Lo ocurrido con cientos de vehículos Porsche en Rusia no es simplemente un fallo técnico: es el recordatorio brutal de que un coche moderno ya no es una máquina mecánica: es un nodo conectado, dependiente de satélites, servidores y decisiones remotas. Y cuando esos sistemas fallan o son desactivados, el resultado puede ser que tu lujoso vehículo se convierta, literalmente, en un carísimo ornamento para tu garaje, y eso si tienes suerte y al menos el incidente te pilla con el coche metido en él.
A comienzos de diciembre de 2025, decenas de propietarios en ciudades como Moscú o Krasnodar despertaron con la sorpresa: sus modelos diversos de Porsche, de 2013 en adelante, no encendían. Motores bloqueados, bombas de combustible paralizadas, sistemas de alarma desconectados. No había daños físicos: los coches parecían estar perfectamente bien. Pero sus sistemas de seguridad satelitales, el conocido como Porsche Vehicle Tracking System (VTS) instalado de fábrica o posteriormente como protección antirrobo, habían «decidido» inmovilizarlos.
Según los informes, la causa fue una caída masiva en la conectividad satelital del sistema. Al perder contacto con los satélites que utilizan para rastreo y verificación, el VTS activó el inmovilizador por defecto y dejó los coches inservibles. Los concesionarios de Rusia, colapsados por la avalancha de llamadas de dueños desesperados, señalaron que el fallo afectaba a «todos los modelos y todos los tipos de motor» equipados con VTS.
Algunos propietarios consiguieron revivir sus coches desconectando la batería durante varias horas, otros forzando un reinicio del sistema, e incluso quitando manualmente la unidad VTS, una operación que implica desmontar el módulo de control. Pero tales soluciones son parches provisionales, que demuestran lo frágil que es la dependencia de la conectividad.
Este episodio ha desatado muchas conjeturas: ¿fue un simple fallo? ¿Una negligencia en el mantenimiento de los servidores tras la retirada oficial de Porsche de Rusia en 2022? ¿O una intervención deliberada, de carácter comercial o político, que buscaba inutilizar los vehículos importados por canales paralelos? Algunos distribuidores locales se atreven a sugerir lo último, aunque sin aportar pruebas concluyentes.
Pero más allá del caso Porsche, lo realmente interesante de esta crisis es lo que revela sobre la naturaleza de los automóviles de nuestra época: los coches conectados ya no son meros medios de transporte, sino dispositivos digitales con numerosas dependencias invisibles. Cada vehículo moderno incluye decenas de unidades de control, redes internas (como el bus CAN) y módulos de comunicaciones: componentes clásicos de la ingeniería informática, no de la mecánica.
Eso trae ventajas indudables: seguridad, localización en caso de robo, actualizaciones, servicios remotos… pero también nuevos riesgos. Un fallo de red, un corte de satélite, una actualización mal testeada, una decisión corporativa remota, o incluso una interferencia intencional bastan para dejarte sin coche. Y lo más alarmante: cuando la seguridad digital se convierte en el controlador del acceso a bienes físicos, cambia la naturaleza misma de la propiedad.
El caso ruso de Porsche sirve como ensayo general de un futuro en que poseer un vehículo, incluso uno que pagaste en su integridad, no garantiza que puedas usarlo cuando tú quieras. Si la conectividad falla, no puedes arrancar. Si la compañía decide cortar el servicio, tu coche «deja de funcionar». Si la infraestructura es abandonada, como parece ser el caso en un país sometido a fuertes sanciones internacionales, el riesgo aumenta cada día.
Para quienes defendemos la innovación tecnológica, este episodio debería sonar como una alarma. La movilidad del futuro no solo exige avances; exige debates profundos sobre soberanía digital, derecho de uso, mantenimiento de infraestructuras y transparencia. Si convertimos los coches en «ordenadores con ruedas», también estamos aceptando sus vulnerabilidades, y negarse a ello en plan troglodita, en modo «yoquiero un coche de los de toda la vida» es completamente insostenible. Pero cuando esos ordenadores, en manos de terceros que no asumen adecuadamente sus responsabilidades, pueden encerrarte fuera de tu propio coche, necesitamos preguntarnos si realmente estamos construyendo progreso… o futuras crisis.
