Hace unos días, en «El fin del olvido«, planteaba que la incapacidad para olvidar, esa memoria digital omnipresente e implacable, amenazaba nuestra libertad interior. Sin embargo, es posible que la red esté desarrollando, por su cuenta, un mecanismo semejante al olvido humano.
Internet, pese a su apariencia de inmutabilidad, también envejece. Su infraestructura se deteriora, sus protocolos van quedando obsoletos, sus formatos van caducando y haciéndose imposibles de acceder o de interpretar. Lo que antes parecía una memoria total, empieza a mostrar, sobre todo si llevas un cierto número de años manteniendo una página con abundantes enlaces, los mismos síntomas de desgaste que la mente: lagunas, fragmentos, errores, huecos donde antes había recuerdos. No hay más que ir a una entrada mía ya no del principio, de 2003, sino simplemente de hace una década. Muchísimos de los enlaces, simplemente, ya no funcionan y devuelven un patético error 404. Un tema que, obviamente, me preocupa, y al que vuelvo de manera recurrente.
Cada vez que un enlace devuelve un error 404, asistimos a un pequeño acto de descomposición. Es la versión digital de la amnesia: un recuerdo perdido, una conexión rota. A este fenómeno se le llama link rot, y está mucho más extendido de lo que pensamos. Un estudio reciente muestra que el 38% de las páginas publicadas en 2013 ya han desaparecido, y otros análisis revelan que entre el 13% y el 66% de los enlaces en publicaciones científicas dejan de funcionar con el paso del tiempo.
Internet fue concebida como la gran memoria colectiva de la humanidad, pero esa memoria también se corrompe. Sitios web que desaparecen, bases de datos que se cierran, formatos que nadie puede abrir, servidores que dejan de existir… Todo eso es erosión digital, una forma nueva de olvido. No el olvido consciente del ser humano, sino el olvido entrópico de los sistemas complejos. Lo que no se mantiene, se degrada. Lo que no se replica, se pierde.
Al igual que en el cerebro humano, ese olvido no ocurre al azar. Lo que tiene valor económico, las propiedades de las grandes plataformas, se conserva con esmero, mientras que lo que tiene únicamente un valor histórico o social desaparece con rapidez. Los gigantes tecnológicos actúan como curadores accidentales de la memoria: preservan lo que les resulta rentable y dejan morir lo demás. No existen verdaderos archivos públicos digitales con la estabilidad que tuvieron las bibliotecas o los museos físicos, más allá de un Internet Archive en permanente peligro por culpa de la especie más egoísta y asquerosa del mundo: los explotadores de la propiedad intelectual.
La descomposición de internet es, en ese sentido, un proceso natural. No necesariamente democrático, pero natural. Hay formas de evitarlo, podemos recurrir, como hace la Wikipedia o como hago yo en mis libros, a enlaces permanentes a la Time Machine o a otros repositorios, que al menos se preservan más tiempo, pero hacerlo, obviamente, cuesta un cierto tiempo y esfuerzo. Sin embargo, esa descomposición, como el olvido humano, cumple una función: filtra, selecciona, deja espacio. En cualquier caso, su ritmo acelerado plantea un problema, el opuesto del olvido del que hablábamos el otro día: estamos construyendo una civilización digital sin cimientos duraderos. Si los arqueólogos del futuro quisieran estudiar nuestro tiempo, tendrían que excavar en vertederos electrónicos antes que en repositorios web. Ya hay quien habla de una «arqueología de internet», un nuevo campo para quienes intentan rescatar datos antes de que desaparezcan.
Quizá la descomposición de internet no sea una tragedia, sino un recordatorio de nuestra propia fragilidad cognitiva. El olvido humano nos permite vivir sin colapsar bajo el peso de cada recuerdo. Del mismo modo, tal vez internet necesite olvidar para poder seguir existiendo. La diferencia es que, mientras nuestro olvido es biológico y natural, el suyo depende de decisiones políticas, técnicas y económicas. Lo que olvidamos como especie no será producto del azar, sino de quién paga por recordar.
You can read this article in English on my Medium page, «Things fall apart: even the internet suffers memory loss«


Madre mía, qué depresión de lunes.
