Más sobre el derecho al olvido

IMAGE: Bahri Altay - 123RFGina Tosas, de La Vanguardia, me llamó hace algunos días para hablar sobre la polémica generada en torno a la resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que ha dado lugar a esa aberración absurda denominada «derecho al olvido», un supuesto derecho contrario a la manera en que funciona tanto la red como la mismísima fisiología humana, y publicó algunas de mis opiniones en su artículo del pasado día 12, titulado «El ‘derecho al olvido’ genera controversia» (pdf).

Tras la sentencia del TJUE, que en mi opinión de no experto jurídico ha representado una manera de hacer fast-forward al proceso legal que ha propiciado un dictamen inapelable sin que haya habido suficiente discusión pública al respecto, hemos visto a Google proponer su solución técnica al respecto, hemos asistido al espectáculo de decenas de miles de personas intentando eliminar todo tipo de resultados por todo tipo de razones de las páginas del buscador y, finalmente, hemos presenciado una gran novedad: tras cierta especulación al respecto, supimos que el buscador insertará un aviso en el pie de sus páginas de resultados advirtiendo al usuario de que algunos resultados de esa búsqueda han sido eliminados en función del «derecho al olvido», del mismo modo en que lo avisa cuando se ve obligado a eliminar otros resultados por motivos como los derechos de autor.

La decisión de Google relativiza en gran medida el impacto de ese supuesto «derecho al olvido», y lo convierte en muchos sentidos en un «siga buscando», si cabe incluso con un cierto «morbo añadido»: cuando busques a una persona y te encuentres la infamante nota al pie de la página, tendrás un incentivo para tratar de acceder a través de una VPN a la página del buscador radicada en los Estados Unidos o en cualquier otro país no afectado por la censura, con el fin de poder ver los resultados omitidos. En muchos casos, es muy posible que el resultado final termine siendo contraproducente para quien pretendía ocultar los resultados de la búsqueda. Mario Costeja estará encantado: no podremos ver el resultado de La Vanguardia que muestra la noticia de la subasta de su casa, pero veremos una nota al pie que avisa de que el resultado, en función del algoritmo de búsqueda, debería estar ahí, y podremos usar una VPN para acceder a él si queremos. Es lo que pasa cuando se fuerza una legislación en contra de la tecnología y del sentido común.

El peor síntoma de la salud de la web es que cada vez sea más necesario usar una VPN para más cosas.

 

(This article is also available in English in my Medium page, “More on the right to be forgotten«)

17 comentarios

  • #001
    DonnieRock - 15 junio 2014 - 15:08

    El aviso de que hay resultados eliminados creo que claramente dinamita la sentencia, como decimos aquí «Co demo non se xoga» y con Google menos. Al final una pesona borrará una citación en el BOE por una multa de aparcamiento y en sus resultados generará la duda, cuando le busquen para un trabajo, de qué hizo para pedir que se borrará (y puede que se acaben imaginando algo mucho peor)

  • #002
    Felix Maocho - 15 junio 2014 - 17:21

    la solución de Google demuestra que siguen teniendo en nómina gente con mas cerebro que la inmensa mayoría. Jugada de Maestro, no quieres taza, pues taza y media. Menuda forma de dejar en ridículo a las tontas autoridades europeas.

    Ya habían dejado ver la patita, cuando el Canon AEDE con la amenaza velada de no indexar esos periódicos, pero después de esto, a ver quien es el guapo que se atreve a reclamar el Canon, que ademas de no cobrar, cuando un usuario busque algo, una amable nota que te informa que lo saben, pero que no te lo pueden enseñar, porque les quiere cobrar indicarlo.

