La Europa imposible

IMAGE: Tatiana Kalashnikova - 123RFEl VP de Políticas Públicas en Europa de Facebook, Richard Allan, afirma en una columna de opinión en el Financial Times titulada «European disintegration threatens business on the internet« que el entorno regulatorio europeo se ha convertido en un auténtico caos con una complejidad que resulta imposible de gestionar para las compañías, y que esto va a dar lugar a problemas en la expansión futura del desarrollo tecnológico y económico de la región.

En el momento actual, la compañía ve cómo algunas de sus prácticas con respecto a la gestión de la privacidad de sus usuarios están siendo sometidas a cuestionamiento en países de la Unión Europea como Alemania, Bélgica, España, Francia, Holanda e Italia, cada uno en procesos diferentes y respondiendo a legislaciones no unificadas. Desde su llegada a Europa, Facebook se consideraba sometida a las leyes del país europeo en el que tenía su sede, en este caso Irlanda, y desarrollaba sus actividades adaptándolas en función de la legislación de ese país, notablemente más laxa que la del resto del entorno europeo. Sin embargo, sus prácticas están siendo objeto de investigaciones por las autoridades de cada vez más países miembros, lo que lleva a una situación difícilmente controlable.

La postura oficial es clara y directa: la ley es la ley, y Facebook, como todos, tiene que cumplirla en cada uno de los países en los que opera. Si preguntas a cualquier europeo, la respuesta inmediata será sin duda algo así: la jurisdicción de mi país protege mis derechos de esta manera, y quien quiera ofrecer sus productos o servicios en su mercado, tendrá que adaptarlos a ello. Sin embargo, llevado a la realidad, las cosas no son tan sencillas. Como bien comenta Richard Allan en su columna, un automóvil tiene que cumplir una serie de normas y homologaciones a nivel europeo, pero una vez que pasa las correspondientes pruebas y aprobaciones, puede ser comercializado en todo el territorio de la Unión sin ningún problema.

La idea de la Unión Europea, de hecho, tenía muchas de sus intenciones situadas en este ámbito: facilitar el desarrollo de un mercado común en el que la complejidad y las trabas para alcanzar una escala más eficiente a nivel empresarial pudiesen disminuir. Sin embargo, cuando pasamos a hablar de servicios y estos pasan a prestarse a través de la red, la cosa se complica, generando una dura realidad: la Unión Europea no funciona, y la tarea de responder a un entorno legislativo en el que conviven las leyes de cada país con normas emitidas por los tribunales europeos o con directrices posteriormente traspuestas con mayor o menor fortuna por los gobiernos de cada estado miembro se convierte en una misión imposible.

Que la propia Unión Europea es consciente del problema es algo que se refleja, por ejemplo, en el largo camino que con gran esfuerzo intentó recorrer la muy añorada Neelie Kroes durante todo su mandato, o en la recientemente comunicada estrategia de mercado único digital. Intentos e iniciativas que no dejan de ser un síntoma claro: la situación legislativa actual refleja un modelo de Europa imposible, un quiero y no puedo definido por un proyecto solo llevado a cabo a medias, convertido en el paraíso de los lobbistas y en un sinsentido absoluto para cualquiera que intente desarrollar su actividad en ese ámbito.

No, Facebook no es ningún santo, y seguramente como europeos estamos razonablemente de acuerdo en que algunas de sus prácticas con respecto a la privacidad no deberían tener cabida en una Europa que pretende establecer un entorno más garantista en esos temas como auténtica seña de identidad, como lógica de un conjunto de países que tienen en su historia individual y colectiva muy buenas razones para hacerlo así. Pero eso, además de no convertirse en un muro impenetrable que se niegue a reconocer los evidentes cambios que el desarrollo de la tecnología ha generado en un ámbito como el de la privacidad, no debe servir como excusa, por el bien de la innovación, para obligar a las empresas a enfrentarse a un auténtico galimatías legislativo indescifrable frente al que no tienen más alternativa que ir cayendo como moscas ya no en una red, sino en veintiocho o veintinueve redes distintas. Simplemente no tiene ningún sentido. Si Europa quiere ser mínimamente competitiva en el entorno digital, solucionar este tema es la primera y más importante de las tareas pendientes.

 

This article is also available in English in my Medium page, “Why can’t Europe see how important the digital economy is?«

15 comentarios

  • #001
    Antonio Castro - 30 abril 2015 - 17:47

    Es evidente que ha que unificar legislaciones y porque estamos ante un comercio global que consigue sacar ventajas de esta gran división de políticas y muy en especial en materia de política fiscal. Pero esto es algo que que no debería hacerse de espaldas a los intereses de la ciudadanía.