Puede que en 2025 este episodio suceda en Rusia, pero las lecciones valen para todo el mundo. Si propietarios de automóviles de lujo como Porsche pueden convertirse en víctimas de un apagón satelital, nadie, ni tú ni yo, debería asumir que un coche conectado es, simplemente, un coche.


Y la pregunta obvia es: ¿eso no le pone nervioso, Sr. Dans?
Ya hemos visto estos días a Musk y al propio Gobierno de los Estados Unidos clamar por la desaparición de la UE para “devolver el poder a los estados”, ¿y si casualmente se le cayera a Tesla el sistema y todos sus vehículos europeos quedaran paralizados?
Y más aún, ¿y si los vehículos chinos quedaran paralizados por orden de Gobierno Chino?
¿Queda alguien con ganas de depender de esta forma de una potencia no europea?
¿Y tu crees que Musk se pegaría otro tiro en el pie despues de significarse como ultraderechista y boicotearse a si mismo?.
Pero en el resto totalmente de acuerdo.
No es que la USA Trumpista ya no sea un aliado. Es directamente un enemigo aliado con Rusia en la destruccion de Europa.
O nos independizamos completamente o nos vamos al carajo.
Precisamente «locoMusk», es la persona de menos fiar…
Musk vive en su propio mundo de X.com y no le importa pegarse un tiro en el pie porque él tiene la razón y el conocimiento absoluto porque al fin y al cabo ha ganado mucho más dinero que la mayoría y eso seguro significa que siempre tiene razón.
Y todos a su alrededor le van a dar la razón porque para eso les paga
«ya no sea un aliado»
Nunca he entendido la afirmación de que eran nuestros aliados. ¿En qué momento? ¿En qué hechos se apoya esa afirmación?
En mi visión del mundo, la cultura anglosajona es (y siempre ha sido) enemiga del resto del mundo. Lo digo porque parece que hubo un antes y un después, pero lo de Ucrania (que viene de Biden), parece hecho adrede para putearnos a Europa y Rusia por igual. En el resto de acciones yanquis anteriores, básicamente han hecho lo que han querido, sin relación a nuestro interés, y muchas veces en contra.
O a quienes se atrevan a criticar al drogadicto supremacista, o a algunas de sus empresas, o un tuit que lo ofenda, o….
…cuando, por ejemplo, como le pasó a Ramzan Kadyrov, a quien el año pasado le desconectaron su Tesla CyberShit a distancia, solo… porque tú pertenences al bando de los que nosotros decidimos que (ahora) son de «los malos»…
He hablado con propietarios de vehículos chinos eléctricos (Xiaomi SU7 específicamente, …una bestia de auto por otro lado…) y ya estaba al tanto de ese potencial riesgo antes de adquirirlo. Me dijo que preguntó y (obviamente) le dijeron que esa función existe pero que el dueño puede desconectar esa función a su elección, y le explicaron como hacerlo.
Queda por saber si esa afirmación es 100% verdadera, pero todos deberíamos estar atentos a este nuevo panorama: ahora el negocio es que tú
compraspagas por usar un vehículo del que no posees toda su propiedad.Sobre este tema quería recordar que a nivel mundial hay millones de máquinas agrícolas fabricadas sólo por John Deere, que están conectadas a internet y podrían ser bloqueadas en un momento dado causando una crisis agrícola en muchos países.
¿Cuanto tiempo hasta que a Trump o alguno de sus iluminados se les ocurra usar esa capacidad para chantajear a Europa o algún otro país? ¿Cuánto hasta que se les ocurra que es una buena forma de aumentar las exportaciones agrícolas de EEUU?
Me lo quitas de la boca…
Exacto. EEUU se ha proclamado, oficialmente, enemigo de la Unión Europea, ¿de cuántas tecnologías depende Europa? Maquinaria agrícola, automóviles, centros de datos, routers, conexiones por satélite, telefonía, servicios informáticos…
Si Europa se decide por fin a apoyar a Ucrania hasta el final o si Europa decidiera que China es mejor socio comercial, ¿cómo reaccionaría EEUU? ¿Cuántas de esas tecnologías podría bloquear en Europa?
