Entornos sociales y percepciones

IMAGE: Stuart Miles - 123RFFacebook dedica una amplia entrada en su Newsroom a tratar de explicar y clarificar sus criterios con respecto a la eliminación de contenido, la gestión de la identidad  y las peticiones de información gubernamentales, una entrada que me parece recomendable para observa lo complejo que el tema puede llegar a resultar cuando se gestiona una comunidad de unos mil quinientos millones de personas con orígenes y culturas de todo tipo.

La entrada me sugiere una pequeña reflexión sobre las percepciones que tenemos en torno al funcionamiento de los distintos entornos sociales: las reglas que definen la interacción en una red son las que, en último término, condicionan el ambiente y las percepciones en ella. Y el caso de Facebook, aún con toda la crítica que han podido inspirar cuestiones delicadas como su política de nombres reales (que ha ido ocasionándole problemas con colectivos como el LGBT o los indios americanos, por poner solo dos ejemplos) o la eliminación de contenidos supuestamente obscenos que resultaban ser cosas tan lógicamente aceptables como mujeres dando el pecho a sus hijos u obras de arte, me genera una percepción como usuario más agradable que la que me pueden generar otras redes.

Me explico, no sin antes aclarar que voy a hablar de percepciones personales, y por tanto, no pretendo tener la razón ni ir más allá de la expresión de esas percepciones: en mi uso de Facebook, mi sensación habitual en la mayor parte de los casos es de control de la interacción. Si alguien, por ejemplo, me insulta o escribe contenido ofensivo en mi perfil o en mi página, tengo todo tipo de herramientas a mi disposición para controlarlo, desde la simple eliminación hasta el bloqueo, pasando por el reporte del incidente a la propia Facebook o por cuestiones tan curiosas como eliminar ese contenido pero que siga siendo visible para quien lo escribió y para sus amigos (siempre me ha parecido una idea sibilina, dejar al troll ahí, viendo su mensaje, pero extrañado porque nadie le contesta… algo sin duda diseñado por quien entiende el mecanismo que lleva a un troll a actuar en busca de atención). En general, en las escasas ocasiones en que me he podido sentir molesto en Facebook con los comentarios de alguien, he podido tomar control de la situación, eliminar el problema y mantener una percepción agradable, de sitio que cuida las dinámicas de interacción y convivencia.

Twitter, en cambio, supone el caso opuesto: ante cualquier insulto o salida de tono, las normas que supuestamente deberían servir para gobernar la interacción están, en general, entre lo inútil y lo absurdo, pasando incluso por lo contraproducente. Bloquear a alguien simplemente evita que te mencione, pero no que te siga insultando utilizando, por ejemplo, tu nombre real en lugar de tu nick. No evita que lea tus actualizaciones, simplemente le resulta un poquito – casi nada – más molesto porque tiene que entrar en tu perfil desde el navegador, pero eso es todo. Y reportar algo a Twitter es ya directamente de risa: aún considerándome una persona con la piel muy gruesa y que suele dar muy poca importancia a ese tipo de cosas, no ha habido ni una sola vez en la que Twitter haya considerado que mi protesta tenía razón, independientemente de cuál fuese el insulto o la amenaza, o en situaciones que, a mi entender, rozaban claramente el acoso. Da lo mismo. Para Twitter, supongo que la situación tiene que ser de amenazas de muerte directas y claras, que no puedan interpretarse en modo alguno como una ironía ni echándole mucha imaginación, o algo que resulte especialmente sangrante, para que la empresa tome algún tipo de decisión al respecto. La sátira siempre está permitida, por cruel que pueda llegar a ser, e incida en los aspectos que incida: puedes burlarte de quien sea y poner énfasis en lo que quieras, sean limitaciones físicas, defectos o lo que sea, con tonos de humor tan negros como el más negro de los carbones, que Twitter siempre dirá que está dentro de algún tipo de libertad de expresión y que no debe ser objeto de ningún tipo de acción.

