Peter’s Cafe

ImagenImagen Vía «The Medici Effect» (hoy hace un tiempo desagradabilísimo aquí en Shanghai, así que he optado por empezar un libro) llego al Peter’s Cafe, en Horta, Islas Azores, y me encuentro con que es el tipo de sitio en el que siempre soñé con convertir este humilde blog que tenéis ahora mismo delante de los ojos. El Peter’s Cafe (y dado que no he estado, «coceré y enriqueceré» parte de la explicación del libro) está en medio del Océano Atlántico y es, como esta página, un lugar típico de navegantes, de personas que lo mismo pueden estar de camino de Fiji, hacia España, en su segunda vuelta al mundo o en el último tramo hacia Brasil. Vienen de diferentes entonos, culturas y experiencias, pero encuentran en el rústico café un sitio donde dejarse cartas unos a otros, pasar un rato agradable y tranquilo, o simplemente charlar delante de un par de vasos de Madeira.

Lo importante del Peter’s Cafe no es el bar en sí. Es un bar rústico, sin ningún tipo de atributo especial, no es un sitio conocido por tener un diseño y una decoración maravillosas, o por ser visible desde todas partes. Lo importante del bar son, simplemente, sus visitantes. Si no pasas, si no te metes en la conversación, te parecerá un sitio corriente perdido en una isla en medio del mar. El bar se limita a ofrecer un ambiente tranquilo, unas copas agradables, y a fomentar el que esos visitantes, venidos de todas partes y con diferentes experiencias, puedan interactuar en una atmósfera tranquila y contarse cosas unos a otros – y a mí, que pongo la oreja con atención. Los temas son caóticos, como una combinación aleatoria de ideas que pueden venir de mis propias experiencias, de las de otros, de mensajes que me envían o de la prensa, pero una conversación lleva a la otra, las personas traen ideas interesantes, y nunca se sabe lo que va a venir después. Y a través de la mezcla de experiencias y culturas, se desarrollan nuevas ideas, artículos y conversaciones, para mí o para quien las quiera recoger. Muchos de los visitantes son habituales y conocidos, otros están de paso, otros empezaron a hablar aquí y ahora hablan en otros bares del mundo, a veces en los suyos propios… simplemente, comparten un nexo, un lugar de unión en el medio del Atlántico, y lo enriquecen con su presencia.

Como aproximación metafórica de esta página, me ha encantado.

10 comentarios

  • #001
    JFT - 18 enero 2006 - 09:14

    Maravilloso post y el mejor que te he podido leer.

  • #002
    teresa - 18 enero 2006 - 11:23

    Hace mucho tiempo que tengo en mente viajar a Azores y en concreto pasar por ese café mágico. Hace un par de años salió un artículo bastante bueno el El País, lo que pasa es que no sé cómo poner el link aquí en el comentario sin que salga un churro impresionante. Una, que es novata.

    En cualquier caso, si alguien se anima a dar un garbeo por allí en real, podíamos intentar organizar algo…

  • #003
    Rodrigo Teixeira - 18 enero 2006 - 12:19

    Me encanta leer en tu blog algo tan querido de mi pais, como son nuestras islas. En este caso Azores…

    Muy bien. You made my day.

  • #004
    gorki - 18 enero 2006 - 14:47

    Saber bastate de mi trabajo, pero no cerrarme en una especialidad. Tener interes en otros campos, ser humanista. El espíritu renacentista del siglo XV transplantado al siglo XXI. Interesarse por asuntos que no son de nuestra profesiones, ¿es posible en el mundo de los especialistas del siglo XXI?.
    Yo lo he practicado a lo largo de toda mi vida, pero no estoy seguro que eso no haya ido en contra de mi carrera profesional.

  • #005
    David Álvarez - 18 enero 2006 - 17:50

    Si quieren más sobre ese lugar, otros dos libros: «Dama de Porto Pim», de Antonio Tabucchi, y «Recuerdos inventados», de Enrique Vila-Matas, que estoy casi seguro de que fue quien escribió el artículo en El País. Los dos libros están editados en Anagrama.

    Gran metáfora, Enrique.

  • #006
    Enrique Dans - 18 enero 2006 - 18:02

    Gracias, David… ¿Qué artículo en El País?

  • #007
    J. F. Alonso - 18 enero 2006 - 18:08

    Estuve hace algunos años -¿cuántos?, ya no me acuerdo- en ese bar. Era un sitio mágico, en efecto, junto al bravo Atlántico. Las Azores siempre han sido una escala obligada para los marineros que se atrevían a cruzar el océano, y Peter [www.petercafesport.com] logró crear un espacio de reunión para encontrarse con los amigos, para dejar y recoger mensajes, para emborrarse antes de seguir la ruta. Tiene algo de bar de piratas, con una fachada «corriente» y un interior construido con abundante madera, con mesas robustas en las que se puede pegar un puñetazo cuando se juega a las cartas. Estuve dos o tres noches, y siempre había risas, ruido, vida. Cerca, en el muelle, hay un paseo pintado con mensajes de los marineros. La superstición dice que, si pasas por allí, debes dejar tu sello gráfico en aquel lugar. Un saludo

  • #008
    Enrique Dans - 18 enero 2006 - 18:26

    ¡¡¡Muchas gracias por el link!!!

  • #009
    David Álvarez - 19 enero 2006 - 09:02

    Sé que en el EPS Vila-Matas escribió sobre las Azores hace un par de años y, claro, mencionaba el bar. Pero no sé cómo se puede encontrar el reportaje. Hasta que aparezca, su libro es fantástico. Y breve.

  • #010
    Manú - 5 marzo 2009 - 23:18

    Peter´s se cuenta como uno de los bares más antiguos de Europa, refugio de marineros balleneros. En medio del Oceano para estar cerca de su habitat y de sus fantasmas, «la ballena». La leyenda cuenta que Peter busco de por vida a una gran ballena gris, su cuerpo se fue transformando en marino y humano, se cuenta de quien a podido verlo en su barca ballenera buscando a su fantasma, la ballena que jamás pudo arponear.

    Si hay un lugar en el mundo de los marineros legendario, este es el lugar, Peter´s, Horta… azotada por la furia de Neptuno en sus mas borrascosos dias.

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