    Por desgracia las iniciativas de unificación que se están planteando son aquellas que surgen desde los intereses de los mercados y no desde los intereses generales de las naciones. Por ello se está llevando en secreto. Me refiero evidentemente al TTIP, Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión.

    La negociación se está produciendo con total opacidad entre la UE y los EE.UU. Supone pérdidas de derechos laborales para los ciudadanos, limitación de derechos de los consumidoras, por ejemplo: los productos transgénicos no podrán llevar una etiqueta que los distinga del resto, relajación de las normas que afectan al control de entidades financieras, y algunas lindezas más que obligarán y atarán a los estados firmantes de forma irreversible de forma que un cambio de régimen no pueda cambiar esas nuevas obligaciones que blindarán los intereses de las grandes multinacionales y lobbies muy poderosos que son los que están presionando para que sean aprobadas estas normas.

    Terminaremos siendo un mercado muy competitivo a base de convertir al 90% de los ciudadanos en esclavos.

    Ni el PIB ni la competitividad deben de ser prioritarios. La calidad de vida de la mayoría de los ciudadanos está siendo el parámetro que menos está interesando proteger a aquellos que desde distintas entidades que han monopolizado el poder para usarlo en detrimento del resto de los ciudadanos y del medio ambiente. Para qué van a actuar de otra forma si así les está funcionando muy bien. Ellos defienden lo suyo, lo de sus familias lo de sus amigos y lo de todos aquellos que por su posición económica podrían suponer algún retorno a sus favores.

    Los ciudadanos solo podemos dar votos y retirarlos, pero los plutócratas ya dominan el arte de la propaganda y de la ingeniería social para lograr la estupidización masiva y que la gente termine votando a sus verdugos. Los gobiernos no autoritarios implementan programas menos agresivos que los gobiernos dictatoriales programas que empiezan desde la educación infantil y que lo hacen de forma sostenida y sus resultados son más durables.

    El TTIP va a unificar a la baja todos los derechos de todos los ciudadanos así que Facebook y cualquier otra compañía dejará de quejarse por las desigualdades entre países. Pobrecitas empresas que ahora tienen que enfrentarse a un galimatías.

    Enrique yo no voy a criticar nada de lo que dices pero sí de lo que no dices. Tampoco es que yo pretenda decirte de que tienes que hablar y de que no tienes que hablar, pero que saques un tema tan sensible como este para enfocarlo de esta forma, me parece surrealista. Es como si nunca hubieras oído hablar del TTIP.

    • Enrique Dans - 30 abril 2015 - 18:15

      Ojo con lo que voy a decir porque me puedo equivocar perfectamente, pero yo ya hace mucho tiempo que doy por amortizado el TTIP. Le veo nulas posibilidades de ser aprobado. Digo ojo porque eso no quiere decir que haya que relajar la presión sobre el tema, pero con la información que tengo, me parecería harto complicado que llegase a nada. Si me equivoco y la cosa avanza, habrá que escribir sobre ello, pero hace tiempo que decidí centrar un poco más los temas del blog en la tecnología y sus efectos, y dejar de desgastarme peleando contra gigantes que son molinos. Espero que lo entiendas, es simplemente una opción personal. La política no es mi tema – nunca he servido como animal político – y me quita mucho más de lo que me da.

      • Antonio Castro - 1 mayo 2015 - 08:46

        Yo creo que existe una oposición cada vez más manifiesta por parte de partidos y gobiernos sobre algunos puntos controvertidos del TTIP, tales como los cortes de arbitraje. Lo peor del TTIP podría quedar descartado, pero mientras no se zanjen definitivamente estos puntos con algún acuerdo definitivo pueden seguir intentado cosas parecidas.

        Existe demasiada opacidad sobre la decisión de temas muy importantes. Yo creo que las dudas afectan a nuestro futuro de una forma intolerable.

        Enrique, los Gigantes no son molinos. Tus molinos son en realidad gigantes. Son fuertes, pero si se les pincha sangran. Sé que no eres un animal político y que en tu caso, las luchas contra estos gigantes resultan mucho más dura que para la mayoría de nosotros porque estás mucho más expuesto a cualquier golpe. Por eso yo agradezco mucho cada vez que te pronuncias contra estos gigantes.