El resultado es claro: mientras Facebook tiende a generarme una percepción positiva en su dinámica de interacción, me resulta tristemente habitual que en Twitter no sea así – y no me refiero particularmente a mí, que como digo, he aprendido a tener una piel bastante gruesa, sino a amigos o conocidos. Mientras en Facebook puedo controlar a alguien que entre en dinámicas de insulto permanente o de acoso, en Twitter carezco de ningún tipo de control, me siento completamente ignorado o hasta «desamparado» por parte de la compañía, y me obliga a tener mucho más cuidado con lo que digo para evitar que surjan malentendidos que generen ese tipo de situaciones. A nadie le agrada ser insultado, menospreciado o criticado de manera en muchas ocasiones innecesariamente cruel en público, pero la compañía hace gala de permitir todas esas situaciones y de no aplicar ningún tipo de herramienta de censura, salvo en casos muy específicamente delimitados.

¿Supone esto que estoy descontento con Twitter? No, en absoluto: como entorno, tiene muchas cosas fantásticas. Pero la pregunta es: ¿habría riesgo de perder algunas de esas cosas positivas si la compañía no hiciese una dejación prácticamente total de sus responsabilidades sobre la gestión de la comunidad? Sinceramente, creo que no.Una comunidad en la que no existen prácticamente normas de respeto y educación tiende a evolucionar mal. Considero que Twitter sería un entorno mejor si cuando alguien se siente gravemente insultado, amenazado o agredido pudiese reportarlo y encontrarse una respuesta positiva al otro lado, un «tienes razón, ese tweet está completamente fuera de lugar y se debe hacer algo al respecto», y no un «no es nada, eres un llorica, déjanos en paz». Pero obviamente, Twitter no piensa así, y prefiere una política en la que el criterio imperante sea un «vale todo». Qué le vamos a hacer. Cuestión de percepciones…

ACTUALIZACIÓN (23/03/2015): Twitter anuncia una herramienta para eliminar los tweets amenazantes y abusivos del timeline de sus víctimas. No me parece la solución, creo que la cuestión no está en ocultar sino en disuadir, y que amenazar o acosar nunca debe salir gratis, pero al menos es algo, y prueba que algo de sensibilidad con el tema, al menos, pretenden tener…

 

This article is also available in English in my Medium page, “How important are good manners on the social networks

7 comentarios

  • #001
    Antonio Castro - 18 marzo 2015 - 20:10

    Bolquear a una persona sin que la persona perciba la acción que le atañe es muy efectivo y más tratándose de un tema, el de los trolls, tan molesto y delicado de tratar, pero no sé si es lo más adecuado.

    Yo no excesivo problema en que un Troll me siga poniendo verde mientras la ofensa no llegue dirigida a mí, ni llegue a los demás a través de alguna cuenta mía, o alguna página mía, o algún foro donde la gente sabe que estoy suscrito y se da por hecho que es inevitable que yo vea el comentario ofensivo.

    Yo no digo que los comentarios a mis espaldas me gusten o no puedan llegar a afectar a mi popularidad, pero tampoco me preocupa excesivamente. La gente que deje de seguirme por dar credibilidad a los Trolls que me pongan verde tampoco creo que representen una gran pérdida. Es imposible agradar a todo el mundo y es una memez intentarlo.

    El caso es que no me gusta Facebook y por el contrario me gusta bastante Twitter, pero al igual que tú, no pretendo cargarme de razones argumentando pros y contras de cada uno. Creo que es una cuestión que tiene mucho que ver con los gustos personales.

    Respecto al grosor de la piel supongo que lo ideal es no tenerla ni muy fina ni muy gruesa.

