¿Pueden las redes sociales ser malas para la salud?

IMAGE: Ioulia Bolchakova - 123RFEn un nuevo capítulo de su serie «Hard Questions« titulado «Is spending time on social media bad for us?«, Facebook admite que bajo determinadas circunstancias, el uso de las redes sociales puede provocar efectos negativos sobre las personas.

Desde mi punto de vista, es la mayor tontería que he visto escrita en mucho tiempo: una de esas afirmaciones que son, en realidad, verdades universales, y que requieren una lectura e interpretación completa antes de que, como tantos hacen hoy en día, nos lancemos a compartir sin medida tras simplemente leer el titular.

¿Puede el uso de redes sociales ser malo? ¡Por supuesto! TODO, absolutamente TODO, puede ser malo para la salud. Los americanos lo dicen claramente en una frase hecha, «too much of a good thing can kill you». Hasta las cosas más buenas son potencialmente malas y te pueden matar, desde ejemplos tan obvios como el alcohol, que sienta fenomenal en determinadas ocasiones pero puede llegar a mataros a ti o a tu hígado cuando te excedes en su consumo, hasta cualquier otra cuestión, sea el ejercicio, el café, el azúcar, el queso o el dulce de leche. Da igual de qué hablemos: un consumo excesivo o mal entendido puede matarte. Es tan obvio y tan estúpido que resulta profundamente sorprendente que se comente. ¡Dios mío, que hasta la propia Facebook lo reconoce!! ¿Claro, no hace más que reconocer una obviedad tan grande como que el mal uso de cualquier cosa puede ser perjudicial, no veo nada sorprendente en ello! A las tabaqueras, de hecho, les costó mucho más hacerlo…

¿Pueden ser negativas las redes sociales? Pues eso, como todo. Un uso adecuado de las redes sociales te permite mantenerte más en contacto con tus amigos y conocidos, puede generarte incluso más ocasiones para la socialización y el contacto casual periódico, mantenerte más informado de lo que hacen o a qué se dedican, de sus circunstancias personales, de sus viajes o de su vida en general. ¿Es superficial? Por supuesto… ¿es que de verdad esperábamos una profundidad rayana en lo filosófico de una red social? ¿Lo esperamos de una conversación cuando te encuentras en una acera, o de un café en un bar? «Vaya, me felicita el cumpleaños por Facebook, qué poco personal!» Ya, por supuesto, porque cuando te ve y te da dos besos es un momentazo místico de profunda contemplación… ¡venga ya! Las relaciones sociales, en gran medida, están compuestas de momentos completamente superficiales, de comentarios vanos, de chistes que no reflejan más que las ganas de echar unas risas, y de tonterías que no van a ningún sitio ni tendrán lugar jamás en ningún tratado de nada. Lo único que hacen las redes sociales es reflejar eso: si solo las utilizásemos para reflejar sentimientos genuinos, profundos y con un valor testimonial similar al de una promesa de amor eterno, serían un maldito tostón y no las utilizaría nadie con regularidad! No, la vida no son las redes sociales, pero tampoco es una sucesión de momentos necesariamente trascendentales y profundos. La vida es otra cosa.

¿Pueden las redes sociales volverte un psicópata, un acosador, un voyeurista, o generarte una depresión? Pues por supuesto que pueden. Como todo. Mal utilizadas, las redes sociales pueden convertirte en todo eso o en un asesino en serie, según sean los procesos que tienen lugar en los recovecos de tu maldito cerebro. Vamos a dejarnos de tonterías, por favor: si pretendemos dedicarle tiempo a pensar si las redes sociales son malas o no, tendremos que dedicárselo también a los terribles efectos secundarios del exceso de dulce de leche, o del queso. Y no, por el queso si que ya no estoy dispuesto a pasar!

¿Quiere eso decir que no tenemos que hacer nada? No, tampoco. Si una parte del mal uso de las redes sociales son personas que las utilizan para hacer sufrir a otras mediante acoso, insultos, amenazas o actitudes negativas, deberemos intentar poner freno a ese tipo de comportamientos. Si hay personas que se deprimen, o que llegan a plantearse el suicidio debido en parte a su uso de las redes sociales, deberemos intentar detectarlo y ponerle freno, porque intentar ayudar en esas situaciones siempre es potencialmente positivo, de pura humanidad y de sentido común. ¿Resulta posible que un adolescente, obsesionado por la inyección de dopamina que le supone cada Like en una foto de Instagram, termine compartiendo lo que no debe? Por supuesto, y si no lo educamos en condiciones, es muy posible que ocurra. ¿Quiere decir eso que Instagram es malo? No, coño, ¡quiere decir que no se puede renunciar a educar a los niños, y que quien lo hace es un irresponsable!

