Aseguradoras, wearables y el futuro del cuidado de la salud

John HancockJohn Hancock, una de las aseguradoras más grandes y más antiguas de los Estados Unidos, adquirida en 2004 por la canadiense Manulife, ha anunciado que dejará de vender seguros de vida tradicionales y comercializará únicamente pólizas interactivas que registren las actividades de ejercicio y los datos de salud de sus clientes mediante wearables como Fitbit o Apple Watch. La compañía pasará a vender únicamente este tipo de pólizas a través de su subsidiaria Vitality, y finalizará en 2019 la conversión de toda su cartera de pólizas a la nueva metodología.

Este tipo de pólizas están popularizándose progresivamente en mercados como Sudáfrica, Reino Unido y los Estados Unidos, y son vendidas como una ventaja tanto para los usuarios, que tienen así un incentivo adicional para llevar una vida más saludable, como para las aseguradoras, que consiguen una cartera de clientes con hábitos más saludables que tiende a vivir más tiempo y a generar menos indemnizaciones. Sus detractores alegan, en cambio, que la aseguradora puede tratar de optimizar su cartera basándose en los datos obtenidos, tratando de ofrecer condiciones menos atractivas a aquellos que presenten unas variables indicadoras de un riesgo más elevado.

A medida que la tecnología mejora la capacidad de los dispositivos para registrar datos relacionados con el ejercicio y la salud, son más las compañías que se dan cuenta de la oportunidad que este nuevo enfoque puede suponer. Como ya he comentado en entradas anteriores, centrar las críticas en la supuesta falta de precisión de estos dispositivos es absurdo: primero, porque este tipo de variables mejoran rápidamente como lo hacen prácticamente todas las relacionadas con este ámbito, y segundo, porque la ausencia de unas métricas de nivel clínico se compensa con una riqueza de datos espectacular, que llegan en el caso de un wearable incluso al registro prácticamente continuo, frente a la inconveniencia de los dispositivos dedicados. Es evidente que un electrocardiógrafo con sus doce electrodos tiene una capacidad de registro que un reloj en el que simplemente apoyamos dos dedos no tiene, pero la posibilidad de registrar el pulso durante todo el día y unido a diferentes actividades le da unas posibilidades que el electrocardiógrafo, que se limita a una medida puntual, no tiene. Ridiculizar el impacto de este tipo de dispositivos, descartarlos porque pueden dar lugar a falsas alarmas o no darse cuenta del papel que van a jugar como generadores de datos en el cuidado de la salud en el futuro es, sencillamente, no entender nada de estadística ni de hábitos de vida: la única forma de pasar de un enfoque de salud paliativo a uno preventivo es incrementando el volumen de datos generado y alimentando con ellos algoritmos capaces de interpretarlos de manera automatizada.

En ese sentido, vale la pena leer esta respuesta de un cardiólogo en Quora: lo bueno del Apple Watch, además del hecho de que tanto la American Heart Association como la FDA recomienden o aprueben el producto y su funcionalidad, es el hecho de que lo llevamos puesto todo el día, lo que permite que muchas personas que no son conscientes de posibles problemas cardíacos o que no son capaces de evaluar su sintomatología por carecer de experiencia puedan recibir alertas que les permitan llevar a cabo un control médico sobre dolencias potencialmente muy peligrosas. A medida que llegan las reviews mayoritariamente positivas del nuevo Apple Watch 4, más se refuerza la idea de un futuro en el que este tipo de dispositivos jueguen un papel importante en el futuro del cuidado de la salud, tanto a nivel clínico o de investigación, como de aseguradoras. Y Apple, obviamente, no está sola en este campo: Fitbit ha adoptado ese enfoque transformacional desde hace ya bastante tiempo, y están lanzando ya servicios relacionados con ello. Otras, como Nest, propiedad de Alphabet, han llevado recientemente a cabo adquisiciones como la de Senosis, una spinoff de la Universidad de Washington dedicada al desarrollo de sistemas de monitorización de salud mediante el smartphone, y dejan claras las intenciones de su compañía matriz y de otras de su mismo nivel en cuestiones como la custodia de los datos y registros médicos. Recientemente, Apple presentó una API para que los desarrolladores de aplicaciones puedan trabajar con los datos almacenados en su aplicación de salud, con el fin de permitir que los usuarios puedan, con el nivel de control adecuado, compartir esos datos con distintos proveedores de salud: médicos, hospitales, etc. para recibir desde recordatorios para mejorar la adherencia a tratamientos, hasta la gestión administrativa de servicios.

La evolución de la tecnología la ha llevado ya al punto de poder generar una disrupción radical en el cuidado de la salud, y esa disrupción va a generar, como todas, un escenario con vencedores y vencidos. Entender las variables de esa disrupción y no aferrarse a visiones anticuadas o a tópicos absurdos va a resultar fundamental de cara al futuro.

