Tecnología y deporte paralímpico: Sarai Gascón

Sarai Gascón - (IMAGE: Susana Alosete)La tercera entrevista de mi serie dedicada al uso de la tecnología en el deporte paralímpico, dentro de la iniciativa “De un sueño, una realidad” de Seguros Santalucía, ha sido con Sarai Gascón, nadadora en la categoría S9. La entrevista, en realidad una conversación completamente fluida, la mantuvimos en un día soleado y agradabilísimo, bajo unos pinos al lado de la piscina exterior del CAR de Sant Cugat, pocos días antes de que Sarai saliese hacia los campeonatos europeos de natación adaptada de Funchal, en los que ganó la medalla de oro y batió el récord de Europa en los 50 m. libres.

A Sarai le falta el antebrazo izquierdo, que termina un poco más abajo de la articulación. Su pequeño muñón le permite sujetar el móvil, del que prácticamente se separa solo cuando está en la piscina: es una ávida usuaria de redes sociales como Twitter o Facebook (más en su perfil personal que en su página, que tiene más abandonada). Seguirla permite conectar bastante bien con la vida personal y profesional de una chica joven, espontánea y natural hasta el límite, que entrena y viaja constantemente, que está en un momento de forma fantástico y que aspira a todo en la próxima gran cita del deporte en Río.

En lo deportivo, la tecnología tiene un papel relativamente importante en sus entrenamientos. «Utilizamos mucho el aspecto biomecánico, tanto técnica de natación, como salida o virajes. Hacemos una salida, la vemos con una cámara subacuática y otra en superficie, te graban, y en una pantalla grande la visualizas con un especialista biomecánico que te aconseja en aspectos concretos». También analizan la velocidad puntual en el agua, «nos ponen un cinturón con una cuerda pequeña, no molesta nada, y mide la velocidad que haces en cada momento, para analizarla en la carrera. Aquí tenemos bastantes recursos, la verdad».

Como otro ejemplo de tecnología dentro del mundo de la natación, Sarai vivió también la época de los bañadores de fibra de carbono: «veías a tus referentes, a Michael Phelps y otros, y te fijas en ellos, ves qué bañador lleva el mejor y te lo quieres poner. Yo los llevé también, iban genial, pero los prohibieron por su elevada flotabilidad, porque el rendimiento ya no dependía tanto de lo deportivo, del entrenamiento… pero entonces nos preguntábamos por qué en natación se prohibían esos bañadores si en atletismo no se prohiben las zapatillas a medida que mejoran tecnológicamente». Le atrae también el mundo de los wearables, pero no se los plantea dentro del agua, sino simplemente para controlar entrenamiento, donde sí hace algunas sesiones con pulsómetro, u otros aspectos de su vida.

En lo referente al uso de la tecnología como ayuda a su discapacidad, Sarai se comporta de manera muy similar a lo que comentaba Jairo Ruiz, cuya discapacidad también es congénita: no se siente especialmente discapacitada, en su vida cotidiana se considera más hábil con su muñoncito, como ella lo describe, que con las diversas prótesis que ha ido probando desde muy pequeña. «Desde los tres meses utilicé una prótesis fija, puramente estética. Después las he probado biomecánicas, con electrodos que me permitían accionar una mano muy bonita que se abría y se cerraba, lenta o rápida, con presión graduable y con giro. Pero con quince años decidí no ponérmela más, simplemente porque me arreglaba muy bien sin ella».

Sarai Gascón (IMAGE: Susana Alosete)En su relación con las redes sociales, Sarai se plantea un objetivo múltiple. Por un lado, motivación personal: simplemente, personas que no necesariamente conoce, pero que le transmiten sensaciones positivas. Por otro, buscar visibilidad: en Twitter se abrió la cuenta en 2012 a sugerencia del Comité Olímpico Español, por una campaña en la que trataban de dar más notoriedad a deportistas que empezaban a destacar por sus marcas, y lo sigue utilizando como una forma de hacer tangibles con sus casi tres mil seguidores cosas como sus rutinas de entrenamiento o sus progresos. A Facebook le da un uso algo más personal, aunque acepta a personas que no conoce. Y por otro, puro interés por compartir aficiones como la fotografía, que le viene de su padre, y que le permite además tener algunos detalles con algunas tiendas que le regalan bikinis o ropa deportiva.

