La banca tradicional se enfrenta a su disrupción

IMAGE: George Hodan - PublicDomainPictures.net (CC0)

Son, sin duda, uno de los símbolos del sistema capitalista tal y como lo conocemos. Y cada vez más, la automatización de procesos y la aplicación del machine learning se acercan a un escenario de disrupción a manos de los llamados «neobancos«, compañías fintech, apps, plataformas digitales o gigantes tecnológicos como Amazon, Google, Apple y otros, hasta operadoras de telecomunicaciones, que amenazan con deconstruir la cadena de valor de la banca tradicional pieza por pieza. Tecnología, desintermediación y automatización avanzada de la transaccionalidad gracias al machine learning son las piezas que están dando lugar a una tormenta perfecta de la que no se está hablando lo suficiente, pero que muchos ven venir con auténtico pánico mientras esperan inútilmente que algo o alguien salga a protegerlos de la lluvia.

No, el problema de la banca no es que surjan startups más ligeras y con propuestas más atractivas para algunos segmentos de clientes como los que viajan mucho, que esas startups se hagan con licencias bancarias en países como Lituania, que la mismísima Google se plantee ofrecer cuentas corrientes, o que surjan fórmulas nuevas, con marcas imaginativos o con capitalizaciones crecientes. El problema no es ese, como tampoco lo son los vanos intentos de los reguladores por evitar el proceso aludiendo a los posibles riesgos para los usuarios o a la asimetría de algunos competidores. El problema es que cada día más, cualquiera puede plantearse ser un banco.

Como tal, el negocio bancario no es intrínsecamente muy rentable – o será difícil que lo sea – en un escenario de creciente automatización y transparencia, pero sí ofrece muchas posibilidades interesantes como complemento a otros negocios, que además, en muchos casos, pueden extrapolar la confianza que generan en sus clientes y situarse por encima de la banca tradicional y su muy maltrecha imagen de cara a los usuarios. ¿Tiene sentido que muchos bancos tradicionales ofrezcan brillantes resultados, cuando hablamos de un negocio transaccional cada vez menos específico y con menos valor añadido?

Veremos bancos que desaparecen como tales, para que sus funciones vayan siendo progresivamente absorbidas por compañías de consumo que ofrecen crédito a sus clientes, por universidades que invierten en sus estudiantes y gestionan sus ahorros y transacciones, por especialistas en inversiones con estructuras ligerísimas y comisiones minúsculas, o por empresas online con reputación impecable de servicio al cliente. La automatización, que llegó sustituyendo puestos de nivel bajo en banca e inversiones, ya desplaza a algunos de los puestos con sueldos más jugosos en las élites financieras.

Una tarta, la de los servicios bancarios, cada vez más deseada por un mayor número de actores, que ven la posibilidad de hacer las cosas mucho mejor que como lo hace la banca tradicional, en muchos casos con estructuras sobrecargadas de sucursales físicas y plantillas aún enormemente sobredimensionadas, a pesar de las oleadas de despidos y prejubilaciones de los últimos años. La reputación de especialistas de los bancos, en entredicho: ofrecer servicios bancarios sin ser un banco tradicional nunca ha sido más sencillo. Basta constituir una startup, montar una propuesta de valor que suene atractiva a determinados segmentos de clientes, y dejar que la prensa y el boca-oreja haga el resto. ¿Problemas de confianza? Para muchos servicios bancarios, se puede poner a prueba durante mucho tiempo a una compañía sin necesidad de arriesgar demasiado, como ocurre con todos esos padres que envían a sus hijos de Erasmus con tarjetas de neobancos cuya publicidad no han visto en ningún sitio, pero que les funcionan de maravilla para lo que ellos quieren. En ocasiones, la elección se hace simplemente por un criterio de rebeldía: estamos tan tremendamente hartos de la banca tradicional, que simplemente, queremos probar otras opciones. Algo que, obviamente, no ocurre en todos los segmentos de clientes, pero que sin duda, constituye un fenómeno en evolución y crecimiento.

¿Qué es mejor? ¿Ver como neobancos, compañías fintech y similares van comiéndote el terreno en determinados segmentos de clientes, o simplemente, pensar que el futuro es que los servicios que ofreces los ofrezcan compañías de otros tipos, ajenas al negocio bancario, que simplemente ven en ellos una oportunidad de ofrecer más posibilidades flexibilidad o condiciones a sus clientes, incluso con la posibilidad de estabilizar gracias a ello su tesorería?