 

 

 

This article was also published in English on Forbes, “Insurance, wearables and the future of healthcare» 

 

12 comentarios

  • #001
    xaquin - 20 septiembre 2018 - 19:12

    No me gusta ningún tipo de corporación empresarial, y menos las que comercian con dinero (real o virtual).

    Pero tampoco nunca me gustó que enfermedades como previsibles por «ser adicto al tabaco» (velocidad, masoquismo…) no paguen por ello un extra al seguro correspondiente (público o privado). Si alguien juega a matarse, debe pagar por ello una tasa correspondiente para que no recaiga en los seres humanos que tinen cuidado con su salud.

    Supongo que hubo un tiempo que bastaba con mirar para el paciente, para decir lo que podía tener. Seguir así con los avances tecnológicos parece de juzgado de guardia. Persigamos el mal uso de los instrumentos tecnológicos, pero no penalicemos su buen uso.

    Siempre recordaré la anécdota (real) del miembro de protección civil que se llevó un chorreo (espero que nada más) por decirles a cuatro descerebrados que se perdieron en la nive sin estar preparados (y con aviso de nieve) unas palabritas. Que pasa, ¿es que el supuesto pecado original de Eva, conlleva cargar con la imbecilidad ajena?

    Si el médico y un aparatito te dice que lo estás haciendo mal, y quieres seguir haciéndolo, tú mismo te lo comes con pan y lo pagas con tu dinero.

    • Gorki - 20 septiembre 2018 - 23:31

      No estoy de acuerdo contigo Matarse en una curva por exceso de velocidad, o bien, morir de cáncer de pulmón, es desde el punto de vista del seguro, mas barato que el que llegues con una salud de roble a los 70 años ya partir de ahí entres en un suave declive físico, leve pero sostenido, plagado de pequeñas peplas, como pueden ser tener un estreñimiento habitual, palpitaciones cardiacas intermitentes, manchas en la piel que hay que vigilar por ser cancerosas, o simplemente parkinson,

      El seguro no teme al que se mata, sino al que enferma, y es casi seguro que los ancianos, mas pronto o mas tarde, se transforman enfermos crónicos, mientras que los que llevan una vida poco sana, padecen generalmente enfermedades cortas. Les da un infarto, una trombosis, etc.

      • Raul - 21 septiembre 2018 - 09:08

        Vamos a ver. Las aseguradoras buscan maximizar su beneficio, y los mayores costes asociados a personas enfermas crónicas o con una salud historicamente peor asociada a peores habitos deben, necesariamente, pagar más. Punto. Y al que no le guste, que cambie sus hábitos o se resigne. Igual que me parece bien que los seguros de automovil premien a los mejores conductores (via GPS incorporado en el propio vehículo). Los comentarios acerca de que las personas con habitos saludables a la larga le salen más caros a las aseguradora hacen que me entren MUCHAS ganas de reir…. Todos estamos expuestos a una muerte más o menos súbita, estadisticamente supongo que las personas con peores habítos lo sufriran más, pero aseverar que los que se cuidan más son más propensos a enfermedades crónicas de larga duración… por favor.

        • Gorki - 21 septiembre 2018 - 17:45

          Repito que las «personas enfermas crónicas o con una salud historicamente peor asociada a peores habitos» no son los fumadores, ni los conductores locos sino quienes alcanzan vidas mas largas. Por tanto según tu teoría serian los de «vida sana» los que más tiene que pagar.

    • david valladolid - 2 octubre 2018 - 19:14

      En primer lugar me parece fantástico que las empresas intentar seleccionar a sus clientes, yo también lo intento.
      La verdad que desde mi punto de vista no veo cómo se podría vivir sin una sanidad pública, por lo cual, me tomaría muy mal, que quieran cobrarme más por una póliza, porque me guste ver a los spurs en el sofá… en fin

  • #006
    Gorki - 20 septiembre 2018 - 20:37

    Soy mal pensado, pero ya me pasó una vez y lo cuento. En mi etapa Inmobiliaria, (Otro capitlo de mi vida), me especialice en vender casas de herederos de personas humildes, que vendían la casa, como única forma de repartir los escasos bienes del finado.

    Imaginen una modesta casa de los años 20/40, pensada para alojar, mas bien almacenar, familias de 5/7 hijos, situadas en la Calle del Oso, Tribulete, o Delicias, que han pertenecido a personas que nen los últimos 20 años de su vida no han podido mas que poner parches a los desperfectos. Están para entrar con la piqueta por delante.

