La inminente (y compleja) discusión sobre la naturaleza del trabajo

IMAGE: Rafał Olechowski - 123RFUber anuncia que ha alcanzado los veinte mil conductores que utilizan la aplicación en la zona de la bahía de San Francisco (que incluye no solo la ciudad, sino también San José, San Francisco y Oakland, además de áreas urbanas y rurales más pequeñas), y se convierte de facto en uno de los mayores generadores de empleo de la región, pero mantiene que sus conductores no son empleados, sino asociados bajo la terminología «driver-partners», que no conlleva una relación laboral y por tanto no implica obligaciones como seguros sociales, horas extras, vacaciones, etc.

El auge de este tipo de plataformas basadas en tecnología y de lo que se ha dado en llamar la freelance economy está generando una importante discusión entre aquellos que la ven como un aporte de liquidez y flexibilidad a las relaciones profesionales y los que la entienden como una forma de posibilitar una renuncia a derechos y beneficios de los trabajadores que costó muchos años conseguir. Las posiciones varían de manera muy evidente cuando el tema se trata en países como los Estados Unidos frente a cuando se discute en países tradicionalmente más garantistas como los de la Unión Europea, y sin duda se polarizan más aún cuando el ejemplo mencionado corresponde a una compañía como Uber. Pero más allá de posiciones maximalistas, de argumentos del tipo «vale todo» o de calificar como neoliberales ultramontanos a quienes defienden esta progresiva – y evidente – redefinición de las relaciones profesionales, conviene tratar de acotar una discusión sin duda muy compleja y con consecuencias potencialmente muy importantes.

Un 34% de los trabajadores norteamericanos son freelance, un total de cincuenta y tres millones que incluyen desde personas con trabajos regulares que llevan a cabo además esas otras tareas para complementar sus ingresos, hasta trabajadores en régimen temporal. A lo largo de la última década, ese porcentaje no ha parado de crecer. El desarrollo de tecnologías que dan lugar a potenciales disrupciones de las relaciones laborales clásicas va claramente en aumento, y ha experimentado recientemente un enorme avance con la aparición de empresas como Airbnb, Alibaba, Amazon y su «turco mecánico«, o la propia Uber. Una parte muy significativa de la llamada sharing economy , economía del compartir o consumo colaborativo se basa precisamente en los llamados «ciclos ociosos», en el uso de recursos que solo pueden ser convertidos en valor económico cuando surgen plataformas tecnológicas que lo permiten aportando una mayor flexibilidad.

Sobre el tejido económico al que da lugar, por ejemplo, el llamado Amazon Mechanical Turk, vi recientemente un cortometraje muy interesante en The NewYorker, «Turking for a living«, que incide precisamente en muchas de estas cuestiones y en lo que supone integrarse en una plataforma de puro trabajo a destajo en la que la persona lleva típicamente a cabo muchísimas pequeñas tareas repetitivas y potencialmente alienantes a cambio de pocos céntimos por unidad

 

 

La cuestión, por tanto, no está en discutir si esta disrupción de las relaciones laborales es lícita, adecuada o deseable, sino más bien en constatar que de manera efectiva ya está teniendo lugar, que tiene una vuelta atrás compleja o imposible porque afecta a temas que van desde la generación de empleo hasta la competitividad de los países, y que la base de personas que hacen crecer esta situación está en constante y elevado crecimiento a medida que las generaciones más jóvenes, que perciben evidentes problemas de acceso al mercado laboral y perspectivas muy duras en cuanto la evolución del desempleo juvenil, ven la posibilidad de obtener un empleo o incluso de disfrutar de un mayor nivel de flexibilidad.

En realidad, la discusión tiene que ver con la legitimidad con la que se puede exigir a una parte de la población que supuestamente renuncie a unas posibilidades de generación de empleo que, a pesar de estar sensiblemente precarizado con respecto al estándar que considerábamos aceptable, es susceptible de proporcionar no solo unos ingresos a quien no los tiene, sino también unas condiciones de flexibilidad que muchos ven como una posible ventaja.

