Primer Encuentro Internacional con la Sociedad de la Imaginación

Me pide Arancha que cuente un poco más, cosa que puedo hacer de manera limitada, porque realmente pasé por Mérida de manera fugaz : llegué, saludé, hablé, comí y me fui. Una pena, porque el programa era realmente interesante (el día anterior había estado gente como Joe Pine, Alex Rovira y Fernando Trías de Bes, Alfons Cornellá… )

Yo vi muy, muy buen ambiente, una muy buena organización, stands de ideas muy creativas y sugerentes (el helado de tomate picante estaba buenísimo) o directamente divertidas y provocativas (como el Emancipator), una organización muy bien llevada, un patio en el que te daban un iPod Shuffle y un columpio para que te relajases entre ponencia y ponencia, una zona llena de portátiles todos con Linex en donde simplemente sentarte y escribir (el post anterior estaba escrito desde allí) y donde había una demanda agradablemente alta de personas queriendo utilizarlos, y un montón de gente muy interesante. ¿La sensación? Que muchas cosas se están moviendo en Extremadura, y que lo que he visto, que son poco menos que las bases de lo que puede venir, me gusta mucho. Veo iniciativas como ésta como «creación de sustrato fértil»: oportunidades para intercambio de experiencias, para escuchar ideas interesantes, para discutir sobre conceptos innovadores o, en plan meta-análisis, para hablar del papel de la imaginación, la creatividad y la innovación en la sociedad.

Mi charla fue la penúltima de una mesa redonda, y hablé de cómo los cambios que la tecnología nos está trayendo últimamente, cambios que muchos ven y otros sólamente intuyen, no son cuestiones meramente anecdóticas, episodios aislados o irregularidades que destruyen valor y hay que perseguir, sino parte de un todo complejo que nos lleva a un modelo de una flexibilidad muy superior, un escenario en el que ser creativo es uno de los elementos fundamentales para el éxito.

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