    Pese a todo, me las quitaban de las manos, pues había jóvenes que les habían pillado con las Cuentas de Ahorro Vivienda, en cuatro años solo habian podido ahorrar por ley 6.000.000 de pesetas y o compraban una casa, o tenían que pagar 1.000.000 a Hacienda. Como el Banco no financiaba mas que el 80%, la casa solo podía valer maximo unos 24.000.000 Pts. el tope alto de las casa que yo vendía, Me las quitaban de las manos. (fue la autentica fogata que alimentó la Burbuja Inmobiliaria)

    Pues bien, yo recomendaba poner calefacción de Calor Negro pues era mas sencillo y barato instalar cables eléctricos que tuberías de calefacción tradicional por todos los suelos de la casa y menos dado a tener fugas.

    Muchos me hicieron caso. Yo no los engañé, pero las hidroeléctricas si, les hicieron comprar unos aparatos muy caros y les retuvieron cautivos de la electricidad, Cuando los tuvieron en el saco, eliminaron la Tarifa Nocturna, que hacía económicos esos aparatos y les pusieron la tarifa habitual, con un mínimo alto, pues los radiadores tiran mucho.

    Soy mal pensado y además conozco a las Compañías de Seguros, buscan la forma de captarte y luego, cuando te amarran, la forma de subirte la cuota y suelen encontrarla.

    Tienes 45 años y te hacen un paquete que es un chollo con un Applewatch de regalo, Una póliza muy baja, por lo del control del corazón. Le hacen el seguro en unas condiciones maravillosas. (el primer año), luego con la escusa que corres poco, fumas y jadeas deciden que tu corazón es una patata te van subiendo la cuota. Dirás, no soy tonto , me cambio, Vete con 46 años y un corazón a medio.gas,a buscar una Compañia de Seguros, viniendo rebotado de una de estas maravillas tecnológicas, Nadie te va a coger sin una póliza brutal, Ya has caído en la nasa de langotas, no tiene medio de salir, así que a pagar hasta que te mueras, cada año mas, porque con los años dejaras de correr como un galgo.

    • Roberto - 23 septiembre 2018 - 13:39

      Conoces sectores, pero te olvidas de un principio básico: cualquier empresa, de cualquier sector, mejor si es un sector sin regulaciones, trata de ser la primera en generar una necesidad, de forma que genere clientes cautivos. No es un tema de eléctricas, ni aseguradoras, ni farmacéuticas, ni…
      Otra cosa es lo de la edad y la rentabilidad: las empresas, de cualquier sector, miran, básicamente, la diferencia entre ingresos y gastos. Los costes de un tratamiento de cáncer de pulmón, por seguir tu ejemplo, aunque sea durante un corto periodo de tiempo, es muy superior a las visitas para vigilar las manchas cutáneas de una persona durante muchos años, más si tienes en cuenta que durante esos años, la empresa sigue teniendo ingresos por las cuotas de la persona.

  • #008
    Gorki - 20 septiembre 2018 - 21:15

    Aparte que todo esto se basa en una cosa que aun está por demostrar que realmente es eficaz la IA

    Como si fuera el Dr, Sanchez, copio/pego un parrafo de un articulo que en cambio referencio luego.
    «El riesgo es que la burbuja de la IA nos lleve a confiar en exceso en los algoritmos que rigen los vehículos autónomos y los diagnósticos médicos.»

    https://www.technologyreview.es/s/10543/el-peligro-de-confundir-los-avances-reales-de-la-ia-con-la-publicidad

  • #009
    Angel - 21 septiembre 2018 - 12:57

    Hace un año, se hablaba que Aetna iba a regalar u ofrecer Apple Watch rebajado a sus clientes.
    Parece que todo converge…

  • #010
    Pedro Torres Asdrubal - 21 septiembre 2018 - 13:57

    ¿Y cuando me fume un porro también lo sabrá la aseguradora?

    • Gorki - 21 septiembre 2018 - 17:50

      Siempre puedes hacer que ese día lleve tu hermano el reloj, En el 90% de los casos, la vigilancia digital se realiza sobre una interface. En este caso el reloj y no sobre un individuo. Basta que el sano de la familia, se ponga 20 relojes en un brazo, como los que los moros que venden por los bares. Para que todos los enfermos crónicos de la familia paguen una miseria, por estar «sanos».

  • #012
    Juan - 8 octubre 2018 - 13:07

    En España en PuntoSeguro llevamos ya más de un año regalando con el seguro de vida una pulsera de actividad y recompensando con premios y descuentos de hasta el 24% a la renovación de la póliza, a los clientes que superan los retos mensuales que se les proponen. En este caso concreto, se recompensa a cualquier cliente que se apunte sin penalizar o premiar el estado de salud concreto de cada individuo. Es un proceso positivo en el que todos ganan:

    Gana el cliente que se motivas a realizar ejercicio físico regularmente y obtienes recompensas.

    Gana el mediador y la aseguradora, que consigue personas más sanas, más fieles y más felices.

    Gana la sociedad, que cuenta con individuos más sanos, y que por tanto aumentan su productividad laboral y reducen las visitas al médico.

    A quien le interese tiene más información en https://reto.puntoseguro.com/

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