Sobre cabinas, operadoras y WiFi

Dos noticias interesantes y relacioneadas llaman mi atención sobre un tema: la intersección entre las operadoras, sus infraestructuras y la tecnología 802.11x, más conocida como WiFi.  Por un lado, la ciudad de Nueva York anuncia que utilizará su red de cabinas telefónicas para proporcionar cobertura WiFi gratuita, puedes ver la noticia en sitios como C|Net, NaciónRed o El País. El despliegue es, por el momento, moderado, aunque prometedor: únicamente diez cabinas de un total de más de doce mil, con una adaptación de las cabinas financiada con publicidad, y contratos de gestión y mantenimiento con trece empresas que no han costado nada al erario público.

Por otro lado, un interesante artículo en GigaOM que se plantea la lógica duda: ya estamos utilizando las redes WiFi más que las de telefonía celular, ¿por qué no continuar con esta tendencia?. Y finalmente, mis ideas expuestas sobre el tema, que datan públicamente del año 2004 y que expresé en una serie de reuniones con operadoras y otros agentes de decisión auspiciadas por el Ayuntamiento de Madrid en un foro que se denominó FOROmaR, cuya evidencia a día de hoy ya prácticamente ha desaparecido de la web salvo por las crónicas de las reuniones en mi propio blog.

A día de hoy, utilizamos ya para nuestro tráfico de datos mucho más las redes WiFi que las proporcionadas por las empresas de telefonía móvil. En la mayoría de las ocasiones en que descargas datos a tu teléfono o dispositivo móvil, estás en una de estas redes, bien en tu casa, en tu trabajo, en un punto de acceso público, etc. Uno de cada 4 hogares en el mundo tiene una conexión WiFi instalada, casi 440 millones de hogares, el 25% del total mundial. Sin embargo, las operadoras siguen intentando desplegar infraestructuras de diversos tipos, con unas características de eficiencia sensiblemente inferiores.

La situación es, cuando menos, pintoresca: una serie de empresas llevan ya más de una década empeñadas en no reconocer el avance y las posibilidades de tecnologías de uso ya completamente asentado y enormemente eficientes como las relacionadas con el protocolo 802.11x, a beneficio del despliegue de las que ellos consideran interesantes. Las infraestructuras propuestas por las empresas de telecomunicaciones son sensiblemente más caras (entre los $7500 y los $15000 por una picocélula) que los puntos de acceso WiFi (en torno a los $2000), y es capaz de soportar una capacidad mucho mayor. En términos de requerimientos de infraestructura, complejidad y coste del despliegue, las dimensiones son ya sencillamente incomparables: una antena de telefonía móvil es grande, cara y genera incomodidad a su entorno. Una célula WiFi es pequeña, de despliegue sencillo, y es una tecnología a la que todos estamos acostumbrados: España es el noveno país del mundo con más conexiones WiFi en el hogar, con más del 57% de los 17,7 millones de hogares españoles conectados mediante esta tecnología. Hablamos de una tecnología completamente implantada,que nos resulta totalmente familiar y de uso sencillísimo. En el equipo cliente, la situación es la misma: un chipset WiFi para un dispositivo medio está en torno a los $5 y consume sensiblemente menos batería que uno 3G, que está alrededor de los $30. La capacidad agregada de todas las redes WiFi del mundo se estima en 16.500 terabits por segundo, mientras que la de las redes de telefonía celular no llega a los seiscientos. Con la llegada y popularización de la llamada «internet de las cosas«, el problema de saturación se va a agregar sensiblemente. Digan lo que digan las operadoras, el asunto no es una cuestión sujeta a criterios tecnológicos, sino de avaricia, de modelo de negocio y, sobre todo, de control.

Por un lado, las operadoras insisten en desplegar tecnologías que les permiten alegar una situación de escasez artificial que podría evitarse simplemente tomando la opción tecnológica adecuada. Por otro, las administraciones protegen a estas operadoras y afirman que están obligadas a proteger e incentivar su inversión en infraestructuras. En el momento actual, en que las operadoras alegan criterios de escasez y saturación de sus redes para reclamar el fin de la neutralidad de la red, la cuestión adquiere muchísima más importancia: esa escasez es en gran medida artificial, y únicamente se debe a la negativa de las operadoras a apostar por la tecnología adecuada para proteger así su modelo de negocio. La única apuesta de las operadoras por WiFi se refiere, como no, a la posibilidad de hacer offloading de su red a costa del usuario. Cualquier intento de despliegue que vaya más allá y maximice el aprovechamiento de la tecnología es tildada de «poco rigurosa» o directamente de «ignorante», cuando no de «insegura» o de «imposible». Pregunta a un ingeniero que no trabaje en una operadora: en realidad, lo que están haciendo es simplemente FUD.

