En 2002, cuando el robot aspirador Roomba empezó a barrer los suelos de miles de hogares, pocos se imaginaron que ese artefacto redondo y aparentemente trivial llegaría a convertirse en una palabra común, en un icono de la tecnología doméstica y, paradójicamente, en el emblema de la quiebra de la empresa que lo creó. Ahora, en diciembre de 2025, su fabricante, iRobot, se ha declarado en bancarrota bajo el Capítulo 11 de la correspondiente ley estadounidense, y será adquirida por su principal fabricante contratista chino, Shenzhen Picea Robotics, dejando atrás más de tres décadas de historia empresarial e innovación simbólica.
Ese desenlace no surge de la nada: durante 2025, iRobot había advertido a los mercados de que su futuro era incierto, con números rojos que se acumulaban y una caída drástica de ingresos que la situaba al borde del abismo financiero. En marzo se reportó cómo la empresa asumía pérdidas considerables, reducía plantilla y reconocía «dudas sustanciales» sobre su capacidad para continuar operando de manera viable. Fuentes de la propia empresa habían llegado a advertir que podía quedarse sin caja y sin opciones, una señal clara de la encrucijada en la que se encontraba.
La historia de iRobot tiene capítulos que merecen una reflexión profunda sobre lo que ha fallado y por qué un pionero de la robótica doméstica ha terminado en manos de un fabricante chino. A lo largo de los últimos años, la empresa experimentó un declive sostenible en sus ingresos, con caídas de hasta un 25% interanual, y una erosión de su cuota de mercado frente a competidores como Ecovacs, Roborock o Cecotec. Los intentos de revitalización a través de reinvenciones de producto y de recortes de precio no sirvieron para frenar la marea. A su vez, la decisión de externalizar gran parte de la fabricación a proveedores asiáticos terminó por convertir a iRobot en un actor con muy pocas palancas de control sobre su propio destino industrial.
El punto de inflexión más simbólico (y para sus fundadores, más trágico, porque supuso pasar de la perspectiva de ser multimillonarios a tener que seguir pegándose en un mercado con cada vez más fabricantes de bajo coste) fue la anulada adquisición por parte de Amazon en 2024, un acuerdo de 1,700 millones de dólares que los reguladores europeos forzaron a cancelar por temor a que Amazon restringiera la competencia en su plataforma. El fracaso de esa operación no solo privó a iRobot de un salvavidas financiero y estratégico, sino que marcó una brecha en su capacidad de competir a escala global en un mercado cada vez más dominado por jugadores con cadenas de suministro robustas y costes de producción más bajos. Los aranceles de Donald Trump han sido ya, finalmente, la puntilla.
La saga tiene implicaciones que van más allá de lo estrictamente corporativo. Desde mis primeros análisis sobre la lenta evolución de la robótica doméstica, he sostenido que el reto no estaba solo en tecnologías como el mapeo, la navegación o los sensores, sino en cómo estas piezas se traducen en modelos de negocio sostenibles y en ecosistemas donde dominen el hardware, el software y la integración con otros sistemas del hogar. En 2018 ya comenté que la robótica doméstica era «elusiva» y que la dependencia de patentes cerradas, altos costes de producción y expectativas infladas podían ser trampas mortales. A veces, ser el pionero es muy duro.
No es casualidad que el modelo de iRobot se haya visto superado por competidores más agresivos en precio y con cadenas productivas expresamente diseñadas para competir a escala global. La robótica doméstica, con todas sus promesas de inteligencia ambiental y automatización, ha resultado ser un mercado brutalmente competitivo, donde la marca icónica no basta si no va acompañada de ventajas logísticas y económicas claras. La lenta adopción y la saturación temprana del nicho ya presagiaban una década de ajustes y repensamientos profundos en la industria.
La adquisición por parte de Picea plantea nuevas preguntas: ¿qué significa que un legado de innovación estadounidense pase a manos de una empresa que hasta ahora ha sido su proveedor? ¿Estamos ante una forma de reciclaje industrial que preserva la marca pero vacía «su alma tecnológica»? Y más importante aún, ¿qué lección deja esto para quienes creen que la robótica doméstica será un campo fértil de innovación continua?
iRobot promete que los productos actuales seguirán funcionando y que los servicios no se interrumpirán durante el proceso de reestructuración, una forma de calmar a unos consumidores ya tristemente acostumbrados a productos que se convierten en pisapapeles inútiles, pero también es evidente que el valor para accionistas ha desaparecido prácticamente, y que la orientación estratégica quedará en manos de quien provee la tecnología, no de quien la diseñó.
Un final de trayecto como este no debe leerse como un simple cierre de una empresa, sino como un síntoma de una industria que se enfrenta a tensiones entre promesas de futuro y realidades de mercado. Roomba enseñó a millones de personas que un robot podía convivir en casa: ahora su propia casa empresarial se desmorona bajo desafíos que van desde las políticas regulatorias hasta la brutal competencia global. El verdadero legado de iRobot no será su bancarrota, sino la lección de que la innovación tecnológica sin un modelo de negocio adaptativo y una visión estratégica sólida puede acabar siendo una historia de advertencia, no de triunfo.


