Enrique Dans

Salió el artículo sobre GMail que faltaba, el de Expansión, escrito por Noemí, en el que nos cita a Miguel y a mí. Tiene la virtud de estar escrito dos días después (Expansión salió el mismo día del evento con noticias de agencia), lo que le permite comentar algunos temas de manera un poco más reposada. Creo que el artículo avanza bastante bien la trascendencia que puede tener un lanzamiento como el de GMail, que excede con mucho la de un simple servicio de e-mail gratuito. ¿Las virtudes de Google? Darse cuenta de que el coste del espacio de almacenamiento ha disminuido exponencialmente, y para ellos más todavía, de manera que hasta vale la pena invertir en un giga por usuario cuando otros, más pacatos, regalaban como máximo un 5% de esa capacidad y bombardeaban obsesivamente a sus pobres usuarios para que se hiciesen de pago. ¿Cuántas veces recibisteis el mensaje de «Hotmail Staff» en el que se os «informaba amablemente» (como si alguien pudiese no saberlo tras lo menos doscientos mensajes), de que pagando veinte euros pasaríais al status de «usuario como dios manda» en lugar del de «pobre paria impresentable»? Yo, en un momento de iluminación, hasta llegué a pasar a Hotmail Staff a mi «spam list» o «lista de correos no deseados»… ni que decir tiene que no funcionó.

Realmente, un porcentaje bajísimo de usuarios llegó a hacerse de pago en Hotmail o Yahoo! Mail. El daño ahora, cuando los usuarios se trasladen en manada a GMail, no será económico. Al menos, no directamente. Será una erosión en posicionamiento, que a medio plazo duele más. Contraatacar, además, es difícil… es como decir a los usuarios eso de «lo que hasta ayer os decía de que pagáseis veinte euros por veinte megas, ¿sabéis? en realidad era broma… ahora os voy a regalar todo un giga para vosotros solitos»…

Queda por resolver el tema del AdSense aplicado a los mensajes. Yo confieso que no me ofende que una máquina olisquee mis mensajes y, según su contenido, inserte en ellos publicidad, siemprea que se haga, claro, de una manera discreta. Pero también es verdad que a mí me ofenden muy poquitas cosas. No tengo el problema de pensar que pasaría si escribiese un mensaje con ciertas palabras que hiciesen que el robot, en vez de insertarme publicidad, avisase al FBI… será porque los académicos tenemos una vida muy aburrida. Pero también es verdad que en los correos de GMail que he visto hasta ahora, aún no he visto ninguna publicidad, lo que indica que las pruebas que están haciendo hasta ahora con esos mil usuarios son de tipo técnico, no de reacción de los usuarios al AdSense. Cuando empiece a andar, veremos. Con el robotito y la búsqueda de palabras lo mismo das en el clavo, que la lías completamente. Se me ocurren mil ejemplos, pero pocos de buen gusto…