En el año 2004 pude ver cómo las operadoras manifestaban su más absoluto desprecio a la tecnología WiFi y al su despliegue, hablaban de las redes ciudadanas como de la peste, y amenazaban con no invertir en caso de propiciarse el despliegue de las mismas (ya entonces había experiencias pioneras, como la de Filadelfia). Ahora, ocho años después, seguimos prácticamente igual. La reacción de las operadoras cuando mencionas este tema siempre es la misma: escandalizarse, reírse, decir como todo argumento «que no puede ser y además es imposible», y tildarte de ignorante tecnológico. Apostar por el modelo actual ha conseguido generar una situación de escasez de la que únicamente se benefician las operadoras, ha ralentizado el progreso tecnológico. Y a lo largo de todo este tiempo han estado en todo momento apoyadas por una administración que únicamente puede calificarse como de cómplice: los teóricos representantes de los ciudadanos están siendo cómplices en el mantenimiento de su retraso tecnológico, con el fin de beneficiar los intereses económicas de las operadoras.

Llevo mucho tiempo diciéndolo: el despliegue de internet se ha vuelto demasiado importante como para dejarlo en manos de las operadoras. Con este tipo de temas estamos perdiendo el tiempo. O, dicho de manera más radical y directa: estamos haciendo el imbécil.

22 comentarios

  • #001
    Antonio Jesus Sanchez Padial - 14 julio 2012 - 09:49

    No olvidemos que en España se ha penalizado por la CNMT a los ayuntamientos (como el de Jun) que han ofrecido acceso Wifi gratuito a sus vecinos.

  • #002
    Tony-tux - 14 julio 2012 - 09:53

    Bueno, entonces es uno de los muchos temas en los que estamos, a nivel nacional, haciendo el imbécil; ya me dirás como nos va en energías renovables, por ejemplo, en empresas tecnológicas, en I+D+i, en …
    Comparados, estamos peor que mal, eso si, en chusmerio, chonis, pedorros que se creen licenciados en la RAE, etc. ¡EN EL NÚMERO UNO!

  • #003
    Ismael - 14 julio 2012 - 10:08

    …Abre tu aplicación Skype con tu Smartphone y flipa…Qué telecocompañia no tiene miedo a eso!

  • #004
    adomon - 14 julio 2012 - 10:17

    Enrique, se nota que no eres ingeniero y haces simplificaciones para apoyar tus tesis ;) Estoy muy de acuerdo con la extensión de redes wifi. De hecho la mayoría de los operadores también lo están (busca off-load) el asunto es cómo llevar la banda ancha masiva a los nodos sean wifi o multitecnológicos y que lleguen de forma fiable y segura. Eso cuesta dinero (y superar las absurdas pegas al despliegue de redes). Cómo pagar todo eso es todo un reto .

  • #005
    Anónimo - 14 julio 2012 - 10:26

    Ademas el chipset wifi consume mucho menos que el 3G

  • #006
    Tony-tux - 14 julio 2012 - 10:41

    #adomon, si quieren pueden. No me sirve hoy en día el lloriqueo de las telefónicas de turno que no pueden hacer esto o aquello, cuando hace años telefónica de España, actualmente vomistar, tendió una red de fibra óptica que después dejó en el olvido, cuando desde las empresas y el gobierno lo han hecho tan rematadamente mal que este país está a la cola de toda Europa, y si no fuera por África, del mundo entero.
    En Fórmula Uno, hace años se usaban los turboalimentadores, dejaron de usarse y bajar 200 CV de golpe, los cuales recuperaron en cuestión de dos años nada mas. Si ellos pudieron hacer eso, es porque quisieron y pusieron los medios.

  • #007
    Manuel García - 14 julio 2012 - 11:31

    #004 ok, cuesta dinero. En eso estamos de acuerdo. ¿Pero cuesta más dinero y es tecnológicamente MÁS ‘difícil’ que desplegar redes 3G…?

  • #008
    elradioplanner - 14 julio 2012 - 12:24

    Otro aspecto técnico-administrativo que debe tenerse en cuenta es que la banda Wifi es libre, no así las bandas usadas para redes celulares GSM y 3G. Eso quiere decir que no se puede garantizar una calidad de servicio en dicha banda. ¿Aceptariamos un servicio de calidad indefinida aunque el coste sea bajo? ¿y los problemas de seguridad? Porque yo le pongo a mi punto de acceso wifi el SSID de ese wifi municipal, ciudadano o lo que sea, y a partir de ahí ya puedo capturar contraseñas y demás. Las diferencias de precios en tecnología casi nunca son a cambio de nada…

  • #009
    Jesus Pablo - 14 julio 2012 - 12:44

    Ya esta todo inventado….¿ Que están haciendo ya en Corea del Sur ? O en Finlandia ? ¿ Por cual han optado estos países ?

