Facebook y el comodín del público

IMAGE: Roman Fedin - 123RFComo parte de su resolución para arreglar los problemas de Facebook, Mark Zuckerberg ha publicado una nueva entrada en su página en la que apunta algunas ideas sobre cómo pretende llevar a cabo la selección de noticias que los usuarios podrán ver en sus News Feeds.

Y si lprimera medida, modificar el News Feed para reducir el alcance de las noticias y los vídeos, y reforzar la presencia de los contenidos creados por tus amigos, abrió la polémica sobre la interacción entre la red social y los medios de comunicación, la segunda promete hacerlo mucho más aún: según Mark, la compañía debe crear un ranking con la fiabilidad de las fuentes de información, pero dado que no se sentía cómoda tomando la decisión sobre qué medios deben ser considerados fuentes confiables, y que tampoco veía con buenos ojos la posibilidad de crear un comité externo para ello, se ha decidido por la tercera posibilidad: la de preguntar a sus usuarios

Las preguntas son inmediatas: ¿podemos fiarnos de la opinión de los usuarios de una red a la hora de decidir qué fuentes son fiables y cuáles no? La pregunta es la misma que suele utilizarse a la hora de criticar la democracia como sistema: ¿por qué los votos de determinadas personas valen tanto como los de otras? ¿Qué ocurre en una red de más dos mil millones de usuarios cuando, por ejemplo, todos los lectores de una fuente abiertamente sensacionalista, ferozmente sesgada o fuertemente polémica es artificialmente considerada por todos sus lectores habituales como la más fiable? Después de todo, los diarios sensacionalistas están entre los más populares en muchos países, lo que indica que, obviamente, tienen un público, algo que seguramente forma parte de la condición humana.

Según la escasamente detallada entrada de Mark, la idea es preguntar a los usuarios su nivel de familiaridad con una fuente determinada, para posteriormente pedirles que se pronuncien sobre su fiabilidad. Lo que aparentemente se pretende es separar aquellas publicaciones que únicamente son consideradas fiables para sus lectores o observadores, frente a aquellas que aparecen como ampliamente fiables para toda la sociedad, incluso para aquellos que no las siguen directamente. Al eliminar de la muestra a aquellos que no están familiarizados con una fuente, el resultado pasa a ser una proporción entre aquellos que confían en una fuente y aquellos que están familiarizados con ella, lo que, de nuevo, vuelve a plantear todo tipo de preguntas: ¿qué ocurre a la hora de intentar preservar un equilibrio entre las fuentes grandes, evidentes y fuertemente consolidadas o establecidas, frente a publicaciones más pequeñas, especializadas, o de nueva creación? ¿Se convertirá Facebook en un «club de viejas glorias» en el que únicamente se acepta a «las fuentes de toda la vida»? ¿Cómo evitar que los usuarios mientan, y distorsionen esa  proporción afirmando tener familiaridad con una fuente aunque no la tengan, calificándola como no fiable aunque sepan que realmente lo es, o viceversa? ¿O incluso que las propias publicaciones llamen a sus lectores a tomar partido, editorialicen sobre las intenciones de Facebook, y pretendan crear estrategias para manipularlas? Después de todo, es más que posible que una gran proporción de los que comparten noticias falsas lo hagan sabiendo perfectamente que son falsas, pero pretendiendo extender su alcance porque, sencillamente, esas falsedades son mentiras que quieren creerse, que desearían que fueran ciertas, o que coinciden bien con su visión del mundo.

Las noticias falsas no responden a una dinámica única, no son sencillamente usuarios engañados por un titular o por un contenido. En realidad, el problema es mucho más complejo, y esconde desde intereses definidos, hasta, en ocasiones, simple curiosidad, morbo o interés por ver argumentos contrarios. Después de todo, el comodín del público, el simplemente lanzar una pregunta a la audiencia considerándola a toda ella apta para contestarla, genera en muchas ocasiones respuestas ampliamente desinformadas, en función de la creencia más popular, de las mentiras mejor vendidas o más atractivas, o simplemente de lo que cree alguien que no tiene preparación para dar una respuesta. La pregunta directa de cómo de fiable es una fuente es más que probable que no responda a las características de la fuente, sino a la distancia ideológica entre su línea editorial y las opiniones de la persona que opina sobre ella. ¿Es posible evitar, detectar o tener en consideración estos factores a la hora de tomar decisiones sobre qué fuentes de información son consideradas fiables y cuáles no? ¿Que puede hacerse algorítmicamente a la hora de detectar esos patrones de posible fraude, sea intencionado o construido artificialmente como parte del funcionamiento del sistema? ¿Puede llegarse a una única clasificación universal sobre fiabilidad? ¿Cuál puede ser el resultado de tal intento?

 

 

 

This post is also available in English in my Medium page, “Is Facebook right in asking its users to solve the problem of fake news?» 

