Ganar dinero y cambiar el mundo

Los resultados trimestrales de Alphabet, empresa matriz de Google bajo la que cobija todos sus proyectos, reportaron unos ingresos de 36,169 millones de dólares, algo por debajo de lo esperado debido al impacto del tipo de cambio del dólar y a la multa récord de 1,700 millones de dólares impuesta por la Unión Europea, una circunstancia sobre la que la compañía ya había emitido una advertencia previa. La compañía creció un 17% frente al 19% esperado por los analistas, lo que dio lugar a una caída del 7.34% previa a la apertura de los mercados.

Sin embargo, lo que más llama la atención no es eso, sino los resultados del capítulo «other bets», en el que la compañía incluye a subsidiarias como la destinada al desarrollo de vehículos autónomos, Waymo; la dedicada a la investigación en ciencias de la salud, Verily; el proveedor de acceso mediante fibra, Google Fiber; y algunos proyectos más (Calico, Chronicle, DeepMind, Jigsaw, Loon, Sidewalk Labs y X): pérdidas por un total de 868 millones de dólares, frente a 571 millones del mismo trimestre del año anterior.

La estrategia parece clara: una compañía que cambió el mundo con su buscador, sigue viviendo – y muy bien – de sus resultados (la compañía vale actualmente en torno a los 900,000 millones de dólares), pero además, trabaja en proyectos con importantísimo potencial para cambiar el mundo y que tienen un ciclo de incubación como negocios enormemente largo e incierto. Cuando crearon Alphabet, el holding destinado a hacer bets (apuestas) sobre proyectos en fase alpha (temprana), lo dijeron claramente: «Google is not a conventional company. We do not intend to become one». Las compañías convencionales no se dedican a abrir proyectos sobre temas como la conducción autónoma, la curación de las enfermedades, la posibilidad de mejorar la vida en las ciudades o la idea de ofrecer acceso a internet mediante globos. Esos proyectos, con más vocación de cambiar el mundo tal y como lo conocemos, podrían eventualmente terminar ganando dinero y convirtiéndose en buenas inversiones, pero en el momento de plantearlos representan un riesgo tan elevado, que muy pocas compañías se decidirían a acometerlos. Es una idea de emprendimiento llevada a unos límites prácticamente imposibles o difícilmente planteables por su escala para cualquier compañía, que Google pone en marcha por una constelación de razones que van desde el interés más personal hasta el más colectivo, y que ejecuta con todo su arsenal de herramientas estratégicas.

¿Cómo calificar un proyecto que invierte cientos o miles de millones en desarrollar tecnología para que un coche conduzca solo, que una vez que obtiene una madurez razonable aún tiene que invertir bastantes más miles de millones en una flota enorme y en una fábrica propia, y que, posiblemente, cuando esté desarrollado y funcionando, tenga que enfrentarse a múltiples competidores en ese ámbito? ¿O a una compañía que desarrolla el mayor estudio longitudinal de salud de la historia, con diez mil voluntarios que se someten periódicamente a analíticas de todo tipo? Proyectos de ese tipo pueden, eventualmente, tener un potencial económico enorme… pero todo indica que esa no es la razón para ponerlos en marcha, porque desde un punto de vista de análisis de riesgos, es muy difícil encontrarles sentido. Que sí, que desde hace algún tiempo, UBS anunció que valoraba Waymo en torno a los $135,000 millones en función del importante liderazgo que había logrado obtener sobre sus competidores, pero no, el proyecto no se puso en marcha por esa razón. Es más un «alguien tiene que hacerlo», un «aquí hay un problema importante que resolver» o un «cambio el mundo porque puedo hacerlo y porque creo en ello», pero que no forma parte de un análisis económico estándar tomado de manera aislada.

Ganar dinero es importante. Mantener contentos a tus accionistas también lo es. Pero si además, sabes que puedes cambiar el mundo a golpe de moonshot, eso puede llegar a ser mucho más importante y valer mucho más la pena en términos de motivación, de objetivo vital, de misión o de causa. ¿Valdría más o menos Google en el mercado sin ese tipo de proyectos? Podemos criticar lo que queramos a Google o a las empresas tecnológicas en general, pero qué bueno es que pueda haber proyectos y visiones así…


This post is also available in English in my Medium page, «Making money and changing the world: are they compatible?«


8 comentarios

  • #001
    Gorki - 30 abril 2019 - 14:50

    Curuiosamente, quienes pretendían un “cambio el mundo porque puedo hacerlo y porque creo en ello”, eran las órdenes religiosas. De los Monasterios, salió el primer «polder» de Holanda, las primeras universidades , los primeros hospitales y manicomios.

