A la calle con el Departamento de Asesoría Jurídica

Asesoria Juridica¿Cuántas «takedown notices«, cuantos «cease and desist« tienen que demostrar su ineficacia como para que las empresas se den cuenta de que no deben hacer caso a sus trasnochados Departamentos de Asesoría Jurídica mientras éstos no se reciclen y aprendan un poco de «la ley de la red»? En esta ocasión, la víctima vuelve a ser Dell, una empresa que ya las ha tenido de todos los colores en la red y que gracias a ello hizo sus deberes de manera muy satisfactoria, la que cae en la trampa de tener un Departamento de Asesoría Jurídica con el gatillo demasiado rápido: envían una takedown notice a The Consumerist, un sitio de altísima popularidad, porque había publicado una entrada en la que un antiguo director de uno de esos pequeños quioscos de venta que la marca tiene en galerías comerciales en Estado Unidos contaba sus «22 Confessions Of A Former Dell Sales Manager«, veintidós «secretos» que van desde el puro sentido común hasta revelaciones sobre políticas de precios y descuentos, consejos sobre si pagar o no las garantías extendidas, etc. cuya revelación la marca opinaba que iba en contra de sus intereses.

Nos hallamos, una vez más, ante la paradoja de la discusión moral. Podemos pasarnos horas discutiendo si la entrada constituye o no un delito de revelación de secretos, sobre si debe o no ser objeto de denuncia o constituye en modo alguno un acto punible… pero sería completamente irrelevante. Lo único que importa es que, por el hecho de haber enviado la takedown notice, publicada automáticamente por The Consumerist según hicieron clic en el mensaje, la entrada tiene ahora más de ciento y pico mil lecturas, está en la portada de Digg, y ha aparecido incluso en Dell IdeaStorm, el sitio que Dell tiene para que sus clientes hagan y voten sugerencias para la marca. Impresionante «éxito de crítica y público» que debería ser celebrado con la ejecución en la plaza pública de Tracy Holland, la persona del Departamento de Asesoría Jurídica que tuvo la obviamente estúpida idea de enviar la takedown notice. En una empresa como Dell, que asimiló de manera rapidísima las lecciones de su Dell Hell desarrollando sus propios blogs y filtros sociales, que controla sus watchlists, que se comunica con los bloggers de manera directa, el pecado de un Departamento de Asesoría Jurídica anquilosado en las prácticas tradicionales del siglo pasado resulta si cabe todavía más sangrante.

Resulta también muy interesante pensar sobre las posibles alternativas de actuación. Una cosa así, un episodio en el que un «disgruntled employee» revela información sobre una compañía, es algo que ha pasado muchas veces antes y después de existir Internet, y que sin duda pasará muchas más. ¿Cómo debe una compañía reaccionar en esos casos? ¿No dando importancia a dicha filtración, así sea en un medio tan seguido como The Consumerist? Francamente, no resulta fácil saberlo. Lo que sí está claro es que una takedown notice coloca a la compañía en la peor de las situaciones posibles: con la información supuestamente considerada crítica habiendo alcanzado una visibilidad infinitamente mayor, y con escasas posibilidades de obtener una reparación del daño producido. Y era algo, además, completamente previsible por cualquiera con un mínimo de cultura de Internet, algo que se debería suponer en el caso de Tracy Holland, firmante de la takedown notice, y que resulta ser coautora de una publicación titulada «The Corporate Response To Discovery: Surviving Litigation and Discovery in an Electronic Age» (2005). Desconozco en qué estaba pensando cuando envió el mensaje. Lo que sí sé es que, en términos de reputación e imagen, me temo que ha hecho un muy flaco favor a la compañía que paga su salario…

ACTUALIZACIÓN: Dell pide disculpas por lo que ha considerado una reacción excesiva… Lionel Menchaca, uno de los bloggers más conocidos de la compañía, da explicaciones en el blog corporativo y da cuenta del aprendizaje obtenido recorriendo punto por punto las afirmaciones del ex-empleado.