Si trabajas en banca, no es mala idea ir pensando en tu reinvención profesional. Cada vez hay menos vacas sagradas, y este tipo de dinámicas de disrupción no esperan por nadie.


This article was also published in English on Forbes, «Why aren’t we talking about banking disruption?«


13 comentarios

  • #001
    Garepubaro - 9 diciembre 2019 - 16:21

    Esto ya no da para mucho mas las maquinas se dedican a producir de todo, biens y servicios, pero no necesitan, lo malo lo pernicioso, salir a pasear por los centros comerciales los fines de semana y consumir, asi que podria salir mal? … el sistema llega a su perfeccion absoluta, todo produccion y nada desgaste y consumo … merece la pena que la Humanidad dure mucho mas o mejor sera que se pierda y ya esta … tiene toda la pinta

  • #002
    Pepe Perez - 9 diciembre 2019 - 17:00

    Te estás olvidando de las regulaciones estatales y las garantías que otorgan al usuario. Para calderilla si, pero para poner los huevos grandes todavía no.

  • #003
    Paco - 9 diciembre 2019 - 17:32

    Los bancos tradicionales pretenden comisiones por mantenimiento de cuenta, de tarjeta, por emitir certificados de titularidad, etc. Sin embargo, cad vez más, el horario de caja-mostrador es de 2 horas a media mañana 2 días a la semana, en algunos para parte de las operaciones en la sucursal hay que pedir cita previa, los operarios están más a vender thermomix, móviles y smartv financiados que a realizar operaciones bancarias, si necesitas pedir asesoramiento ya entras desconfiando por si te la van a tratar de meter doblada. Con ese plan, la percepción es de que aumentan las comisiones, pero se reduce el valor añadido más allá de una mera hucha para almacenar metálico, la presencia física no sólo no aporta valor añadido, sinó que se trata de un lastre que genera sobrecostes que se repercuten a los clientes. De hecho, para quien trabaja, los bancos suelen tener un horario comercial de oficina de lo más restringido, lo que dificulta todavía más el hacerles una visita.

  • #004
    Gorki - 9 diciembre 2019 - 18:02

    Haber vivido mucho, hace que casi todo ha ocurrido anteriormente. La «disrrupción» de la banca, es la segunda, la primera la produjo el ordenador,

    En los 60/70, la Banca no se preocupaba de los particulares, de ellos se preocupabam las Cajas de Ahorro.

    Todo se contabilizaba a mano y los movimientos de los particulares no interesaban, que se centraba en grandes sumas de dinero, como financiar materias primas, metálico para el pago de las nóminas o prestamos a los organismos estatales.

    Aquí una fotografía de un banco http://www.chavsa.com/wp-content/uploads/Foto-oficina-antigua-500×393.jpg

    Los bancos tenían pocas sucursales y estaban en contadas ciudades.

    Las Cajas de Ahorros se interesaban por el público, eran «Montes de Piedad» y daban «empeños» como «obras de caridad» hacia los menos pudientes, y desde hace poco, (Ley de la propiedad horizontal de 23/07/1960), financiaban viviendas a la clase media mediante hipotecas, pues la Banca no reaccionó a tiempo.

    Llegó la «disrupción» del ordenador

    Supuso la rebaja del coste de una transacción y hacer interesantes los pequeños pagos, la luz, el agua, el colegio de los niños, …. e incluso emitir tarjetas de crédito.

    Como empezaron a sobrar miles de administrativos, los bancos abrieron cientos de oficinas con directores, cajeros e interventores, reciclados de los contables. Abrieron sucursales en cada barriada con cajeros automáticos

    Llegó la «disrupción» del internet

    No hacen falta oficinas y ha vuelto a bajar el coste de una transacción, de modo que pagos pequeños, el autobús, un café, la peluquería… pasa a ser interesantes..y aparecen nuevos competidores

    ¿Que puede pasar? – Pues que la Banca se adapte a la nueva situación y saque sus tarjetas monederos, pagos por teléfonos etc etc. y cierra las sucursales obsoletas, dejado unas pocas como tenia antes . o e no son capaces de dar el paso y los nuevos les desplacen y se ven obligadas, si o si. a cerrar las sucursales

    En cualquier caso la Banca se quedará con lo que es el «core» de su negocio, los movimientos de dinero grandes, como financiar materias primas, metálico para el pago de las nóminas o prestamos a los organismos estatales.