        Quizás creas que tus esfuerzos pasados quedaron en nada, yo no lo veo así. Aunque ciertas iniciativas que decidiste apoyar, aparentemente quedaron en nada, también fueron un poderoso granito de arena y pudieron servir de efecto mariposa inspirador para sumarse a algunos movimientos sociales y políticos posteriores. Hablo de nolesvotes.

        No me parece mal que dosifiques tus fuerzas como consideres necesario. No todos valemos para ser héroes a lo Snowden o Assange, pero tenemos que tener muy claro quienes son enemigos nuestros.

        Leo que los obispos españoles rompen públicamente con las políticas del PP y piden perdón por primera vez. Ya era hora. Si no reaccionaron ante el sufrimiento de la gente antes, quizás ahora que saben que una parte de ese dinero expoliado se gasta en putas vean el tema de otra forma. Para este resultado que puede tener un coste electoral importante hizo falta una labor periodística de investigación y estos detallitos pueden marcar diferencias.

        Después de los genocidios financieros que continúan cobrándose víctimas inocentes a diario, sus autores deben ser considerados enemigos y aunque no podamos asestarles el golpe de gracia definitivo, el desgaste sostenido es esencial. Cualquier mala situación puede empeorar, para que el mal triunfe…, o dicho de otra forma, al enemigo ni agua.

      • Antonio Castro - 1 mayo 2015 - 13:41

        Acabo de ver esto: La Comisión Europea argumenta la denegación a los documentos del TTIP por ser un bien superior al derecho al información para la UE
        http://www.economiaciudadana.org/2015/04/a-comision-europea-argumenta-denegacin-documento-TTIP-por-bien-superior-al-derecho-informacion-UE.html?m=1

        Creo que una respuesta como esa es inaceptable y hace imposible pensar que los motivos para tanto silencio sean inofensivos. En sí mismo es una forma de educar a la ciudadanía para que no haga preguntas incómodas.

  • #005
    Español promedio - 30 abril 2015 - 20:23

    Pero nuestros trabajos! …. Y los niños! …. Y nuestras licrncias de taxis y nuestros periódicos! … Además de Internet no se nada, asi que Facebook debe ser controlado

  • #006
    Gorki - 30 abril 2015 - 20:28

    Urge que se normalicen todas las legislaciones que pesan sobre una actividad económica, porque esto se aproxima al caos.

    Uno de mis últimos trabajos como informático, fue hacer un sistema que recogía toda las normativas medioambientales y clasificaba según el temas, de forma que por ejemplo si eras pintor de brocha gorda deseabas saber como deshacerte de la pintura sobrante de un trabajo pudieras saber cuales son las normas que tenía que seguir.

    Recorría los boletines de la Comunidad Europoea, el BOE, los boletines de las Comunidades Autónomas y los de los Ayuntamientos que tiene un boletín de normas digital. En total unos 30 boletines diferentes. Pues bien, ni recogiendo en un solo capítulo todas las normas que afectaban a un sector determinado era fácil entender que normas habia que aplicar de aquel caos normativo.

    Por ejemplo, todos hemos visto unos sacos de escombros de obras que los llenan junto a la calzada y un camión viene a retirarlos. Algo que parece sencillo, pero que tiene un problema, en una localidad compras el saco , por decir un sitio Leroy Merlín de Alcobendas y en otro está la obra por ejemplo Alcorcón. Primer problema cada ayuntamiento tiene sus normas para estos sacos, desde las dimensiones a si tiene tapa o no Por otra parte la empresa que los recoge tiene que tener en cuenta que cada ayuntamiento pone limitaciones de circulación a los camiones. Hay municipios que obligan a la recogida ante de las 8 de la mañana y otros que exigen retirarlos antes de que pasen 24 horas. Con todo ello las rutas de recogida son caóticas.

    Comprenderán que si es caótico algo tan sencillo, ni contar lo complicado que puede ser conseguir un permiso para extraer arena del fondo del mar para arreglar una playa, Con frecuencia la normativa de unos, por ejemplo de Europa es incompatible con la normativa de una autonomía, y no esta claro cuaual es la que prevalece en cada caso, así que los palos te pueden caer hagas lo que hagas.

  • #007
    marcos - 30 abril 2015 - 23:52

    Ayer en evento #MardeDatos de Fundación Telefónica una joven, ¡muy joven!, indicó que le preocupaba mucho lo que las empresas iban a hacer con sus datos. Mi compañero de asiento le animó a tirar el móvil, aunque no le oyó, y en mi caso me acordé de la madre de Baltimore, y tampoco me oyó. Desde la tribuna le contestaron que confiaban en la autoregulación, o sea una utopía total, y también le indicaron que la privacidad ahora mismo tiene un precio: la obtención de un servicio que en muchas ocasiones es excelente.