Próximo capítulo: Air Fryer
Acojonante. Con China el que no corre, vuela.
Partieron en los 80-90 de un: «Los chinos hacen una copia mala de tu producto»
De allí en los 2000-2010 se pasó a un «Los chinos fusilan tu producto y te sacan uno igual»
Para acabar en los 2020 en un «Los chinos calcan tu producto e inmediatamente después lo meten en una espiral de mejora continua que en poco años se ponen delante tuyo»
Yo tengo un Roborock , de una empresa china que estaba en el ecosistema de Xiaomi y ahora es independiente, y funciona de maravilla, y no ha tenido ni un problema en años de uso.
Es el electrodomestico que mas me ha sorprendido por que era muy reticente para comprarlo pero ha resultado ser lo mejor que he comprado; barre , friega, se autolimpia, se recarga de agua solo , se descarga de la broza solo, una maravilla, y a buen precio, por que por la misma calidad la Roomba se disparaba.
… por que por la misma calidad la Roomba se disparaba.
Porque iRobot tiene antes de comercializar su producto años con un enorme gasto de I+D que los chinos se ahorran, cuando no los copian tal cual, que es un gasto enorme que hay que amortizar.
Que a la gente se le olvida que las cosas no nacen solas, y que eso se paga.
Yo lo que me temo es que corra el ejemplo y nadie quiera crear nuevos productos porque total, para qué, si los chinos te lo van a fusilar en pocos años.
A ver cuándo los chinos, tan listos ellos, son los que sacan al mercado productos totalmente nuevos. Ah, ya, que ellos no están aquí para tener ideas arriesgadas, sólo para copiar las que otros han tenido y triunfado.
No estoy de acuerdo en este caso con que los chinos copien. Obviamente el concepto inicial se copió, pero en poco tiempo marcas como Dreame o Roborock han conseguido que las Roomba parezcan cómicamente malas: como un ciego con una escoba dando porrazos por toda la casa y rezando con que casualmente se encuentra con suciedad a su paso. La gama más alta de iRobot insistía en utilizar un sistema de cámaras que funciona mal mientras la competencia tenía un sistema LIDAR que funcionaba mucho mejor (¿a qué me recuerda este debate? ). También se han enfocado en fabricar purificadores de aire y cortacéspedes mientras veían como su producto estrella quedaba en segundo lugar.
Mientras tanto, mi Dreame (comprada en 2022 por 450€) me genera un mapa completo de mi casa que puedo ver en el teléfono y me permite elegir si quiero limpiar toda mi casa o seleccionar una habitación concreta. Y eso sin el inconveniente de privacidad que supone una cámara dando vueltas por casa comparado con un LIDAR. Cuando se mueve, va directa a donde tiene que ir, sin chocar con nada y esquivando obstáculos como calcetines o juguetes tirados. Cuando termina de aspirar se va directa a su base sin rodeos extraños.
Hay miles de videos comparativos en los últimos años de iRobot vs la competencia, donde puedes ver que los iRobot no solo eran notablemente más caros sino mucho peores en todos los aspectos.
Y estoy hablando de la gama baja, no entro en los desarrollos que ha tenido la gama alta china en los últimos 2 años, de los cuales he visto vídeos muy impresionantes con los que iRobot no puede ni soñar.
Tener una buena idea no es suficiente. Los chinos consiguieron superar a iRobot a base de I+D, y eso que esta llevaba una década o más de ventaja. No hay excusa posible.
A ver si la década 2030 es la de China creando nuevos productos y abriendo nuevos mercados.
Crear un producto nuevo no es fácil, lo hicieron los europeos creando armas de fuego con pólvora que los chinos utilizaban ya desde siglos atrás.
Mejorarlas es más fácil, lo hicieron los japoneses con las primeras armas de fuego europeas, pero ellos no inventaron ni la pólvora ni las armas.
Pues a mí no me extrañaria.
Creo que en formación, espíritu de emprendimiento y ganas de trabajar tienen de sobra.
En lo único que quizás no estén todavía a la altura de Silicon Valley es en VC markets y financiación de startups
Moco de pavo…. ya veremos cuando caiga media industria europea (y no queremos señalar a la automotriz).
Y veremos también como se reparten las culpas y si señalamos a ciertas políticas que tanto han gustado por aquí (o no, por incluso quedarse cortas).
Una aspiradora doméstica no debería costar más de 150 euros. 1 motor eléctrico y una carcasa o tubos de plástico. Sensores y software de reconocimiento no van a ser mucho más complejos que lo que incorpora cualquier móvil desde 60 euros.
¿¿¿¿ Qué raro que la gente no compre Roomba????