    También la primera fábrica de cervezas, los primeros negocios de copia de libros, los primeros sistemas de notación musical. y los primeros experimentos de «comunidades socialistas», así como financiaron observatorios astronómicos, bibliotecas, tipos de arquitectura, escuelas de traductores,…

    Y esto, no es ni mucho menos exclusivo de los monasterios cristianos, no importa la religión, el budismo, los aztecas, o los árabes, las comunidades religiosas, siempre se han apuntado a un “cambio el mundo porque puedo hacerlo y porque creo en ello”.

    Sin embargo, ellos tenían asegurado el premio, si no en esta vida, en la «otra», así que arriesgaban poco, si una universidad, un hospital, una leprosería, o un podler, terminaba no siendo negocio en dinero, era negocio en «premios para después de muertos».

    Pero los accionistas de Google, en su conjunto, no desean un premio, para «la otra vida», sino para esta, ¿Como justifican los directivos de Google meter dinero en asuntos que «tienen un ciclo de incubación como negocios enormemente largo e incierto»

    Habrá que oír las cosas que se dirán en las Juntas de Accionistas, se explica que Google haya caído en su cotización

  • #002
    xaquin - 30 abril 2019 - 18:56

    Discrepo mucho de esa idea que firma Gorki, sobre que la iglesia(s) favorece o favoreció la creación de centros culturales (y otro tipo de empresas económicas) para ganarse el improbable paraiso. Las iglesias del mundo construyeron centros de domesticación por todo el ecosistema terrestre para mantener el poder, primero religioso y luego ya civil ( el obispado romano era religioso-civil, como lo dictado por el Islam). Cuando los sacerdotes de la tribu necesitaron «globalizarse», ya no llegaba el ecosistema poblado.

    La escuela y universidad católica (o de otra religión) tiene como fin adoctrinar en determinados aspectos que eviten la consecución de un equlibrio positivo para el ecosistema terrestre. No trata para nada de organizar cuerpos y mentes para llegar sanos de espíritu al paraiso. Su fin real es terrenal a tope. Y ante el avance tecnológico de la sociedad exprime al máximo el posible conocimiento humano (pensamiento clásico griego, por ejemplo,) para impedir una evolución natural, que beneficie a la humanidda globalmente.

    Los accionistas de Google seguro que son de la escuela universitaria católicacapitalista. Pero también puede ser que, igual que irrumpió el cristianismo tarsiano para desestabilizar el imperio romano, pueda irrumpir un tipo de humanos «accionistas» que se quieren hacer ricos sin necesidad de destrozar el ecosistema terrestre. Porque, a diferencia de los romanos, están notando que el acabar con el ecosistema es la mejor forma de acabar con la especie humana.

    Quien sabe, puede haber un tipo de humanos que no buscan futuros paraisos religiosos, pero si buscan remediar en lo posible el toque paradiasiaco que tenemos en la Tierra. No todo ser vivo tiene que tener el cerebro de dinosaurio de un Trump y similares.

    Por desgracia para Europa, que duerme desde hace años en los laureles imperiales, en los USA, además de fiebres del oro, tiene la sana costumbre de favorecer fiebres del saber.

    • Gorki - 30 abril 2019 - 21:03

      En Valencia se encuentra aun en pie la puerta de el primer manicomio en el mundo, el Hospital de Ignoscents, Folls e Orats se abrió en 1409 Fray Joan Gilabert Jofrè,

      Cuenta la leyenda que este monje dedicó su vida a la atención de los enfermos mentales y así lo interpretó Sorolla en un conocido cuadro.
      https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/1/12/Jofre_sorolla.jpg/600px-Jofre_sorolla.jpg

      Pero como tu bien dices, probablemente eran «centros de domesticación por todo el ecosistema terrestre para mantener el poder, primero religioso y luego ya civil», porque ya se sabe lo peligrosos que son los locos para el poder.

      Probablemente para lo mismo, aunque no se vea tan clara la relación, se crearon las bibliotecas medievales como la Sankt Gallen (Suiza) fundada en el año 613 o el Hospital del Santo Spirito de Roma, que fue fundado en el año 717 por orden expresa del Papa, o la primer universidad en el Nuevo Mundo, la Universidad Santo Tomás de Aquino en la República Dominicana por la bula In Apostolatus Culmine de Paulo III del 28 de octubre de 1538.