Si hay pautas de uso de Facebook destinadas a generar un uso compulsivo o a que compartamos incluso lo que no debe ser compartido, deberemos protestar contra ellas e intentar acabar con ellas. ¿Qué sentido tiene que Facebook me recuerde en cada una de mis publicaciones que puedo gastarme dinero en promocionarla para que llegue a más personas, y que por más que oculte ese «amistoso consejo», Facebook se empeñe en volvérmelo a mostrar? ¿Serías tan amable, Facebook, de dejar de hacer esa estupidez? Que sí, que ya sé que tienes que vivir de algo, pero no va a ser de que un profesor se dedique a gastarse el dinero de su sueldo en llegar a más personas… si se supone que me conoces tan bien, a estas alturas deberías ya de saberlo, y no tratar a todos los usuarios con el mismo patrón cansino y repetitivo, ¿no te parece? ¿O es que la inteligencia artificial solo se usa en un sentido? Si Facebook va a modificar progresivamente sus algoritmos para que mis publicaciones lleguen cada vez a menos gente y sienta que la única manera de llegar a los mismos que llegaba antes es gastarme dinero en publicidad, pues vale, qué le vamos a hacer, es su algoritmo y lo utiliza como quiere, pero posiblemente acabe cansándome de la condena artificial a una forzada irrelevancia y me vaya con mis contenidos a otro sitio.

Pretender que las redes sociales son como el tabaco es, sencillamente, una soberana estupidez. Si no tienes madurez como para gestionar tus redes sociales sin generarte una depresión o un cabreo diario, abandónalas, pero no vayas por el mundo protestando por unos efectos que solo tú te causas a ti mismo y pidiendo medidas cautelares de protección, porque es lo que hay: todo en exceso o mal utilizado puede matarte. La vida mata. Vamos a dejarnos de sobreprotecciones y de tonterías, por favor, que a base de intentar protegernos de todo van a conseguir que no sepamos protegernos de nada.

 

 

 

This post is also available in English in my Medium page, “Should Facebook carry a health warning?» 

 

15 comentarios

  • #001
    Muadib - 16 diciembre 2017 - 15:56

    Lo que no hay que dejar de reconocer que existen ciertos grupos, como los adolescentes en donde la influencia de las redes es mas perniciosa y notable. Volvemos nuevamente al punto de la EDUCACION Quien educara para un uso apropiado de las redes. Aqui un link de la influencia de las redes en los adolescentes ingleses.

    http://www.lanacion.com.ar/2025425-que-efectos-tienen-las-5-mayores-redes-sociales-en-la-salud-mental-de-los-jovenes

  • #002
    JJ - 16 diciembre 2017 - 17:23

    Creo que la adicción a las redes sociales existe. Hay quien la compara con la adicción a la cocaína o a otras drogas por el efecto de la dopamina.

    Pienso que en realidad no se parece tanto a la adicción a las drogas químicas (ni tampoco a la adicción al dulce de leche) sino mas bien a la comida basura. Esta comida se puede comer, pero solo de vez en cuando, pues de lo contrario daña la salud.

    Me han gustado las valientes críticas a Facebook de Chamath Palihapitiya porque provienen de alguien que ayudó a crear Facebook y que sabe bien de que habla, y por ser una persona muy inteligente (experto en inteligencia artificial, con desarrollos en marcha con varios ex ingenieros de Google) y posiblemente alguien mas rico y poderoso de lo que se cree, pues ha sido también inversor en bitcoins.

    A ver si sacan algo nuevo. Un concepto mas inteligente y útil de red social que sirva menos para aumentar el narcisismo y crear adicciones y mas para la cooperación entre seres humanos.

    Tampoco hay que olvidar que empresas como Facebook o Google se han enriquecido tanto gracias al robo masivo de datos personales de los usuarios, hoy considerado como el petróleo del siglo XXI, pues son justmente estos datos robados lo que ha hecho ricos a quienes se han hecho con ellos con argucias y a lo bestia. Pero en este sentido, es posible que algún día la gente se organice para reclamar a estas empresas por el robo y comercialización de sus datos personales.