  • #003
    Luis Hernández - 15 junio 2014 - 18:45

    Si alguien quiere realmente tener cierto control sobre lo que se dice de uno en Intenet, lo mejor que puede hacer es ser el mismo quien se encargue de publicar la información.
    Tener un blog, unos perfiles sociales bien llevados y una presencia activa y cuidada en la red, es sin duda la mejor política al respecto.
    Pretender cuidar tu intimidad tratando de que no se publique nada sobre ti, seguramente es lo más contraproducente que puedes hacer. De un modo u otro, terminarás apareciendo y siempre será mejor que seas tu mismo quien se haya encargado de posicionar la información que más te interesa, a que lo hagan otros o el mero azar.

  • #004
    Antonio Castro - 15 junio 2014 - 19:26

    Me queda claro que plantear la supresión absoluta y universal de todos los datos personales como si fueran un derecho fundamental es algo simplemente absurdo.

    Puede que existan datos concretos para datos localizados en servidores concretos que reclamados ante un tribunal tengan que ser borrados por las razones que los tribunales estimen oportunas, pero el planteamiento generalista es utópico.

    Entre ambos extremos el generalista y el concreto habrá montones de situaciones intermedias, pero la cuestión clave es el concepto de derecho sobre algo por su propia naturaleza inabarcable. Lo que chirría por absurdo es es planteamiento generalista de derecho al olvido como tal.

    Coincido en que el hecho de señalar como restringida una determinada búsqueda no hará sino aumentar muy considerablemente el interés por ella.

  • #005
    Felix Maocho - 15 junio 2014 - 20:50

    #004 Antonio Castro
    Coincido en que el hecho de señalar como restringida una determinada búsqueda no hará sino aumentar muy considerablemente el interés por ella.
    Lo peor es que no buequen y fantaseen.

    Supón que sales en «los papeles», por conducir de madrugada con exceso de velocidad, una copa de más y sin casco. Algo lo suficientemente grave, para que tengas que dimitir del Tribunal Constitucional. y en vista de ello, lo mandas eclisar.

    Cinco años mas tardem cuando ya no se acuerdan nadie de tu nombre, vas a pedir un crédito y sale el consabido cartelito de Google. Muy probablemente si leen la noticia, te den el crédito, porque al banco lo único que le preocupa es que seas buen pagador. Pero al salir el cartelito, no saben que es lo que hiciste y piebsan que a lo mejor te embargaron. ¿Que es peor para ti?.

  • #006
    Felix Maocho - 15 junio 2014 - 20:57

    La experiencia que yo tengo de trabajar en banca, es que el riego de ese tipo de rastreos, no está tanto en el dato en si que se obtenga, como en la interpretación que del dato hace quien busca la información por ese método, y eso es algo muy objetivo.

    Tu puedes tener un impagado con tu comunidad de vecinos, porque te enfadaste porque se rompió la luz del descansillo y no la reponen, pero el que ve que tienes dos meses de Comunidad sin pagar, deduce de ello lo que le parece.

  • #007
    luis - 15 junio 2014 - 21:45

    No estoy de acuerdo con tu planteamiento Enrique. Tú tienes ingresos procedentes de la sociedad de la información, pero imagina por un momento que esta «sociedad» te impidiese generar ingresos. Te pongo un ej.: tu empresa no te paga en 3 o 4 meses y la empresa tiene ingresos que desvía a través de sociedades interpuestas: no denunciarías por haber estado trabajando de forma denodada?. Este caso se da con.relativa frecuencia en nuestro país, porque la legislación es muy laxa con el infractor.
    No es justo que el trabajador que ha sufrido el impago desee borrar esta injusta «huella digital»?. Voy más allá: si esta persona va a una entrevista laboral, probablemente le busquen antes en google (con minúsculas, sí) y si has oído hablar del Método Gronholm sabrás los dilemas que se plantean…
    El problema, a mi modo de ver, es el vacío legal y la patente de corso de ciertas empresas del sector TIC para indagar en «La vida de los otros», conformando una especie de Stasi digital… En USA este tema probablemente se solventaría con una demanda colectiva que probablemente recondujese la actividad del buscador, con un más que probable cierre del mismo. Que la Abogacía del Estado no actúe de oficio y que la UE actúe a medias: qué pinta ese pie de página?…
    Espero haber contribuido a ampliar tu visión sobre el derecho inviolable de la intimidad de las personas, pero que por culpa de nefastos legisladores no se lleve a cabo. Gracias

