre de nadar entre dos aguas, ni ningún interés económico que me coarte o me lleve a endulzar la situación de los derechos de las mujeres para maquillar la imagen de un país, pero no es mi blog y solo puedo dejar constancia de mi disentir y desacuerdo.

      • Enrique Dans - 8 marzo 2018 - 16:58

        ¿Elogio? No he hecho tal, ni como comprenderás tendría nada que ganar en ello. Lo he dicho muy claramente: pers – pec – ti – va. En el puto título. A lo tuyo le llamo yo leer con MUY mala intención o ser digno de adjetivos que no voy a detallar aquí en este foro. Tú sabrás por qué lo haces, pero intentaré con todos los medios a mi alcance, que son bastantes, que dejes de hacerlo.

        • menestro - 8 marzo 2018 - 20:04

          No hay ninguna intencionalidad, ni motivación, ni más razón para hacerlo que mostrar que disiento de esa opinión. Tan solo, no puedo estar de acuerdo con la visión amable de un trato tan discriminatorio de la mujeres.

          En cuanto a los adjetivos y todo lo demás, es algo que no me preocupa tanto como lo primero, creo que eso es más un problema tuyo, que mío.

          No tengo intención de darle mayor importancia, ni convertirlo en algo personal.

          • Enrique Dans - 8 marzo 2018 - 21:35

            Tú no disientes de mi opinión: tú disientes de la que te has inventado que es mi opinión. Yo no estoy ni justificando, ni elogiando, ni siquiera dando una visión amable: estoy contextualizando la situación de las mujeres en un país, estoy diciendo en todo momento que es anacrónica y que no tiene sentido, y poniendo una referencia que sirve como perspectiva para ver la situación en occidente frente a la del país que menciono. Eso es todo. Ni me pagan los árabes para darles buena imagen (me pagan por mis clases, por supuesto, pero no conllevan ningún otro tipo de obligaciones), ni justifico las monarquías absolutistas – soy un demócrata convencido y deberías saberlo si me lees, o al menos si lees lo que escribo y no lo que tú quieres leer. Eso de que mi visión de la situación de la mujer es «amable» no sé de dónde sale, salvo de tu imaginación… que sí, que la mujer que sale en la foto está sonriendo y levantando el pulgar, pero coño, es una foto de galería, no le he pedido yo que posase así!!

          • menestro - 9 marzo 2018 - 00:32

            Tú sabes que a veces no me es posible conceder la razón por cortesía y que, de alguna manera, hay que mantener una cierta perspectiva crítica.

            Es lo menos. Y entiendo tus sentimientos y las circunstancias, pero a veces no queda más remedio que partir el melón. No soy el único que se siente obligado a aportar un punto de vista crítico, en según que temas, aunque solo sea por mantener cierta pulcritud de principios.

            No hay ninguna intención de desacreditar, pero sí de mantener esa perspectiva crítica, sobre todo si el asunto va de los derechos de terceros. No es una cuestión personal, ni estoy motivado en meter el dedo en la llaga, al contrario.

            Pero sí tengo la obligación moral – personal – de poner líneas, si voy a participar aquí, porque el silencio siempre se malinterpreta.

            Me temo que no se han elegido las mejores fechas.

  • #009
    Pedro Torres Asdrubal - 8 marzo 2018 - 10:44

    El problema no es uno de discriminación sino de VIOLENCIA, la de los follacabras cuando se ponen en modo Judge Dredd.

    MBS, cuan Pedro el Grande, está usando la violencia para labrar una nueva Arabia Saudita, ¿libre de violencia?

    En Arabia Saudita tienes violencia de todos los colores: hacia las mujeres, hacía los trabajadores poco cualificados, a los inmigrantes, a los refugiados, o a sus vecinos, que están arrasando Yemen.

    Ese es el dilema de los follacabras, que pretenden crear el cielo en la tierra y cuando se comparan con el resto del mundo lo que tienen es un infierno, el de la VIOLENCIA.