    Me parece muy interesante, (otra cosa es que tengan éxito) , la orientación que están probando a dar a las sucursales, (Santander Work Cafe https://www.bancosantander.es/es/particulares/banca-online/santander-work-cafe). un ibtento de sacarlas utilidad de otra forma en vez de cerrarlas

  • #005
    Javier - 9 diciembre 2019 - 18:15

    Hay algo que Enrique explicó muy bien en su libro «Todo va a cambiar» y es el hecho de que ya nadie va a poder emprender un nuevo negocio sin aceptar que el feedback por parte del usuario es imprescindible y condición sine qua non. Ninguna empresa que quiera tener prestigio y que quiera fidelizar clientes puede prescindir de las valoraciones de los usuarios, y si haces las cosas mal se sabrá, no podrás taparlo. En eso Amazon va adelantada a años luz del esclerótico sector bancario español y espero paciente con un buen barreño de palomitas para disfrutar el momento en que los de Bezos se metan en el negocio bancario. Como diría Jose Luis Moreno en la película Torrent… «veo dolor, mucho dolor…»

  • #006
    Xaquín - 9 diciembre 2019 - 19:18

    Cuando Capone reinaba en el hampa USA, los bancos eran lo que eran, como ya eran por cierto en la antigua Mesopotamia (parecido más, parecido menos). Pero ahora la mafia está instalada ya de partida en gobiernos y empresas, en traficantes varios que solo «de pasada» son ilegales. Por ejemplo la privatización de la defensa estatal, la corrupción generalizada con fondos de inversión y paraisos fiscales… la ingeniería fiscal que hace del robabillones un elegante burgués de superúltima hora.

    Pero la banca tradicional sigue pensando en modo rothschild y rockefeller. Como si aún estuvieramos en los tiempos de la GM y la Standard Oil. En fin…

  • #007
    José Ignacio - 9 diciembre 2019 - 19:42

    Capilaridad… Ahora mismo la banca tiene una red comercial con muchísimas más capilaridad que la que pudiese alcanzar ninguna plataforma on-line y para ello tenemos como ejemplo la telefonía móvil.

    ¿Por qué las compañías de móviles tienen un churn de cliente cercano de entre un 10 y un 20%? Es decir, el 20% de mis clientes se me van todos los años y me llegan clientes nuevos de otras compañías e incluso clientes antiguos míos. ¿No podían hacer algo para impedir eso? Sí, sí que lo podrían hacer pero:

    * Si cortan ese churn, dejarían de tener altas
    * Si no tienen altas, su red de distribución (no hablo de «flag ships» sino de franquiciados) dejaría de comisionar (pues comisiones en base a alta nuevas que hacen)
    * Sin ingresos, el franquiciado quebraría en poco tiempo
    * Una vez que un franquiciado de una compañía de móvil desaparezca, el resto ocupan su lugar y esa compañía pasa a ser residual en la zona/ciudad/población

    Hay cerca de tropecientas compañías de telefonía y al final se venden las que tienen ubicación física porque la capilaridad es su principal ventaja competitiva frente al resto. No hay más que ver a MásMóvil, la cual ha crecido en base a red de franquiciados.

    ¿Habrá compañías como O2 o PepePhones que no necesitarán presencia física? Claro que sí, pero ¿comparamos el número de clientes de PepePhone con el de Orange? Al final no dejan de ser compañías de nicho

    Esto mismo pasa con los bancos. Si Ana Patricia Botín decidiese mañana cerrar su red de oficinas completamente y pasar a vender por Internet, símplemente el Banco Santander desaparecería del mapa en las poblaciones donde tenía oficina (al igual que ha pasado con Bankia cuando la UE obligó a cerrar oficinas en pueblos).

    No habría mejor noticia para las fintech que mañana anunciasen los bancos que cierran oficinas porque de esa forma éstos perderían su principal ventaja competitiva y toda la capilaridad de su red comercial.

    • Gorki - 9 diciembre 2019 - 21:41

      Pero el gran cambio es que ahora no hace falta tanta capilaridad. El 90 % de los contactos con el banco son a través del cajero automático y la correspondencia física, o digital y solo como mucho, un 10% de los contactos son con un empleado.

      Si vas a ir a hablar con un empleado, siendo tan raro como ir al dentista, no te importará desplazarte a otro barrio para ir al banco, por tanto al menos 2/3 de las oficinas sobran. Si abrierán un tabuco con horario amplio en los Hipermercados y Centros Comerciales, (donde se puede aparcar sin problema), seria suficiente.

