¿Es posible una economía basada en los datos personales?

IMAGE: Ryoji Ikeda (CC BY SA)Los recientes escándalos en torno al uso de los datos personales de los usuarios, las reacciones de Facebook y de otras compañías para mejorar su forma de tratar los datos y tratar de retomar el control de la situación, unidos a la próxima entrada en vigor de la Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) en la Unión Europea, están trayendo una corriente de pensamiento significativa en torno a la vieja idea de los datos personales como nuevo petróleo, la posible regulación de aquellas compañías que los utilizan para su negocio, y los modelos económicos que puedan surgir a partir de este tipo de esquemas de explotación.

La idea, obviamente, se encuentra en una fase inicial ampliamente especulativa, pero resulta interesante como food for thought: ¿qué traería consigo una economía fundamentada en el reparto de los ingresos que pueden obtenerse a partir de los datos de las personas? ¿No supone, en cierto sentido, una referencia circular (el que vende un producto o servicio paga por utilizar unos datos personales para vender mejor, y el que compra paga gracias a la cesión de esos mismos datos personales) o, en realidad, una entelequia como tal, una forma de plantearse justificar algún tipo de renta básica incondicional en base a la explotación de un recurso? El caso del Fondo Permanente de Alaska, que reparte una parte de los ingresos del petróleo extraído en el subsuelo del estado con sus residentes en forma de pagos periódicos, es utilizado en muchos artículos como un elemento de inspiración, como un paralelismo entre un estado que reparte los ingresos de la explotación de un recurso con unos ciudadanos que son, en muchos sentidos, copropietarios del mismo. ¿Hasta dónde puede llegar la idea de que las compañías que se enriquecen con los datos personales de sus usuarios se vean obligadas a compartir una parte de las rentas generadas por el uso de esos datos con los legítimos propietarios de los mismos, dando lugar así a unos ingresos? ¿Puede basarse una economía digital en la propiedad pública o privada de los datos de las personas, y constituirse fondos que remuneran a esas personas en función del uso de sus datos y de la rentabilidad potencial extraída a partir de los mismos?

¿Qué características tendría una economía de este tipo, suponiendo que fuese posible? ¿Cuántos recursos pueden extraerse de las compañías que hoy explotan nuestros datos de manera que hacerlo siguiesen representando un negocio razonablemente rentable, pero además, brindase una fuente de ingresos a los propietarios de esos datos, y una serie de alternativas u opciones de control sobre el uso que se lleva a cabo de esos datos? ¿Podríamos llegar a definir las violaciones de privacidad, o el simple hecho de recibir un anuncio al margen de la explotación que hemos autorizado de nuestros datos, como los nuevos tipos delictivos? ¿Quiénes serían los pobres y los ricos en una economía definida en función de esas variables? ¿Tendería ese sistema a la desigualdad – después de todo, podríamos considerar que los datos de una persona son susceptibles de valer más si su poder adquisitivo es más elevado – o a una ecualización progresiva de la sociedad? ¿Qué pasa si los usuarios pasan a tener control total sobre sus datos y toman decisiones en función de sus intereses, como cederlos a unas compañías sí y a otras no, al tiempo que participan de los ingresos generados por ellas? ¿Encontraríamos a «ricos» que no precisan de cesiones de sus datos y viven una vida plácida, no castigados por constantes impactos publicitarios, mientras otros, «pobres», se ven obligados a aceptar un bombardeo permanente? ¿Y qué ocurre con alternativas como China, en las que es el estado el que tiene acceso a todos los datos y lo utiliza como parte de un sistema de control social? ¿Estamos hablando, como sugiere Wired, de una nueva guerra fría derivada de los modelos de explotación de datos de las distintas economías y países?

La entrada de hoy es todo preguntas. sí. ¿Estamos empezando a especular sobre algo que podría terminar siendo la base de todo un nuevo sistema económico y social? Hasta el momento, algunas de las compañías más grandes del mundo lo son porque descubrieron una manera de explotar los datos de sus usuarios que podía brindarles cuantiosos ingresos: ¿es sostenible ese modelo, o estamos viendo, merced a los recientes escándalos, el final del mismo y la llegada de formas alternativas de control sobre la actividad de esas compañías? Y si fuese así, considerando que hablamos de un modelo económico, el de la explotación de los datos, que ha probado su capacidad de generación de ingresos millonarios…  ¿tiene sentido que pasemos a otro, presuntamente más avanzado, en el que esos ingresos revierten no solo en esas compañías y en sus accionistas, sino también en sus usuarios? ¿O es todo parte de un proceso de alucinación colectiva? ¿Cuánto hay de realidad posible en la idea de una economía basada en los datos y en su control?

 

 

 

This post is also available in English in my Medium page, “Could personal data make the world go round?» 