Para hacer una evaluación adecuada de la discusión, por tanto, no basta con tomar la situación considerada de manera estacionaria como un balance entre empleo tradicional frente a economía freelance con empleo precarizado y sin beneficios sociales de ningún tipo, sino considerar más bien una situación dinámica en la que la evolución constante y rápida del escenario tecnológico nos lleva a situaciones de sustitución de trabajadores por máquinas y de cambios en la consideración del trabajo como elemento central de la vida y la dignidad de la persona. Una discusión, por tanto, con muchísimo más calado y consecuencias de lo que originalmente parece, en la que todo indica que el error tanto de sociólogos como de economistas ha estado precisamente en subestimar dramáticamente el potencial de la tecnología. Para bien… o para mal, según quién y desde qué óptica lo mire.

 

This article is also available in English in my Medium page, “The imminent (and complex) debate about the nature of work» 

27 comentarios

  • #001
    Pedro Valero - 15 abril 2015 - 20:05

    Hombre, puede que el error haya sido subestimar el impacto de la tecnología en las relaciones laborales, pero, a mi modesto entender, declarar que la situación no tiene vuelta atrás, o que en el contexto de crisis actual es mejor sacarse unos eurillos (de cualquier manera) que quedarse en paro, suena al discurso típico de esto es el capitalismo (ahora en versión sharing) y tendremos que adaptarnos sin rechistar.
    A lo mejor la política podría jugar algún papel en todo esto, por aquello de ser (o eso dicen) un mecanismo de acción colectiva para la transformación social; pero ahora que lo leo, me suena un poco caduco.

  • #002
    Antonio Castro - 15 abril 2015 - 20:39

    La cuestión, por tanto, no está en discutir si esta disrupción de las relaciones laborales es lícita, adecuada o deseable, sino más bien en constatar que de manera efectiva ya está teniendo lugar,…

    El modelo tradicional del trabajo por cuenta ajena es un modelo que nos empeñamos en rescatar de su lento descenso a los infiernos y eso viene ocurriendo desde hace ya algunas décadas. No hay nadie que desee que este modelo fracase, pero la realidad es muy tozuda y podemos discutir largo y tendido sobre sus causas y quizás eso no nos acerque nunca a una solución definitiva porque el problema puede que sea que dicho modelo cada vez encaja peor con los nuevos tiempos.

    Los jóvenes de ahora lo tienen francamente complicado para encontrar un trabajo estable y la freelance economy, no se parece en nada a tener un trabajo estable con una serie de derechos. Para empezar el freelance ha de ser una especie de hombre orquesta.

    El mundo de la freelance economy es una selva despiadada, pero quizás si le dedicas el tiempo suficiente, puede que localices un nicho (un mercado) adecuado para construir tu refugio (tu negocio), y resguardarte de las inclemencias del tiempo (de la durísima competencia de los grandes), hasta lograr que alguien (alguna empresa), te rescate (te contrate). Pura y dura supervivencia.

  • #003
    Gorki - 15 abril 2015 - 20:52

    Tal como veo el futuro, hay dos posibilidades, o optar por buscar un trabajo fijo y bien remunerado, o montarse algo del tipo «freelance». Claro está, que casi todos preferimos el primer tipo de trabajo, solo que como he dicho, solo optamos por buscar trabajo fijo, no he hablado de encontrarlo, algo cada vez mas problemático. Mientras que trabajos de nuevo cuñoo con denominaciones como gig, trabajos por horas, de media jornada, trabajos sin continuidad, etc. cada vez hay más y son más fáciles de encontrar.

    En el entorno de mis conocidos que rondan los 30 años, cada vez hay más proporción de ellos que viven así, lo que a mi, que soy del siglo pasado, me parece vivir a salto de mata, pero lo cierto es que ellos se han acostumbrado y ya no tiene ese sentido de inseguridad que siento yo.

    No será el ideal, pero es lo que hay y muchos de ellos, ya se han adaptado a esa forma de vida y tratan de sacar de ella lo bueno que tiene e incluso les parece insufrible tener que ir todos los días a una oficina a cumplir un horario.

  • #004
    jump - 15 abril 2015 - 21:03

    lo peor que le ha pasado a la generación con 50 años es haber estado sobreprotegidos x el derecho laboral. Ahora, cuando se quedan en paro x las razones k comenta Enrique, no saben que hacer, nunca han vivido en esa ‘selva’ capitalista y sufren mucho sicologicamente. En Usa, se reinventan de inmediato, acostumbrado a no estar sobreprotegidos.

    que los sueldos continuaran bajando es evidente econometricamente, mas vale espabilar, animo.