    Si ese día llega también es posible que los jueces no consideren válidos los contratos leoninos que para acceder al servicio ha debido aceptar, en su desconocimiento, el usuario medio.

    Tal vez, algún día, robar datos personales y venderlos para enriquecerse se considere un delito.

  • #003
    Goomer - 16 diciembre 2017 - 17:43

    Yo debo ser de los convencidos porque lo que dices me parecen obviedades, pero si quiero puntualizar algo. ¿Cuándo vamos a dejar de alabar las bondades del alcohol que no existen en ningún sitio? Que cada cual elija lo que tomar o no tomar, pero dejemos de hablar de consumo excesivo. El alcohol es tóxico desde el primer trago, y participa activamente en hasta cinco tipos de cáncer. Creo recordar que beber una cerveza al día se había demostrado que aumenta la probabilidad de tener cáncer en un 20%. Espero (sentado) el día en que admitiendo que cada uno haga lo que quiera, será totalmente indefendible que alguien hable de beneficios del alcohol, como ahora sucede con el tabaco.

    Y si, lo siento por los lobbies del vino y la cerveza, pero que se pasen a un sector saludable si no quieren tener esa imagen.

  • #004
    Xaquín - 16 diciembre 2017 - 18:53

    Sin meterse en comparar el queso con las redes sociales, sobre todo porque el queso suele tener pocos adeptos preadolescentes, quisiera volver a defender a las redes de los muchos (si, muchos!) abusadores de redes (y de infantes/adolescentes) que pululan por ellas…

    En los dos últimos días descubrí por las redes a una cantante gallega (aficionada!) que me maravilló, hay en marcha por una red una campaña solidaria de mucho cajón, estoy descubriendo en red que la música es algo más que un lenguaje para iniciados… en fin, podía seguir…

    Sigo sin comprar prensa papel por infumable!!

    Y sigo pensando que mister Chamath Palpataine se descolocó un algo al superar la velocidad de la luz (y ya se que en las pelis no lo notan!), para hablar de la actual FB como habla.

  • #005
    marcelo - 16 diciembre 2017 - 21:00

    Hombre, también hay que centrar este artículo en la mentalidad estadounidense, son así de tontorrones e infantiles a veces, sobretodo los más educados. Las redes sociales no son ni buena ni malas, son y punto, las que sí que pueden ser malas son las personas que las dirigen o que las utilizan. El problema me parece que es que la visión que tenían de FB era crear un lugar feliz donde solo pasaban cosas buenas: contactas con los amigos, ves fotos de gatitos, las empresas te informan de los maravillosos productos que tanto necesitas… y ellos mientras haciendo un montón de dinero. Win win. Pero claro, también sirven para cosa malas, sacan lo peor de algunos y se le pueden dar usos muy perversos y tóxicos. Y casi lo peor es que otros le han encontrado usos alternativos fuera del control de los que se supone que lo controlaban todo. A Zuckerberg se le han debido poner los pelos de punta si es verdad que Putin y sus muchachos les han colado a un enloquecido troll rubio en la Casa Blanca para 4 años utilizando su criaturita sin permiso alguno. El miedo no es al mal, es que que se les escape de las manos (y que deje de interesar a la gente, claro).

  • #006
    Jesus Raro - 17 diciembre 2017 - 02:50

    Un amigo me comentó que en Facebook (hace ya tiempo…) te podías encontrar con amistades que por un motivo u otro era y es complicado mantener. Solo por eso merecía la pena conectarse, y de hecho, he podido encontrarme con muchas de esas personas, física o virtualmente. Hasta ahí, perfecto, genial.
    Pero…, como dice Enrique, como cualquier cosa en la vida tiene su lado negativo, comentarios hirientes, soledades a gritos, «miraquebienmevá.»…,» miracomomolo»… reproches….
    Sigo teniendo facebook, pero creo que desde hace más de un año mi actividad se ha reducido a cero, y sinceramente, estoy muuuuy bien.
    Incluso por aquí, en este blog durante un tiempo opinaba con cierta frecuencia, teniendo muchos debates a veces interesantes y otras veces…. no tanto.
    Enrique, no se trata de sobreprotecciones, simplemente reconocer que como todo, una utilización excesiva o mal enfocada, puede traer problemas, y eso creo que es una verdad con mayúsculas.
    Una de los principales motivos para que algo pueda ser peligroso o sospechoso de crear algún tipo de adicción, es afirmar tajantemente que no lo es.
    Hace tiempo leí en una pared, «de el deporte, también se sale»…, pues dejar de entar en las redes durante tiempo…, no está nada mal.
    Por cierto, un saludo¡¡

    • Enrique Dans - 17 diciembre 2017 - 09:24

      Un saludote, Jesús, y felices fiestas, qué gusto verte por aquí!!