  • #002
    David el Bueno - 18 marzo 2015 - 20:57

    Como Antonio, soy usuario habitual de Twitter y muy esporádico de Facebook, por ello creo que tienes razón en el tema del control de los comentarios en la primera. A pesar de todo, la globalización que supone internet nos deja en paños menores ante una cuestión que antes no nos preocupaba tanto, la de los usos y costumbres y las diferentes sensibilidades. Desde el más brutal tema de Charlie Hebdo hasta las fotos de las señoras dando pecho, el «allá donde fueres, haz lo que vieres» ya se ha quedado obsoleto porque ahora el «allá donde fueres» es el «allá donde teclees» :-)) lo que nos deja poco menos que sin la «protección» de aquellas consideradas como buenas maneras.
    Sería genial, e incluso necesario, contar con una revisión global de esas buenas maneras, unos códigos de buena educación o respeto a las diferentes sensibilidades, que pudieran servirnos tanto en entornos internacionales como en la web, maximizando el uso de la globalización puramente material hasta elevarlo a un terreno humano.
    Voto por un «international web «dress» code» desde aquí.
    Saludos.

  • #003
    xavier - 19 marzo 2015 - 05:27

    ¿Ojos que no ven, corazón que no siente?

  • #004
    Pedro Valero - 19 marzo 2015 - 09:06

    Parece que los de Twitter empiezan a tomar nota: http://www.ticbeat.com/socialmedia/twitter-facilitara-informes-de-las-denuncias-de-amenazas-en-su-plataforma/

  • #005
    Felix Abalde - 19 marzo 2015 - 19:59

    Soy usuario de ambas redes. Lo que más me gusta de twitter es su inmediatez. Nunca leo los tweets de alguien de hace cinco o seis horas, a no ser que su repercusión los haya mantenido «altos»

    No estoy excesivamente de acuerdo con el control sobre todo lo que se deja en este muro permanente que es internet. En el mundo real uno puedo decir un exabrupto en un determinado momento y ya está, uno se equivoca y se olvida. Para mi twitter es un buen ejemplo de eso. Es fútil y rápido. Es la fast-food de las redes.

    En cuanto a establecer unas reglas de «buenas maneras». No me parece que esas reglas llevaran a ningún sitio más que a saltarselas. Particularmente me encanta el humor negro o que se acerca a los límites así que es probable que fuera uno de los que se las salta.

  • #006
    Alicia - 20 marzo 2015 - 04:43

    «No ofende el que quiere sino el que puede.» (Anónimo)
    Considero que la libertad de expresión es un derecho que debe ser respetado y no cercenado. Frente a una crítica siempre intento ver el lado positivo y preguntarme por el objeto de la misma. Si no es constructiva, trato de ver qué es lo que pretende la persona que la hizo. Finalmente si algo no me gusta, simplemente lo ignoro y no le doy la más mínima entidad. ¡Saludos!

  • #007
    makertan - 20 marzo 2015 - 11:02

    Hola Enrique, efectivamente facebook te da más control, pero ¿eso es siempre bueno? Una de las ventajas que tiene twitter es su inmediatez y su ‘no control’ de la interacción. ¿Porqué? porque es la mejor red social para poder quejarnos y comunicarnos con grandes medios, famosos, políticos y demás. Twitter es la red que iguala a Mariano con Pepe el camionero. En Facebook como bien sabes es muy fácil eliminar aquello que no queremos que se vea. Twitter exige que te posiciones, o que bloquees.
    Como usuario a mí me da menos confianza un sitio que controla mis comunicaciones por chat (whatsapp es de facebook) que otro que me coge datos pero al menos no en una medida tan amplia. Y los hashtag son un auténtico arte que facebook ha copiado pero no les ha funcionado. Una red social por definición es social, no personal ni propia, para eso ya están los blogs y otros entornos.
    Por ejemplo, nadie comenta lo fácil que es saber todo de todo el mundo en linkedIn, basta con hacerse una suscripción premium y te puedes generar una base de datos increíblemente buena. ¿Qué control tengo de eso? El control de tus cosas lo has perdido en el momento en el que distes al botón de acuerdo en la pestaña de registro a la red social. Todos somos famosos, que le vamos a hacer :)

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