  • #005
    jose luis portela - 15 abril 2015 - 22:49

    Charles Handy, ya lo predijo en su modelo de trebol, en el cual predice que el 40% de la gente trabajará a tiempo parcial o por proyectos.

    La clave como bien dices es que están haciendo los gobiernos acerca de esto. No solo no están haciendo nada, sino que la rapidez de cambio que necesitamos en nuestra ley laboral y nuestra ley sobre recaudación es tan lenta que no es capaz de asimilar estos cambios. Y lo que es peor, aparecerán «detractores» como siempre políticos tratando de mal interpretar estos cambios en la forma de trabajar para sacar partido según les interese.

  • #006
    Krigan - 16 abril 2015 - 00:23

    Creo que Uber no es un buen ejemplo. No se está sustituyendo asalariados por autónomos, sino unos autónomos por otros. De remate, tan pronto Google termine de desarrollar su coche, los conductores de su filial Uber serán sustituidos por robotaxis. Es decir, que en realidad es un proceso de sustituir trabajadores por máquinas, que es lo que se lleva haciendo desde que empezó la Revolución Industrial.

    En cuanto al tema principal del artículo, no es nada nuevo, ni tiene nada que ver con la tecnología, a las empresas siempre les ha entusiasmado el eliminar o debilitar la relación legal con sus trabajadores, ya sea poniendo como autónomos a trabajadores que deberían ser asalariados, ya recurriendo a subcontratas que tan solo están para poner mano de obra, ya cubriendo puestos de trabajo fijos con trabajadores temporales.

    Son las pillerías de toda la vida, ahora más abundantes que antes porque llevamos ya 3 décadas que gobiernos y parlamentos se han dedicado a favorecer a los pillos. Se soluciona con votantes que voten según sus propios intereses, en lugar de votar por intereses ajenos.

  • #007
    Pit - 16 abril 2015 - 00:42

    La época de trabajo asalariado generalizado es una excepción en la historia económica de occidente, lleva con nosotros poco más de siglo y medio. No creo que la pérdida de peso de ese paradigma sea necesariamente malo.
    Seguramente lo será para aquellos que han vivido gran parte de su vida con la certeza de que una vez encontrado el trabajo definitivo, ya no tenían que preocuparse por su futuro laboral, porque lo vibirán como una amenza. Pero el modelo autónomo, permite a las personas desarrollar un proyecto vital más ajustado a lo que en cada momento desea y es ya más natural para muchos.

    Pero es que además niego la mayor: el trabajo asalariado ya no es más seguro que el autónomo, porque la realidad económica de la empresa, sus necesidades y las aptitudes que necesite van a ser muy cambiantes, y eso no lo arregla ningún tipo de contrato.

    Item más, en buena medida un asalariado está más expuesto a la incertidumbre laboral que un trabajador autonómo, porque este puede elegir en que trabajar, hacia donde moverse para adapatarse a los cambios del entorno económico y social, mientras que un asalariado a menudo no tiene libertad alguna en ese sentido, se le obliga a acometer tareas «legacy» y no se le permite dedicar tiempo (la empresa paga y decide que hacaes cada hora) ni recursos a prepararse a los cambios.

  • #008
    Julio2 - 16 abril 2015 - 01:36

    Lo que no pueda ser completamente automatizado, será «uberizado» (sobre todo en el caso de tareas físicas) o bien será descompuesto en microtareas que se subastarán a la baja en el «Turco Mecánico». Al ejecutar estas microtareas estaremos entrenando a la IA que le permitirá a esa compañía prescindir definitivamente de nosotros.

    Un prometedor futuro.