      • Ernesto Cardenas - 10 diciembre 2019 - 13:16

        Segun que publico, por aquí la capilaridad es importante si tienes publico que recien se esta bancarizando, hay colas en algunas agencias (en super, habilitadas para ello) luego de horas de oficina, y por otro lado se habilitan pequeños comercios como farmacias o ultramarinos como pequeños agentes para algunas operaciones. No todo hay que verlos desde el punto de vista madrileño en que la hora de atención al publico es escasa.

  • #010
    Tomás Pulido - 9 diciembre 2019 - 20:29

    Los bancos hacen muchas cosas, pero ninguna del todo bien. Hipotecas con clausulas abusivas y desmedida vinculación, fondos de inversión con nula rentabilidad y altísimas comisiones (cuando no preferentes y otros juegos de trilero), comisiones, colas, horarios imposibles, y una actitud desmedidamente comercial donde lo mismo da venderte una alarma de Securitas Direct, que un móvil o una pantalla plana en cómodos plazos para cazar incautos que no se paran a hacer números.

    No morirán, pero quedarán como un servicio de nicho para analfabetos digitales. Da igual que intenten modernizarse y monten oficinas chulisimas con cafeteras y videowalls en cada pared, siguen acarreando unos costes enormes que sencillamente las plataformas 100% digitales no van a tener (sucursales, personal, cajeros, seguridad, custodia de caudales…).

    Por lo pronto Apple ya tiene su Apple Card, una tarjeta con financiación automática, que te devuelve el 2% de todo lo que pagues con ella, a años luz en seguridad de cualquier otra tarjeta (no tiene números impresos, emplea números de transacción únicos, utiliza el FaceID…) y con una interface que de verdad sabe aprovechar la tecnología disponible para por ejemplo mostrar el logo y el nombre comercial del establecimiento donde has comprado (adiós a nombres ininteligibles en el extracto que ni son capaces de aprovechar el geoposicionamiento para dar algún dato relevante).

    Deseando que Google/Facebook/Amazon muevan ficha

  • #011
    Enrique - 10 diciembre 2019 - 08:03

    El problema de la banca es ser precisamente … bancos. Ser un banco implica una extraordinaria regulación porque al tomar depósitos del público en la práctica implica una garantía estatal de devolución por encima del seguro de depósitos. Como la banca crea dinero prestando asume un riesgo de crédito y liquidez que el supervisor tiene que controlar ya que si las cosas van mal como pasó con las extintas cajas de ahorro el estado ha de salir al rescate. Como consecuencia a la banca se le ha impuesto una compleja regulación y se le exige casi un 12% de capital sobre activos. Levantar capital cuando la rentabilidad del mismo está por debajo del coste es tarea imposible. Como consecuencia el modelo de la banca se ha esclerotizado y ahora está poco menos que indemne ante el cambio tecnológico. La regulación les protegió durante mucho tiempo y al final ahogará su modelo de negocio. En mi opinión, una solución sería crear escisiones totalmente digitales de los bancos actuales para ofrecer servicios financieros. Aún tienen la marca, y los clientes. Va a ser muy difícil que todos los bancos actuales sobrevivan.

  • #012
    Juan Carlos - 10 diciembre 2019 - 10:51

    Bancos hace años lanzaron banca online, sin oficinas o un par de ellas principales ciudades creo pueden seguir funcionando diversificando servicios.
    Tema viene personas apenas hacen uso de móviles, ordenadores, no saben leer ni escribir… Hay una importante cantidad de ciudadanos que todavía caja o van analitzar sus operaciones

  • #013
    Foro de inversión - 11 diciembre 2019 - 18:27

    Hace ya algún tiempo que se venden los coches más baratos financiados que sin financiar. Cosa impensable hace unos años, y es que unas comisiones y unos intereses no le vienen mal a nadie.

    Hay cada vez más empresas de microcréditos, más pasarelas de pago y más tiendas online que nos ofrecen pagar a plazos y sin intereses.

    Pero la verdadera revolución está en el mundo de las criptodivisas. Hoy la gente solo conoce Bitcoin y cree que solo es pura especulación, pero la blockchain tiene mucho que decir en las transacciones del futuro. Los grandes bancos ya se han subido a Ripple, Tron se prevee la moneda de los videojuegos del futuro, y lo más importante: Facebook sacará su nueva cripto muy probablemente el año próximo, teniendo, eso sí, en contra al gobierno americano, a los bancos y al FMI.

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