    Creo que sí, que la legislación, la normativa y la regulación ha sobrepasado sus límites de dinamizar la economía y se ha vuelto demasiado densa, confusa, repetitiva y tiene mucho peligro como amenaza para el progreso, especialmente en Europa. Afortunadamente en Estados Unidos no parecen pensar igual y mientras dejen comercializar sus productos y servicios en Europa podremos disfrutar de mejores soluciones para nuestra vida aunque sea cediendo privacidad. Gracias por dejar comentar.

  • #008
    xaquin - 1 mayo 2015 - 00:57

    En algo tenían que estar de acuerdo el VP de PPE de Faceebok con los inmigrantes (legales e ilegales!) europeos…

  • #009
    Maestre Patarran - 1 mayo 2015 - 09:50

    Excelente articulo.
    Y excelentes comentarios de Antonio y Gorki.
    Interesantisimo.
    ;-)

    • Gorki - 1 mayo 2015 - 20:00

      Gracias

  • #011
    Nova6K0 - 1 mayo 2015 - 17:04

    Como todo en esta vida es cuestión de dinero. Aunque lo enmascaren de buenas intenciones. Es por eso que cuando una Industria sea la que sea llora, habla de defensa de la cultura, de la música, del arte, de las innovaciones, son eso excusas.

    El TTIP, TISA,… y tratados similares sólo buscan dar más poder a las empresas. Donde los ciudadanos pasamos a ser consumidores.

    La tomadura de pelo de la CE, que para mí es el lobby de los lobbies. No en vano no es raro que las cagadas, con perdón de la CE las arregle el Parlamento Europeo, como por ejemplo el tema de ACTA. ACTA que por cierto vuelve a estar presente en estos tratados de una manera más light, al parecer eso sí. Pero quien haya leído por ejemplo ACTA y la parte de propiedad intelectual de CETA (Tratado de libre comercio entre la UE y Canadá) son idénticos en alguna de las partes, hasta en sus palabras.

    Sobre el tema de EE.UU, en este país sólo conocen un lema todo por la pasta, sin importar los ciudadanos y sus derechos. No en vano en EEUU por mucho que van de superdefensores de todo, no conocen los DD.HH (lo gracioso es que luego hablen de China, Corea del Norte, algunos países musulmanes,…)

    Por cierto no se a que llamas Marcos, un servicio excelente, con todos mis respetos. ¿A que puedan vender tus datos sin darte nada a cambio? Esto me recuerda al tema de la Industria de contenidos y los ISP. Es una relación simbiótica. Es decir yo pongo las cañerías y tu el agua. Sin las cañerías el agua no se puede llevar, pero sin agua las cañerias no valen para nada. Es decir Facebook, Twitter, Google,… sin sus usuarios no son nadie. No en vano ¿Para que vas a crear un producto/servicio si sabes que nadie lo va a usar?.

    Salu2

  • #012
    marcos - 1 mayo 2015 - 18:36

    El mercado único digital tiene una puerta trasera que hay que cerrar que es la del mercado fiscal único. Pero esto de poder llegar a un acuerdo entre países soberanos no deja de ser una utopía, si tenemos en cuenta que un solo país de la CE como España tiene 17 normas diferentes.

  • #013
    Antonio Castro - 1 mayo 2015 - 19:07

    #009 Creo que estos problemas hay que verlos con perspectiva. Nuestro sistema económico no es sostenible y a las pocas personas que están en posición de mejorar la sostenibilidad de nuestra economía les importa un higo, porque representan a un 1% y están convencidos que no serán ellos quienes paguen las consecuencias de una eventual crisis de la cual incluso podrían salir ganando.

    Gracias a los avances tecnológicos, para causar un enorme daño ya no hacen hace falta cualidades mentales excepcionales, más bien basta la ausencia de ellas.

    Generalmente se reserva la condición de enemigos a los malvados, pero en este caso se trata de algo peor que la maldad. Se trata de egoísmo y estupidez. A diferencia de los malvados inteligentes, los estúpidos son incapaces de medir el daño que provocan. Son los enemigos más destructivos de todos. Estamos en las peores manos posibles.