  • #009
    Krigan - 16 abril 2015 - 02:25

    Hay un detalle que tal vez se le escape a mucha gente que no está familiarizada con el concepto legal de «relación laboral». Copio la definión de una web especializada:

    «La relación laboral es aquella por la que los trabajadores prestan voluntariamente sus servicios de forma retribuida por cuenta ajena y dentro del ámbito de organización y dirección de otra persona que recibe la denominación de empleador o empresario»

    http://guia.lexespana.com/trabajo/relaciones-laborales/que-es-la-relacion-laboral/

    Si llamamos a un fontanero para que nos arregle la cañería, ¿hay una relación laboral? No. Le estamos pagando para que nos haga un trabajo, pero eso por sí solo no es una relación laboral. El ingrediente que falta es la organización del trabajo, no estamos organizando el trabajo del fontanero.

    Estamos en un mundo en el que la mayoría de los trabajadores son asalariados. ¿Vamos a un futuro en el que la mayoría serán autónomos? Ya se verá.

    Lo que antes he llamado pillería no es eso, sino el querer tener trabajadores asalariados, organizando su trabajo, decidiendo a qué hora empiezan a trabajar y a qué hora acaban, cuándo tienen vacaciones, cómo hacen su trabajo, etc, etc, y en definitiva manteniendo una relación laboral con ellos, como su patrono, pero sin las obligaciones que el empleador tiene con sus empleados.

    Creo que es importante tener claro este concepto, para evitar confusiones.

  • #010
    Antonio Castro - 16 abril 2015 - 08:39

    #009 Krigan, en el mundo laboral hay gente que trabaja por cuenta propia y gente que tiene relaciones laborales (gente que trabaja por cuenta ajena). Partir de una simple definición definición para negar una realidad es absurdo.

    El fontanero forma parte del mundo laboral, trabaje por su cuenta o por cuenta ajena.

    Hay gente que trabaja y no cobra y desde mi punto de vista eso también es el mundo laboral, aunque en un mundo dominado por el dinero resulta más complicado de aceptar.

    Vivimos en un mundo excesivamente materialista que cada vez lo es más. Esto es así porque es lo que se está inculcando desde el poder. A mí me fastidia la gente que restringe el significado de la palabra trabajo a un concepto tradicional que en algunos casos está derivando en condiciones excesivamente precarias y alienantes. Ni somos máquinas ni somos esclavos, pero mucha gente dedica tanto tiempo a cambiar trabajo por dinero que no le queda tiempo para nada más. Eso sí que me parece lamentable. Eso sí que explica la mierda de sociedad en que vivimos y que es incapaz siquiera de votar con un un mínimo de criterio.

    Estamos concediendo excesivo valor a aquello que desde el poder interesa promover. El mundo laboral que se propone desde el poder como fórmula ideal quizás solo sea el que más convenga a ese poder.

    Pongamos algunos ejemplos de modelos laborales donde el trabajo a cambio de dinero no es algo inmediato ni seguro.

    Hay películas que salen adelante con el planteamiento de que técnicos, guionistas, directores y actores trabajan gratis para la consecución de una obra que cuando rinda beneficios servirá en primer lugar para cubrir los costes de producción y los beneficios sobrantes se reparten como corresponda.

    Hay escritores, artistas y todo un mundo de la creación que trabajan sin cobrar, y que luego intentan vender su obra.

    Hay investigadores que trabajan duramente con medios precarios y sin cobrar con la esperanza de sacar un proyecto adelante.

    Me parece absurdo que a toda esa gente que intenta abrirse camino se hable de ella muchas veces negándoles la condición de trabajador. Se les niega el reconocimiento hasta que no se demuestran un rendimiento económico que en algunos casos llega tarde o nunca, pero que cuando llega puede ser importante.

    Aquel que crea que nada de estas ocupaciones son trabajo debería de pensar si trabajar por cuenta ajena, en condiciones precarias para hacer algo que no le gusta y sin tiempo en la vida para casi nada más, es más digno de ser denominado trabajo que otras fórmulas de ocupación.

    A mí me parece respetable cualquier fórmula de ocupación basada en el esfuerzo personal y en la auto realización. Yo considero la independencia económica una forma de autorealización y siendo quizás la más importante no excluye a otras formas de autorealización igualmente valiosas.

    Con mucha frecuencia, la gente que más ha hecho avanzar a la humanidad han sido las personas que tenía un planteamiento de vida un tanto singular y por esa razón no creo que aquellos que se dedican a hacer lo que hace todo el mundo merezcan por ello más respeto que el resto. Más bien creo que la gente tiene excesivo vicio poniendo etiquetas a los demás.