    Un saludo

  • #008
    Garepubaro - 15 junio 2014 - 22:13

    No conozco a un nativo digital que tenga sus datos en internet, en fin es largo de explicar pero todo lo que tienen es su foto sonriente en Facebook como mucho y luego su vida no tiene nada que ver con esta foto superficial, son gente que empieza desde mas alto y dejan estas tonterias atras

  • #009
    ina - 15 junio 2014 - 23:13

    No se protege internet protegiendo a una empresa privada(google) y no veo el sentido común a intentar poner medidas para defender la privacidad de ciudadanos anónimos frente a esta u otras empresas.

    Por otro lado no veo que se comente nada de que todo personaje publico que ha pedido retirar datos ha visto rechazada su petición. Cosa que demuestra que no hay censura. Ok por lo menos hasta el momento pero el fin es proteger la privacidad no censurar información publica. No entiendo que defendáis esto…

  • #010
    Felix Maocho - 16 junio 2014 - 00:36

    #009 ina
    Creo que te has perdido parte de la conversación. No es que se pida que se borren los datos, lo cul puede estar bien o mal según se contemple, es que los datos siguen ahí, a la vista de todos los que entren en la página, pero Google no te puede decir donde están y entonces pone una nota que dice hay más datos pero no los puedo enseñar por imperativo legal.

    En vista de ello, o te imaginas tu lo que quieras, o buscas con otro buscador, por ejemplo Bing, que te lo puede enseñar, porque los datos existen y con ellos no va la prohibición de ocultarlos, hasta puede que aparezca pronto un buscador especializado en traer lo que Google no puede enseñar.

    Tu crees que la situación tiene sentido, de verdad crees que defendemos a una multinacional, o solo estamos contra la irracionalidad.

  • #011
    Mario - 16 junio 2014 - 07:49

    Me alegra que Enrique (y Félix y otros contertulios) por fin revelen su verdadera filosofía y se alineen con Google para que prevalezca esta internet espía de la NSA donde el ciudadano no tendrá nada que temer cuando no tenga nada que ocultar. El internauta perfecto según este designio, es aquel que renuncia a sus derechos a la privacidad y a una buena imagen, y no reclamará ni tomará ninguna medida cuando estos derechos se vean vulnerados. Si los nazis nos ofrecieron la metáfora del «hombre de vidrio» para justificar sus intromisiones en los domicilios, las comunicaciones y la vida íntima de las personas, hoy Enrique nos ofrece al «internauta de vidrio», puesto que aquel que quiera reclamar algo a Google es porque algo malo oculta. ¿No es acaso esta y no otra, la idea que subyace en la advertencia a pie de página que Enrique celebra?

    Otra «personalidad» de internet que habla inadvertidamente claro y revela su verdadero pensamiento sobre este tema es Jimmy Wales, el flamante empleado de Google y cabeza visible de Wikipedia.

    Sobre su nueva posición en el Comité de Google, Wales responde a la BBC: -Well I’m advising Google and basically I have joined this panel with Google. But it’s not just about advising Google what to do. I think I view us having a broader remit, asking: «how should we change the law so we can better strike a better balance between privacy and free speech?» (transcripción mía)
    http://www.youtube.com/watch?v=rLoLeRiZVjg

    Vamos por partes. El antecedente de este Comité y la incorporación de Wales como consejero es por supuesto esta sentencia del Tribunal Europeo que Google y Enrique caricaturizan, pero que nos dice básicamente dos cosas: primero, que Google no está exonerado de cumplir las leyes que protegen la privacidad de los ciudadanos europeos; y segundo, que para mantener un balance entre dos derechos fundamentales europeos -el derecho a la privacidad y el derecho a la libre expresión- Google deberá retirar los enlaces a información «desactualizada o no relevante, y que no sea de interés público», de aquellos ciudadanos europeos que se lo soliciten. Nada más.