Lo peor es que coincido contigo en gran medida y me cuesta encontrar motivos para el optimismo en un entorno de consumo de contenidos dominado por cuatro plataformas.
Esta oligarquía de distribución ya nos domina.
Vaya, vaya… pobriña internet y sucesoras… los papiros y demàs material informativo que se quemó en la Biblioteca de Alejandría nos están espersndo en cualquier librería de viejo de nuestto barrio… ah que ya no existen, como aquella de mi barrio dónde cambiaba tebeos y novelas de ML Estefanía, como si no hubiera un mañana sin móviles…
De hecho, si el emperador romano que pretendía quemar toda la producción cultural griega, lo hubiese conseguido , no sería peor sufrir un error 404 (tan virtual él)!!!
He visto los diskettes grandes y pequeños, los cd, los dvd, los discos duros….y siempre he tenido la sensación de que lo digital es lo más efímero y vulnerable que existe. Donde esté un buen pergamino o una buena abadía de monjes copistas…
Bueno, lo digital es más efímero simplemente porque se mueve más rápido que lo analógico.
Dos ejemplo analógicos:
– La grabación que se conoce del primer alunizaje es una copia de baja calidad de la transmisión en directo. La cinta original está, o bien destruida, o bien inencontrable entre miles de cintas no catalogadas. https://en.wikipedia.org/wiki/Apollo_11_missing_tapes#Search_for_the_missing_tapes
– La BBC perdió muchos capítulos de las primeras temporadas de Doctor Who se perdieron porque la BBC destruyó o reutilizó las cintas que los contenían. https://es.wikipedia.org/wiki/Episodios_perdidos_de_Doctor_Who
Muchos viejos foros especializados han desaparecido y con ellos mucha información valiosa o, simplemente, información de la evolución de una tecnología. Tal que si hubiéramos pasado una excavadora por un yacimiento arqueológico
No sé si habéis visto como se mantienen las cintas del NODO… hay una serie que acaban de sacar con mucha retranca
https://www.rtve.es/play/videos/los-archivos-secretos-del-no-do/resumen/16750497
En la serie enseñan como se mantienen a 3ºC todo un lujo para no perder los desvaríos propagandísticos de Paquito… pero es que guardan hasta los descartes !!. Creo que se merecen una matrícula de honor de como conservar ese legado !!!
Como debe ser sea cual sea el contenido. Como se hace en la Biblioteca Nacional, Filmoteca Española, Archivo General de la Guerra Civil Española, Archivo General de Indias de Sevilla, etc. y archivos de todo tipo.
Claro que también hay archivos civiles y eclesiales que siguen siendo un desastre y, para colmo, ni siquiera están digitalizados.
Y hablando de desastres, ¿recuerdas el incendio de los Estudios Universal en 2008?
Entre otros bienes, supuso la Destrucción de una bóveda que contenía master de grabaciones de música popular, lo que fue considerado por algunos como «el peor desastre en la historia de la industria musical».
Un edificio con copias de seguridad de películas y programas de televisión también fue afectado.
https://es.wikipedia.org/wiki/Incendio_de_Universal_Studios_de_2008
Eso pasa por incumplir la «normativa» básica en materia de seguridad: Tener un clon a más de 100 km de distancia del original, sí o sí. Unos auténticos merluzos.
Estos han pasado a tener el encefalograma plano hace muchos años… la idiocracia que Trump representa en 2025 se viene acunando en esa sociedad podrida hace muchos años
Me apunto al comentario de F3R.
Para preservar mis propias copias digitales (tengo al Capitán Trueno, El Jabato, el Príncipe Valiente. Muchos DVDs y CDs, etc. pasados a ISO) los iba pasando a BD-Ray. Ahora que estaban los discos haciéndose viejos y los lectores más difíciles de obtener, los pasé a Disco Duro (magnético). Después de eso he tenido que pasarlos a SSD.
Cada vez son más datos, cada vez ocupan más lugar y cada vez es más efímera la nueva memoria. Yo también soy más viejo y me aburre más repetir aquello
Pero para @edans: ¿Has leído acerca de los bancos de memoria en cristales que está desarrollando Microsoft? Igual más adelante la memoria no se degrada como la actual aunque sea más lenta de acceder
Muy interesante, sí, pero no deja de ser un formato de almacenamiento más.