13 comentarios

  • #001
    fitrulias - 16 junio 2007 - 16:54

    He leido lo que contaba el empleado bocazas pero no veo que diga nada confidencial

  • #002
    Enrique Dans - 16 junio 2007 - 18:23

    Pues va a ser que en Dell no tienen el mismo criterio que tú sobre lo que es confidencial y lo que no lo es… :-)

  • #003
    FortyTwo - 16 junio 2007 - 18:45

    Parece claro que la mejor forma de no «darle más vuelo a la cometa» es simplemente ignorar la noticia, no pronunciarse, y tratar de hacer el menor ruido posible sobre un tema que, en teoría, les perjudica dar a conocer.
    Sin duda, un gravísimo error de comunicación que como bien comentas en tu post, han pagado multiplicando el efecto que ellos mismos deseaban evitar.

  • #004
    El que sabe no habla, el que habla no sabe - 16 junio 2007 - 21:01

    La mejor forma de actuar con los bocazas es dejarles hablar: se desacreditan solos. Y no quiero señalar :-)

  • #005
    Paul - 16 junio 2007 - 21:13

    Mucho hablan, poco dicen.

  • #006
    Julian - 16 junio 2007 - 23:25

    Enrique, un análisis moral sobre un hecho no creo que sea algo irrelevante, siempre hay que tener en cuenta el aspecto moral cuando se hace algo. ¿Lo contrario no es una política de hechos consumados?

  • #007
    skeptico - 17 junio 2007 - 01:46

    Creo que más de uno debería ver «Furia» de Fritz Lang… La teoría que aplicas constantemente de «somos más ergo tenemos la razón ergo aunque no la tengamos te jodes porque somos más» presenta una alarmante falta de moral…
    Opinarias lo mismo sobre el poder difusor de Internet si un día los datos confidenciales publicados fuesen los tuyos?

  • #008
    Gorki - 17 junio 2007 - 02:42

    #skeptico

    Trasladas un caso práctico, una empresa no quiere que sus dartos sr dvulguen, al plano moral, no hay derecho a divulgar unos datos. El problema tal como lo planteas es otro problema diferente al que hace referencia Dans.

    La pregunta es ¿Qué hacer, cuando unos datos que no deseas que sean publicos, llegan a Internet?
    Y la respuesta de eDans, es; Cualquier cosa antes de poner en marcha una carta amenazadora de tu gabinete juridico,

    ¿Por que? – Porque si lo haces, corres el grave riesgo de focalizar la atención en un hecho que, sin dar ese paso, hubiera probablemente pasado desapercibido al 99,99% de los visitantes de Internet.

    Que se puede hacer:

    !Ã?º).- Medida suave, Llamar amigablemente a quien exhibe la nota y explicarle el daño que se puede producir por su exposición en publico y lo injusto que es que un empledo bocazas lo divulgue. , Puedes con ello conseguir dos cosas. a) Tener exito en la gestión y minimizar los daños, b) No tenerlo, y quedar al menos en la misma situación inicial

    2Ã?º).- Extremo opuesto, Contratar dos matones, raptar a la hija del dueño de la web y aconsejar delicadamente que retire el documento. Puedes, a) Tener exito y caso acabado, b) Acabar en la carcel para el resto de tus días. En cuyo caso, que más te da que se publiquen esos secretos.

    Lo que no puedes hacer en ningún caso es mandar una carta amenazante de un bufete de abogados, porque hoy con Internet, corres un grave riesgo de hacer el ridiculo mas palmario. Como ya han sufrido en sus carnes muchos que los han interntado.No es un problema moral, sino simplemente práctico.

    El efecto de un impreso modelo «Pedro Farre» en estos casos, es similar a introducir a Sarkozy despues de una invitación de Putin, en una cacharreria. .
    .

  • #009
    hudlyy - 17 junio 2007 - 09:04

    Hace poco que he entrado a ese blog y desde aquí quiero felicitar a los creadores.

  • #010
    Locke - 18 junio 2007 - 05:48

    Dell se ha retractado en su blog: «Now’s not the time to mince words, so let me just say it… we blew it.»

  • #011
    kiki - 18 junio 2007 - 19:40

    Parece que ser blogger empieza a ser algo importante…

  • #012
    Trasgo - 19 junio 2007 - 14:11

    No me creo que la asesoría jurídica vaya por libre, eso es política de empresa.

  • #013
    Raquel - 19 junio 2007 - 14:21

    De todas formas este es un enfoque estrictamente departamental (comunicación), tan departamental como puede ser el jurídico.
    ¿Cómo debe una compañía reaccionar en esos casos?
    La solución no puede ser SOLO «no hacer nada que va a ser peor»

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