    No dice absolutamente nada más: ni crea ningún «derecho al olvido», lo que no le corresponde a una judicatura sino a la legislación, ni ordena a Google a crear ningún formato con fotos, ni a establecer ningún Comité. De hecho no será Google ni Wales ni ningún Comité quienes juzguen al final la pertinencia o no de las solicitudes de retirada sino los jueces, tal como ha sucedido con este primer caso.

    Google quiere que la jurisprudencia europea sea como la DMCA americana, que sí obliga en efecto a solicitar los retiros de piratería a la misma plataforma en un procedimiento de Fast Track, pero este no es, repito, el caso de la sentencia europea. Basada en este error, Google lo que busca ahora es desalentar las solicitudes europeas de ciudadanos que vean su imagen o su privacidad vulneradas, primero pidiéndoles escaneos de documentos de identidad con fotos a los solicitantes y después amenazando con advertir en su buscador, que sus resultados originales contenían otra información que ha sido objeto de purga, pero sin precisar que esta información es considerada por un juez o por el mismo Google, como irrelevante y desactualizada. En corto, no estamos ante ninguna obligación ni ética ni legal, puesto que la información era en efecto deleznable según Google o según un juez, sino ante un castigo al internauta anónimo por haberse atrevido a reclamar sus derechos.

    Ahora bien, ¿cuál es esta Ley que el propio Wales ha admitido que el Comité de Google tratará de modificar -«how should we change the law» nos dice textualmente-? ¿Qué derechos reclamados molestan tanto a Google? En vista del origen y las funciones del Comité, y a la luz de la decisión del Tribunal Europeo esta ley no puede ser otra que la primera parte del artículo 8 de la Convención Europea de Derechos Humanos: » 1. Toda persona tiene derecho al respeto de su vida privada y familiar, de su domicilio y de su correspondencia.»

    En España este principio se manifiesta en su propia Constitución, en el artículo 18 de la Sección sobre Derechos Fundamentales y Libertades Públicas, primera parte (» 1.Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen») y cuarta parte («4.La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos»).

    Al final de la jornada ya estamos advertidos sobre los fines de lobby político encargados al Comité de Google y cuáles son las leyes que les estorban y deben ser cambiadas gracias a la sinceridad de Wales, pero también conocemos porfin, cuál es la visión de Enrique Dans sobre los derechos del internauta cuando ve dañada su imagen o su privacidad por Google y que coincide milimétricamente con la visión que la NSA tiene respecto a la internet: el que no tenga nada que ocultar no tiene nada que reclamar.

  • #012
    Alberto Lozano - 16 junio 2014 - 09:22

    Pues una búsqueda en Google por Mario Costeja te lleva, además de a un montón de páginas de noticias sobre la sentencia, a la hemeroteca de La Vanguardia donde hay un PDF de la edición del 19 de enero del 98, página 23. Ahí aparece la nota de embargo de la propiedad de este señor.
    Supongo que Mario Costeja debería de dirigirse a La Vanguardia (y resto de hemerotecas afectadas) para que borren esa nota, con un rotulador negro, en la edición correspondiente.
    http://hemeroteca.lavanguardia.com/preview/1998/01/19/pagina-23/33842001/pdf.html

  • #013
    Felix Maocho - 16 junio 2014 - 11:32

    #011 Mario
    Si quieres garantizar el derecho al honor, cosa que me parece muy bien, busca que se elimine el documento que ataca tu honor, pero no que Google no lo indexe. Eso siempre se ha llamado, matar al mensajero y siempre ha sido una idiotez en la que se cae frecuentemente.