Sigue dependiendo de un complejo sistema de lectura y de un conocimiento del formato de codificación empleado.
Dentro de x años ahí seguirán los soportes pero, ¿y los lectores? Y si los leemos, ¿sabremos entenderlos? ¿O serán sólo el nuevo y tecnológico Lineal A o el Ibero? Se han preservado, podemos leerlos pero no los entendemos.
Buen artículo, pero para estar de acuerdo con la tesis, me falta una comparación. Cuanta de la información producida se ha conservado. No digo de la antigüedad o de la época medieval (que es mínimo), digo por ejemplo del XIX. Si buscamos ese dato seguro que nos sorprendemos, no ya en términos absolutos, lo más seguro es que, en porcentaje, ahora el dato sea parecido o superior.
La insoportable levedad de internet:
* Hace 2 años hice un curso sencillo ( de los que pone la gente en YT) e hice una copia offline por si acaso. Diógenes digital aparte -> acerté hoy en día, el autor ha decidido borrarlo, y solo lo mantiene en una plataforma de pago.
* Eso mismo sucede en muchos recursos «pagados» que se supone que haces el curso y no tienen ni un PDF de backup, por si quieres consultar algo.
* Hay una máxima en lo digital que aquello que te interesa lo debes tener en 3 soportes distintos al menos ( Diógenes al cubo)
* Hay algo que viene antes del olvido, que es la falta de aprendizaje de la IA. La IA es un instrumento PÉSIMO para el aprendizaje, mezcla conceptos, como no comprende, mezcla contenidos, etc etc. Aunque es verdad que a veces te sorprende y «acierta» en un 10% con lo que tu realmente necesitas, aunque le mejores el prompting es una escopeta de ferias. En programación el problema llega a ser un apócrifo deValle, son un esperpento, inventan funciones inexistentes usan versiones obsoletas. Y para esto lo mejor es «no encontrar», documentación o páginas añejas, no solo envejecen mal es que son altamente peligrosas, sobre todo para la IA, que engulle la basura sin sentido.
Internet nunca fue un repositorio fiable, sobre todo las noticias (como las que usa Enrique en sus enlaces) no perduran, una noticia de ayer, se lee muy poco, de anteyer se accede menos, y en definitiva, siguen la ley del olvido:
«La duración de la memoria para un tema estudiado varía, pero según la curva del olvido de Ebbinghaus, se olvida hasta el 50% en las primeras 24 horas y solo queda un 30% después de 48 horas si no hay repaso»
La lectura de noticias o blogs sigue una métrica similar, seguro que cuando Enrique saca un artículo, hay mucho acceso a ese artículo, a la semana el acceso a ese artículo es residual. Enrique mantiene su blog «actualizado», no ha eliminado lo viejo, pero cuando un bloguero normal, pone sus artículos y nadie los lee, al final termina borrando, y como mucho diversifica a otro… es lo normal, lo que nos pasa con todo, ¿Cuantas veces miramos las fotos de hace 10 años? ¿Cuantas veces revisamos una videoteca vs. nuevo contenido? La mayoría de los mortales muestran una curva exponencial decreciente. Lo mismo le pasa a los recursos de internet. Creo que son excepción entre los que peinamos canas, a colecciones de música, libros, películas, hemerotecas,… pero en videos de YT, RRSS eso salvo rara excepción se diluye. Más si hay mierda trolera por medio…
Bueno. Me cuelgo de ti. Aunque haya quien parece que le haga gracia, que la biblioteca de Alejandría (fuente del saber de esa época) se fuera al pairo y se perdiera mucho más de lo imaginado, y seguramente argumentará que alguien se fumo un porro y de ahí vino la cosa.
Lo del 404, no es nuevo. Ya en los principios de los 2000, muchas webs de mediados/finales de los 90, ya padecían de ello. La razón no era otra (en esa época), que el precio a pagar por tener un hosting (aunque aparecieran opciones como el hosting compartido o incluso el housing, poner tu ordenador en la sala de servidores). De ahí Geocities, MySpace, más tarde blogger y similares.