  • #010
    Carlos Gómez - 14 julio 2012 - 12:47

    Enrique, soy alicantino y ONO ha lanzado un servicio de WiFi alta velocidad en mi ciudad (y R ha anunciado su intención de hacerlo en breve por Galicia). Como dice adomon, no nos olvidemos que ni los ayuntamientos ni el resto de operadores móviles, y por eso muestran su indiferencia, cuentan con el despliegue de fibra que ya tienen los operadores de cable para llevar la banda ancha de manera masiva a los nodos wifi… No creo que el despliegue de Internet no se pueda dejar en manos de las operadores, sino simplemente hay que pensar en qué operadoras tienen capacidad para hacerlo bien. Y por otra parte, además del resto de beneficios que comentas, no nos olvidemos que las velocidades del WiFi son muy superiores a las del 3G, y para muestra este video del WiFi que ya tenemos en Alicante:
    http://www.youtube.com/watch?v=mDqXkEGS0aE&feature=related

  • #011
    Luis - 14 julio 2012 - 17:12

    #008 dices, «¿Aceptariamos un servicio de calidad indefinida aunque el coste sea bajo?»

    Hombre, el 3G de ahora es caro y de calidad indefinida, así que sí, lo aceptaríamos porque estamos muy acostumbrados.

  • #012
    adomon - 14 julio 2012 - 19:48

    Releo el post de Enrique y los comentarios. Lo primero pedir disculpas a Enrique porque esta mañana con el móvil he leído demasiado deprisa el post y se me había pasado por alto que ya mencionaba el offloading .
    Soy ingeniero pero no trabajo para ninguna operadora ni suministradora de equipos. Desde hace muchos años sigo con interés profesional todas las iniciativas de extensión de banda ancha ubicua y a precio asequible. El WiFi es estupendo sobre todo por los millones de aparatos que hay con ese tipo de acceso, pero no lo es en términos de consumo o en términos de eficiencia en uso del espectro. Es perfecto para distancias cortas (decenas de metros). Con antenas direccionales (y saltándose a veces la normativa) se llega más lejos, pero estamos hablando en esta «conversación» del uso de WiFi como forma de acceso en tabletas y smartphones. Para eso se necesita poner muchos puntos de acceso con enlaces muy «anchos» y una con gestión de tráfico (calidad de servicio) y de usuarios. Y todo eso tiene un coste. Las frecuencias de WiFi (2.4 GHz y 5Ghz) no llegan tan lejos ni tan profundo (sótanos, interior de edificios) como las frecuencias que se usan en 3G (1800 MHz y pronto 900 y 800 MHz).

    Hay desde hace años operadores WiFi como ejemplo notorio en USA el de Clearwire que no termina de triunfar. Empezó con frecuencias libres y después compró espectro reservado.

    También Google tiene una red wifi, pero solo en Montain View http://en.wikipedia.org/wiki/Google_WiFi y cabría preguntarse por qué no la extiende a otras ciudades. La respuesta es porque proveer banda ancha fiable, ubicua y segura en un mercado con «hambre infinita de banda ancha» no es tan sencillo: tiene otros muchos costes adicionales a la electrónica de un punto de acceso, es algo que requiere foco. Quien sepa hacerlo mejor que cree una operadora WiFi y lo haga Desde 1998 las telecomunicaciones están liberalizadas.

  • #013
    beltran - 14 julio 2012 - 22:56

    Creo que centrar el debate WiFi vs LTE (una realidad) en base al coste de depliegue de una pico contra un hotspot o el chip es simplificar demasiado el asunto.

    Por una parte, y como bien senala alguien hay una diferencia FUNDAMENTAL. WiFi opera en espectro no regulado y por lo tanto, con unos problemas de interferencia y calidad notables, que en un entorno relativamente pequeno y con servicios relativamente «simples» es aceptable, pero no en una gestion de usuarios al nivel de operadores de varios mm de usuarios.

    Ademas, la tecnologia celular permite integrar en un mismo sistema antenas macro capaces de cubrir varios km, con soluciones indoor, DAS, picos, femtos…esto no se puede conseguir con WiFi que por definicion solo opera en unos escasos metros cuadrados (50-200). El no poder integrar estas soluciones lo hace menos versatil e impide autentificacion de usuarios en varios entornos

    Fundamental tambien, que nadie parece senalar es el HANDOVER – que WiFi no permite, pilar de las tecnologias celulares

    Enrique, no comparto para nada la frase «operadoras insisten en desplegar tecnologías que les permiten alegar una situación de escasez artificial que podría evitarse simplemente tomando la opción tecnológica adecuada». Esto es una falacia. Como bien se apunta, el WiFi se esta potenciando mucho como metodo de offload (operadores como AT&T, Korea Telecom,etc lo han puesto como pilar de su propuesta de valor). Es un tema de como, cuando y bajo que circunstancias.