    Si algo nos define como occidentales es haber convertido la violencia en tabú, sea de ETA o machista, incluso la violencia del estado.

  • #010
    Gorki - 8 marzo 2018 - 12:13

    Con diferentes consecuencias, mucho más graves las de Arabia Saudi. que las de la Comunidad Europea, pero me parece igual de absurdo que por ley. se prohiba conducir a las mujeres, como que por ley se prohiba beneficiarse de cuotas de seguro más bajas, si realmente son un grupo de menor riesgo.

    A ver si se enteran de una vez, que igualdad no es lo mismo que identidad. Hombres y mujeres somos iguales pero no idéntico, Somos suficientemente iguales. para poder conducir un coche, algo que por ejemplo se prohibe razonablemente a los niños, pero suficientemente diferentes, para que como género, seamos mas propenso accidentes los hombres que las mujeres, igual que somos mas propensos a accidentes. los viejos que los cuarentones, o los que viven en pueblos y los que viven en ciudades y resulta lógico, que tengamos primas de seguro diferentes.

  • #011
    JJ - 8 marzo 2018 - 12:49
  • #012
    Juan Navidad - 8 marzo 2018 - 14:34

    Siguiendo la metáfora musical, como decía el título del disco de Manic Street Preachers, este tema en inglés podría titularse perfectamente «This is my truth, tell me yours».

    La otra verdad es opresora contra la mujer -conduzca o no-:
    https://www.youtube.com/watch?v=51Bkag01sRY

  • #013
    Xaquín - 8 marzo 2018 - 17:38

    Ya decía Yoda que el mal no existe en la oscuridad, que lo llevamos con nosotros cuando entramos en ella. Lo mismo pasa cuando leemos.

    La imagen inicial se puede leer de dos formas, según veamos el vídeo final o no. Supongo que ahí entra lo de la perspectiva.

    En la historia del ecosistema terrestre podemos optar por considerar los avances que los llamados civilizados practicaron en el resto del mundo (incluido territorio propio), o pensar en la inmensa cantidad de mierda que provocaron (y siguen provocando). Y tratar de convivir con ambas perspectivas.

  • #014
    marcelo - 8 marzo 2018 - 20:53

    Todo eso de la salud, educación, infrastructuras etc está muy bien, pero uno diría que nuestros queridos saudíes le tienen más fe a la vieja tradición de armarse hasta los dientes para marcar paquete y convertirse en los matones-gendarmes del golfo pérsico e imponer su salvaje y medieval wahabismo al resto del Islam. Parece que se estén preparando para la muy probable guerra que les espera contra sus adorables vecinos iraníes cuando en maná petrolero entre en decadencia y no les quede otra que envolverse en la bandera y agarrarse al Corán para sobrevivir como régimen… ganas no les faltan. Hasta se han hecho amiguitos de los judíos! De momento se entretienen destrozando a los desdichados yemeníes y montando grotescos (y fracasados) bloqueos contra paisitos como Qatar.

    Lo de dejar conducir a las mujeres tiene más pinta de marketing que de otra cosa, porque una cosa son las élites que siempre han hecho lo que les ha dado la santa gana, como dejarlas conducir es sus ghettos de lujo o inflarse a jamoncito y tintorro en Marbella, y otra el pueblo llano. Yo me estremezco de pensar en las palizas que se va a llevar más de una por parte de sus maridos o padres cuando les pidan el coche, es una afrenta a su autoridad que no van a tolerar fácilmente, por mucha ley que haya.

  • #015
    Pablo Castro - 9 marzo 2018 - 23:07

    Osea que las compañía no pueden discriminar por sexo a los varones y sin embargo sí lo pueden hacer por la edad a los jóvenes ¿? Cuando haya un algoritmo para generar la tarifa… los prohibirán¿?

    Todo en las tarifas de los seguros son discriminaciones, sin excepción. ¿Hay que llegar a la Justicio Europea para lograr tener la razón, con el dinero y tiempo que ello supone?

    Tenemos muchos derechos que a la hora de la verdad no valen para nada.

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