    Las definiciones al uso no deberían intentar condicionar la realidad. El mundo laboral no tiene porque encajar en ninguna definición formal.

  • #011
    Petersam - 16 abril 2015 - 09:48

    A mi me sigue pareciendo que todo este fenomeno, el de la uberizacion, no es mas que el reflejo de una realidad. Nos demuestra que la sociedad americana, en uno de sus polos mas desarrollados, es mucho mas pobre de lo que se piensa.

    Que haya miles de ciudadanos americanos que encuentren en ganar unos 300 dolares al mes (http://www.vox.com/2014/12/17/7402311/lyft-driver-pay) un gran salto de calidad en sus vidas refleja la perdida de poder adquisitivo de la clase media americana.

    Walt Mossberg apuntando en esta direccion dijo que lo realmente preocupante seria que estos nuevos «trabajadores» recurrieran a estos infraempleos para pagar el alquiler o sus deudas universitarias, en lugar de para comprarse un ultimo capricho o para la fiesta de primavera (ahi quiso incidir en las edades de los conductores).

    Al fin y al cabo esto siempre ha existido, quiza no se de tanto en las ciudades, pero en cualquier pueblo de España la figura del «taxista» a tiempo parcial existe, me preocupa que ahora haya dado el salto a la meca de la innovacion y la productividad. Supongo que estamos peor de lo que imaginaba.

  • #012
    Observador - 16 abril 2015 - 09:53

    #006 Observador, ¿eres tú? Que alguien avise a Dans, Observador se está haciendo pasar por Krigan (o al revés).

  • #013
    Luis - 16 abril 2015 - 10:28

    Por lo que se dice en el artículo y los comentarios, el futuro de nuestros hijos pinta muy negro. La clase media va a desaparecer y vamos a acabar en un mundo en el que unos pocos vivan como dioses y el resto viva en la miseria.

  • #014
    Germán - 16 abril 2015 - 10:34

    El debate debería centrarse sobre si es necesario trabajar, y como.
    Pretender a estas alturas, con una economía global con una capacidad de producción enorme que excede la capacidad de la demanda, que el trabajo «normal» siga siendo de 5 días a la semana, 8 hs cada día, es no darse cuenta que esto está superado.
    Si el objetivo es el pleno empleo, entonces se deben trabajar menos horas. Si, en cambio, el objetivo es «divide y vencerás», entonces nos metemos en la economía del sharing, en donde casi no hay empleados, y estamos como en la época feudal: 0 derechos para quienes trabajan. Y estos tienen que tragar todo lo que la empresa les pida, porque la única libertad que tienen es la de irse y morirse de hambre.
    En el fondo, si la economía sigue siendo del siglo XX, centrada en producir, está errada. Para ser del siglo XXI debe centrarse en crear trabajo y en repartir.
    La economía del sharing es más feudalismo, pero disfrazado de «cool».

  • #015
    Pau Hortal - 16 abril 2015 - 11:31

    Enrique… simplemente sensacional. Si no tienes inconveniente voy a hacer referencia a este extraordinario post en mi blog en las próximas semanas. Un abrazo

  • #016
    Yuri - 16 abril 2015 - 12:33

    40% of America’s workforce will be freelancers by 2020
    http://qz.com/65279/40-of-americas-workforce-will-be-freelancers-by-2020/

  • #017
    Mark - 16 abril 2015 - 14:46

    La diferencia entre nuestros tiempos y la Antigua Roma es que antes el amo estaba obligado a darle comida y techo a sus esclavos; ahora, gracias a la cacareada economía 3.0, los esclavos deben buscarse la vida para conseguir las dos cosas, y encima tienen que matarse a trabajar para ganarse el privilegio de su empresa/amo los explote. Sin comentarios.