    Yo creo Enrique que debes hablar de tecnologias complementarias, pero que en ningun caso seran sustititivas.

  • #014
    beltran - 14 julio 2012 - 23:07

    Un ultimo apunte Enrique, tu comparacion sobre costes es incorrecta.

    No puedes comparar una pico con un hotspot. La razon para instalar una pico es ofrecer indoor coverage en zonas de acceso dificil (ejemplo, zonas internas de un centro comercial o un parque empresarial) y lo fundamental es asegurar la interoperabilidad con los mastiles externos para que el cliente no vea su llamada cortada al entrar en dicho centro,

    Puestos a comparar, usemos esta. Un mastil 3G con 3 sectores ofreciendo 42 Mbps se puede instalar hoy en dia por menos de 70,000 euros. En una zona moderadamente densa este mastil puede cubrir un entorno de oficinas como la finca y dependiendo del uso, probablemente bastar para cubrir las necesidades de voz y datos de los alli presentes. Replicar esa cobertura en Wifi requeriria, asi a ojo mas de 500 hotspots, mas la transmision a cada uno de ellos. No me salen las cuentas :)

    Como te comentaba. Cada tecnologia tiene su aplicacion. Hoy creo que tu articulo no hace justicia.

    Saludos

  • #015
    WoRMs - 15 julio 2012 - 04:54

    Yo pienso que en vez de usar wifi se debería usar Wimax o algo con mas alcance pero tampoco se si los costes serían razonables.

  • #016
    Juanjo Pina - 15 julio 2012 - 11:03

    Digo lo mismo que WorMs… ¿qué pasa con el Wimax?

    Por otra parte, me huele fatal leer acerca de los problemas derivados de un entorno «no regulado» y del

  • #017
    beltran - 15 julio 2012 - 17:59

    WiMax nacio muerto por un problema fundamental: su incompatibilidad con redes existentes en GSM/WCDCMA que impedian ningun tipo de handover o aprovechamiento de infraestructura existente.

    Eres Telefonica, Voda u Orange, tienes >100 millones de clientes en esas tecnologias y te dicen «mire vd, puede invertir desde cero y migrar a todos sus clientes a una tecnologia que no sabemos a donde va, o por el contrario evolucionar a HSPA+ que le va a dar 42 Mbps y cuando lancemos LTE que sera tambien compatible, llegar a 300 Mbps. Por cierto, durante los proximos 10 anyos el camino tecnologico esta definido y comparte muchos elementos de core, etc»

    Vosotros que hubieseis hecho?

  • #018
    Pinganillos - 17 julio 2012 - 03:50

    De veras se siguen usando las cabinas telefonicas? No recuerdo la ultima vez que eché una sola moneda en una de esas…

  • #019
    Carlos (econ) - 17 julio 2012 - 10:49

    «300.000 euros. Eso es lo que le va a costar al Ayuntamiento de Málaga su idea de dar acceso inalámbrico a Internet a sus vecinos de forma gratuita.»

    Si abro mi wifi a toda la comunidad, me denuncia el lobby de turno por meterme a «distribuidor de internet»… Y si me descargo una película, me denuncian por «copyright»…

    Hacer el «imbécil», es lo que mejor se le da a la sociedad y con la legitimidad de «equivocarnos en la búsqueda de la felicidad».

    Con Bankia y Lehman Brothers vemos que la iniciativa privada no gestiona, y la política ni supervisa ni controla.

  • #020
    Paco Escribano - 18 julio 2012 - 09:29

    Creo que una buena idea en este sentido, extender la presencia de WIFI en las ciudades, es de ONO, que, parece ser, está desarrollando un proyecto por el que todos los routers de sus clientes se convertirán en puntos de acceso WIFI para cualquier viandante que se encuentre dentro de su alcance, sin que ésto afecte a la calidad del servicio ofrecido al titular de la conexión.

    http://barrapunto.com/article.pl?sid=12/06/28/1641242

  • #021
    Carlos (econ) - 18 julio 2012 - 12:07

    #020 Paco, esa iniciativa ya existe, y es libre: FON

    El problema es que es libre… gratuita (quien no comparte paga)… voluntaria…

    Hace falta hacer un coto, poner un gestor que obtenga rendimientos y beneficios, que tome decisiones y diga a todos lo que tienen que hacer, lo que tienen que pagar, el router que tienen que poner… ¿Somos seres de naturaleza social?¿Borregos tras un pastor?

    Estamos siendo INPRODUCTIVOS, pagando una barbaridad por acceso a la web cuando no aprovechamos el 99,9% de lo que contratamos..,

  • #022
    Anónimo - 4 enero 2013 - 02:53

    enrique tu estuviste estudiando en orense

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