    ¿De veras que crees que la NSA no va a saber de Mario Costeja, porque Google no le indexe, (en Europa), mientras la pagina de la Vanguardia esté en la hemeroteca tanto digital, como física?. ¿Quién ha defendido el honor de Mario Costeja cuando alguien consultaba la pagina de papel en las hemeroteca de la Vanguardia?. De estudiante, visité para muchos trabajos la hemeroteca de ABC. que entonces estaba en la calle Serrano de Madrid y ni se me pidió carnet de investigador, ni se me preguntó que era lo que quería consultar. Podía haberlo hecho para tener material para chantajear a la gente. ¿Quien protegía entonces el honor de todos los que aparecían en el ABC?

    Lo menos que puedo llamarte es ingenuo, si crees que prohibiendo a Google han conseguido algo. Cuando digimos que la Ley Sinde/Wert era una melonada, nos atacaron diciendo que protegiamos a los piratas. Ahí está la Ley. ¿Me quiere decir alguien de qué ha valido?. A pesar de la Ley, que iba a solucionar el problema de los autores, la SGAE está al borde de la quiebra. ¿No sigue siendo cierto que esa ley es un absurdo?

    Atacamos la estupidez, no el derecho defendido por la Constitución, no el derecho al Honor, ni el derecho a la Propiedad Intelectual, ni por cierto el derecho a Libertad de Expresión, que defendemos también para Google, como lo tiene la Vanguardia.

  • #014
    Xaquín - 16 junio 2014 - 15:40

    Me quedo con la frase final pero aplicada a la democracia. Cuando Fouche fabricó el nefasto ministerio del interior dio paso a sucesivas SS, KGB, CIA, NSA…en fin lo mejor de cada casa para fabricar mentiras sobre el ciudadano peligroso para el poder establecido (claro, ellos le llaman de otra forma, aducen que es para defender la libertad)…en fin, que aún no está establecido el derecho a recordar a tus muertos y ya tenemos el derecho a que te olviden (y eso que no se habla con lo de la memoria histórica del derecho de recordar a los que los mataron)…creo que desde los clásicos griegos eso se llama hipocresía…

  • #015
    ina - 16 junio 2014 - 17:55

    ¿Y si el contenido ilegal sobre ti esta subido en un servidor en somalia? No lo puedes tirar, y según vosotros esta cojonudamente enlazado por google.

    Estáis aplicando la lógica de las webs de enlaces a la privacidad de los ciudadanos.

  • #016
    Mario - 16 junio 2014 - 19:40

    #13. Felix, la NSA no te va a «googlear», la NSA tiene ya tus datos a través de las tecnológicas que utilizas y también los tienen todos los data brokers si puedes o quieres pagar sus servicios. Ellos te pueden dar tu historial médico, tus itinerarios, tus opciones políticas o tus inclinaciones sexuales en la medida que has usado la red. ¿Quién es el ingenuote en todo esto?

    No pues, nunca se ha alegado que la deuda del sr. Costejas fuese falsa ni se ha ordenado que se elimine ninguna información de la fuente, tampoco es un problema de «honor» puesto que aquí no hay injurias ni difamaciones; de lo que trata esta sentencia es de que tú puedas administrar tu propia imagen online y se establece que tienes el derecho a solicitar el retiro de enlaces que consideres irrelevantes o inadecuados para tu persona. Si tú y el buscador discrepan en lo que es o no irrelevante, acudes a un juez que dirime la cuestión.

    No es tan complicado.

  • #017
    Felix Maocho - 16 junio 2014 - 19:48

    #015 ina
    Mientras exista el documento, solo hay que ir a esa dirección a leerlo. Si tanto te preocupa, pide que el Estado impida el paso a esa dirección, como hacen China o Irán y al menos habrás hecho algo practico, aunque estés fomentando la censura previa y sin participación de los jueces.

    Pero no pidas cosas absurdas que no impiden nada, como prohibir SOLO a Google dar la dirección y permitir que Google diga, tengo más información de ese señor, pero por imperativo legal no se la puedo enseñar. Solo falta que añada «poniendo tales palabras en Bing» la puede leer legalmente.

    Es que es una tontería lo que han hecho.

Dejar un Comentario

Los comentarios están cerrados