 

13 comentarios

  • #001
    Carlos Clavero - 7 abril 2018 - 19:58

    Hola Enrique, pues yo creo que no solo es posible sino que hace tiempo que las grandes empresas solamente se mueven por los datos. Es más, las compañías tecnológicas compran redes sociales o cualquier tipo de página web según su número de usuarios para obtener todos los datos posibles.
    Por eso mismo, la AEPD está en España poniendo cada día más trabas a que se «negocie» con datos personales y por ello las modificaciones que está realizando

  • #002
    Gorki - 7 abril 2018 - 23:42

    Durante una gran parte de mi vida he convivido con las Guías Telefónicas, Ficheros que contenían nombre apellido dirrección postal y teléfono, y todos los años te daban tres voluminosos tomos, una blanca por apellidos, otra azul por calles y otra amarilla, esa ya de aparición voluntaria por tipo de negocio.

    Pues bien, todos considerábamos bueno el aparecer en la guía, e incluso algunos pagaban un extra por aparecer en negrita, o añadir datos en ella. Habóa una empras en Madrid. Richard Gans que se hizo multimillonaria confeccionando a mano e imprimiendo las Guías de Telefónica, para todas las provincias y sin ligar a duda las de Madrid y Barcelona , eran los auténtico Bestseller dcon tiradas que rondaban el millón de ejemplares, El negocio Páginas Amarillas era uno de los negocios de Telefónica más floreciente..

    Pues bien esos negocios vivían de datos «robados» de los contratos del teléfono y jamás nadie se le ocurrido pensar que esos negocios vivían de robar al público.

    Primero.- ¿Que ha pasado para que ahora esos mismos datos, los consideremos «nuestros» y pretendamos cobrar por su divulgación?. Sinceramente no lo entiendo

    Segundo, – Suponiendo que decidiera vendiera mis datos personales, no solo los indicados, sino además otros, como edad. sexo, inclinación política, religión. intereses culturales, estado de salud, etc etc. ¿Cuanto podría pedir? — Porque me hace el efecto, que en conjunto valen mucho, pero son masivos y que dividido entre todos los participantes, igual estamos hablando de cobrar unos céntimos de euro, o en todo caso un par de euros.

    • Asier - 7 mayo 2018 - 16:20

      http://blancas.paginasamarillas.es/jsp/home.jsp

      Ahí sigues teniendo los datos de cualquiera que tenga una línea fija contratada con Telefónica. ¿Es esto legal teniendo en cuenta las leyes actuales? Ni idea.

  • #004
    Pedro Trillo - 8 abril 2018 - 12:04

    No se trata de una entelequia, siempre y cuando el usuario general (no especializado) vaya tomando conciencia de sus datos como un activo digital que cede a cambio de disfrutar unos servicios.

    En la nuevas plataformas nativas en blockchain el dato de usuario se mina y cotiza en valor de criptomoneda.

    Del usuario pasivo se pasó al prosumer, y de éste se puede pasar al minero digital y microaccionista, ya que ese activo digital cotiza y tiene un valor que el usuario ha generado y pasa a ser transparente y «tangible».

    Puede haber modelos de datos de intercambio por servicios, de pago, de programa de finalización, o de propiedad y accionariado.

    Tal y como se preveía, la simple acumulación de grandes volúmenes de datos como los de facebook, se convierte en una herramienta peligrosa, siempre y cuando sean hackeables.

    Los modelos actuales de plataforma tratan el dato privado con centralización, sin trasparencia y con fallos de seguridad.

    Los modelos de plataforma basados en blockchain tratan el dato privado como anónimo, trasparente, descentralizado y securizado.

    El debate ya está encima de la mesa, no se trata de un cambio hacia regulaciones estrictas, si no en concienciar primero al ciudadano sobre el valor de su dato digital, y en segunda instancia que decida él sobre qué quiere hacer con sus datos.

    A estas alturas, se trata de un problema social y económico, hace tiempo que dejó de ser un problema tecnológico.

    • JJ - 8 abril 2018 - 15:23

      En el comentario de Gorki se niega la realidad. Se da a entender que nada ha cambiado, que estamos todavía en los 80. Pero llegó Internet, llegó el BigData y llegaron los smartphones y todo cambió. Y se generó un océano de datos que no para de crecer.

      Alguien habló de minería y de petróleo, del inmenso valor de esos datos. Y los más listos y puestos se lanzaron a apropiarse de ellos. Y lo consiguieron. Y se transformaron en los más ricos robando estos datos, que no son minerales ni tampoco hidrocarburos sino información de personas y sobre personas.

      Tú has escrito:

      «…la simple acumulación de grandes volúmenes de datos como los de facebook, se convierte en una herramienta peligrosa, siempre y cuando sean hackeables

      No es que los datos masivos sean hackeables… Es que la propia Facebook es una enorme red de pesca de datos personales. Son datos robados a las personas. Y se comercializa con ellos.