Y ese problema del precio, enlazaría la mar de bien, con el hecho que empezara el abuso de publicidad, porque ese hosting, había que pagarlo. Otra cosa es que algunos no pudieran refrenar sus ganas de empoderar sus bolsillos y convirtieran sus webs en campamentos de nabos.
Evidentemente, si no mantienes tu web, se pierde. Es como el que monta un huerto, y ni lo riega. Y mantenerlo significa, crear artículos “interesantes”, un grupo de seguidores interesados en ellos y fieles, ser original, y paga el puto hosting sin poner publicidad.
Creo que algunos habéis confundido el 404 con los sistemas de backup. Van ligados, pero no tienen nada que ver.
El NODO…. Ay…. He disfrutado estos días viendo los “descartes” del NODO, y con ello, como se conserva todo ese archivo (que no dudo, que esté digitalizado, además de lo épico de los 3º). Lastima que como no es un programa donde se despellejan tertulianos ni se baila o cocina, pasara sin pena ni gloria…
Y si, desde hace unos años, tengo la costumbre “Diogenica”, de almacenar en mis NAS todo cuanto me interesa… “por si…”
Añadiré, que además de lector de este blog, muchas veces busco artículos de antaño donde me suena que algo se dijo, y me da una puta rabia del quince, que algunos de esos enlaces, estén caídos.
Lo escribí semanas atrás: nada como verse «Mad Max: Más allá de la cúpula del Trueno», para tener una epifanía al respecto y entenderlo todo, pero todo, de una vez y para siempre jamás. Una experiencia lisérgica como pocas…
Sorry, se me quedó en el tintero: Nuestro olvido no se debe únicamente a razones biológicas y naturales, no, también responde a otras razones íntimas que ni siquiera conocen los que olvidan.
Y, además, hay otra memoria «interna» cuya complejidad es inextricable y que responde a eso que llaman inconsciente, en el que una de sus características principales es que se caracteriza por que en ese espacio, los olvidos son la forma más tenaz de la memoria.
Pero esto ya sería entrar en otros temas tan espinosos como apasionantes.
Cuando tu hablabas del fin del olvido yo indiqué
Cualquier historiador te dirá, que el soporte digital es muy efímero comparado con el soporte en papel. Al menos yo he perdido casi todo lo que tenía en soporte digital escribí, porque el soporte, de diskettes, CD,… o han perdido la capa magnética, o han desaparecido tanto el Hardware como el software que permitía su uso.
Además, a eso hay que añadir que no es fácil recuperar contenidos que existen en Internet, Antes Googlea tenía una serie de reglas que permitían la búsqueda mejor que ahora.
Pa’ mí que exageras un pelín cuando dices lo que dices de los CD. Bueno, un pelín de varios kms de largo.
Mi ordenador no tiene ya reproductor de CD·s como no tiene boca para data cartridges, cintas de casette, diskettes de 8″, 5¼» y de 3½».
De todos esos formatos tengo en mi casa informacion de programas, que además no creo que se puedan leer porque con el tiempo la capa magnética se vuelve quebradiza. EEn cambio se conserva en perfecto estado una libreríia con libros heredados de mi padre,
Vamos a ver… nos vendieron que los CD’s durarían tres vidas mínimo… y la realidad fue muy diferente…
Los “profesionales” (ese CD que comprabas de tu grupo favorito) quizás sí. Los Cd sobre los que acababas haciendo copias, pues no. Cada vez peores calidades, y no solo los “CD de chinos”, sino de marcas como Verbatim, Sony, etc). De lado queda (nunca mejor dicho) la manía de la gente, de dejar los CD fuera de sus fundas, y cuando eso pasaba, poner el lado impreso sobre la mesa. Error. Si se rayaba ese lado, era cuando el laser traspasaba y a tomar viento. Por eso empezaron a vender aquellos rotuladores para marcar esas rayas (entre la realidad y la leyenda urbana, elegid vosotros).
Lo cierto es que hoy día, el disco mecánico sigue siendo el mejor soporte. Incluso mas que el SSD. Eso sí, sabiendo que hay una fecha de caducidad y por tanto un riesgo. La cinta magnética, es lo único que aun estaría por encima (en formato DAT), por las redundancias de errores).