  • #018
    Garepubaro - 16 abril 2015 - 14:57

    #13 aqui se junta «1984» «Blade Runner» «Farenheit451» «Un mundo feliz» y mas, lo peor de cada una, ese era el futuro …

    #16 Freenlance … por ejemplo en Blade Runner, el teniente Deckard queria averiguar si una escama de serpiente era natural o de serpiente construida con ingenieria genetica, para eso acude con la escama a los suburbios, en un puesto callejero rudimentario, una anciana ingeniera asiatica le analiza la escama con su microscopio en plena calle, una mezcla de alta tecnologia y precaridad de modo de vida … a eso vamos a llegando, en eso estamos directitos, asi van a siendo los freelance

  • #019
    Mauricio - 16 abril 2015 - 15:01

    Perdón, pero todo esto significaría entonces que los latinoamericanos estamos inmersos sin darnos cuenta en la economía del futuro. El casi 50% de la población económicamente activa de nuestros países que se encuentra en la informalidad y el subempleo serían en realidad parte de esta nueva freelance economy. Qué triste que con términos cool se intenten borrar los logros de los trabajadores de todo el mundo y reemplazarlos por las poco analizadas ideas de algunos empresarios explotadores de la era digital.

  • #020
    David el Bueno - 16 abril 2015 - 16:27

    Hace muy poco estuve precisamente en San Francisco. Los mendigos se concentran cerca de las zonas de restaurantes y recogen de las papeleras los restos de hamburguesas, pizzas y salchichas de las papeleras para poder comer.
    Cuando pasas, si eres un ser humano normal, te sientes como una mierda, dicho claramente.
    Viva internet.

  • #021
    David - 16 abril 2015 - 16:49

    #20 Pero imagínate qué grande honor comerte los restos de un trozo pizza lanzada por Mark Zuckerberg.

    Ya lo dijo Charles Bukowski hace años: «El capitalismo ha sobrevivido al comunismo, ahora se está devorando a sí mismo».

  • #022
    Krigan - 16 abril 2015 - 17:57

    #10 Antonio Castro:

    Bueno, yo usé la palabra trabajadores para referirme tanto a asalariados (cuenta ajena) como autónomos (cuenta propia). Y la definición es muy buena para centrar el debate, porque si no, te encuentras con gente diciendo que Uber es mala, malísima, porque no les paga salario, ni cotizaciones, ni vacaciones, etc, etc, a sus conductores, cuando son un caso clarísimo de trabajadores autónomos. Uber no decide dónde trabajan (en qué ciudad o zona de la misma), ni a qué horas, ni cuándo se toman vacaciones, ni cómo hacen su trabajo.

    Una definición que, además, es insoslayable. O tú eres tu propio jefe, el que organiza su propio trabajo, o estás trabajando a las órdenes de otro. Claro está que puede llegar a darse el caso de 2 socios (trabajan por cuenta propia) que uno de ellos organice el trabajo de ambos, pero no es un caso frecuente fuera del ámbito familiar, ni creo que llegue a serlo nunca.

    En mi opinión, se están mezclando varios temas distintos:

    – Las pillerías de algunos muchos, que pretenden que trabajadores que claramente deberían ser asalariados suyos sean otra cosa (por ejemplo, que figuren como autónomos). Y claro, como los representantes del pueblo se han dedicado a defender intereses de terceros, algunas de estas pillerías han sido incluso legalizadas, como las ETTs, que no son sino una cesión de trabajadores legalizada de la misma manera que las sicavs no son sino fraude fiscal legalizado.

    – Una posible evolución del sistema económico de una predominancia de asalariados a una de autónomos. No tiene porqué ser nada malo si se hace bien. Lo pongo como posible porque habría que ver cuánto de ese aumento de freelancers no es más que un aumento de las pillerías (algunas incluso legalizadas en las últimas 3 décadas), y cuánto es un verdadero cambio del sistema económico.

    – Lo que Rifkin llamó «El fin del trabajo», que es un fenómeno muy real. Salvo que haya un gran aumento de la demanda, no hay trabajo para todos, es así de sencillo. La tecnología ahorra mano de obra, y cada vez avanza más deprisa. Hay soluciones que son obvias, y que ni siquiera son nuevas, como la reducción de la jornada laboral, la reducción de la edad de jubilación, etc. No tiene NADA que ver conque si un trabajador trabaja por cuenta propia o ajena, la carrera de ratas se producirá igualmente tanto entre autónomos como entre asalariados si se pretende que la gente siga trabajando a lo largo de sus vidas la misma cantidad de tiempo que ahora.