 

14 comentarios

  • #001
    Javier - 20 enero 2018 - 14:03

    Inmediatamente me vino a la memoria la frase de Henry Ford:

    «Si les hubiera preguntado que querían, me hubieran dicho: caballos más rápidos»

    • Gorki - 20 enero 2018 - 21:34

      Hay otra frase por el estilo que no se de quien es::
      – ¿Donde están nuestros dirigentes?
      – Siguiendo a las masas.

  • #003
    Mike - 20 enero 2018 - 14:04

    La democracia es lo que tiene, que muchas veces es muy imperfecta

  • #004
    JJ - 20 enero 2018 - 17:18

    Me ha hecho mucha gracia el título de la entrada.

    Zuckerberg tiene un problema grande, una patata caliente por los resultados de las últimas elecciones en EEUU y por la difusión en su Red Social de noticias falsas y ha decidido no hacerse responsable desligando su responsabilidad en sus usuarios.

    Pero así, difícilmente se resolverá el problema, por el contrario podría incrementarse. Ni la democracia asamblearia ni el PageRank sirven en este caso. Me parece que una solución sería poner gente, seres humanos, que controlaran no todas las noticias que se difunden en Facebook pero sí aquellas que comienzan a viralizarse y que por tanto son las que tienen peligro. Tampoco lo veo tan complicado. Y bastaría con una simple advertencia para evitar la viralización («fuentes desconocidas», «poco fiables», etc.).

    Por lo demás me permitiré insistir en que no creo que Facebook tenga 2000 millones de usuarios. Me gustaría que en Internet en general y en lo que se refiere al negocio publicitario en particular existiera mucha mas transparencia en cuanto a las cifras que se dan, pues puede haber mucho fraude oculto.

    Perdón por reiterar mi comentario (#011) que aparece en el artículo reciente; Monopolios tecnológicos y evolución del capitalismo. Lo reitero, (solo omito los enlaces) con la esperanza de que alguien a quien le interese el tema y lo conozca me responda y remita a las fuentes que demuestren que mis argumentos son erróneos.

    La verdad es que no creo que Facebook tenga realmente 2000 millones de usuarios mas 800 de Instagram. Casi siempre, si le dejan o no le pueden controlar, quien vende publicidad, abulta su audiencia para cobrar mas.

    El número total de usuarios de Internet es de unos 3500 millones. Y de smartphone, unos 2500.

    Luego, si la mayoría de los usuarios accede a Facebook mediante smartphones hay que restar a esos 2500 millones unos 1000 de China, que usa otra Red Social. También hay que restar a usuarios de otros países, un ejemplo Rusia, que tienen sus propias Redes Sociales. También hay que restar a los usuarios de mensajerías como la propia WhatsApp, SnapChat, Telegram,, etc. y que han dejado de usar Facebook. También hay muchos usuarios de Twitter que no usan Facebook. También hay que restar a los niños que aún no se pueden conectar y a los mayores de 65 años, de los cuales solo se conecta un 30%. Si comenzamos a restar, y seguro que olvido muchas cosas, las cifras no nos dan. Resultan bastante exageradas.

    Tampoco digo que Facebook sea como Second Life, pero intuyo que la cifra real de usuarios será muy inferior a los 2000 millones.

  • #005
    Matt - 20 enero 2018 - 18:04

    Los que consumen, segun ellos, «fake news» (y digo según ellos, porque para mí todo esto de las fake news no es más que un pataleo de los gobiernos y los medios de comunicación tradicionales rabiando porque ahora hay otros que hacen lo que ellos llevan haciendo toda la vida) decidiendo qué es fake news y qué es información fiable … ¿qué puede salir mal?

    • JJ - 21 enero 2018 - 13:46

      No lo veo así, Matt. Tienes cientos, miles de medios de comunicación en el mundo y diferentes según países. Pero Facebook hay uno solo y está en casi todas partes. Y en la red es como si sales a cenar en cualquier ciudad y solo puedes hacerlo en los McDonald’s.

      Y ese único lugar al que la gente va es, además, el sitio desde donde se propagan, masivamente, la mayoría de las noticias falsas en el mundo.

  • #007
    Xaquín - 20 enero 2018 - 18:49

    En parte ya me quedo con lo que dice Matt y en parte lo completo con la valoración del llamado «comité selector». La democracia tiene una asignatura pendiente desde Sócrates, pero hay que convivir con ello, mientras los poderes establecidos (gobiernos y cías) no mejoren el proceso educativo.

    Pero el comité selector para entrar en la administración o en una empresa (no niego que funcione en algunos casos) tiene un handicap enorme : está compuesto de seres humanos. Así que para caer en el error de valoración humano ya tenemos a los comités examinadores… que son humanos, pero tienen algo máis difícil meter la pata por «amiguismo» de cualquier tipo. Ya con el socialismo en España se comprobo que la selección de personal, es un proceso con graves taras cancerígenas.