  • #014
    Gorki - 1 mayo 2015 - 20:22

    Creo que el que existan marcos normativos, que nos protejan de la voracidad de las empresas es bueno, Pero lo que es de locos, es que cualquier autoridad territorial, se crea en el derecho de emitir normas para su territorio, pues el problema es que sus normas solo tienen validez en un territorio más o menos extenso, una ciudad, una autonomía, un estado, pero hoy los ciudadanos corrientes mos relacionamos con personas y empresas que están fuera de nuestra localidad. por lo que cumpliendo todos los requisitos que les piden en nuestra localidad, podemos estar haciendo algo ilegal donde está nuestro interlocutor.

    Por poner un ejemplo la Ley de Protección de Datos es de obligatorio cumplimiento en España, pero supongo que en Francia hay otra que diferirá en algo a la española.¿ Cómo puedo grardar datos de clientes de forma que sea legal en todos los países de la Comunidad Europea? A mi modo de ver, es que esa ley haya sido emitida por Bruselas y prevalezca sobre todas las demás. Esto es lo que pido, no que desaparezcan las normas, sino que sean leyes claras no sujetas a peculiaridades locales.

  • #015
    MiguKendo - 4 mayo 2015 - 12:13

    Estoy de acuerdo con Antonio #001 y, en menor medida, con Nova6ko #011. Entiendo a Marcos #007, pero mezcla el planteamiento del problema con su solución.

    Este problema de Facebook no es nuevo: lo han tenido todas las empresas que en el mundo se han dedicado a realizar algo de manera no-local. Cuando tu negocio es local solo te tienes que preocupar de las normas que se te aplican en ese sitio. Cuando tu negocio no es local (evito ex-profeso el término «global», porque implica otras cosas) tienes que preocuparte por cómo funcionan las cosas en el lugar de origen, en el lugar de destino, y en todos los lugares por los que vas pasando. Si no por qué existen todas las compañías de import-export, forwarders, etc.

    El asunto es que hace 200 años era perfectamente posible que una mayoría de la población actuase a un nivel exclusivamente local, pero en el mundo moderno es prácticamente imposible no interactuar de un modo global; no digamos ya no-local. Las empresas de internet han generado enormes beneficios y cambiado muchos conceptos base con su actuación absolutamente global… pero ahora pretenden no sufrir los inconvenientes de actuar de manera no-local. «Poneos de acuerdo entre vosotros que me viene mal tener que actuar de acuerdo a todas esas normas: me es molesto y me cuesta mucho dinero». Obviamente no puede decirlo así, así que lo disfraza de «atentado al progreso, entorpecimiento de la innovación, ¡huuuuyyyy, que vais a seguir perdiendo empleoooosss!».

    La CEE incipiente regulaba temas principalmente económicos, logísticos y de gestión. Temas sobre los es relativamente fácil llegar a acuerdos. La madre del cordero viene cuando nos metemos ya «en harina», y se pretende decir a la gente cómo tiene que vivir, cuáles van a ser sus derechos (laborales, de consumo, de privacidad, de nacionalidad, fiscales, etc) aun cuando no sean ellos quienes decidan. Aquí obviamente la gente empieza a poner el alto. Puedo firmar un acuerdo con los vecinos de mi barrio en el que digamos que compraremos en comercios locales, cómo deseamos que sea la circulación o limpieza de las calles, etc. Pero en cuanto ese acuerdo pretenda decirme cómo tengo que tener mi casa, de puertas para adentro, eso obviamente va a crear tensiones y mucha gente no lo aceptará.

    La UE tuvo su oportunidad con la Constitución y el Tratado de Roma original (el que incluía nacionalidad europea, elección directa de ejecutivo europeo, transposición obligatoria de cierta normativa, y la base para hacer de la UE un país confederado, al contrario que el que se firmó). Y la dejó pasar. Ahora se ha convertido en un mastodonte que no puede avanzar porque sus miembros no se lo van a permitir, pero que tampoco puede caer porque todos los miembros caerían con ella. Pero eso no puede ser una excusa para que las rapaces compañías deshumanizadas quieran saltarse todo eso para aplicar las normas que más les convengan. ¿Que el sistema debe optimizarse ? Por supuesto. ¿Que queda bastante sitio para mejorar cómo funciona? Claro que sí. pero NUNCA a costa de pervertir los principios básicos que lo alzaron (interés general, protección a los necesitados, ejercicio apropiado de la autoridad, etc). Ya los romanos, que algo sabían de leyes y normativa, decían «dura lex, sed lex» (la Ley es dura: pero es la Ley). Que se lo aplique quien se lo deba aplicar

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