      Más allá de sus funciones de red social, Facebook, quizás sin ser consciente de ello, es una macro estructura hacker de sombrero negro.

      Necesitamos un Internet más sano y variado, sin monopolios ni oligopolios. Y en el que no se roben por norma y masivamente los datos de la gente.

      Además, en mi opinión, un Internet controlado por cuatro empresas es muy débil aunque pueda parecer lo contrario. Es un modelo que puede servir a un país como China, pero no a las democracias avanzadas.

      También creo que tal vez idealizas Blockchain

      • Gorki - 8 abril 2018 - 16:13

        Insistes en el concepto de «datos robados», y aun soy capaz aceptar ese término, para los datos de la Guía «robados» de los contratos con telefónica, pero creo que no es aceptable en un lugar, donde aceptas voluntariamente las condiciones que te ofrecen a cambio de utilizar de forma gratuita un servicio.

        Podrás quizá decir de Facebook ha abusado de la «ingenuidad» de sus usuarios, pero nunca que «robaran» los datos que la gente expuso para que PUBLICAMENTE se conocieran. .

        Por otra parte creo que es exagerado decir que Internet esta en manos de 4 empresas cuando hay millones de empresas con presencia en Internet. Si cuatro empresas recogen el digamos 70% de tiempo de navegacion por la red, no es porque ellos sean monopolios, sino porque dia tras día el público libremente prefiere navegar por sus páginas que por los diferentes millones de páginas que existen.

        Si por ejemplo El Corte Inglés no consigue el éxito de Amazon, no es por maquinaciones de un oligopolio. sino porque lisa y llanamente. El Corte Inglés no ha sabido situarse en Internet, con la fuerza que lo ha hecho entre el Comercio minorista. ¿De quien es la culpa de Amazon o de El Corte Inglés?

        No se si sabrás que la Union Europea tuvo la intención de tener su propio buscador «Quaero». Desde 2006 estuvo gastando ingentes cantidades de dinero sin ningún resultado. De quien es la culpa-¿De la forma de gastar dinero en I+D de la UE o de Google?

        • JJ - 8 abril 2018 - 20:56

          Lo que puedes hacer, Gorki, es buscar la definición de la palabra «robo» en un diccionario.

          Podría decirte, si no te conociera en este blog desde hace tantos años, que «se te ve el plumero» pero si te dijese eso posiblemente sería injusto contigo cuando todos sabemos por aquí que ni siquiera te importa un pimiento la Neutralidad de la Red, que ni siquiera la consideras necesaria.

          Pero mucho peor están otros, especialistas en descalificaciones personales, cuando desde una pretendida autoridad de expertos que no tienen hablan de «conspiraciones»…

          Los ladrones solo son ladrones, los hay de distintas clases, de guante blanco o de sombrero negro, pero no tienen porque ser «conspiradores».

          Ayer he leído un artículo con el título: Sin privacidad y sometidos a la red, escrito por Sandra Barneda. Hoy he leído dos artículos: La privatización de la intimidad, de Llucia Ramis y Cuando los datos se vuelven en nuestra contra, escrito por Carissa Véliz. Recomiendo los tres (parece que las chicas son guerreras, o que con este tema del robo masivo de los datos personales en la red están más despiertas).

          • Gorki - 8 abril 2018 - 23:35

            Argumento ad hominem es un tipo de falacia (que consiste en dar por sentada la falsedad de una afirmación tomando como argumento quién es el emisor de esta. (Resymido de la WIikipedia)

            Decir que lo que digo son tonterias porque procede de alguieen que no cree en la neutralidad en la red,, es una «descalificación» que te descalifica a ti, que demuestras no tener májores argumentos.

            ¿Acaso es un dogma de fe creer en la Neutralidad de la Red?- Supongo que unos podemos creer que no es necesaria igual que otros creen que es necesaria, ¿Quñe pàsa `por mop creer en ella?

            Observo que lees mucho, quizá fuera mejor que leas menos y reflexiones mas sobre lo que lees. Quizá así llegues a tener ideas propias

          • JJ - 9 abril 2018 - 00:11

            Nada que ver, Gorki, con un argumento ad hominem.

            No voy a decir que mientes, pero no es verdad que yo diga que tú dices tonterías. Eso lo dices tú y no yo.

            No te ataco personalmente ni mucho menos te descalificó al afirmar que a tí te da igual que se carguen la Neutralidad de la Red. No es ni un ataque personal ni una descalifición sencillamente porque no es una mentira sino una verdad que tú tienes que reconocer. Y se trata de algo importante que te define en más de un sentido.

            Lo que tú has hecho con tu último comentario sí es un ataque personal y un intento de descalificación hacia mi persona.