      Realmente muy perfecta debe ser la política de la Iglesia, pues para someter a la sociedad, llegan hasta la construcción de hospicios y de asilos de ancianos, en un claro afán por abarcar todas las capas sociales y generacionales de la población.

      • xaquin - 1 mayo 2019 - 21:37

        También los monasterios fueron centros de reproducción de imformaciones vitales que se fueron dando desde que se inventó la escritura. Pero resulta que no todo se copiaba y así perdimos mucha información, por ejemplo, de filosofía clásica griega no aristotélica. Incluso los libros menos peligrosos eran escondidos, para ser leidos por determinadas autoridades y así saber como mantener mejor el poder eclesial. No solo era pornografía lo que perseguía el estamento clerical.

        Las órdenes religiosa, desde las medievales hasta las modernas no eran organizaciones precisamente liberadoras. Nada que decir nuevo sobre Templarios (banqueros a tope), por ejemplo. Y nada que decir de la dominación que supusieron desde dominicos a jesuitas. Especialmenet con la llamada enseñanza crsitiana.

        Y nadie niega que hubo dominicos y jesuitas, auténticos seguidores de Cristo (del vanagélico!) que desperdigaron su vida por los continentes asiático, africano y americano. Hasta hubo un cristianismo «revolucionario». Pero los colegios «de curas» no fueron centros de liberación cultural precisamente. La excepciones nunca confirmaron la regla.

        Y sigo negando la mayor : las iglesias no buscaban ganar el Paraíso, todas las iglesias (quizás sea diferente el budismo) tenían muy claro ( su jerarquía) que su triunfo estaba en el ecosistema terrestre.

        • Pedro Torres Asdrubal - 9 mayo 2019 - 14:08

          Estáis siendo maniqueístas los dos.

          La iglesia, como todo, fue un reflejo de la cultura de la época, los usos y costumbres. Ni mala ni buena, representativa de su epoca.

          La ciencia nos ha llegado gracias a generaciones de creyentes, como Newton, que escribió mas sobre religión que sobre ciencia.

  • #006
    menestro - 30 abril 2019 - 20:15

    Pues yo siempre he considerado la matriz de Ansoff como un clásico de la diversificación del riesgo.

    Es que no se concibe de otra manera en los EE.UU. desde los años 60, en el ámbito de la planificación estratégica y el nacimiento de las startups. Y de ahí viene todo ese flujo de inversión en el Valle de San José y Palo Alto. Originalmente, no eran fondos de inversión, sino compañías que seguían esa estrategia.

    En Japón se seguía una filosofía parecida con los Zaibatsu desde la época feudal. Es un clásico de la gestión comercial y de negocio.


    The Risky Business of Diversification

    • Gorki - 1 mayo 2019 - 00:56

      Tal como yo lo entiendo la matriz de Ansoff, lo que se aconseja es:

      1.- Aumentar el consumo de tus productos entre tus clientes, En caso de Google incitarnos a poner mas publicidad en el buscador.
      Algo que ya hacen pues a mi me llegan regalos de 75 US$ para que pruebe a poner anuncios en Google

      2.- Buscar nuevos clientes para tus productos. En el caso de Google también lo hacen. pues el regalo se lo hacen a mi, un particular, que en principio no era su clente tradicional que son las empresas

      3.- Crear productos para tus clientes. En el caso de Google seria Youtube, Blogger y Google Maps, que busca crear nuevos productos para que sus clientes pongan anuncios en ellos.

      4. Crear nuevos productos para nuevos clientes, o sea diversificar que es lo que hace Google metiéndose en la conducción automático, pero que los clásicos aconsejan tomar en último lugar porque ofrece menor seguridad, pues entras en negocios alejados de tu conocimiento y en mercados desconocidos, por lo que hay un mayor riesgo al fracaso.

      Una diversificación inteligente de Google, (me parece), es el hosting en la «nube», (como antes hizo Amazon) pues ahí están ya por necesidades del negocio y es solo encontrar clientes o el reconocimiento de voz, pues amplia el uso del buscador, y de paso vale para muchos negocios como .el asistente personal.

      Pero cosas como la salud o la conducción autónoma, se salen mucho de su área, tanto los productos, como de los posibles
      clientes a quien se puedan vender sus servicios. ¿Que sabe Google de la industria del Taxi o de hospitales?

  • #008
    Federico - 2 mayo 2019 - 13:05

    Google monopolio. Ni cambiar el mundo ni «Don’t be evil». Puro maquillaje.

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