Robot aspirador y friegasuelos Roomba Combo® i5. 449,00 €
Robot aspirador Roomba® i1 con conexión Wi-Fi. 429,00 €
Novedad. Robot aspirador y friegasuelos Roomba Combo® j5+ 899,00
Luego ya…. buscaremos pensadores y filósofos para explicar la teoría del todo:
Conga 7690 Immortal Max M 99,90 €
Si hay ofertas(no muchas) en algún lado de Roombas a ciento y pico… Pero también encontramos: XIAOMI Robot Vacuum E5 a 60€…
PS: Si te ha pillado la vaquilla, jódete, jódete !!!
Solo el hecho de que alguien llegue a pensar de esa manera:
es la forma elegante de decir que ese «alguien» empresario no quiere reconocer su derrota. Natural, a nadie le gusta perder en su propio juego. Pero es en nada diferente a la frase «es que todavía están verdes» de la zorra de la fábula de Esopo.
Toma ya LUA, para que no digas que las imágenes de EDans son creadas bajo el efecto de hongos alucinógenos…
+1000 a la imagen (por fin). XDDD
Se puede superar… ;-)
el paso de la amargura
XDDDD
El mercado de los electrodomésticos evoluciona muy deprisa, dejando muchos productos y marcas en el camino, La yogurtera, la picadora de carne, la moledora de café, los cuchillos de cerámica,….. son `productos que pasaron a la historia, asi como cientos de marcas de electrodomesticos Bru, Grunding, Philips, Sanyo, Tosiba, Zanussi,…
Lo siento, Roomba me hacia cierta gracia
Sicilia, años 20…
Para los que hayan seguido este mercado de las aspiradoras robóticas domésticas probablemente conozcan a NEATO, la empresa que creaba los aspiradores con forma de D . Allá por 2010 tenía un amigo que había hecho una Excel para comparar las aspiradoras de NEATO y de iRobot, porque eran las mejores opciones que había encontrado, tras haber realizado un arduo estudio de mercado.
A Neato le ha ido exactamente igual de mal, incluso con antelación, porque, tras tener problemas, la compró Vorwerk en 2023 y hace nada anunciaron que en unos días apagaran los servidores que daban servicio e “inteligencia” a las aspiradoras, cerrando la aplicación móvil y dejando los robots simplemente operables con el botón, sin funciones inteligentes. A mí esta situación me preocupa bastante, y no por las aspiradoras precisamente. La cantidad de productos que necesitan servidores en la nube para tener acceso a las funciones completas son cada día más numerosos. En múltiples sectores. Ya sé que os parece que no puede pasar, por ejemplo, con Tesla, pero, “y si si?”.
Deduzco que les pilla mal a los que cobran por legislar arreglar esto antes de que no sean solo aspiradoras las afectadas… no es ni imposible, ni siquiera difícil. Por ir a lo sencillo: Si apagas, obligatoriedad de liberar el código fuente. Ya aparecerán terceros que verán el negocio de dar soporte a los “abandonados ” clientes. E incluso, clientes manitas que se lo auto solucionan.
Cuentan (los chinos) que el inventor de la rueda murió atropellado por el primer carro construido… y, por eso, ellos decidieron ser muchos, mucho, muchos…
Lo siento, no he podido evitarlo… (La misma película una y otra vez, una y otra vez, una y otra… ya atufa…).
https://www.lavanguardia.com/economia/20251216/11365852/bruselas-da-marcha-plan-prohibir-coches-motor-combustion-2035.html
Ya hace casi 5 años que lo PREDIJE en estas lineas… Mecachis… XDDD
(me juego todas mis acciones de Nvidia, que no son pocas, a que la cosa se va a 2040) XDDD
Y yo a 2060, de facto, no de pico loro. (Como poco, si antes no acabamos en un escenario tipo Mad Max).
Hay que abandonar la ingenuidad al hablar de estos temas. Sería interesante que le dieran, por ejemplo, un vistazo a los proyectores que se venden por Amazon. Lo que uno encuentra actualmente es un amplio abanico de modelos de marcas chinas con precios que incluso pueden ser inferiores a los 100 euros y ante los cuales las «marcas de toda la vida» tienen poca posibilidad de competir, sea porque les resulta imposible obtener una relación calidad-precio similar a la de los chinos, quienes sencillamente pagan poco y producen mucho, o sea porque las empresas occidentales se han vuelto impermeables ante las sugerencias de los usuarios que demandan ciertas características (features) que dichas empresas, a diferencia de las chinas, solo están dispuestas a dar en sus versiones más caras (o ni siquiera en ellas).
Así que ante la inundación de productos chinos es poco lo que «nuestras empresas» pueden hacer, como no sea imitarlos, poner barreras comerciales, intentar llevar a los tribunales a los que efectivamente hayan hecho una copia descarada (cada vez menos, porque ellos ya están entrando en la etapa de innovación), incentivar un consumo ecológico y éticamente responsable (algo que ellos también van a hacer) o, simplemente, rendirse ante la inevitabilidad histórica (como algunos españoles me sugieren que haga cuando hablo de la conquista de América).