Los bañadores de competición, sin embargo, son otra cosa: cada uno cuesta casi cuatrocientos euros, dura en buen estado únicamente tres o cuatro carreras como máximo, y aparte de su beca, conseguir patrocinadores directos resulta muy complicado, con lo que termina invirtiendo una parte significativa de sus ingresos en pagarse cosas como viajes a competiciones, o equipamiento adecuado para mantener su nivel. Cuando le comento que me resulta extraño que una persona con una historia tan motivadora como la suya, un ejemplo claro de superación y además, con un palmarés importante y perspectivas de éxitos en los próximos juegos tenga dificultades para conseguir patrocinadores, me contesta que «la natación tiene muy poca visibilidad, yo siempre he tenido muy buenos resultados, he quedado tres veces campeona del mundo, he ganado dos platas y un bronce en juegos paralímpicos, y… ¡aquí estoy a dos velas!» 

Una deportista de élite con un perfil de joven de 23 años, completamente de su tiempo, aficionada a las redes sociales, a subir fotografías a Instagram, o a la moda, usuaria de apps como 21Buttons. Además, se considera completamente dependiente del móvil, «tal vez incluso demasiado». Para mensajería, WhatsApp, «mis padres me preguntan todo el tiempo como estoy, y eso que están aquí al lado y que tengo 23 años!», y Snapchat, que utiliza mucho más cuando está con sus amigos. También me comenta que saca mucho partido a aplicaciones como el traductor («sé inglés, pero con esto de la natación, acabas hablando con gente de todo el mundo, mira, ahora lo tengo para húngaro, de hace unos días»), la banca online («entro con la huella, y para hacer cuentas cuando paga uno en las concentraciones, me va genial!») o compras, como la app de Bershka, o Groupon («hay ofertas buenas, el otro día nos comimos una mariscada para dos por doce euros cada uno!»). Además, utiliza constantemente Moodle tanto desde el móvil como desde el ordenador, para mantenerse al día con sus estudios: aunque no hace planes a largo plazo, cree que le gustaría acabar o bien vinculada al deporte, o posiblemente al magisterio.

Sarai es, en este momento, una de las deportistas paralímpicas españolas en mejor momento de forma, con grandes posibilidades de subir al podio en Río. Puedes verla con más detalle en el vídeo que ha hecho con Marca dentro de esta misma iniciativa de Santalucía de apoyo al deporte paralímpico, pero a poco que sigas el panorama deportivo, estoy seguro de que sabrás bastante más de ella próximamente. 

 

ACTUALIZACIÓN (16/09/2016): Sarai cerró su participación en los Juegos Paralímpicos de Río con nada menos que tres medallas de plata, en los 200 metros estilos, en los 100 metros libres y en los 100 metros mariposa, prueba en la que se quedó únicamente a diez centésimas del oro. 

3 comentarios

  • #001
    menestro - 12 mayo 2016 - 17:19

    Últimamente, parecía que nadadoras como Mireia Belmonte y Gemma Mengual estaban sacando a la natación de los certámenes y periodos de competición, haciendo más visible este deporte fuera de las piscinas.

    Sin duda, internet es un medio idóneo para desestacionalizar estas actividades deportivas; cualquier contenido que se vierta en la internet puede ser difundido durante prácticamente cualquier periodo, haciéndolo llegar a una audiencia realmente amplia si la producción se realiza adecuadamente.

    Hay pocas cosas más atractivas para crear una imagen de marca. Ahora, solo hace falta una mayor «inmersión» de nuevos medios y tecnologías para darle la visibilidad que se merece.

    Solo hay que ver lo que han hecho productos como GoPro por otros deportes. La natación no solo está en las piscinas.

    La restricción a nuevas tecnologías en natación resulta bastante anacrónica, si tenemos en cuenta la evolución de los materiales en otras disciplinas. No es solo el veto a Fastskin – Que veremos lo que pasa cuando lleguen los trajes capaces de regular la temperatura o parametrizar el rendimiento — habría que ver que entiende la FINA por composición «Textil» de la indumentaria y sus cualidades.

  • #002
    moriwoki - 14 mayo 2016 - 21:15

    Totalmente de acuerdo con Menestro

    Moriwoki

  • #003
    lruiz - 21 mayo 2016 - 10:37

    Desde bien pequeña me he dedicado a la gimnasia rítmica ( sin tener ninguna paralisis ) y se el esfuerzo y sacrificio que significa. Si bien ahora me dedico en el mismo sector pero desde fuera.

    No me quiero imaginar el trabajo y difucultad que supone el deporte paralimpico por eso desde aqui y siempre que lo veo lo aplaudo porque entiendo el sacrificio que lleva sin serlo.

    Un saludo.

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