      • Jesus Raro - 17 diciembre 2017 - 18:44

        Gracias Enrique, felices fiestas y un placer volver a leerte…

  • #009
    Gorki - 17 diciembre 2017 - 11:04

    Absolutamente de acuerdo, Las RRSS no son ni buenas ni males. es el uso que las demos el que puede hacerlas buenas, malas, o (en la inmensa mayoría de los casos) intrascendentes.

    Off topic, Saludos Jesús , me alegro de verte por aquí

    • Jesus Raro - 17 diciembre 2017 - 18:46

      Igualmente Gorki, saludos, también me alegro de verte por aquí….

  • #011
    Pedro - 17 diciembre 2017 - 11:17

    No puede estar mejor redactado. Siempre he mantenido firme la misma postura que Enrique. Todo depende del uso que se haga de ellas. Ahí tiene mucho que ver la actitud, la ética (la moral puede influir en que la anterior sea mal ejecutada). Saludos.

  • #012
    Pedro - 17 diciembre 2017 - 11:57

    Al final, como dice D. Enrique es como en todo. Un uso racional prima ante todo. Los excesos se pagan, son siempre malos. Y es una idea irrefutable, tienes más razón que un Santo, por no hablar de la famosa «netetiqueta».

  • #013
    Pedro - 17 diciembre 2017 - 15:57

    Por cierto, me gustaría saber dónde seguirle ahora televisión, que parece que quitaron la sección «La barra tecnológica» de La Noche 24 horas.

    Hay que ver cómo ha cambiado todo desde que se pensaba como este artículo: https://www.enriquedans.com/2008/03/redes-sociales-interesantes-sin-duda-negocio-dificilmente.html

  • #014
    Ivan - 19 diciembre 2017 - 16:13

    Mi opinion es que como toda herramienta depende de quien lo maneje, deberia existir cursos no solo para saber como funcionana las diferentes plataformas si no tambien como deben ser usadas, que cosas publicar, como reaccionar ante las posibles respuestas, etc. Creo que una persona que no entiende eso puede ser influenciado negativamente o hasta depender de ellas, excelente articulo, saludos.

  • #015
    Daniela - 22 diciembre 2017 - 14:45

    Aquí está tu respuesta:
    https://www.theguardian.com/society/2013/aug/06/hannah-smith-online-bullying

    «Si no tienes madurez…» Ya no digamos el error que es asumir que los adultos son siempre maduros, pero si estamos todos de acuerdo en que menores de edad no tienen madurez, por qué es posible que en algunos casos hasta con 13 años se les permita participar en foros y redes?

    «…no vayas por el mundo protestando por unos efectos que solo tú te causas a ti mismo y pidiendo medidas cautelares de protección, porque es lo que hay: todo en exceso o mal utilizado puede matarte». Me puedes explicar cómo la chica del artículo, entre otras, se buscó lo que le pasó?

    Qué facil es decir que la responsabilidad es de otros (el adolescente, el adulto, los padres, etc), pero no porque EN PARTE sea así vas a permitir que menores de edad tengan acceso a las armas, verdad? Y si las redes sociales son «armas» utilizadas por gente con malas intenciones, por qué no también regular su uso y hacer un screening psicológico de aquellos que están en ellas y tinen antecedencia de abuso? Si es el mal uso que le dan otros a las armas o las redes sociales el problema, y no la red o el arma per se, por qué vamos a culpar a las víctimas por «haber seguido online» y no al trastornado que está ahí haciendo bullying? Porque «la víctima se queda porque quiere, que si no le gusta se puede ir»?

    No Sr. Las redes sociales tienen responsabilidades también y poner todo el peso de la responsabilidad en el usuario sin tomar medidas preventivas es justo lo que lleva a las tragedias que vemos en EEUU pero no en Europa, en donde no se puede acceder a las armas con tanta facilidad y tal vez tampoco se deba poder acceder a las redes sociales tan fácilmente.

    Yo creo que se te ha ido la mano con tu liberalismo, Enrique, y caes en una insensibilidad cercana a lo perverso e inhumano.

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