            Tu último párrafo, Gorki, está evidentemente fuera de lugar. Lee, por favor lo que has escrito:

            «Observo que lees mucho, quizá fuera mejor que leas menos y reflexiones mas sobre lo que lees. Quizá así llegues a tener ideas propias»

            De verdad te crees en posición de juzgar a los demás acerca de lo que leen y dar ese tipo de consejos?

            Tú, me dices a mí que no tengo ideas propias?

            No sé qué te está ocurriendo ni porque te comportas así, quizas desnudando por una vez tu alma, pero no imaginaba que llegarías hasta este punto.

            Has leído alguno de los artículos que he recomendado? Los he sugerido pensando en tí.

            Un saludo.

      • Pedro Trillo - 8 abril 2018 - 20:27

        Sobre … siempre y cuando sean hackeables, no me refería al sentido estricto de violar una seguridad con un robo de datos, el API ya de por si es «hackeable».

        Respecto a la idealización de blockchain, discrepo, ya hay empresas como Lazooz que trabajan con esta tecnología para encriptar y ofrecen el dato de posicionamiento de GPS de tu vehículo de manera anónima.

        Lightning Network solventará la limitación obvia de capacidad en número de transacciones.

        La cuestión está en que tú como usuario tengas la capacidad de elegir qué quieres hacer con tus datos. Empresas y legisladores deben facilitarte con transparencia esa elección.

        La tecnología ya avanza y avanzará para ofrecerte esa posibilidad. Es cuestión de tiempo.

        • JJ - 10 abril 2018 - 00:01

          Estuve buscando información sobre LaZooz. No encontré mucho, salvo la propia página de los fundadores donde se explica qué es LaZooz y me pareció un tanto confusa.

          Me gusta la idea de fondo porque parece auténtica económia colaborativa, pero da la sensación que no han tenido ningún éxito (falta de fondos). He visto artículos de 2015, y alguno de 2016 y 2017. Quizás me he perdido algún artículo más actual o no lo he encontrado.

  • #012
    Cristina - 8 abril 2018 - 16:32

    Es curiosa la medida «proteccionista» a través del reglamento Europeo y su Posible «replicación», como standard. Lo que me lleva a pensar que el uso de datos puede ser «regional», y que no todas las regiones dan prioridad a los datos como activo, actualmente. Ser conscientes del uso de datos, cambia las reglas del juego. Si yo uso mis datos entendidos como la información que transmito sobre mi a terceros de manera relativamente pública, es un tipo de monetizacion y si yo decido el destino y uso de mis datos personales con su perfil cruzado, es otro nicho de mercado. Claro¡ Que me siento incluida por la antigua normativa, pero el uso de datos/información es la misma. Lo que publico. Lo que consumo. El perfil que dejo con mis interacciones….
    otro tema sera, si permito recibir publicidad/servicios a cambio de una monetización. Entonces, tendré servicios categorizados en función de mis permisos. Pero, si quiero unificar las normas que protegen el abuso de uso de mis datos, fuera de un territorio, estoy consiguiendo poner puertas al campo…..
    Si yo decido el alcance de la prestación de un servicio, en Funcion del uso de mis datos, mi experiencia personalizada tiene un precio y ese precio, sería el uso personalizado y correcto de mis datos.

  • #013
    menestro - 8 abril 2018 - 19:15

    Se puede seguir alimentando el mito del «comercio de datos personales» todo lo que se quiera, pero cualquier empresa o profesional sabe con seguridad que no son una commodity ni una mercancía y que están sujetos a una rigurosa regulación.

    Creo que el primer comentario sobre el tema y el GDPR lo realice ya en 2016.

    Utilizar buzzwords y frivolizar sobre el asunto, sin divulgar su tratamiento real y la especial protección a la que están sujetos, desde la especulación, sirve para alentar esa «Teoría económica conspirativa» entre legos y personas sin conocimiento real de su naturaleza, distorsionando la percepción del mismo con falsas expectativas y temores (FUD).

    Creo que en la AGPD hay abundante información sobre el tema, por no hablar del GDPR y la legislación de la UE. No son solo «escándalos de moda» y temas de conversación social.

    Sí, puedo especular, que haya quien encuentre satisfacción dando pábulo a esos temores y la ignorancia a pie de calle, es un tema habitual de educación temprana, como una forma de «Economía de la atención». Lo hacen muchos tertulianos, articulistas, medios de comunicación famélicos, y suele ser pasto de las conversaciones de barra de bar.

    Hay personas que creen en las propiedades de la homeopatía, los masones, la ineficacia de las vacunas, marcianos, etc. Es la economía de la credulidad y las ‘falsas verdades’.

    Solo se necesita una pequeña semilla de ignorancia para que prospere.

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