Ya te digo yo que, en cero coma, los que manejan los John Deere, sacan un palo y dejan el maquinillo que los ha desconectado más tieso que un ocho, y lista la máquina para seguir trabajando como si tal cosa.
Yo tengo clarísimo que no quiero un coche conectado a internet, ni con pantallas. Por ahora mi viejo Mercedes aguanta perfectamente, y el día que tenga que cambiarlo, me imagino que no me quedará otra que recurrir al mercado que segunda mano.
Ja, ja, ja, aguantar te aguantará, el problema es que ya NO te dejen entrar en ninguna ciudad con él…
— «Si convertimos los coches en «ordenadores con ruedas», también estamos aceptando sus vulnerabilidades, y negarse a ello en plan troglodita, en modo «yoquiero un coche de los de toda la vida» es completamente insostenible.»
– Insostenible… Por que? Yo no quiero arriesgarme a que alguien no folle una noche y por la mañana decida joder a todo el mundo… y ser yo uno de ellos.
En definitiva. Con tanta conectividad, tu coche NO ES TUYO (aunque sea un Tesla).
Desde el inicio de la guerra en Ukrania Rusia tiene muchas razones, (drones), para estar preocupada con Internet y el GPS, Si a eso unimos lo poco aficionados a la libertad de expresión de Rusia, (manden Zares URSS, o Rusia), lleva que las tijeras de la censura corten de una forma brutal el Internet, de modo que hoy en Chechenia no hay cobertura, y mañana no funcionan las tarjetas de crédito. o de repente todos los telebancos dejen de soltar rublos. Por ello sospecho que a los censores se les fue la tijera y dejaron a todos los Porsches en su garaje.
Sin embargo e independientemente de esto, esta la preegunta de si los coches deben ser los nodos de una red centralizada, o deben ser autónomos, es decir depender de ellos mismos. Yo no tengo clara cual es la mejor solución
Pienso que cuando tengamos un robot doméstico, preferiré que sea totalmente autonomo,primero por privacidad, lo único que nos falta es tener un espía dentro del domicilio. pero también por la posibilidad que alguien los hackee y actúen em mi contra.
Es curioso como en Rusia no existe un coche «nacional», como si tienen USA y la República Popular China… mientras el resto de Europa se fue quedando en el callejón de los objetos perdidos… por algo sería.
No olvidemos tampoco, que los europeos siempre fueron empujados hacia el Atlántico por los pueblos asiáticos (dedicado a los encantados, que no encantadores, supremacistas europeos).
Y eso que expoliaron África, América y Asia (sí, también Oceanía). Muy eficientes no fueron, desde luego.
Por cierto, con esa imagen tan lograda, me viene a las mientes una pregunta : ¿Con esta lluvia, a quién le gusta conducir?
A un supremacista europeo, claro…
Veréis como eso NO pasa con los FERRARIS -que hay a miles- pagados TODOS con nuestro dinero europeo y que transitan tan alegres y que debería producir apertura de carnes y escarnio en todos nosotros y seguimos silbando como si tal cosa…
Opss, me refería, claro está a los FERRARIS que circulan de a miles por toda UCRANIA, esa taaaaan probrecita al lado de la malvadísima Rusia.
Y, quien dice Ferraris, dice todos los demás todavía más grandes y muuuuucho, pero muuuucho más caros. Si es que…
Pues llamame troglodita pero yo quiero un coche de los de toda la vida, de los que cuando lo compras son tuyos y los puedes usar aunque se caiga la red e indistintamente si tu país se ha convertido en enemigo de alguien o del capricho de un millonario loco, como bien apuntan en lo que puede pasar si al psicopata zumbado de Musk se le cruzan las cables.
Tengo claro que cuando tenga que renovar el coche me voy a ir modelo más barato, tipo Dacia, sin las tropecientas chorradas del coche conectado que, además, pueden ocasionar estos problemas.
Seré un troglodita según la definición de Enrique Dans, pero tener que depender constantemente de una conexión del tipo que sea me parece un auténtico atraso.