    Por supuesto, aunque sean temas distintos, a los pillos les interesa que se produzca la carrera de ratas, lo cual les facilitará sus abusos, y tratarán siempre de pintarlo como una inevitable evolución del sistema económico.

    Llegamos así a la paradoja de que la tecnología permite cada vez en mayor medida que vivamos en una era de la abundancia (producir mucho con pocas horas), y sin embargo para mucha gente está siendo la era de las estrecheces crecientes. Por supuesto, las ventas de Ferraris y de mansiones de lujo van viento en popa.

    La solución ya dije cuál es. Que la gente empiece a votar por sus propios intereses, en lugar de votar por intereses ajenos.

  • #023
    Grupo - 16 abril 2015 - 18:31

    Lo que no se puede hacer desde mi punto de vista es fomentar este tipo de «negocios» por ser mas baratos que los tradicionales pero al mismo tiempo defender los derechos laborales, tener un horario fijo, estar asalariado…porque estos negocios precisamente se cargan eso.

  • #024
    Antonio Castro - 16 abril 2015 - 21:16

    #022 La solución ya dije cuál es. Que la gente empiece a votar por sus propios intereses, en lugar de votar por intereses ajenos.

    Me parece obvio, pero resulta más fácil decirlo que conseguirlo.

    El problema es que se ha conseguido condicionar la conducta racional de millones de persona para lograr que voten contra sus propios intereses. Llamarlos idiotas (que seguramente lo son), tampoco va a ayudar en lo más mínimo a solucionar el problema.

    Ha empezado tímidamente a debilitarse el bipartito, pero con el nivel de corrupción y de desvergüenza política, lo que resulta surrealista es que todavía quede gente con intención de votarles.

    Me queda el consuelo de que muchos de los que votaron corrupción en las elecciones anteriores ya habrán escarmentado en sus propias carnes las consecuencias de sus errores, pero ya buscarán a alguien para culparles de sus desgracias. Por desgracia también pagan las consecuencias los que no tienen culpa de nada. En España el 27% de la infancia (2 millones de niños españoles) viven bajo el umbral de la pobreza. El 10% de la población más pobre ha perdido un tercio de sus ingresos, pero los que más tienen no les va tan mal y promediando se maquillan las cifras estupendamente. Las cifras de empleo se maquillan entre otras cosas con el aumento de empleos a tiempo parcial que están en torno a los 300 euros.

    Primero se anula la capacidad de la gente para tener un criterio propio y luego se les intoxica. No hace falta usar pentotal sódico, harán lo que se les diga que hagan.

    Si los medios de comunicación y la justicia hicieran bien su trabajo, dudo mucho que siguiéramos votando a los mismos pero los tentáculos del poder tienen todo bastante bien controladito y va a costar recuperar la libertad y hasta el sentido común para ejercer el voto responsable.

  • #025
    Observador - 16 abril 2015 - 23:55

    #22 Krigan, con lo bien que ibas y tienes que cagarla con las últimas líneas:

    La solución ya dije cuál es. Que la gente empiece a votar por sus propios intereses, en lugar de votar por intereses ajenos.

    Debe ser que no estoy muy despierto, pero, ¿no es esto lo que se viene haciendo desde que el sufragio democrático apareció? O al menos el 95% hace eso (no, yo no me incluyo).

  • #026
    Krigan - 17 abril 2015 - 00:14

    #24 Antonio Castro:

    ¿Cómo consigues que alguien que quiere vivir se pegue un tiro en la cabeza? Convenciéndole de que morirá si no se lo pega. Las personas actuamos en base a las creencias que previamente hemos aceptado, el grueso de la manipulación consiste en inducir creencias erróneas. La cura, obviamente, consiste en conseguir que la gente vea la realidad tal cual es.

    En este sentido, soy macabramente optimista: la gente va a aprender a base de palos. Hay precedentes históricos, la gente cambió sus creencias cuando vieron que las anteriores no funcionaban.

  • #027
    Alba - 17 abril 2015 - 10:20

    Entonces ser freelance consiste en vender algo por internet sin tener una empresa, ¿verdad? Por ejemplo, las cuentas de instagram que utiliza la gente para vender cosas..

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