A Gorki, decirle que a menos que su “pc” no sea un portátil, ha encontrado una joya, porque no hay pc hoy día, que no incorpore no solo una unidad lectora de CD (10€), sino el modulo de lectura de tarjetas de memoria y de DNI.
Mi PC de 2016, All-in-One de la marca Lenovo, menos pa’ diskette tiene para todo lo demás.
Funciona todo perfecto, (gracias a que pude parar in extremis las nefastas actualizaciones del W10 ya hace algunos años) y, por supuesto, mis CD grabables y regrabables, (al menos hasta donde yo sé, y vienen de antes de ese PC de 2016), siguen funcionado como si tal cosa.
Sin embargo, hay que decirlo, el que ya no funciona como si tal cosa soy yo mismo. De ahí que mi pediatra siempre me recomiende cuidarme mucho ya que, como decía, si no recuerdo mal, Oscar Wilde, «Un cuerpo, si se lo cuida bien, puede durar toda la vida», aunque se dice por ahí que está mal atribuida, y que más bien es de Noel Clarasó, que no lo conocen ni en su casa a la hora de comer.
Pues eso, que me cuido y espero superar a mi Lenovo de 2016.
Vaya… creia que seguias con un PC de 2006 y con Win XP… segun nos has contado en infinitas ocasiones… XDDD
Of course!!! Ese está al lado del otro, solo que lo tengo para otros menesteres que no se pueden confesar. Y, con XP, que va como un tiro.
Y disculpa, pero del que corre bajo W10 hablé decenas de veces…
Mi PC es un HP PRODESK tiene todo tipo de salidas pero no tiene aparatos lector de CD.
Hoy si deseo guardar algo digital en mi casa, lo hago en un pendriver, (No se cuanto tiempo habrá aparatos capaces de leer el contenido)-
En Pen-drive, dices? Santo dios bendito, virgen del amor hermoso, otro suicida…
El problema no van a ser los aparatos para leer, sino que no peten internamente cuando menos te lo esperes…
Hace un tiempo escuché una analogía que podría servir en este caso.
Decía uno de los que hablaban que los romanos construían mejor que los de la actualidad, que no había más que mirar los puentes que aún resisten. El otro le respondió diciéndole que, efectivamente, había muchos puentes en perfecto estado pero le preguntó que cuántos puentes de la épica romana habían llegado hasta nuestros días.
Con lo de los «medios digitales» podríamos pensar de manera análoga: ¿son peores que los papiros, libros, papeles o lo que sea de hace siglos porque esos fueron capaces de llegar hasta nuestros días con su contenido prácticamente intacto?
Antes de preguntarme eso pensaría en cuántos libros, papeles y papiros se conservan y cuántos han desaparecido y en que, probablemente, dentro de mil años habrá un determinado número de diskettes, CD, DVD, discos duros, etc. que estarán en perfecto uso a pesar de que los otros cienes y cienes de trillones hayan pasado a mejor vida.
No se puede haber ido más desencaminado en los ejemplos: el problema NO es el soporte, el problema es el lector. Así que, una vez más, Mad Max: Más allá de la cúpula del trueno, y entonces y de repente lo entenderás todo, (para este tema, la parte de la tribu de niños, el Capitán y el Mañana Mañana…).
Quizá tengamos que asumir que la vida, a nivel individual y colectivo, ahora y siempre, no es más que una sucesión de instantes con algo de trasfondo, un presente emergente con solo un margen limitado de memoria (el límite no es solo lo que podemos almacenar, sino lo que podemos gestionar, recuperar y reutilizar), y que al final tenemos que acostumbrarnos a vivir con lo que podamos llevar y mantener vivo con nosotros en ese presente en forma de estructura y contenido cognitivo interno y construcción y depósito cultural externo. El problema al que habría que hincar el diente es cómo podemos optimizar no solo la cantidad sino la calidad de lo que acaba metiéndose en esas maletas escasas para este viaje (en caso de que queramos optimizarlo más allá de las propias y naturales fuerzas del «mercado» que lo domina todo, claro…).