    Desde luego me niego a que me seleccionen las «nuevas noticias verdaderas» un regimiento de seguidores de Sálvame (por ejemplo), que también los hay en Facebook. En la democracia política podemos «desoir» a Sócrates, pero en Facebook no estamos en una democracia política.

  • #008
    Gorki - 20 enero 2018 - 22:11

    Hay una hilo sobre este tema , en Twitter que me parece muy acertado. Lo copio

    Antonio Ortiz @antonello
    Lo de FB pidiendo a los usuario que califiquen a los medios «creíbles» es astuto para sus intereses de quitarse problemas (implícitamente ya lo hacían mediante likes, comentarios, compartidos) pero otra tomadura de pelo respecto a lo que dicen que buscan
    Antonio Ortiz @antonello
    Hace años que en los sistemas meritocráticos sobre contenidos online (agregadores tipo Menéame, comentarios ordenados por votos de la comunidad) sabemos que la gente vota adhesión (dice lo que yo pienso) y no «calidad/credibilidad»

    Este hilo me ha generado la siguiente reflexión personal:

    Posiblemente esté confundido, pues ni soy mas listo que Zuckerberg, ni mejor experto en RRSS, ni con seguridad, he dedicado tanto tiempo como Zuckerberg a pensar en los problemas de FB. Pero, a mi juicio, lo que falla es el planteamiento de la cuestión.

    Lo que tiene que pretender FB es suministrarme las noticias que YO quiero leer, Preocuparse de que si lo que yo quiero leer es cierto o no, y sobre todo, si es tendencioso, no es problema de FB, sino MIO pues eso es lo que YO quiero leer.

    Posiblemente el L’Osservatore Romano tiene noticias muy contrastadas y muy verídicas, pero si lo que yo quiero leer es Granma, por mucho que FB considere que las noticias de Granma son tendenciosas e incluso en algunos casos falsas, no vale que me suministre las mucho mas fiables de L’Osservatore Romano, porque no es eso lo que quiero leer.

    Por tanto en mi opinión, no se trata de suministrarme las noticias que «democráticamente» se determine, por el método que sea, votación, o selección de expertos, sino de suministrarme las noticias que YO quiero leer.

    Por tanto el sistema no ha de ser universal e igual para todos, sino específico y personalizado como por ejemplo hacen los agregadores de noticias.

    Dame la posibilidad de elegir mis fuentes de noticias igual que elijo mis amigos y deja que yo lea lo que quiera independientemente que tu pienses que son tonterías, mentiras o exageraciones.

    • Jaime - 21 enero 2018 - 09:08

      Totalmente de acuerdo

  • #010
    Garepubaro - 21 enero 2018 - 05:23

    En un 2018, con Facebook acabado la gente todo lo que hace ya es compartir los perritos de Youtube si acaso … y diciendo que Suckerberg ha ganado 100 o 200 euros por cada usuario, la unica pregunta que tolera la gente a este individuo es que cuando nos va a devolver el dinero a cada uno

  • #011
    Tio Camuñas - 21 enero 2018 - 12:47

    Si a FB y TW les diera por respetar la libertad de expresión y no considerar a sus usuarios como infantes, seguramente ganaríamos los usuarios, las redes sociales y sus gestores.
    Pero ya saben ustedes lo que les gusta a estos manejar el cotarro, hacer de Gran Hermano y prescribirnos soma cada 8 horas.

  • #012
    KingScorpion - 21 enero 2018 - 17:02

    ¿Existe la verdad y podemos conocerla?

    En buena lógica la fiabilidad de una fuente estaría en función de su proximidad o lejanía a esa verdad. Y llevamos algunos siglos discutiendo sobre su existencia misma sin llegar a conclusiones pacíficas.

    Tal vez sólo estoy seguro de una cosa en este sentido: que Zuckerberg quiera ahora convertirse en la medida de la verdad a través de unos algoritmos, me produce algo más que pánico.

  • #013
    Rafa Garriga - 21 enero 2018 - 17:04

    A día de hoy la Wikipedia tiene un funcionamiento “parecido” y la inmensa mayoría de los usuarios están, estamos satisfechos.

    • JJ - 21 enero 2018 - 23:42

      Hombre, no es comparable. El nivel medio de los colaboradores de Wikipedia (que crean contenidos o los corrigen) no es similar al nivel medio de los usuarios de Facebook.

      Además, los intereses que mueven a estos sitios sin totalmente distintos.

      De Wikipedia

      De acuerdo a Christian Stegbauer, un sociólogo alemán, «por el número de colaboradores no puede definirse si Wikipedia es democrática o no». En sus propias palabras, y refiriéndose a la Wikipedia en alemán: «nuestra conclusión es que en el fondo son menos de 1000 personas las que deciden sobre esta enciclopedia digital».

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